En relación con interpretaciones de los resultados de la última oleada del Barómetro de Imagen de España (BIE 8), que señalan que ésta ha empeorado a causa del procés, el RIE quiere hacer las siguientes matizaciones:
Los resultados de la encuesta muestran rotundamente que la gran mayoría de los ciudadanos europeos no han cambiado su opinión sobre España a raíz del conflicto catalán, según dicen ellos mismos. El 82% DE LOS ENTREVISTADOS en el conjunto de la muestra (Alemania, Francia, Italia, Portugal, Polonia, Bélgica Holanda y Suecia) NO HA CAMBIADO SU OPINIÓN SOBRE ESPAÑA a consecuencia del conflicto en Cataluña, bien porque no lo conocen (17%) o porque, pese a conocerlo (65%), no ha afectado a su valoración.
La valoración de un país se compone de múltiples elementos que, unidos, crean una imagen. En el caso de España, los datos de este BIE muestran que la valoración de España como un todo no ha empeorado. España sigue obteniendo un notable (7`1), que la sitúa sólo por debajo de Suecia y Holanda, con la misma calificación que Alemania.
Este es el principal resultado de la encuesta. Que por lo demás confirma algo bien sabido y contrastado: que la reputación o imagen de los países en la opinión pública en general es un dato muy estable en el corto plazo, y que sólo cambia lentamente y a raíz de eventos de gran relevancia.
Es más, la minoría que sí ha cambiado su opinión sobre España está dividida entre un 12% que dice que esa valoración ha empeorado y un 6% que dice que ha mejorado.
Otra cosa es la valoración del gobierno y de su actuación, que sí está dividida casi en tres tercios entre quienes no opinan (un 35%), quienes están de acuerdo en que el gobierno “hizo lo que debía” (un 30%) y quienes están en desacuerdo con esa frase (un 35%). Una valoración más negativa de la actuación del gobierno se obtiene al preguntar si ha sido “poco dialogante” (un 53% de acuerdo) o si ha sido “demasiado autoritario” (un 49% de acuerdo).
Además debe tenerse en cuenta que en muchos países porcentajes importantes de la opinión pública (entre un 30 y un 40%) creen que la mayoría de los catalanes están a favor de la independencia lo que, como sabemos, no es cierto, pero sesga sus opiniones. Así ocurre en Bélgica, Alemania, Reino Unido, Italia, Holanda, y Suecia.
Todo ello es coherente con la opinión mayoritaria entre los entrevistados claramente contraria a la división de los Estados europeos: eso dice el 50% de la muestra, frente a sólo un 16% a favor de que las regiones se conviertan en Estados.