El ICEX, el ICO y el Real Instituto Elcano presentan el Estudio monográfico sobre el entorno económico y las oportunidades de inversión en: INDIA, segundo volumen de unaserie de estudios que analizan las oportunidades de comercio e inversión en diferentes países.
En este monográfico, realizado por Pablo Bustelo, Investigador Principal, Asia Pacífico del Real Instituto Elcano, con la colaboración de Vani Archana, Rajiv Kumar y Mandira Sarma, se extraen una serie de conclusiones.
En primer lugar, la India presenta un gran atractivo para la inversión directa extranjera por diferentes razones:
- Un mercado enorme y con perspectivas muy positivas de expansión.
- Una población joven, cualificada y entre la que está muy extendido el idioma inglés.
- El bajo coste de la mano de obra, que hace del país un centro de suministro de productos y una base de fabricación a precios muy competitivos.
- Un alto potencial para desarrollar sectores de alta tecnología, como los servicios de tecnologías de la información (STI) y la industria farmacéutica.
- Una economía en claro proceso de liberalización y de apertura e incentivo a las inversiones extranjeras, al tiempo que está mejorando rápidamente sus infraestructuras.
- Y la estabilidad política y jurídica, al tener un régimen democrático y un sistema judicial independiente. En particular, según un informe de la consultora McKinsey, la clase media-alta pasará de 51 millones de personas en 2005 a nada menos que 600 millones en 2025. El mercado efectivo de la India, que fue el 12º del mundo en 2005, superará al de Italia en 2015 y será el 5º del mundo, por delante del de Alemania, en 2025.
En segundo lugar, existe complementariedad entre las necesidades actuales y futuras de la India (gran necesidad de mejorar las infraestructuras, un mercado interior en claro ascenso para bienes de consumo y de equipo, un rápido proceso de urbanización y una clara voluntad de desarrollar el sector manufacturero) y el patrón de internacionalización de las empresas españolas. Más en particular, hay una correspondencia entre lo que la India va a necesitar en los próximos años y la oferta inversora de España, en sectores como concesiones de infraestructuras, energías renovables, ferrocarriles, componentes de automoción, telecomunicaciones, turismo y banca, entre otros. Si a esto se suman el importante margen para ampliar unas inversiones todavía escasas, las excelentes perspectivas que presenta el mercado indio en un amplio abanico de sectores, un marco institucional apropiado y las buenas relaciones políticas, todo indica que las oportunidades son muy grandes para las empresas españolas que quieran invertir por primera vez en la India o ampliar sus inversiones en el país.
En tercer lugar, las oportunidades en la India para las empresas españolas no están sólo en los sectores en los que nuestro país es líder mundial, como son los de concesiones de infraestructuras de transporte, gestión y distribución de agua, energías renovables y componentes de automoción, entre otros. Sin duda alguna todos esos sectores son muy prometedores. Pero la experiencia inversora en la India indica además que hay grandes oportunidades también en bienes de consumo. Además, no cabe duda que hay otros sectores adicionales que son también prometedores y en los que las empresas españolas deberían situarse lo antes posible, como son, entre otros, el de TIC (incluyendo, claro está, las telecomunicaciones), el sector farmacéutico-sanitario, la biotecnología, la construcción residencial, los alimentos procesados, la maquinaria industrial, el material eléctrico, el sector químico y también el relacionado con la energía nuclear, tras el acuerdo entre EEUU y la India en ese campo. Por citar sólo un ejemplo, desde 2008 la India es el segundo mayor mercado en telefonía móvil del mundo (con más de 250 millones de suscriptores) y el que más crece (una media de 8 millones al mes). Se prevé que se alcancen los 340 millones de suscriptores en 2009 y los 500 millones en 2012. Por añadidura, existen grandes oportunidades en servicios financieros y turismo.
Por último, las excelentes perspectivas económicas de la India y la correspondencia entre, por un lado, las necesidades del país a corto y medio plazo y, por otro lado, la oferta inversora de España, junto con la existencia de sectores prometedores de muy diverso tipo para la inversión de empresas españolas, son factores que apuntan todos a un incremento sustancial de la presencia de empresas de nuestro país en la India. Hasta la fecha, aunque el número de empresas con presencia en el país es apreciable, el volumen total de la inversión sigue siendo muy escaso. De hecho, España ocupa el puesto 22 entre los principales inversores en la India, con un muy escaso 0,28% de la inversión total recibida por el país entre 2000 y 2008. Además, en comparación con países de nuestro entorno, las cifras de inversión en la India son bastante menores no sólo en términos absolutos sino también en porcentaje de la inversión extra-EU de esos países. No es por tanto lógico que un país como España, tan importante en la internacionalización empresarial mundial (fue el tercer inversor mundial en 2006), presente unas cifras tan bajas de inversión en la India. Así, es preciso que la presencia inversora de las empresas españolas en la India se ponga lo más rápidamente posible, una vez superada la crisis financiera internacional, a la altura de peso de España en la economía mundial.