Índice
- Ficha técnica – 3
- Resultados – 4
- Valoración de España en Europa en comparación con la de otros países europeos: puntuación media – 4
- Valoración de España en aspectos concretos – 8
- Rasgos de imagen de España y de los españoles: diferenciales semánticos – 14
- España como destino turístico frente a otros países europeos – 20
- España como destino turístico de compras de artículos de lujo – 23
- El efecto “made in Spain” en productos de alta gama – 25
- Cataluña y su movimiento secesionista – 29
- Objetivos de política exterior – 37
Ficha técnica
En esta oleada del BIE el campo se ha dirigido sólo a países europeos, dejando fuera los de América, África o Asia.
El universo de estudio se ha definido como: población de 18 a 70 años residente en Alemania, Francia, Holanda, Bélgica, Italia, Polonia, Suecia, Portugal y Reino Unido, y con la nacionalidad de cada país de residencia. La muestra en Bélgica es mayor porque se ha querido analizar por separado los datos de Valonia y de Flandes. En los cálculos de los totales, los datos belgas se han ponderado para hacerlos equivalente a las 400 entrevistas de los demás países.
El número final de entrevistas ha sido de 3.790, con la siguiente distribución por países:
País | Muestra final |
---|---|
Bélgica | 600 |
Valonia | 261 |
Flandes | 339 |
Alemania | 400 |
Reino Unido | 400 |
Francia | 400 |
Italia | 400 |
Holanda | 401 |
Polonia | 401 |
Suecia | 397 |
Portugal | 391 |
TOTAL | 3790 |
Estas muestras suponen trabajar con un margen de error que va desde el +/-5% en los países con 400 entrevistas hasta el +/-4,1% en Bélgica (+/- 7,1% en Flandes y en Valonia), para un nivel de confianza del 95,5% y en la hipótesis más desfavorable (p=q=50%).
El diseño de la muestra se ha realizado mediante cuotas por edad, sexo y zona geográfica de residencia de los entrevistados.
El trabajo de campo se ha realizado vía internet por la empresa Toluna y se ha llevado a cabo del 3 al 28 de septiembre del 2018.
Valoración de España en Europa en comparación con la de otros países europeos: puntuación media
Se ha pedido a los entrevistados de todos los países de la muestra que puntúen, en una escala de 0 a 10, a los 9 países de la muestra (incluido su propio país) y a España. Los resultados muestran que, en conjunto, la valoración de España en los países de la muestra es muy alta, ocupando el tercer puesto, al mismo nivel que Alemania. Aquí se recoge la valoración media que se hace sobre cada país desde todos los demás. Suecia resulta ser el país mejor valorado en este conjunto, seguido por Holanda, mientras que Polonia se encuentra en el extremo contrario. Polonia ha sido el único país de Europa del Este incluido en esta comparación.
Si en lugar de la media de valoración de España en el conjunto de los países, analizamos los datos desde cada uno de ellos, vemos que la puntuación media que cada país otorga a España es muy similar, con sólo siete décimas de punto de distancia entre la valoración más alta, la que da Polonia (7`4) y la más baja, que procede de Alemania (6`7).
La relativamente baja puntuación que obtiene España en Suecia (6`8) debe interpretarse teniendo en cuenta que Suecia valora por debajo de la media a todos los demás países, excepto a sí mismos. En Bélgica no aparece una diferencia significativa entre la valoración obtenida en Flandes (7`1) o en Valonia (6`9).
En la evolución de la valoración global media no se observa ningún cambio respecto al año anterior, pero la interpretación de esta evolución debe matizarse tomando en consideración que la muestra está compuesta por países diferentes en cada fecha ya que, en esta oleada, la muestra es sólo europea.
En varios países se ha producido un pequeño descenso de la valoración de España que, dado el tamaño de la muestra de cada país y la desviación estándar de la media (variabilidad de las repuestas), se encuentra en el límite de la significatividad estadística. En Alemania y Francia la valoración ha experimentado un descenso de 4 décimas de punto (sobre la escala de 0 a 10). En cualquier caso, la valoración actual está claramente por encima de la que recibía España en esos mismos países hace unos años, durante las primeras ediciones del Barómetro de Imagen de España, en el peor periodo de la crisis económica (2012 a 2015)
Valoración de España en aspectos concretos
Como ya se ha constatado en otras oleadas de este Barómetro, el atractivo turístico es el aspecto mejor valorado de España, seguido por otro muy relacionado con el primero, la calidad de su comida y la simpatía de los ciudadanos españoles. Otros elementos relacionados con el atractivo turístico y que se encuentran entre los mejor valorados son la seguridad (España destaca en este aspecto en las estadísticas de criminalidad) y “las compras”. Todos los elementos son valorados positivamente (todos obtienen una nota superior al 5, es decir, “aprueban”), pero los elementos más débiles son los relacionados con la economía y con la vida política. Se aprecia una diferencia significativa entre la valoración de la democracia española (con una nota media de 6`6) y la de su “vida política” (5`7). Los entrevistados parecen diferenciar claramente ambos aspectos, probablemente influidos por las noticias sobre el conflicto catalán, como mostramos más adelante.
En la alta valoración de España como destino turístico pesa sin duda el hecho de que la gran mayoría de los entrevistados hayan visitado España previamente, con la única excepción de Polonia.
A continuación se muestra la valoración de España en cada uno de los países de la muestra y para cada uno de los aspectos. Como puede verse, hay una gran similitud en las valoraciones que proceden de los países del centro de Europa (Francia, Alemania, Bélgica y Holanda), y una opinión más positiva procedente de Italia y de Polonia y que se refiere a casi todos los aspectos de la vida española. En contraste, las opiniones menos favorables, pese a ser positivas, son las recogidas en Suecia, pero este dato, como ya se ha dicho, hay que interpretarlo en el contexto de las bajas calificaciones que los suecos otorgan a todos los países, excepto a sí mismos.
La producción cultural española actual es especialmente bien valorada en Italia y Polonia, mientras que las infraestructuras y el nivel tecnológicos de nuestro país son apreciados con una mejor evaluación en Portugal e Italia. Italia es también el país que mejor calificación otorga a la democracia española. De nuevo Portugal e Italia son los países que puntúan más alto a las empresas españolas presentes en su territorio. A este grupo se añade Polonia en su alta valoración de la economía española. Suecia es el único país en el que la “vida política” española recibe una nota por debajo del 5 (4`8), aunque califica a España con un 6,1 como “país democrático”.
En conjunto, encontramos un grupo medio, formado por Francia, Bélgica, Holanda y Alemania; un grupo de mayor valoración de España (Italia, Polonia y Portugal); y un país que destaca por sus bajas calificaciones (a todos los países), Suecia.
Rasgos de imagen de España y de los españoles: diferenciales semánticos
Se ha ofrecido a los entrevistados un listado de pares de adjetivos o sustantivos, para que decidan, en cada caso, cuál de ellos es el que mejor define a España. Como en anteriores ocasiones, los resultados muestran que España tiene una imagen muy positiva, en la que sólo una minoría elige el extremo más negativo (o menos positivo) del par. No todos ellos pueden calificarse como positivos o negativos: por ejemplo, ser religioso o tradicional es algo positivo visto desde individuos religiosos o que valoran la conservación de las tradiciones pero puede interpretarse como negativo por personas no religiosas o que consideran las tradiciones como un síntoma de atraso. Tampoco el par “Ciudad-Campo” tiene un polo “bueno” y otro “malo” aunque está relacionado con el desarrollo industrial y, en el caso español, con su atractivo turístico. España es, en el conjunto de la muestra, un país religioso y más tradicional que moderno, democrático, fuerte, pacífico, trabajador, honesto, solidario, que inspira confianza, más rico que pobre y más urbano que rural1.
Los países más semejantes culturalmente a España (Portugal e Italia) son los que más a menudo ven nuestro país como “moderno”. En esta calificación de España como país tradicional pesa mucho la difusión por los medios de comunicación de las fiestas y tradiciones españolas más “exóticas”, como los San Fermines, las Fallas y la Semana Santa.
España sigue alejándose de su identificación con la pobreza, que se produjo durante los peores años de la crisis económica. Pese a que la pobreza sigue estando más extendida en España que en la mayoría de los países de la Unión Europea, los medios de comunicación internacionales han dejado de informar sobre ella como lo hacían hace unos años. En este terreno es clara la diferencia entre la percepción de España por parte de países con una riqueza per capita semejante o menor (como Polonia, Portugal o Italia) y los más ricos. Todavía una mayoría de los entrevistados en países más ricos que España siguen viendo a nuestro país como “pobre”: este es el caso en Alemania, Bélgica, Holanda y Francia. Sin embargo, ese porcentaje ha descendido muy notablemente. Por ejemplo, en Alemania en 2013 un 71% de los entrevistados consideraban a España un país “pobre”, frente al 51% en este año. En el Reino Unido ese porcentaje ha disminuido aún más, pasando del 63% al 34% y en Francia del 76% (2015) al 54%.
Como ya hemos señalado en otras ocasiones, España no se percibe desde fuera como un país corrupto, al contrario de lo que ocurre con la percepción que los españoles tienen de su país.
A continuación se presentan los resultados para cada uno de los países. La imagen más negativa es la que se obtiene en Suecia, pero, como se ha mencionado, Suecia puntúa con calificaciones especialmente bajas a todos los demás países. En el extremo contrario, la mejor imagen de España es la que se obtiene en Portugal y en Polonia, que resultan ser, por tanto, los países con una actitud más positiva y con mayor simpatía hacia España.
España como destino turístico frente a otros países europeos
Es de sobra conocido el atractivo turístico de España, confirmado por las cifras de visitantes cada año, que situaron a nuestro país en el segundo lugar del mundo en cifras absolutas de visitantes en 2017, rivalizando con EEUU y Francia. Sin embargo, buena parte de ese atractivo turístico está relacionado con una oferta hostelera de precios relativamente bajos. Hemos querido saber hasta qué punto España es atractiva y deseable como destino turístico al margen de sus precios, y para ello hemos preguntado:
Si estuviera usted pensando en pasar una semana en algún país europeo y no le importase el coste, ¿a qué país preferiría usted ir?
¿En segundo lugar, qué otro país elegiría para pasar una semana y no tuviera que preocuparse por el coste?
¿Y en tercer lugar?
Los resultados muestran que España se encuentra en una muy buena posición para atraer un turismo “de lujo”, en el sentido de despreocupado por los costes. En varios países, como Francia, Italia, Bélgica, Holanda y Polonia, España es el país preferido como destino turístico, al margen de su precio. En los demás países de la muestra, su principal competidor es Italia, con el que comparte muchos rasgos (sol, playas, ciudades históricas, comida atractiva, arte), por encima de Francia. Grecia recibe menos menciones que estos otros dos países mediterráneos.
Barcelona es la ciudad más atractiva para el turismo internacional procedente de cualquiera de los países de la muestra, seguida por Madrid y, en la mayoría de los países, por Sevilla. En la competencia por el tercer puesto está Valencia y, con menor apoyo, Granada.
España como destino turístico de compras de artículos de lujo
Aunque, como se señaló antes, España recibe una buena puntuación como país “para ir de compras”, no está bien situado cuando se piensa en el turismo interesado específicamente en las compras de productos caros o “de lujo”, como el que cada vez más proviene de países como Rusia o Japón. En este terreno específico, el de las compras de artículos de lujo, España queda muy superada por Italia y Francia, que encabezan las preferencias, pero también por debajo de Reino Unido, Suiza o Alemania. A los entrevistados se les ofrecían estos seis países como posibles destinos para un viaje de compras “de lujo”: Italia, Francia, Suiza, Alemania, Reino Unido y España, y en este conjunto España ocupa el último lugar para el conjunto de la muestra, aunque entre los franceses e italianos España supera a Alemania y a Suiza como destino preferido para la compra “de lujo”.
El efecto “made in Spain” en productos de alta gama
En las anteriores oleadas del BIE se ha indagado varias veces sobre el efecto del “made in Spain” comparando la intención de compra hacia varios productos, dos de ellos muy emblemáticos para España (el aceite de oliva y el vino) y dos en los que España no tiene una clara superioridad, un pantalón vaquero y un frigorífico. En esta ocasión hemos querido conocer la posición de España en el mercado internacional de productos de consumo “de lujo”, comparando los mismos tipos de bienes pero añadiendo a la pregunta sobre intención de compra el matiz “si a usted no le importara el precio”. A los productos habituales se ha añadido “un bolso o cartera de piel”, un tipo de objeto en el que el comercio de lujo se especializa, y se ha sustituido el pantalón vaquero por “un vestido o traje”, un tipo de producto en el que la diferencia es mayor en función del precio.
Los resultados muestran que España no está bien situada en la competencia comercial internacional en la venta de productos de consumo “de lujo” ni siquiera en esos bienes “de bandera” como el vino o el aceite. Aunque en BIEs anteriores veíamos que la posición española es buena en ambos productos, es decir, que el consumidor alemán, por ejemplo, es igual de proclive a comprar un aceite español que otro italiano, o un vino español que otro francés, esa posición desaparece si indagamos en el mercado de “lo mejor o más caro”. En este caso, los productos españoles quedan por debajo de los de la competencia para cada tipo de bien, ya sea vino, aceite, productos de piel, ropa o electrodomésticos.
En el caso de los productos de piel, Italia está muy a la cabeza, y España se encuentra al mismo nivel que el Reino Unido. Sólo en Francia se discute el liderazgo italiano en este campo para apostar por sus propios productos.
En el caso del frigorífico, un producto que incorpora más tecnología, el líder indiscutible en Europa es Alemania, y España queda en el último lugar de los cuatro que se ofrecen.
En el caso del vino, el liderazgo francés sólo es discutido por los italianos, y España queda en tercer lugar, sólo por encima de Alemania.
Tampoco en el caso del aceite de oliva “de lujo” sale España bien parada. No sólo Italia, el líder tradicional, sino también Grecia, superan a España en intención de compra. Sólo en Portugal se conocen suficientemente los aceites “de lujo” españoles y se prefieren a los demás.
En el caso de los productos de confección “de lujo”, España queda en último lugar por debajo de Italia (líder indiscutido), Francia y EEUU.
Cataluña y su movimiento secesionista
El llamado “procés” catalán ha ocupado buena parte de la atención que los medios de comunicación extranjeros han dedicado a España en los últimos doce meses y, por tanto, ha tenido influencia en cómo se percibe a nuestro país desde el exterior. Por este motivo, en esta oleada del BIE, hemos querido indagar en cómo se han interpretado los acontecimientos de Cataluña en torno al movimiento secesionista, cómo se imagina desde el exterior a la sociedad catalana y al resto de la española en su posición respecto a este conflicto, y cómo ha influido en la valoración de España.
La existencia del movimiento separatista catalán se considera un problema en todos los países y, en la mayoría de ellos se percibe como un problema grave, especialmente en los dos países que, como se ha señalado anteriormente, son más favorables a España, en el sentido de que hacen una valoración más alta de nuestro país, es decir, en Portugal y en Polonia. En Italia, Holanda, Reino Unido y Suecia son más los que creen que este es un problema poco importante. En el caso de Italia, esta respuesta puede deberse a su experiencia con la llamada Padania, la aparición y desaparición de un separatismo de las regiones del norte del país, la conversión de la Liga Norte en Liga a secas….También en Reino Unido, la experiencia de co-existiencia con un separatismo escocés de ya larga historia puede llevar a relativizar la importancia de este problema. En el caso de Holanda y Suecia, ambas naciones jóvenes, de corta historia como Estados en su configuración territorial actual y sin tensiones secesionista en su seno, probablemente el conflicto catalán se interpreta por parte de sus ciudadanos a la luz de su propia historia de formación nacional. Bélgica, también un Estado joven, tiene sin embargo un grave problema interno de rivalidad entre las dos grandes comunidades y de tentaciones separatistas por parte de la comunidad flamenca. En este caso, el problema se percibe como grave por la mayoría de la población valona (59%), mientras que la flamenca está mucho más dividida en su valoración y predominan ligeramente los que consideran que el problema no es importante (42%)
Existe también una fuerte división en cómo se imagina desde fuera de España la voluntad de la población catalana en este terreno. La pregunta, de tipo proyectivo, recibe muchos “no sabe”, como era esperable, puesto que no hay razón para suponer que los ciudadanos de otros países (ni siquiera los de España) conozcan la distribución real de preferencias políticas sobre este tema en Cataluña. Sin embargo, las respuestas son útiles para entender cómo interpretan desde cada país el conflicto catalán. La división de opiniones que se detecta en estas respuestas indica un gran desconcierto: en ningún país existe una fuerte mayoría a favor de cualquiera de las dos respuestas que recogen más acuerdo, la de que los catalanes están divididos a partes iguales y la de que la mayoría de los catalanes quiere la independencia.
Sin embargo, sí está claro en todas partes que el resto de España se opone a la independencia de Cataluña, algo en lo que los portugueses son casi unánimes si descontamos a los que no contestan a esta pregunta.
El conflicto catalán no ha alterado la valoración que la gran mayoría de los entrevistados hacen de España en los países de la muestra. Sólo una minoría, de entre el 12 al 24%, dice que su opinión ha cambiado y entre ellos, son más los que afirman que esa opinión ha empeorado, excepto en Reino Unido donde la mejora y el deterioro están a la par. Alemania es el país en el que más entrevistados afirman que su opinión sobre España ha cambiado a raíz de este conflicto.
Continuando con el mismo tema, pero ahora con una pregunta proyectiva sobre cómo ha afectado el “procés” a la valoración de España entre los conocidos del entrevistado, encontramos un altísimo porcentaje de “no sabe”, de más de un tercio de la muestra total, lo que indica la escasa relevancia o presencia del tema en las conversaciones entre amigos, parientes o conocidos en general. Entre los que dan una respuesta a esta pregunta dominan los que creen que el conflicto catalán no ha tenido un impacto sobre la valoración de España.
Existe una clara mayoría en Europa que da por supuesto que Cataluña seguirá formando parte de España en el futuro. Si excluimos a los muchos que no tienen una respuesta a la pregunta sobre ese futuro, los que imaginan que las cosas seguirán como están, es decir que Cataluña seguirá formando parte de España, alcanzan casi los dos tercios de los entrevistados (63%). Esa predicción está aún más extendida entre los portugueses, italianos, británicos y polacos. Incluso entre los flamencos, más cercanos al independentismo, domina esa perspectiva de futuro.
Si excluimos a los que no tienen opinión, la mayoría de los europeos creen que la conversión de regiones europeas en Estados independientes es negativa. Especialmente contrarios a esa fragmentación son los portugueses, italianos, polacos y alemanes. Como siempre, los valones tienen una actitud mucho más negativa hacia la ruptura de los Estados que los flamencos.
Objetivos de política exterior
Como ya hicimos en el BIE anterior, hemos aprovechado la realización de esta encuesta para evaluar algunos elementos que son relevantes para la política exterior española, indagando en la percepción de amenazas y los objetivos de la política exterior de los países de la muestra para comprobar hasta qué punto son semejantes o divergentes de los españoles, tal y como son percibidos por la opinión pública.
La lucha contra la inmigración irregular, contra el cambio climático y contra el terrorismo son las tres prioridades en política exterior para la media de los europeos, con la excepción de dos países, Polonia y Portugal, más preocupados por el apoyo a sus empresas en el exterior, la ayuda al desarrollo (Portugal) y la mejora de su imagen internacional (Polonia).
Actuar para evitar la llegada de inmigrantes irregulares preocupa especialmente en Bélgica, Alemania, Italia, Holanda y Suecia, los países de la muestra más afectados por las llegadas masivas de años anteriores. Muy pocos de estos llegaron a Portugal, lo que puede explicar su escasa preocupación por este tema. En el otro extremo geográfico de la UE, también Polonia recibió muy escasa inmigración irregular, pero entre los polacos es muy fuerte el temor a la inmigración de origen musulmán, que a su vez nutrió la mayor parte de la oleada de migrantes y peticionarios de asilo llegados en 20152.
En la lucha contra el cambio climático, destacan por su preocupación los suecos, holandeses, alemanes y franceses. Esto no implica que la población de los demás países no sea consciente de la importancia de abordar este problema: sólo significa que ante la tesitura de priorizar, eligen otros objetivos como más importantes.
En cuanto al terrorismo internacional, que es en la práctica terrorismo islamista, se percibe una clara relación entre el hecho de haber sufrido atentados de este tipo en los últimos años y la prioridad dada a este objetivo.
Desde la perspectiva de la política exterior española, este orden de prioridades de los ciudadanos europeos es una buena noticia puesto que el perfil de prioridades de los españoles coincide con el del conjunto en los dos elementos que lo encabezan: la lucha contra el cambio climático y contra el terrorismo yihadista. Sin embargo, la evitación de la inmigración irregular ocupa en España un lugar muy bajo en las prioridades, una diferencia con la media europea que ya se constataba en la edición del BIE y del BRIE del año anterior, y que se mantiene pese al repunte de la inmigración irregular en España durante el 2018.
1 De los datos se han excluido los resultados de Polonia y Alemania en el par “ocioso/trabajador” debido a un error en la traducción al alemán y polaco de las expresiones españolas. En las traducciones a esos idiomas la palabra “ocioso” ha perdido su significado de “poco trabajador” o “perezoso” para convertirse en “divertido”, “persona que disfruta en su tiempo libre”.
2 Los datos presentan el Índice ponderado = Suma de los que eligen ese objetivo en primer, segundo o tercer lugar (Primer lugar *1) + (Segundo lugar * 0,66) + (Tercer lugar * 0,33)