Edición de algunos de los discursos más importantes pronunciados por S.M. el Rey Don Juan Carlos I y S.M. el Rey Don Felipe VI por todo el mundo.
«Cuarenta años de estabilidad democrática y constitucional no son algo menor ni en la historia española ni tampoco en la comparada. […] Las encuestas acreditan que nada menos que un 72% de los españoles aseguraban con rotundidad que la actual democracia constituye el período en que mejor ha estado nuestro país en su historia. Resultado de una sociedad madura, reflexiva, educada y dinámica, más bien conservadora, aunque se autodefina como de centro-izquierda. Incluso datos recientes muestran que más de dos de cada tres españoles (incluidos una mayoría de jóvenes) aseguran que la forma en que se llevó a cabo la Transición a la democracia en España constituye un motivo de orgullo.
A ello ha contribuido, y mucho, la Jefatura del Estado. Tanto en sus inicios como en su consolidación. Pasar «de la ley a la ley» hubiera sido imposible sin el apoyo y la continuidad de la Corona. Y no es casualidad sino causalidad que algunas (muchas) de las mejores democracias del mundo sean Monarquías parlamentarias. Pero el impacto de la Corona es mucho más marcado en la política exterior. Se dice que el Rey es el mejor embajador que tenemos. Era cierto. Y sigue siéndolo. Por su capacidad para representar al país y por su capacidad para hacerlo en el largo plazo. Minusvalorar el capital social que acumula un rey es menospreciar un activo muy valioso que juega a favor del país.
Con esta breve edición de algunos de los más importantes discursos de los dos Reyes, todos referidos a la política exterior, el Real Instituto Elcano quiere sumarse a la alegría de poder conmemorar, en paz, un tan largo período de prosperidad. Sin antes advertir que nada está ganado, y la paz y la libertad se gestionan día a día con pactos, acuerdos y entendimientos. Constitución, democracia y restauración han ido de la mano en nuestra historia y son variables que juegan juntas. Perder cualquiera de ellas sería, me temo, perder las tres.»
(Extractos del prólogo, escrito por Emilio Lamo de Espinosa, presidente del Real Instituto Elcano)