Ver también: mesa redonda “España: imagen y marca. ¿Cómo nos ven y cómo somos? (2015)”
Resumen
Edición 2015 del informe que analiza la reputación de España en el mundo mediante encuestas de opinión entre ciudadanos de diecinueve países utilizando la metodología Country RepTrak®. Dicha metodología es un análisis de la reputación de los países con un modelo inspirado en la medición de la reputación de las empresas..
Índice
1. Introducción
2. Metodología Country RepTrak®
3. La reputación de España en el mundo
a. La reputación de España en el G8
b. La reputación de España en América Latina
c. La reputación interna de España
d. Comparativa internacional de la reputación de España
4. Atributos que construyen la reputación de España
a. Fortalezas y debilidades de España en el G8
b. Fortalezas y debilidades de España en América Latina
c. Fortalezas y debilidades internas de España
d. Perfil competitivo de España
5. La Economía de la Reputación: la reputación de España y la creación de valor
a. Comportamientos favorables hacia España en el G8
b. Comportamientos favorables hacia España en América Latina
c. Comportamientos favorables internos de España
d. Perfil comparativo de las actitudes de apoyo hacia España
6. Principales conclusiones
1. Introducción
Un año más y en el marco de su constante labor de desarrollo de un sistema de indicadores de gestión para la Marca España, el Real Instituto Elcano de Estudios Internacionales y Estratégicos ha contado con Reputation Institute para la redacción de este informe en el que se analiza la reputación de España en el mundo mediante encuestas de opinión entre ciudadanos de diecinueve países utilizando la metodología Country RepTrak®. Es éste un trabajo al servicio de la oficina del Alto Comisionado para la Marca España que pretende arrojar luz sobre la percepción de nuestro país más allá de sus fronteras.
Un año más nos congratulamos de ser portadores de buenas noticias sobre la evolución de la reputación de España en el exterior que avanza en la senda de crecimiento que ya se empezaba a vislumbrar en la anterior edición de este estudio.
La caída, que comenzó entre 2008 y 2009, inicialmente se mostró en las percepciones que tenían más que ver con lo económico y empresarial, pero dejando al margen los atributos relacionados con el entorno político, las instituciones y el bienestar social alcanzado en España. Tampoco afectó a los siempre positivos atributos relacionados con nuestra rica oferta turística.
En el 2014 se invirtió esta tendencia descendente y la reputación de España se recuperó apoyada en un mejor reconocimiento de los atributos que más habían sido castigados por la crisis, es decir, aquellos relacionados con la situación económica y la calidad de las instituciones.
En este año 2015 la reputación de España mejora significativamente respecto al año anterior y avanza una posición en el ranking de países más valorados a nivel internacional, lista que lidera Canadá, seguida por Noruega y Suecia, situándose por delante de Francia.
A medida que la información sobre la mejoría de los indicadores económicos va calando en la población española, la reputación interna experimenta por primera vez desde el inicio de la crisis, un importante crecimiento en esta edición del estudio. Aun así, España sigue formando parte de un reducido grupo de países cuya reputación interna es peor que la externa, y junto con Italia, los únicos países de la unión europea en esta situación.
La evolución entre 2013 y 2015 nos hace albergar fundadas esperanzas de una consolidación en la tendencia positiva en la reputación de nuestro país como podrán comprobar en el informe que tienen en sus manos.
Reputation Institute está en condiciones de defender con datos que lo que mueve los comportamientos y actitudes de turistas, inversores o potenciales compradores de nuestros productos y servicios son sus percepciones acerca de nuestro país (la reputación de España) y no tanto la realidad del país que está detrás de esas percepciones. Por eso el tema de este informe es especialmente relevante en términos económicos. Se trata de lo que hemos venido a denominar: la economía de la reputación.
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