Resumen ejecutivo
- La Cuarta Conferencia Internacional sobre Financiación para el Desarrollo (FfD4, por sus siglas en inglés) de Naciones Unidas, que se celebrará en Sevilla en 2025, deberá abordar las grandes necesidades de financiación aún persistentes para la consecución de los ODS, considerando todas las fuentes de financiación conjuntamente y yendo mucho más allá de la AOD y la acción puramente pública. Esta Conferencia tiene lugar en un contexto de grave cuestionamiento del actual sistema multilateral y de avance hacia la multipolaridad, y tiene la particularidad de aunar procesos y conversaciones que tienen lugar en otros espacios, para los cuales debe suponer un impulso significativo. En esta Conferencia, España desempañará un doble rol: como anfitrión, y como Estado miembro de la ONU. Con este segundo en mente, este ejercicio divide la agenda de financiación del desarrollo en once temas, y para cada una ofrece elementos para la reflexión sobre la posible posición española de cara a FfD4.
- Es urgente fortalecer la Arquitectura Financiera Global, es decir, los acuerdos y mecanismos que garantizan la estabilidad de los sistemas monetarios y financieros a nivel mundial. Tres mensajes clave requieren atención: la reducción de la asimetría de la red de seguridad financiera global, el fortalecimiento de la regulación y supervisión del mercado financiero y el impulso a una gobernanza económica global más inclusiva. España, como anfitrión y país facilitador de consensos, puede liderar esta agenda considerando su pertenencia a la Unión Europea, intereses nacionales y el contexto geopolítico actual de conflictos, alianzas y liderazgos. La clave estará en gestionar intereses divergentes, identificar ganadores y perdedores, y los espacios institucionales adecuados para impulsar decisiones inclusivas y sostenibles.
- La Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD) desempeña un papel fundamental en la financiación del desarrollo, pero a pesar de su aumento consistente en términos absolutos, dista aún mucho del 0,7% del PIB comprometido por los países donantes. Las sucesivas reformas de su métrica le han atribuido cada vez más objetivos, sin un aumento proporcional de los recursos. Además, su gobernanza no es representativa de la comunidad de donantes actual, y las condiciones de elegibilidad para la ayuda no se corresponden del todo con las necesidades de muchos países. El TOSSD es una métrica más completa y fiel a la compleja realidad de los distintos tipos de flujos de financiación del desarrollo, pero aún adolece de problemas de gobernanza y de métrica. Para diferenciar y poner en valor los objetivos que la AOD debería priorizar, así como el resto de flujos de financiación del desarrollo, se propone reforzar la gobernanza y la métrica del TOSSD: un cambio de sede al Sur Global, la ampliación de su membresía y del número de países que reportan sistemáticamente y, a medio plazo, incluso, el comienzo de una conversación sobre un eventual establecimiento de un objetivo de movilización de recursos adaptado al contexto actual.
- Los desafíos del siglo XXI, incluida la persistencia de la pobreza, la fragmentación política y la amenaza climática, hacen necesarios cambios profundos al sistema de Bancos Multilaterales de Desarrollo (BMD). La tensión geopolítica dificulta enormemente reformas como el ajuste de las cuotas y los porcentajes de voto, especialmente para países como China, la India y Brasil, lo que complica una mayor inyección de capital nuevo en estos bancos. Pero se pueden considerar otras agendas de reforma, como la Triple Agenda de Singh y Summers, sobre la que se está avanzando y que consiste en actualizar y mejorar la financiación, los mandatos y los mecanismos operativos de la banca multilateral. También se puede avanzar con mayor ambición en la revisión del capital exigible, el reciclaje de los Derechos Especiales de Giro (DEG) como capital híbrido para ampliar la capacidad de actuación de los BMD o pasar de financiar proyectos concretos a una visión más estructural e integral del desarrollo. España, como conector entre Europa, Latinoamérica y el resto del Sur Plural, debe empujar estas reformas.
- La arquitectura internacional en materia de deuda soberana externa debe ser mejorada, pues no arroja los resultados eficientes y equitativos que debería, lo cual supone costes principalmente para los países en desarrollo con problemas de sobreendeudamiento. La propuesta de posición española en esta materia de cara a la FfD4 se vertebra en torno a dos ideas principales: reconducir el sistema para que opere en mayor medida a partir de acuerdos y reglas compartidas, lo que permitiría enormes ganancias de eficiencia y de equidad, en especial para los países más pobres; y que el tránsito hacia ese renovado sistema pueda guiarse por una combinación de rumbo claro y pragmatismo. Por una parte, modificando el marco institucional actual con reformas concretas que concitan ya un acuerdo amplio, referidas al Common Framework for Debt Treatments beyond the DSSI del G20. Por la otra, con el impulso desde Naciones Unidas a procesos de reflexión sobre aspectos menos maduros que sustentarán posibles reformas en el futuro orientadas a que el sistema haga la mejor contribución posible al desarrollo sostenible.
- Desde la Agenda de Acción de Adís Abeba (AAAA) de 2015, que señalaba la importancia del sector privado en la generación de procesos de desarrollo industrial inclusivos y sostenibles, los cambios en la economía mundial han transformado el consenso en comercio y respecto a la cuestión geográfica de la producción, por la preocupación del establecimiento de políticas industriales en países desarrollados vinculadas a la autonomía estratégica y la seguridad nacional. Las denominadas cadenas globales de valor reflejan una realidad productiva transnacional más semejante a una red de producción de relaciones multidireccionales, complejizando el análisis de los procesos productivo-comerciales, las relaciones entre sectores y países y su impacto sobre los ODS. Las variables clásicas de Inversión Extranjera Directa (IED) y comercio pierden utilidad, necesitando metodologías insumo- producto que permitan superar las categorías nacional-sectoriales. Ello requiere de apoyo financiero y técnico y de marcos legislativos para la colaboración con las empresas en la recogida de información y la trazabilidad de los procesos productivos, que permitiría evaluar su impacto en desarrollo y contribuiría a las políticas de autonomía estratégica.
- Los flujos privados de inversión de impacto están limitados por la alta percepción de riesgo por parte de inversores privados, la insuficiente disponibilidad de datos fiables y transparentes, la escasa inversión en moneda local y la falta de adecuación de instrumentos financieros y tickets a la demanda en los países menos adelantados o para el missing middle. Recientemente se ha comprobado la eficacia de enfoques de estructuración estratégicamente diseñados para la coinversión y de mecanismos innovadores de financiación como las facilidades de asistencia técnica transformadora, así como el impacto positivo para los ODS de la inversión en moneda local, el empoderamiento de actores locales y la aplicación de gender- y child-lens impact investing. Para escalar el volumen de capital privado y mejorar la eficacia de las inversiones, se recomienda: (1) utilizar de manera estratégica y efectiva los instrumentos existentes y probados de de-risking; (2) invertir en vehículos orientados a fortalecer los ecosistemas locales de inversión de impacto; y (3) consensuar estándares de medición y gestión de impacto para mejorar la transparencia y la toma de decisiones de los inversores y prevenir el impactwashing.
- Las transferencias de dinero realizadas por migrantes a sus familias y comunidades en los países de origen superan en magnitud a la AOD y la IED, por lo que, aunque por su naturaleza no pueden remplazar a esos flujos, tienen un papel importante en la mejora directa del bienestar de las personas y, además, son susceptibles de dirigirse a fines productivos. Los acuerdos internacionales intentan remover los obstáculos a los flujos y a su impacto positivo. A pesar de los avances tecnológicos y regulatorios recientes, España debe seguir trabajando para que se cumpla el Pacto Mundial para la Migración Segura, Ordenada y Regular, centrándose en: la reducción de los costes de transacción de las remesas (meta 10.c de la Agenda 2030), marcos normativos y regulatorios propicios y adecuados, enfoque de género, apuesta por soluciones tecnológicas que incluyan a las personas con mayores dificultades y diseño de instrumentos para la orientación de las remesas hacia la inversión en desarrollo; todo ello teniendo en cuenta buenas prácticas y experiencias exitosas previas.
- La financiación climática internacional es una de las herramientas clave para el cumplimiento del Acuerdo de París. Se analiza el estado de la cuestión y el nuevo objetivo de financiación acordado en la COP29, así como el grado de cumplimiento de los compromisos existentes y la relación entre la AOD y la financiación climática. Se presentan propuestas relativamente recientes para la canalización de la financiación climática en el ámbito de la fiscalidad y los canjes de deuda (swaps) por acción climática. Los disensos derivan de posiciones normativas opuestas sobre la responsabilidad asimétrica de donantes y receptores, la contabilidad y la transparencia. Cinco propuestas para la reflexión incluyen la mejora de los procesos de gobernanza; el diseño o ampliación de diversos instrumentos: de canje de deuda, expansión de los partenariados para la transición energética justa (Just Energy Transition Partnerships – JEPTs – o Country Platforms) y la expansión de microcréditos; el uso de mecanismos de apoyo a la adaptación; el refuerzo de los medios de implementación y el desarrollo de grupos de diálogo para la atracción de financiación climática en los países receptores.
- Los desafíos de la movilización de recursos domésticos de los países en desarrollo ocupan un lugar destacado en los análisis, políticas y agendas de desarrollo. Como consecuencia de que los sistemas tributarios del mundo en desarrollo operan en circunstancias más complejas que los de las naciones ricas, tienen, en general, una menor capacidad recaudatoria. No obstante, a lo largo de los últimos años, debido en parte al propio crecimiento económico, pero también a las reformas emprendidas en muchos países, se han producido notables avances. Ello no es óbice para que sigan existiendo importantes desafíos, algunos más tradicionales, de carácter interno, y otros más recientes, relacionados con los cambios en la tributación internacional y la expansión de la economía digital. Superar con éxito estos desafíos es importante para continuar avanzando en la capacidad de movilización de recursos propios, a lo que la cooperación internacional puede contribuir de forma notable. En algunos ámbitos, como el apoyo técnico, es más sencillo; en otros, como la coordinación tributaria, puede resultar más complejo, dada la existencia en algunos casos de intereses contrapuestos.
- La gobernanza comercial internacional ha sufrido un importante declive en las últimas décadas. El marco geopolítico actual dificulta la ambición respecto a la promoción de los acuerdos comerciales regionales o la inversión directa, o una reforma integral de la Organización Mundial del Comercio (OMC), pero en el interés de los países en desarrollo resulta esencial mantener activas unas mínimas reglas del juego que impidan un deterioro adicional de la gobernanza o un mero marco de negociación comercial bilateral. Por eso conviene centrarse en unos pocos elementos de mejora, como la facilitación del comercio (simplificando y coordinando requisitos técnicos), la promoción de elementos universales de sostenibilidad como el apoyo a las pequeñas y medianas empresas o el empoderamiento económico de las mujeres, la simplificación (dentro de la UE) de la burocracia de iniciativas como el SGP+ o EBA, o la reforma de uno o dos aspectos clave de la OMC (solución de diferencia y subvenciones), reservando el capital político para propuestas como la ratificación del Acuerdo UE-Mercosur, que traslada un mensaje de credibilidad de Occidente en su compromiso con el desarrollo y los intereses estratégicos del Sur Global.
- El avance científico y tecnológico es clave para el progreso de los países y el cumplimiento de los ODS. Ante las persistentes asimetrías en la generación y adopción y adaptación de innovaciones, la cooperación internacional en ciencia, tecnología e innovación (CTI) se inserta en la agenda de desarrollo y su financiación, tal como se reconoce en la AAAA y en el nuevo Plan Director de la Cooperación Española para el Desarrollo Sostenible y la Solidaridad Global (2024-2027). Se revisa la aproximación conceptual al vínculo entre innovación y desarrollo por su relevancia para definir, implementar y medir la cooperación internacional en CTI, y se describe la situación actual al respecto para entender sobre qué aspectos cabría incidir y cuáles son los marcos de financiación. Finalmente, se ofrecen conclusiones y reflexiones orientadas a identificar aquellos campos en los que se podrían definir propuestas que pudieran ser impulsadas desde España en el marco de FfD4.
- Entre las consideraciones comunes extraíbles de los análisis, se encuentra el debate sobre el nivel de ambición deseable para FfD4, teniendo en cuenta las necesidades de desarrollo pero también el contexto geopolítico actual, que obliga a pensar en distintos plazos posibles para las distintas propuestas. Aunque no sean bloques monolíticos, las diferencias entre las posiciones del Norte y Sur global emergen recurrentemente, así como la necesidad de una cooperación reforzada y del reconocimiento de las interrelaciones entre los temas de la agenda. Resulta esencial reconocer las diferentes realidades, necesidades y características de cada flujo de financiación, y hacer acopio de la experiencia acumulada y las lecciones aprendidas con una visión analítica que incorpore la perspectiva de género y de otras inequidades estructurales.
- España puede contribuir a generar espacios de diálogo y actuar como puente, como miembro de la UE, de la OCDE y del CAD, de la ONU, socio de América Latina y país que comparte desafíos climáticos con países del Sur global. Para ello deberá adoptar una lógica de geometría variable en su búsqueda de alianzas, teniendo en cuenta que ni el Norte ni el Sur son bloques compactos, así como el impacto que las acciones propuestas pueden tener para España y no perdiendo el objetivo último de todos estos esfuerzos, que es el desarrollo sostenible. En línea con todo esto, al final del documento se incluye un recopilatorio de todas las recomendaciones aportadas sobre todos los temas de la agenda.
Imagen: Salón de la Asamblea General en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York durante la conferencia sobre el estado de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) (18/09/2023). Foto: Michael Kappeler / picture Alliance / Getty Images.