Los desafíos a los que nos enfrentamos hoy en día, desde la guerra en Ucrania, a los fenómenos climáticos o las dificultades económicas, entre otros, no son neutrales respecto al género. Es más, abordarlos desde la perspectiva de género nos permite hacerles frente mejor, y adoptar respuestas inclusivas.
Pero el binomio igualdad de género y asuntos globales no es algo nuevo, aunque se empezó a abordar solo en las décadas más recientes. Desde entonces hemos visto avances importantes, pero a un ritmo más lento de lo que hubiera sido deseable.
En este episodio, Federico Steinberg y Carlota García Encina –ambos investigadores principales de Elcano– conversan con María Solanas, directora de Programas, sobre el significado de la perspectiva de género en clave internacional y por qué es importante.
Con este décimo episodio finaliza la segunda temporada de Conversaciones Elcano. María Santillán O’Shea y Álvaro Vicente –miembros del equipo de investigación de Elcano– toman el relevo para presentar los episodios en la tercera temporada.
Género y asuntos globales
En 1995 tuvo lugar en Pekín la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer, que marcó un importante punto de inflexión para la agenda mundial de igualdad de género. Se firma la Declaración y Plataforma de Acción de Pekín que fue adoptada de forma unánime por 189 países. Este acuerdo sigue siendo, hoy en día, la hoja de ruta más ambiciosa para alcanzar la igualdad plena y efectiva de las mujeres en todo el mundo.
Los 189 Estados acordaron intensificar esfuerzos para lograr, antes del fin del siglo XX, el empoderamiento de las mujeres y las niñas, garantizando sus derechos y libertades, su independencia económica, la igualdad de acceso a puestos de poder, el derecho y el acceso universal a la salud sexual y reproductiva, o a la educación en todos sus ciclos.
La pregunta obvia es cómo estamos casi 30 años después. Pues ha habido avances, aunque no en todos los ámbitos y no siempre con la intensidad que hubiera sido deseable. Por ejemplo, si echamos un vistazo al poder ejecutivo mundial, observamos que se mantiene una abrumadora mayoría de hombres como jefes de Estado o de Gobierno, según revelan los datos más recientes de ONU Mujeres, y en las instituciones internacionales la situación es muy similar. Las cifras mejoran en el ámbito del poder legislativo, aunque hablamos de un 26% de mujeres del total de parlamentarios y parlamentarias de todo el mundo.
Ellos debaten sobre los grandes retos mundiales y son quienes toman las decisiones sobre las respuestas, contando con una muy escasa presencia y poder de las mujeres. Que las mujeres apenas participen de los debates relevantes representa no sólo un grave déficit democrático de nuestros sistemas de representación política. También debilita la calidad misma del debate, privado de la visión de las mujeres. Asimismo, impacta en la eficacia de la toma de decisiones y de su aplicación, que obviamente afecta al conjunto de nuestras sociedades. La perspectiva de género es esencial en los grandes asuntos globales y en la legitimidad de las respuestas a los retos compartidos.
Es cierto que ha habido ciertos avances destacados. La Unión Europea tiene, por primera vez en más de 60 años, a una mujer como presidenta de la Comisión, Ursula Von der Leyen, y a otra como gobernadora del Banco Central Europeo, Christine Lagarde. Pero dejando a un lado las instituciones y poniendo el foco en la ciudadanía, hay un amplio consenso social en el seno de la Unión Europea en torno la necesidad de lograr la igualdad real, y no solo legal, entre hombres y mujeres.
Junto con la dimensión política y social, hay que recordar la dimensión económica de la igualdad de género. Desaprovechar el talento de la mitad de la población impacta negativamente en el crecimiento económico y en la competitividad. Solo en nuestro espacio europeo, y según datos del Instituto Europeo para la Igualdad de Género, los avances en esta materia generarían hasta 10 millones y medio de empleos adicionales en 2050, la tasa de empleo alcanzaría casi el 80%, y el PIB per cápita de la Unión Europea podría crecer casi un 10% más en 2050.
Como decíamos al principio, todo lo que nos rodea está afectado por el género. Y en situaciones extremas o de conflicto, como la guerra en Ucrania, también requieren tener en cuenta la perspectiva de género. El 8 de marzo del año pasado, el Comité de Derechos de las Mujeres e igualdad de género del Parlamento Europeo modificó los asuntos que iba a abordar para centrarse en la situación en Ucrania. Las mujeres ucranianas también luchan, y son quienes se desplazan y buscan lugares más seguros para sus familias, las personas mayores y sus hijos e hijas. Además, según un estudio del Fondo de Naciones Unidas para la Población, alrededor del 75% de las mujeres ucranianas que han vivido el conflicto en el este del país desde 2014, informaron haber experimentado algún tipo de violencia desde los 15 años. Una de cada tres dijo haber experimentado violencia física o sexual. La guerra también es esto. Sin olvidar que, en muchas ocasiones, las mujeres son usadas como armas de guerra.
Son múltiples las dimensiones que se pueden analizar con perspectiva de género. Por ejemplo, el acceso a la tecnología. Este año, la conmemoración de las Naciones Unidas del Día Internacional de las Mujeres ha dado su reconocimiento a las mujeres y las niñas y a las organizaciones de mujeres y feministas que están luchando por el avance de una tecnología transformadora y por el acceso a la educación digital. Otro tema clave que requiere perspectiva de género es el cambio climático. Hay avances para integrar el objetivo de igualdad de género en la acción climática. Por ejemplo, hay recursos para desagregar por sexo las estadísticas nacionales sobre medio ambiente y cambio climático, incorporar el objetivo de igualdad de género en las inversiones climáticas, legislación para abordar las prácticas discriminatorias de tenencia de la tierra, y la integración de la igualdad de género en los Planes Nacionales de Acción Climática.
Ver también: 8M: lograr un mundo digital equitativo es cuestión de género, María Solanas.
Imagen: Imagen conceptual de la igualdad entre los géneros sobre fondo con el globo terráqueo. Créditos: Gajus-Images / Chuttersnap.