Marruecos es, por muchos motivos, una prioridad para la política exterior española. Las relaciones hispano-marroquíes se han caracterizado tradicionalmente por su complejidad y frecuentes vaivenes. No obstante, desde hace unos años se ha producido una mejora en el clima de las relaciones entre ambos países. Éstas se han vuelto más extensas, profundas e interdependientes. A pesar de ello, aún falta mucho por hacer para que las relaciones bilaterales sean más sólidas, provechosas y sostenibles. España y Marruecos son países mucho más cercanos de lo que parece, pero bastante más distantes de lo deseable.
A España le interesa -y mucho- la modernización de Marruecos por múltiples motivos que se plantean a lo largo de este informe. En él se pretende hacer un diagnóstico del estado de las relaciones hispano-marroquíes a distintos niveles con un objetivo doble: por un lado, para identificar posibles cambios que puedan alterar dichas relaciones, y por otro lado, para proponer medidas encaminadas a aprovechar las oportunidades existentes, así como respuestas ante los retos actuales o dificultades que puedan surgir entre ambos lados del Estrecho de Gibraltar.