Recientemente, el gobierno español ha decidido repatriar a las esposas y viudas de cuatro yihadistas pertenecientes al Estado Islámico y a sus hijos españoles que estaban internados en los campos de retención sirios de Al Roj y Al Hol. Ambas permanecían en dichos campos desde marzo del año 2019, cuando cayó el último bastión sirio de Estado Islámico.
¿Por qué los países occidentales, entre ellos el español, han empezado a repatriar desde Siria a mujeres nacionales vinculadas con Estado Islámico? ¿Cuáles son las principales dificultades a las que se enfrentan los gobiernos al abordar este proceso de repatriación? ¿En qué consiste el fenómeno de la movilización de mujeres en favor de grupos extremistas violentos?
En este episodio abordamos estas y otras preguntas. Carlota García Encina y Federico Steinberg –ambos investigadores principales de Elcano– conversan con Carola García Calvo, también investigadora principal del Instituto y recientemente nombrada directora del Programa sobre Radicalización Violenta y Terrorismo Global.
El contexto de la repatriación de mujeres
Las repatriaciones de mujeres vinculadas a Estado Islámico han empezado a ser una práctica extendida en España, Francia o Alemania. El temor a que continuasen radicalizadas y pudieran llevar el germen de la ideología yihadista de vuelta a sus países de origen frenó las repatriaciones. En España, el Ministerio del Interior impuso ese criterio, contrario al que tenía el entonces ministro de Exteriores y hoy Alto Representante de la UE, Josep Borrell, que ya en 2019 era partidario de traerlas de vuelta.
Países como Francia o Alemania, han intensificado la repatriación de mujeres y niños, en un esfuerzo por hacer frente a la amenaza que su permanencia podría representar en un futuro. En general, las mujeres han sido detenidas a su llegada a sus países de origen, ya que en la mayoría de los casos había causas judiciales pendientes contra ellas por delitos relacionados con terrorismo. No olvidemos que muchas viajaron voluntariamente a Siria para enrolarse en Estado Islámico.
Otro aspecto que debemos tener en cuenta es que tanto la Organización de las Naciones Unidas (ONU), como Estados Unidos han sido claves en el cambio de posición del gobierno español. El liderazgo de EEUU ha sido esencial, en general, para presionar a los gobiernos europeos a asumir su responsabilidad de repatriación, ofreciendo además a los gobiernos occidentales –y al español– ayuda en caso de necesidad.
España y las repatriaciones
En este contexto, España se iba quedando sola en su negativa a repatriar a sus nacionales frente al resto de países europeos. Además, la milicia kurda de las Fuerzas Democráticas Sirias, que está a cargo de dichos campos, venía pidiendo desde hace tiempo que los gobiernos occidentales se hicieran cargo de sus ciudadanos, y alertaban además de la imposibilidad de mantener estos centros indefinidamente, así como del creciente riesgo de que Estado Islámico se fuera haciendo con el control interno de dichos campos.
También, hay que recordar (e insistir) que existen razones humanitarias. El deterioro progresivo de las condiciones de vida en los campos hace que la propia salud e integridad de los menores se encuentre en grave riesgo. Además, no reciben educación ni atención médica y se encuentran en condiciones de hacinamiento. No olvidemos que estamos hablando de personas que cuando partieron tenían pasaporte europeo. Por lo tanto, los países tienen la responsabilidad adquirida a través de los distintos convenios internacionales existentes de darles asistencia.
Sin embargo, la siguiente pregunta es cuándo se espera que se materialicen estas repatriaciones. El objetivo es que estén de vuelta antes de fin de año. Cuando lleguen, deberán comparecer ante la Audiencia Nacional, que las vincula a la célula yihadista Brigada Al Andalus, a la que presuntamente pertenecían sus maridos. Podrían ser acusadas de haberse instalado en un territorio extranjero controlado por una organización terrorista para colaborar con ella, delito que el Código Penal castiga con hasta cinco años de cárcel.
Ver también: El dilema de repatriar a mujeres vinculadas a Estado Islámico desde los campos de Al Hol y Al Roj en Siria, Carola García-Calvo.
Imagen: Un grupo de mujeres en el campo de Al Hol en el noroeste de Siria (2019). Foto: Y. Boechat (VOA) (Wikimedia Commons / Dominio público).