En las últimas dos semanas se ha celebrado en Dubái la vigésimo octava conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, mejor conocida como COP28.
¿Cuál es el balance del progreso establecido por el Acuerdo de París de 2015? ¿Hemos avanzado en la reducción de emisiones? ¿Se ha conseguido algún avance en el objetivo global de adaptación? ¿Se han perfilado detalles de la financiación climática internacional (incluyendo la gobernanza del fondo para las pérdidas y los daños)? ¿Cuáles son los avances en materia del agua?
En el segundo episodio de la cuarta temporada, grabado antes de la conclusión de la COP28, Judith Arnal (investigadora sénior asociada) y Miguel Otero Iglesias (investigador principal) conversan con Elena López Gunn –investigadora sénior asociada y miembro del Consejo Científico del Real Instituto Elcano, y también miembro del Consejo Científico Consultivo Europeo sobre el Cambio Climático– quien desde Dubái ha contado de primera mano la marcha sobre las negociaciones de esta última conferencia sobre el cambio climático.
COP28: un vaso medio vacío
Las conferencias sobre el cambio climático de Naciones Unidas (COP) reúnen anualmente a líderes de gobiernos y jefes de Estado de países que se han adherido a la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), empresas, ONGs y la sociedad civil para evaluar avances y negociar respuestas multilaterales al cambio climático.
Como señala la ONU, esta COP era “una oportunidad crucial para tomar el rumbo correcto y acelerar la acción para afrontar la crisis climática, teniendo en cuenta los récords de las temperaturas a nivel mundial y los fenómenos temporales extremos que afectan a la población del planeta”. En ese sentido, el Consejo Científico Consultivo Europeo sobre el Cambio Climático indica que es necesario reducir las emisiones un 95% de aquí a 2040.
Como las cumbres anteriores, esta ha sido una cumbre difícil y de resultados limitados. En primer lugar, la COP28 hizo una primera evaluación del Acuerdo de París mediante la comprobación por parte de los países firmantes y partes del acuerdo de los avances realizados en los objetivos de reducción de emisiones para limitar el aumento medio de las temperaturas, y si los flujos financieros se han alineado con un desarrollo bajo en emisiones de gases de efecto invernadero. Con este balance, se pretende ver si hemos progresado en hacer frente a la crisis climática.
También se ha tratado sobre el fondo para compensar las pérdidas y daños derivados de una acción climática insuficiente, destinado sobre todo a los países más pobres y afectados. En la COP27 hubo un acuerdo para establecer este fondo, pero detalles como la cuantía, contribuyentes y localización del fondo estaban pendientes de definición. Se suponía que en esta COP28 se iban a perfilar estos detalles.
Otro tema debatido ha sido el objetivo global de adaptación. A lo largo de 2022 y 2023, se ha venido observando que los países en desarrollo tienen más interés que los países desarrollados en avanzar en una definición más concreta del objetivo global hacia una transición verde. Por ejemplo, América Latina y África solo son responsables del 3% (respectivamente) de la totalidad de las emisiones hasta la fecha, por lo tanto, consideran que los países industrializados deben contribuir mucho más al coste de esa adaptación.
La divergencia en los enfoques también ha quedado patente en materia de financiación climática internacional. Aunque el Acuerdo de París se basa en el principio de responsabilidades comunes pero diferenciadas, desde 2009 existe el compromiso de que los países desarrollados proporcionen 100.000 millones de dólares anuales de financiación climática a los países en vías de desarrollo. En 2021 se movilizaron 89.600 millones de dólares, pero el 68% fue en préstamos concesionales. Esto ha motivado un debate sobre la necesidad de repensar la financiación climática, incluso desde el punto de vista institucional.
Por otra parte, están los mecanismos de mercado. Un ejemplo de mecanismo de mercado es el comercio internacional de las reducciones de emisiones de gases de efecto invernadero. Aunque este mecanismo aparecía ya mencionado en el Acuerdo de París, aún quedaban numerosos aspectos técnicos por perfilar en esta COP28.
Entre otras iniciativas, en esta COP también se ha dado relevancia al agua en la agenda climática, identificando tres áreas prioritarias: conservar y restaurar los ecosistemas de agua dulce, mejorar la resiliencia del agua urbana y reforzar los sistemas alimentarios resilientes a la escasez de agua.
Recursos
COP28: la gran evaluación. Lara Lázaro Touza.
Cumbre Internacional de Clima y Energía: seis objetivos de la hoja de ruta hacia la COP28. Sofía Tirado.
Créditos de los audios
Intervención de Ottmar Edenhofer, presidente del Consejo Científico Consultivo Europeo sobre el Cambio Climático, durante la presentación del informe “Scientific advice for the determination of an EU-wide 2040 climate target and a greenhouse gas budget for 2030–2050” (20/06/2023).
Imagen: Vista general de la COP28 en la Expo City Dubái, Emiratos Árabes Unidos (4/12/2023). Foto: UNclimatechange. COP28 / Christopher Pike (CC BY-NC-SA 4.0 Deed).
