Aunque una amplia mayoría de los yihadistas en España son actualmente marroquíes o descendientes de marroquíes, es más probable que alguien originario de Marruecos se implique en actividades terroristas si reside en España que si lo hace en Marruecos.
Esta idea central del análisis “Marroquíes y segundas generaciones entre los yihadistas en España” deriva de un minucioso estudio empírico, llevado a cabo en el Programa sobre Terrorismo Global, del Real Instituto Elcano, sobre el origen y el ascendiente migratorio de los 241 yihadistas detenidos (233) o muertos (8) en España entre 2013 y 2017.
De los contenidos de dicho ARI pueden además extraerse las siguientes conclusiones, fundamentadas empíricamente a lo largo el documento:
- El yihadismo global ha dejado de ser, en España, un fenómeno fundamentalmente relacionado con extranjeros. Su componente autóctono ha adquirido, coincidiendo con la movilización yihadista de alcance mundial y sin precedentes que se inició en 2012, una magnitud cercana al foráneo. Este componente foráneo lo configuran básicamente individuos nacidos en Marruecos y procede en particular de la región del Rif. Por su parte, ese componente autóctono procede principalmente de individuos nacidos en las ciudades de Ceuta y Melilla, así como en Cataluña. Sin embargo, hablar actualmente de yihadistas en España es hacerlo sobre todo de marroquíes y de segundas generaciones, un tercio de los cuales tiene la nacionalidad marroquí. Siete de cada diez yihadistas detenidos o muertos en nuestro país entre 2013 y 2017 eran, en suma, de origen marroquí.
- Este predominio de marroquíes o descendientes de marroquíes entre los yihadistas en España pone de manifiesto que, pese a la eclosión de la dimensión autóctona del yihadismo global en el caso español, se trata de un fenómeno, al cual es inherente una amenaza terrorista, que en buena medida se proyecta aún sobre nuestro país desde el vecino Marruecos. El reino alauita no es el único foco del fenómeno yihadista que se vehicula hacia España desde países islámicos, pero sí del que procede en su amplia mayoría la población musulmana residente en el territorio español dentro de la cual se producen procesos de radicalización y reclutamiento como los que llevaron a la formación de la célula cuyos integrantes perpetraron los atentados de agosto de 2017 en Barcelona y Cambrils como algo más de una década antes, en marzo de 2004, ocurrió en Madrid.
- Pero, comparando España con Marruecos, es más fácil que alguien con origen marroquí se implique en actividades terroristas si reside en el primer país que en el segundo, lo cual sugiere que ese problema común a ambos tiene una vertiente endógena. El hecho de que entre los yihadistas objeto de nuestro estudio predominen actualmente individuos que, al margen de su nacionalidad española o marroquí, han nacido o crecido en España, denota que hay dificultades con el acomodo en nuestra sociedad de las mencionadas segundas generaciones –dificultades con frecuencia asociadas a conflictos de identidad– que suscitan vulnerabilidades explotables por las organizaciones yihadistas. Tanto la extraordinaria sobrerrepresentación de quienes pertenecen al segmento social de las mencionadas segundas generaciones como la reciente eclosión del yihadismo endógeno o homegrown en España advierten de una realidad en tendencia ascendente.
- Marruecos y España comparten pues un problema que requiere el mantenimiento de una estrecha cooperación antiterrorista en sus facetas de inteligencia, policial y judicial. Pero esto debe complementar la efectiva implementación dentro de nuestro país, por parte de las autoridades, en colaboración con entidades de la sociedad civil –como las comunidades musulmanas de origen marroquí establecidas en España– de medidas de prevención de la radicalización violenta en ámbitos que van desde la asistencia social y el sistema educativo hasta la inserción laboral, especialmente mediante actuaciones locales que tengan en consideración las especificidades de distintos contextos y, en atención al interés público, estén coordinadas, a distintos niveles de gobierno, en el marco del Plan Estratégico Nacional de Lucha Contra la Radicalización Violenta (PEN-LCRV).
Análisis completo – Marroquíes y segundas generaciones entre los yihadistas en España