España y el mito de los mercados de capitales europeos: más integración de la que creemos, menos desarrollo del que necesitamos

Detalle ampliado de un billete de cincuenta euros donde se resalta una parte de Europa en tonos ocre. En el fondo, se observa un patrón con líneas de colores amarillo y naranja, así como algunas estrellas de color blanco. España
Policy Paper

1. Resumen ejecutivo

Se suele afirmar que los mercados de capitales en la Unión Europea (UE) no están desarrollados, pero la realidad es más compleja: mientras países como Suecia y los Países Bajos han logrado mercados financieros dinámicos, en otros Estados miembros –como España– el desarrollo sigue siendo insuficiente. Aunque la UE ha impulsado iniciativas como la Unión de los Mercados de Capitales, estas reformas no bastan. Además, los mercados de capitales europeos están más integrados de lo que se cree, mucho más que el sector bancario, por lo que el verdadero reto no es tanto la fragmentación como la falta de desarrollo en muchos países. Sin acción a nivel nacional, la UE seguirá rezagada frente a Estados Unidos (EEUU) y otros competidores globales.

España necesita abordar reformas estructurales que fomenten la canalización del ahorro hacia los mercados financieros, fortalezcan a los inversores institucionales y faciliten el acceso de las empresas –incluidas las pymes– a la financiación de mercado. Entre las medidas clave a nivel nacional se encuentra la creación de una cuenta de inversión con incentivos fiscales para canalizar el ahorro de los hogares hacia activos financieros, junto con una mejora sustancial de la educación financiera. Además, es esencial potenciar el Pilar 2 de pensiones mediante un sistema de inscripción automática y contribuciones progresivas de los empleadores, acompañado de la creación de un fondo público de pensiones de bajo coste que permita generar una demanda estable de activos financieros. Por otro lado, es necesario evaluar y adaptar las políticas de crecimiento empresarial para facilitar el acceso de las pymes a los mercados de capitales, simplificando requisitos regulatorios y promoviendo programas de acompañamiento.

A nivel europeo, es clave reducir las disparidades nacionales en la implementación de la normativa por parte de las Autoridades Nacionales Competentes. Una posible vía sería fortalecer la Autoridad Europea de Valores y Mercados (ESMA) para que asuma un rol más centralizado, similar al de la SEC en EEUU. Sin embargo, si no hay suficiente consenso para este cambio institucional, es fundamental reforzar la coordinación entre supervisores nacionales para minimizar arbitrajes regulatorios y barreras que limitan la integración financiera. Asimismo, España debe impulsar la reforma del mercado de titulización, introduciendo incentivos prudenciales para reactivar la demanda de inversores institucionales en tramos senior de titulizaciones. Por último, otro desafío clave es reducir la fragmentación en las infraestructuras de mercado, especialmente en la fase post-trading, donde las diferencias en los sistemas de liquidación y compensación siguen siendo un obstáculo para la eficiencia del mercado.

Sin estas reformas, España seguirá sin lograr cerrar la brecha con otras economías avanzadas en términos de financiación de mercado.


Imagen: Detalle de una parte de Europa en un billete de cincuenta euros. Foto: Levent_Naghi / Getty Images.