¿Cómo afrontar la inseguridad económica en Europa? – 3X09

De izda. a dcha: Josep Borrell Fontelles, Margrethe Vestager, Valdis Dombrovskis y Dana Spinant durante la rueda de prensa sobre la Estrategia Europea de Seguridad Económica el 20 de junio de 2023 en Bruselas
Un decálogo de cara a la Presidencia Española del Consejo de la UE 2023

La seguridad económica se ha vuelto esencial en un contexto global cada vez más geopolítico, donde la seguridad nacional es de máxima prioridad.

Una guerra en Europa, las crecientes tensiones entre Estados Unidos y China, las pandemias globales y el impacto del cambio climático son factores que han llevado a gobiernos en todo el mundo a reevaluar sus estrategias para garantizar la seguridad de sus Estados. 

En este escenario de desafíos globales, la Unión Europea se encuentra ante la tarea de ajustar su propia seguridad económica, pero ¿es posible alcanzarla sin revertir los procesos de globalización? ¿Cómo? ¿Qué obstáculos se deberán sortear?

A estas cuestiones nos ayudará a dar respuesta Federico Steinberg, investigador principal del Real Instituto Elcano.

Seguridad económica

En un contexto global con numerosos riesgos geopolíticos, donde la seguridad nacional es de máxima prioridad, la seguridad económica se ha vuelto fundamental. La guerra en Ucrania, la rivalidad entre Estados Unidos y China, las pandemias globales y el impacto del cambio climático son algunos de los factores que han influido en que gobiernos de todo el mundo están reevaluando sus estrategias para garantizar la seguridad de sus Estados, y la seguridad económica surge como una pieza clave.

El aumento de las tensiones comerciales y políticas, al igual que shocks imprevistos como la pandemia del COVID-19, han tenido y siguen teniendo un fuerte impacto en las economías mundiales. Vemos cómo los países buscan defenderse de la coerción económica de otros países, lo que implica gestionar las dependencias estratégicas para no verse demasiado atados a ciertos suministros o mercados, proteger las infraestructuras críticas, impedir ciberataques, y fortalecer su influencia global a través de la tecnología y las finanzas.

En este escenario de desafíos globales, la Unión Europea se encuentra ante la tarea monumental de ajustar su propia seguridad económica. Hasta hace poco, los 27 Estados miembros seguían las reglas del orden liberal. Es decir, abrazaban el proceso de globalización y confiaban en que la interdependencia económica promovería la paz y las buenas relaciones con Rusia y China. Pero esta visión ha dejado al descubierto algunas vulnerabilidades como, por ejemplo, la dependencia del gas ruso, o la dificultad de adquirir suministros críticos en tiempos de emergencia como la pandemia del COVID-19.

Además, la tradicional alineación de la UE con las reglas de la Organización Mundial del Comercio (OMC) ha limitado su capacidad de respuesta ante tendencias como el creciente proteccionismo en algunos países y la fragmentación de la economía mundial. Y esto es especialmente importante para Europa, dada la alta exposición de la mayoría de sus economías al comercio y la inversión internacionales. 

Autonomía estratégica abierta

Este contexto explica que la Unión Europea haya reaccionado y se replantee su seguridad económica, ampliando el objetivo de lo que se conoce como autonomía estratégica para reducir su dependencia externa y, por tanto, mejorar la autosuficiencia del espacio económico europeo. Esta meta explica algunas de las medidas adoptadas en los últimos años. Por ejemplo, las medidas para evitar que empresas extranjeras tengan ventajas comparativas para operar en el mercado europeo, la activación del llamado “arancel o impuesto al carbono” para mantener estándares de sostenibilidad europeos, o los mecanismos de filtrado a las inversiones que vienen de fuera de la UE.  

Sin embargo, la UE no busca emular prácticas proteccionistas ni dar la espalda a los principios del multilateralismo o del libre comercio mundial. De hecho, pretende alcanzar una “autonomía estratégica abierta”, esto es alcanzar un nivel de autosuficiencia económica que garantice la resiliencia del espacio europeo ante posibles sacudidas externas, manteniéndose abierta a la cooperación y al comercio internacionales. Y así lo recoge la estrategia europea de seguridad económica, aprobada precisamente en junio de este año

Alcanzar este equilibrio no es tarea fácil. El escenario mundial, en el que distintas grandes potencias están tomando sus propias medidas proteccionistas, y el panorama europeo, compuesto por 27 países con distintas posiciones, plantean desafíos a cómo diseñar e implementar con éxito esta autonomía estratégica abierta. 


Imagen: Rueda de prensa sobre la Estrategia Europea de Seguridad Económica en Bruselas, Bélgica (20/06/2023). Foto: Claudio Centonze – EC Audiovisual Services / ©European Union, 2023.