La digitalización conlleva la introducción de cambios radicales a los que Europa debe adaptarse con rapidez para asegurar su competitividad en un entorno económico cada vez más global, su relevancia en la política internacional y para mantenerse como la región líder en el reconocimiento de los derechos políticos y sociales de sus ciudadanos.
La disponibilidad de servicios digitales de suficiente calidad ha sido decisiva para desarrollar actividades de forma no presencial durante el confinamiento provocado por la COVID-19, y se ha puesto en evidencia que es posible realizar muchas de estas de forma más eficiente y sostenible, por lo que existe una oportunidad histórica para promover la evolución hacia una nueva normalidad más digital. Los planes para superar la crisis deben facilitar el avance hacia nuevos modelos de desarrollo que utilicen todo el potencial de las tecnologías digitales y faciliten el liderazgo de Europa en el contexto internacional.
En este informe se estudia cómo está progresando la digitalización en Europa; primero se analiza cómo se está afrontando el reto de la digitalización desde las instituciones políticas y las medidas que está adoptando la Comisión Europea para situar a Europa a la vanguardia de la digitalización; más adelante, se aborda la problemática del sector industrial y del mercado de trabajo; y se termina con un análisis de la normativa regulatoria y la propuesta de un nuevo paradigma para el sector digital.
Este texto fue publicado previamente en Fundación Telefónica.
Ver también:
- Encuentro virtual presentación “El futuro digital de Europa”, 7 de septiembre de 2020.