Resumen
Desde los primeros años de esta década la política exterior de Rusia hacia la península arábiga está experimentando cambios importantes. En esta zona se conjugan dos tipos de intereses rusos: por un lado, los relacionados con el terrorismo internacional y, por otro, las cuestiones energéticas. En este trabajo se destacan las tendencias recientes respecto a las relaciones políticas y económicas entre Rusia y los países de la península arábiga, tanto con aquellos con los que los vínculos son más estrechos (Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos y Yemen), como con los que son más distantes (Bahrein, Kuwait, Omán y Qatar). En el análisis se presta una atención especial a los aspectos relacionados con la energía y las ventas de armas.
Introducción
En los primeros años de esta década la política exterior rusa está experimentando unos cambios importantes. Una de las causas más relevantes es que la llegada de Putin a la presidencia del país está significando la reconstitución de un centro en la toma de decisiones políticas en Rusia, que se está reflejando en la proyección exterior del país. Dentro de este contexto, se están tratando de desarrollar las relaciones con los países de la península arábiga. Además, el Kremlin está aprovechando que después de los acontecimientos del 11-S, algunos de los países de esta zona han sido vinculados a la financiación del extremismo islámico, elemento que ha cuestionado parte de sus relaciones exteriores. Este factor puede permitir a Moscú la apertura de nuevas posibilidades de penetrar con fuerza en esta área geográfica.
En términos políticos, esta área presenta importancia para Moscú como instrumento para influir sobre los conflictos en Oriente Medio, aunque el mayor interés se encuentra vinculado a las relaciones de estos países con el denominado terrorismo internacional y, en particular, a la influencia que pueden tener sobre el conflicto de Chechenia y los movimientos extremistas en las antiguas repúblicas soviéticas del centro de Asia. En el ámbito económico, la riqueza de esta zona en hidrocarburos abre la posibilidad de establecer colaboraciones en diversas dimensiones energéticas.
En este trabajo se estudiarán cuáles son las relaciones que se están estableciendo entre Rusia y los países de la península arábiga. Se iniciará el trabajo poniendo de manifiesto cuál es la nueva situación que presenta la península arábiga para Rusia, en especial después de los acontecimientos del 11-S. A continuación, se analizarán las relaciones existentes entre Rusia y los diversos países de la península arábiga: en primer lugar, se prestará atención a los países con los que más relaciones se han establecido y, en segundo lugar, se pondrán de relieve los vínculos existentes con los otros países de esta zona.
La nueva situación de la península arábiga para Rusia
Las relaciones entre Rusia y los países de la península arábiga han sido tradicionalmente muy pequeñas. En términos políticos, debido a que esta región ha constituido una zona estratégica de la más alta prioridad para los EEUU,[1] país que ha evitado que competidores, como la Unión Soviética o, en su caso Rusia, pudiesen acceder a ella. En términos económicos, estos países se encuentran muy desequilibrados productivamente puesto que poseen un monocultivo en extracción de hidrocarburos, que se solapan en especialización productiva con Rusia. Así pues, ambas condiciones han obstaculizado los flujos comerciales con Rusia.
Sin embargo, con la nueva década han aparecido ciertos síntomas de cambios. A partir del 11 septiembre de 2001, en EEUU se han suscitado ciertas dudas sobre los países de la zona y, en particular, sobre Arabia Saudí, por sus relaciones con el terrorismo internacional, tal como se puso de manifiesto en un informe paraoficial norteamericano que ligaba a este país árabe con la financiación del terrorismo islámico internacional. Esta situación ha generado una disyuntiva muy incómoda a Washington, debido a la tendencia a la incompatibilidad entre dos prioridades de máximo nivel. Por un lado, el poder político sigue apoyando el estrechamiento de vínculos con los países de la zona para defender la seguridad energética del país, pero, por otro lado, existe una desconfianza hacia estos países por sus implicaciones en el terrorismo islámico internacional.
A la luz de la vacilación de EEUU y con la creciente proyección de Rusia hacia el exterior, éste último país está tratando de acrecentar sus relaciones con la península arábiga. En términos políticos, esta zona es vital para la estabilidad en Oriente Medio, como se trata del conflicto palestino-israelí o la desestabilización en Líbano. En este sentido, el acercamiento a estos países se transforma en el desarrollo de un instrumento importante de política exterior rusa. También en términos políticos los países de esta zona mantienen una relación compleja con la promoción del terrorismo internacional islámico. En este sentido, el estrechamiento de relaciones de Rusia con estos países puede constituirse en un factor activo para la resolución del problema checheno, pero también para condicionar los movimientos islamistas en el centro de Asia, área que Rusia sigue considerando de influencia propia. Finalmente, en términos económicos, la producción de petróleo, pero especialmente de gas, de esta zona resulta especialmente atractiva para Rusia, que podría establecer o al menos influir sobre acuerdos multinacionales, de manera que se proyectase más intensamente su poder energético.
El punto de partida para Rusia de las relaciones con la península arábiga es muy bajo. Un ejemplo ilustrativo está constituido por los aspectos comerciales. En términos globales el comercio mutuo es prácticamente irrelevante puesto que durante el período 2002-2005, para Rusia las importaciones de estos países significaban el 0,04% del total, mientras que las exportaciones constituían el 0,3% del total. Además, a principios de esta década el comercio mutuo sólo significaban el 0,3% del conjunto de tales relaciones de Rusia y, por añadidura, ha ido perdiendo peso progresivamente, hasta representar en 2005 solamente un 0,15% del comercio de Rusia. Pero, además, al comparar estos flujos económicos con los correspondientes a otros países similares, como pueden ser los países árabes del resto de Oriente Medio o del norte de Africa, queda patente que son excepcionalmente reducidos. De hecho, son significativamente menores que los existentes con los países del Norte de África y siempre inferiores a los correspondientes a la región de Oriente Medio (véanse las Tablas 1 y 2).
Las piezas actuales esenciales rusas: Arabia Saudí, EAU y Yemen
Arabia Saudí
Rusia ha mantenido relaciones formales constantes con Arabia Saudí,[2] pero fue a partir de 2003 cuando han experimentado un cierto cambio. En septiembre de ese año el príncipe heredero y actual rey de Arabia Saudí visitó Moscú y se firmaron varios acuerdos de colaboración en ámbitos como el científico y el comercial, pero en especial destacó el relacionado con el área del gas y el petróleo.[3] A partir de ese momento se constituyeron varios foros para tratar aspectos de interés común y las visitas institucionales de alto nivel se fueron repitiendo. Por ejemplo, entre éstas cabe destacar la realizada en enero de 2004 por el presidente de la república de Chechenia, por sus vinculaciones con el conflicto existente en ese territorio ruso.
En el verano de 2005 murió el rey de Arabia Saudí y le sucedió su hijo. Este suceso, junto con la situación derivada respecto al supuesto papel jugado por Arabia Saudí en los acontecimientos del 11-S, podía significar una inflexión en las relaciones exteriores tradicionales de este país árabe y abría una puerta para el desarrollo de las relaciones con Rusia.
Recientemente, las relaciones políticas entre ambos países están experimentando una aceleración. De hecho, el ministro de Asuntos Exteriores ruso realizó una visita oficial a Arabia Saudí a mediados de mayo de 2006[4] y, posteriormente, el ministro de Asuntos Exteriores de este país árabe visitó Moscú en julio. Este último fue recibido por el propio Putin, situación que pone de manifiesto el interés especial que tiene el Kremlin por desarrollar sus relaciones con Arabia Saudí, tal como el presidente de Rusia ha manifestado repetidamente.[5] Una inflexión en las relaciones entre ambos países ha tenido lugar en febrero de 2007, cuando Putin ha visitado Arabia Saudí. La trascendencia de este viaje se debe, por un lado, a que es la primera vez que un presidente ruso/soviético visitaba este país árabe y, por otro lado, hasta el momento, los acercamientos entre ambas partes sólo procedían del país árabe, mientras que ahora el Kremlin ha pasado a adoptar una posición activa.[6]
Los resultados económicos de tales relaciones han sido modestos. Mientras que a principios de la década el comercio con Arabia Saudí significa aproximadamente un 20% de los flujos comerciales de Rusia con los países de la península arábiga, en el año 2005 ya supuso algo más del 36%. Aun así, el comercio con Rusia es muy modesto puesto que, para este último año, en términos absolutos fue de 149,3 millones de dólares, consistiendo prácticamente en su totalidad en exportaciones de Rusia (véase la Tabla 3).
Hasta los primeros años de esta década puede destacarse el acuerdo firmado por las autoridades saudíes y las organizaciones rusas Rosoboroneksport y el Instituto de Investigaciones Espaciales, que permitió poner seis satélites saudíes en órbita.[7] A partir de 2003 se constata un estrechamiento en las relaciones entre ambos países. Por ejemplo, en ese año se firmó un acuerdo con la empresa Kristall de Smolensk para la venta de brillantes, al tiempo que se abría el negocio de la venta de oro, que se presenta como muy lucrativo. A mitad de 2004 varias delegaciones saudíes visitaron Moscú y se iniciaron contactos para establecer colaboraciones en construcción de carreteras, vías férreas, red de irrigación y red eléctrica. A mediados de 2005, por un lado, se reunió la Comisión Intergubernamental entre ambos países, en la que se elaboraron varios documentos sobre defensa de sus inversiones mutuas, acuerdos para evitar dobles imposiciones y sobre comunicaciones vía aérea, así como se ha realizado un acercamiento entre empresas concretas[8] y, por otro lado, tuvo lugar un foro oficial de empresarios rusos y árabes. No obstante, la modestia en el tamaño de las relaciones económicas mutuas queda patente al constatar que a finales de 2005 solo existían cinco proyectos conjuntos entre Rusia y Arabia Saudí.
La visita de Putin a Arabia Saudí en febrero de 2007 ha supuesto la introducción de ciertos cambios que pueden incentivar las relaciones entre ambos países. Durante la estancia del dignatario ruso se han firmado algunos documentos de cierta relevancia, como se trata de los que atañen a la doble imposición, el estrechamiento de relaciones bancarias y financieras, la colaboración en la esfera cultural, las agencias de noticias, así como sobre el transporte aéreo. En términos más concretos, el Kremlin pretende aumentar las posibilidades de que la empresa Vías Férreas Rusas participe en la ampliación de la infraestructura ferroviaria saudí. Sin embargo, es previsible que sea una compañía saudí la que gane el concurso de construcción y que la rusa solo acceda a un subcontrato equivalente a algo más del 15% del valor total del proyecto (unos 140-150 millones de dólares).[9] Un acercamiento importante ha tenido lugar en el ámbito del armamento, puesto que se ha explicitado el interés saudí de adquirir en Rusia cierto tipo de equipamientos como 150 tanques T-90 o vehículos blindados de transporte de tropas de tipo BMP. La voluntad veraz saudí de realizar tales compras se sustenta en declaraciones realizadas por el propio sultán Ben Abdel Aziz a principios de este año, así como por las pruebas realizadas durante el año 2006 de tales tipos de tanques en territorio saudí. Un acuerdo más exitoso ha sido el compromiso ruso de poner en órbita seis satélites saudíes. En un grado más general se han establecido las colaboraciones en los ámbitos de la metalurgia, la participación en infraestructuras portuarias o tecnologías avanzadas. No obstante, dentro de éstas últimas debe reseñarse las conversaciones mantenidas sobre colaboraciones en energía nuclear, sobre las que la parte saudí ha presentado un cierto interés.[10]
Dentro del ámbito económico vale la pena destacar los aspectos relacionados con energía. Dos fenómenos ponen de manifiesto el acercamiento político de ambos países a partir de 2003. En primer lugar, en enero de 2004 una empresa petrolera rusa, en concreto Lukoil, ganó un concurso que asignaba la exploración y explotación de un yacimiento importante en Arabia Saudí. De hecho, en marzo de 2004 se constituyó una empresa conjunta entre Lukoil y Saudi Aramco, que comenzó a desarrollar sus actividades. En segundo lugar, en enero de 2005, Stroitransgaz y las autoridades saudíes firmaron un contrato por el cual la empresa rusa debía elaborar un proyecto de red de transporte y distribución de gas en Arabia Saudí. Tal acuerdo incluía la ejecución de trabajos para la gasificación de Riad. Debe destacarse que estos acuerdos no son excesivamente rentables para esas empresas, pero tienen la importancia de que abren las puertas a Rusia a un mercado que anteriormente le aparecía vetado. Así pues, se trata de una toma de posiciones de Rusia en Arabia Saudí.[11] Con la visita de Putin a Arabia Saudí se han consolidado las posiciones de las empresas de energía rusas en el país. En concreto, Lukoil ha confirmado que invertirá 2 millones de dólares en los próximos años en la apertura de pozos de gas en este país árabe.[12]
Además del interés ruso en estimular las relaciones en el ámbito de la energía, debe destacarse que el acercamiento no es ajeno a las relaciones de Arabia Saudí con el extremismo islámico: de hecho, muchos saudíes participan en grupos terroristas, así como se financia a grupos radicales islamistas.[13] En el caso ruso, se ha conseguido que el gobierno saudí asuma el problema checheno como una cuestión interna rusa, aunque contrasta con la visión de parte de la sociedad, que es partidaria de la intervención a favor de los chechenos rebeldes.[14] En cierta medida, el Kremlin puede pretender que el gobierno saudí se constituya en un instrumento que contribuya a eliminar, o al menos a no incentivar, el conflicto checheno.
Adicionalmente, Moscú, dentro de su nueva estrategia de proyección internacional, pretende constituirse en un agente mediador estratégico. En este contexto, el acercamiento de Rusia a Arabia Saudí se puede interpretar como el desarrollo de un mecanismo de influencia sobre el conflicto en Oriente Medio. En efecto, existen varios puntos en común entre ambos países, como se trata del enfoque global acerca de la situación en Iraq, del problema palestino y el conflicto árabe-israelí, de establecer un sistema de seguridad en el área del golfo Pérsico o la estabilidad en la producción de hidrocarburos. Sin embargo, no debe olvidarse que cuando se analizan tales aspectos más concretamente surgen diferencias importantes, como se trata de la rapidez con la que los norteamericanos deben abandonar Iraq, la participación de Irán en la seguridad del golfo Pérsico o la promoción de una nueva conferencia internacional sobre regulación del conflicto en Oriente Medio.[15]
En conclusión, las relaciones de Rusia con Arabia Saudí se encuentran en una encrucijada y su mejora puede acentuarse en un futuro inmediato. Parte de los instrumentos que está utilizando Moscú en su acercamiento presentan un carácter económico, como se trata de las colaboraciones en el ámbito del gas, la energía nuclear, los aspectos espaciales o las ventas de armas. La manera en que evolucionen tales aspectos constituye un indicador de cómo se desarrollarán las relaciones mutuas en el futuro.
Emiratos Árabes Unidos (EAU)
Rusia mantuvo relaciones con los EAU como una continuación de las establecidas durante el período soviético. Durante los años 90 se firmaron varios acuerdos de cooperación e incluso el entonces primer ministro ruso Viktor Chernomyrdin visitó los EAU. Recientemente se han tratado de impulsar los vínculos entre ambos países y, de hecho, en abril de 2006 tuvo lugar una reunión del Consejo de Negocios Ruso-Emiratos, en la que se subrayó las buenas relaciones generales existentes entre ambos Estados y, en particular, el desarrollo positivo del turismo. Dadas las aceptables relaciones entre ambos países, es previsible que se trate de llegar a acuerdos sobre terrorismo internacional, puesto que algunas fuentes destacan que desde los EAU aparece un importante apoyo a los movimientos yihadistas.[16]
En términos económicos agregados, los EAU han concentrado el 43,6% del comercio de Rusia con la península arábiga en los últimos cuatro años, es decir, es el primer socio de Rusia en esta zona. No obstante, el valor absoluto de tales transacciones es muy modesto. De hecho, en 2005, Rusia importó de los EAU por valor de 57,8 millones de dólares y exportó allí por valor de 110,3 millones de dólares (véase la Tabla 3). En 2003 aparecieron registradas 20 representaciones rusas en los EAU y más de 200 empresas conjuntas. Además, este país es un destino turístico relevante: en 2003, 250.000 turistas rusos visitaron el país.[17]
En la esfera del petróleo, aunque Rusia ha ido manifestando progresivamente un mayor interés por colaborar activamente, los resultados han sido bastante frustrantes. Dentro de estas actividades, sólo destaca la firma a finales de 2000 del contrato por el que Rosneftegazstroi participaría en la construcción de una empresa de derivados petroquímicos,[18] así como el correspondiente a Sibur, firmado con una empresa de EAU, para la producción de módulos y estructuras herméticas de uso en actividades petroleras.[19] En otro ámbito, también son destacables los acuerdos para que Rosgidrostroi trabajase en las obras para aumentar la profundidad del canal de Musaff o el de construcción de diques secos realizados por Admiralteiskie verfi y Obschemasheksport.
Por otra parte, debe señalarse que, aunque este país no es un cliente ruso de armas, ha realizado algunas compras en Rusia. Durante los años 90 los EAU adquirieron unos 700 vehículos blindados BMP-3 para el transporte de tropas, junto con 1.600 misiles antitanque AT-10 Bastion (9M117). A mediados de 2006 se ha acordado crear una empresa rusa en los EAU para llevar a cabo el mantenimiento y las reparaciones de este tipo de vehículos. Adicionalmente, varias empresas rusas han ganado concursos para la modernización de estos vehículos blindados. También en la segunda mitad de los años 90, los EAU compraron una partida de seis lanzadoras múltiples de cohetes de tipo BM-23 300mm Smerch (BM-9A52).[20]
En el año 2000 los EAU encargaron 50 complejos de defensa antiaérea de tipo Pantsir’-S1 por valor de 734 millones de dólares, que debían ser servidos durante 2003-2005. Sin embargo, la empresa rusa responsable incumplió el contrato y se generó un conflicto entre los EAU y Rusia. Recientemente se ha llegado a un acuerdo por el que tales complejos antiaéreos llegarán a los EAU durante 2006-2009 y, de hecho, el primero se entregó a este país en julio de este año. En estas nuevas condiciones, los EAU han reactivado sus pedidos de armamento a Rusia y, en particular, se han cerrado contratos para la adquisición de vehículos de tipo Club-M para defensa de la costa. En concreto, se trata de dos o tres vehículos que tiene ubicados una batería con capacidad para seis misiles.[21] Es posible que las ventas de armas de Rusia a los EAU se amplíen a la luz de la firma de un acuerdo de colaboración en el ámbito del armamento firmado a mediados de noviembre de 2006. De hecho, es posible que se realicen ventas de vehículos blindados y sistemas de defensa antiaéreos, al tiempo que se ha subrayado la posibilidad de llevar a cabo colaboraciones en el ámbito espacial.[22]
Yemen
Yemen constituyó el aliado tradicional de la Unión Soviética en esta zona.[23] Durante los años 90 las relaciones entre ambos países quedaron paralizadas debido a la crisis en Rusia y a las dificultadas para gestionar la deuda de este país árabe con Rusia, que ascendía a 6.600 millones de dólares. En 1998-1999 se llegó a un acuerdo para la devolución de la deuda que, junto con la recuperación económica de Rusia, permitió una reactivación en las relaciones entre ambos países. A mediados de 2000 el ministro de Asuntos Exteriores ruso visitó Yemen y, a partir de ese momento, los contactos institucionales se aceleraron. De hecho, el presidente de Yemen visitó Moscú en 2002 y 2004. Durante estos últimos años han proliferados los intercambios de visitas oficial de nivel alto y medio entre ambos países y se han firmado varios acuerdos de colaboración, entre los que destacan los de carácter económico, pero también de tipo militar. Además, existen programas especiales de colaboración en términos de educación, que conducen a la formación de cuadros yemeníes en Rusia.[24]
Debe destacarse que, a partir de 2003, Yemen ha tratado de mejorar sus relaciones con el resto de países del golfo Pérsico y también con EEUU, situación que ha significado un cierto alejamiento de Rusia (o el establecimiento de límites a restaurar relaciones similares a las existentes con la URSS). Esta situación es también respuesta de los contactos personales que mantienen los líderes yemeníes con los norteamericanos.[25]
Uno de los aspectos más interesantes para Rusia respecto a Yemen es la colaboración en la lucha contra el terrorismo. Numerosos yemeníes lucharon contra las fuerzas soviéticas en Afganistán y ahora dan apoyo a al-Qaeda. En este sentido, existe una solidaridad extendida, al menos en la sociedad yemení, con fuerzas consideradas como terroristas y que pueden generar desestabilización en conflictos en los que Rusia o sus áreas de influencia inmediata se encuentran implicadas. Así pues, el desarrollo de contactos estrechos con este país puede contribuir a eliminar o menguar problemas de terrorismo para Rusia.[26]
En términos económicos, las relaciones entre ambos países son muy pequeñas. Este es el tercer socio comercial de Rusia en la península arábiga, que durante los últimos cuatro años ha concentrado el 9,5% de los flujos comerciales, constituidos en su totalidad por exportaciones de Rusia. En un ámbito más concreto, varias empresas rusas trabajan continuamente en el país, pero los contratos relevantes son inexistentes, en particular en áreas de gran interés para Rusia como el de la energía o la venta de armas.[27] La única excepción relevante está constituida por la colaboración establecida en 2002 por Rosneftegazstroi con la compañía Avirex Concession para realizar exploraciones y explotaciones petrolíferas en el oeste de Yemen.[28]
Respecto a las ventas de armas, en 2000 se vendieron a este país 31 tanques T-72 y se incluyeron servicios de reparación y mantenimiento de armamento soviético en manos yemeníes.[29] En el año 2001 se firmó un contrato que preveía la compra de seis interceptores ligeros MiG-20SMT y la modernización de 14 MiG-29SE que habían sido adquiridos con anterioridad y que se completó en 2005. En la actualidad se está valorando la posible adquisición de 32 aviones más, por valor de 1,3 miles de millones de dólares.[30] Además, en 2003 se firmó un acuerdo para la venta de 180 vehículos blindados de transporte de tropas de tipo BMP-2 por un valor de 40 millones de dólares.[31] No obstante, existen dudas acerca de la extensión de las compras de Yemen a Rusia debido al acercamiento político de este país árabe a EEUU, aunque tal cambio de orientación no es inmediato debido a la animadversión de la población hacia los norteamericanos.[32]
Los otros países de la península arábiga: Bahrein, Kuwait, Omán y Qatar
Las relaciones comerciales de Rusia con estos países son prácticamente inexistentes. Además, dado el tamaño de éstos, junto con su especialización energética, no es previsible que aumenten en el futuro. Así pues, en la mayoría de los casos el interés de Rusia hacia estos países es político.
El caso más paradigmático a este respecto son las relaciones con Bahrein. Aunque durante los años 90 se establecieron diversos contactos que condujeron a la firma de varios acuerdos de colaboración, en la realidad no se han desarrollado. Durante los primeros años de esta década se realizaron varios intercambios diplomáticos de rango medio, pero que no han desembocado en un estrechamiento de los vínculos mutuos. En septiembre de 2006 se constituyó la comisión de negocios ruso-bahreiní, que puede estimular los flujos económicos entre ambos países, aunque de manera modesta.[33] Así pues, las relaciones entre ambos países se mantienen con un grado de distancia tal que, aunque se ha lanzado varias veces la idea de que el rey de Bahrein visitara Rusia, siempre ha sido aplazada por diversos motivos.
En términos comerciales, sólo se realizan algunos intercambios muy pequeños en ambos sentidos. Debe destacarse que Rusia ha realizado varios intentos para vender armamento a este país, pero sólo se consiguió cerrar un contrato a mediados de 2003 para dotar a las fuerzas armadas de este país árabe con 40 camiones de transporte militar.
En una situación similar se encuentra Kuwait. Durante los años 90 también se establecieron algunas relaciones, se firmaron algunos acuerdos y tuvieron lugar algunas visitas políticas de nivel medio, pero que no condujeron a estrechar realmente las relaciones entre ambos países.[34] Un obstáculo esencial para el desarrollo en los intercambios económicos mutuos ha sido la existencia de una deuda de Rusia, equivalente a 1.700 millones de dólares con Kuwait. Tal problema ha evitado la constitución de ningún foro de colaboración mutua económica desde 2002.[35] Sin embargo, en mayo de 2006 se ha llegado a un acuerdo para la devolución de la deuda, por el cual el principal se devolverá en los próximos cinco años y los intereses se cancelarán a través de la transferencia de armamento ruso a Kuwait.[36] Resuelto este problema, el ministro de Asuntos Exteriores ruso ha manifestado su esperanza de que puedan acrecentarse las relaciones económicas mutuas, en especial en el ámbito de la energía[37] y, de hecho, a principios de noviembre de 2006 tuvo lugar una reunión de la comisión económica ruso-kuwaití, de la que se espera que promueva el comercio y la inversión entre ambos países.[38]
Las relaciones comerciales entre ambos países son prácticamente inexistentes y consisten prácticamente en ventas de Rusia a Kuwait. Entre éstas destaca la venta en 2004-2005 de automóviles y camiones por valor de 11 millones de dólares, es decir, equivalente a cerca del 70% de las exportaciones rusas realizadas en ese período a Kuwait. Además, las colaboraciones empresariales y los proyectos conjuntos de inversión siguen la misma línea que los intercambios comerciales. Sólo cabe destacar que la petrolera Sibneft’ ha realizado algún intento de introducirse en este país, pero sin los resultados positivos deseables.
Respecto a armamento, se ha vendido a Kuwait algunas partidas durante los años 90 y principios de esta década. En concreto, en 1994 se firmó un contrato para la venta de un centenar de vehículos blindados de transporte militar de tipo BMP, dotados de equipos de misiles antitanque (AT-4 Spigot y AT-10 Bation), así como 27 baterías de misiles de tipo BM-23 300mm Smerch (BM-9A52) y 30 miles portátiles antiaéreos SA-18 Grouse (Igla). Posteriormente, en 2001, Kuwait volvió a comprar armamento por valor de 850 millones de dólares.[39]
En el caso de Omán, las relaciones con Rusia han seguido la tónica de los casos de Bahrein y Kuwait. También durante los años 90 se realizaron varias visitas mutuas oficiales de rango político medio, que se concretaron en la firma de algunos acuerdos que no han tenido resultados. Esta tendencia presentó síntomas de cambio en 2003 cuando el ministro de energía ruso visitó Omán. Posteriormente, en 2004, una delegación comercial de Omán estuvo en Rusia, con la intención de activar los negocios entre ambos países y a principios de 2006 tuvo lugar la primera sesión del Consejo de Negocios ruso-omaní en Moscú. Sin embargo, a pesar de la aparición de mayores contactos, las relaciones no se han intensificado. Omán presenta cierto interés para Rusia como productor de gas natural, pero especialmente como punto de apoyo para consolidar sus relaciones con otros países de la península arábiga.
En términos económicos, las colaboraciones entre Rusia y Omán son esporádicas y se han concentrado en el sector del petróleo. Por ejemplo, la empresa Rossiiskaya innovatsionnaya toplivo-energeticheskaya kompaniya (Compañía rusa de innovación en combustibles y energía) desarrolló un trabajo en Omán para introducir mejoras en equipos petroleros, además de ejecutar en 2005 dos contratos encargados por la corporación Petroleum Development of Oman. Además, Rusia y Omán han colaborado en la construcción dentro del marco del Consorcio del Oleoducto del Caspio, que tuvo sus primeros resultados en 2001 con el llenado de la primera unidad para transporte de petróleo en el puerto de Novorossiisk (Rusia).[40] Además, en 2003 Omán fue incluido en el proyecto de corredor de transporte Norte-Sur, impulsado por Rusia. También se ha pretendido acometer la construcción en Omán de una fábrica para la producción de semiconductores, así como la participación de empresas rusas en la construcción de parte de la red de gasoductos del país. No obstante, proyectos importantes donde hayan participado empresas de energía rusas no han tenido lugar.
En cuanto a Qatar, siguió la tónica de los anteriores países acabados de exponer, pero con varias particularidades. También durante la década de los 90 se estrecharon ligeramente las relaciones entre ambos países, situación que tuvo una inflexión en 2001, cuando el emir de Qatar visitó Moscú. En ese momento se firmaron varios acuerdos de colaboración y las relaciones se intensificaron. Sin embargo, tal tendencia se rompió cuando a principios de 2004 el líder opositor checheno Zelimjan Yandarbiev, refugiado en Qatar, fue asesinado y se culpó de tal suceso a miembros de los servicios de inteligencia rusos. Esta situación generó durante todo el año varios momentos de fricción y la congelación posterior, de hecho, de las relaciones entre ambos países.[41] Sólo a finales de 2006 se han vuelto a tratar de activar las relaciones entre ambos países con la visita del ministro de Asuntos Exteriores de Qatar, Hamad Ben Yasem, a Moscú.
Debe destacarse que el trato otorgado a tal personalidad ha sido especialmente cordial y, de hecho, el propio Putin se ha entrevistado con él,[42] al tiempo que se previó la visita del presidente ruso a Qatar en 2007.[43] A partir de ese contexto, se han estado relanzando las vinculaciones entre ambos países. Por su lado, Qatar ha presentado cierto interés por aumentar las relaciones entre ambos países, incluso se mencionó la posibilidad de adquirir algunas partidas de armamento.[44] Por el lado de Rusia, el acercamiento ha quedado patente con la visita de Putin a este país árabe en febrero de 2007.[45]
Qatar presenta una serie de atractivos importantes para el Kremlin, que lo diferencian de Bahrein, Kuwait y Omán. En términos políticos, en este país se encuentra la base de emisión de la televisión al-Yasira, de gran influencia en el mundo árabe y, en especial, en su parte más radical, al tiempo que ciertas fuentes afirman que acoge a islamistas radicales implicados en grupos terroristas procedentes de Bosnia, Afganistán y Chechenia.[46]
Las relaciones comerciales mutuas son exiguas por el momento. Debe destacarse que Rusia ha tratado de vender armamento a Qatar, pero los resultados han sido poco fructíferos: sólo se vendió una partida de camiones de transporte militar en 2003-2004. Existen posibilidades de ampliar las exportaciones de armas a Qatar puesto que este tipo de transacciones ha ocupado un lugar importante dentro de las discusiones que tuvieron lugar en la visita del ministro de Asuntos Exteriores de Qatar a Moscú, realizada a mediados de octubre de 2006.[47]
Rusia tiene un interés especial en establecer relaciones con Qatar en el ámbito energético. Por este motivo, en 2003-2004 varias delegaciones rusas de compañías como Gazprom, Stroitransgaz, Sovkomflot, Lukoil y Modul’neftegazkomplekt, visitaron el país con la intención de involucrase en la prospección y explotación de petróleo, construcción de gasoductos y de tanques para transporte de hidrocarburos, así como la venta de equipos de uso en actividades relacionadas con gas y petróleo. No obstante los resultados no han sido exitosos. Por ejemplo, en 2004 se firmó el primer contrato para la construcción de un gasoducto entre Qatar-Omán-EAU, pero sin incluir a las empresas rusas.
Dentro del ámbito de la energía, el mayor interés de Rusia por Qatar se centra en sus reservas de gas. Este país dispone de las segundas más importantes, es decir, aproximadamente el 15% de las reservas mundiales de gas, así como del tercer yacimiento de gas más grande del mundo. A este respecto, Rusia podría tener la pretensión de participar en la prospección y explotación de gas en Qatar, pero, por un lado, el propio gobierno de este país árabe no parece dispuesto y, por otro, las empresas petroleras occidentales han ido ocupando espacios estratégicos en ese país en dicho ámbito productivo. No obstante, como existen yacimientos sin explotar, Gazprom mantiene esperanzas de iniciar actividades en este país.
Independientemente de las consideraciones de colaboración productiva, uno de los aspectos que más relevancia pueden tener es la creación de un cártel gasista. Hasta finales de 2006, ni Rusia había manifestado gran interés por este proyecto, ni Qatar había expresado ideas claras al respecto. Sin embargo, a partir de la visita de Putin a este país árabe y el acercamiento de la cumbre del Foro de Países Productores de Gas que tendrá lugar el 9 de abril de este año en Doha, las declaraciones de intenciones han suscitado una intranquilidad internacional.[48] Independientemente de la viabilidad actual de constituir un cártel gasista, tal cumbre y la creación de una asociación de productores de gas constituye un foro de acercamiento entre ambos países en el que se pueden discutir y coordinar sus propios intereses. En particular, a medio plazo, tal tipo de organización podría permitir un reparto de mercados o la colaboración tecnológica en especial sobre licuado de gas. Sobre estos aspectos, debe destacarse que, por el momento, no existe una competencia entre Rusia y Qatar por mercados de destino, puesto que a los clientes rusos les llega el gas por gasoductos, mientras que ahí donde no existen estas redes montadas, llega el gas de Qatar, pero licuado. No obstante, en el futuro, al poner en funcionamiento los yacimientos de Sajalin o del Ártico (Stockman) podría acrecentarse la competencia por mercados, como el de EEUU, el sur de Europa o Extremo Oriente,[49] pero también se podrían ampliar las ventas de gas licuado y generar las bases reales para un coordinación de precios en este hidrocarburo.
Conclusión
Se puede considerar que la política de Rusia hacia la península arábiga es de toma de posiciones. Su capacidad de influencia es muy pequeña, debido al peso de EEUU y al de Europa Occidental; sin embargo, a la luz de los acontecimientos del 11-S, se han abierto algunas esperanzas de ampliar su capacidad de acción en la zona. Aunque no es previsible que su proyección se amplíe sustancialmente, al menos en detrimento de los países más influyentes, sí podría acrecentar su poder de decisión en áreas que son de su interés especial.
En unas condiciones de estabilidad económica y política interna en Rusia, el Kremlin esta activando su proyección exterior. La pretensión de Rusia de aumentar su presencia en la península arábiga es un ejemplo paradigmático del nuevo enfoque de Moscú. Una muestra de este cambio de actitud quedó patente en la intervención de Putin en la Conferencia de Seguridad de Munich de febrero de 2007, inmediatamente antes de que el presidente ruso iniciase su visita oficial a la península arábiga. Tal alocución, por un lado, significaba una respuesta a EEUU y mostraba a Rusia como agente activo y autónomo en las arenas internacionales, pero, por otro lado, devenía en un mensaje de fuerza destinado a ser oído en Riad y Doha.
Dentro de la península arábiga las prioridades rusas son distintas. Es previsible que mantenga sus relaciones con los EAU y que se amplíen las existentes con Arabia Saudí. Asimismo, puede ir perdiendo peso Yemen como tradicional aliado ruso. Quizá el cambio más importante que puede aparecer es el acrecentamiento de los vínculos con Qatar. Así pues, parece que el interés de Rusia apuesta por el desarrollo de las relaciones con Arabia Saudí y Qatar.
El trasfondo de tales consideraciones se sustenta en dos prioridades rusas. La primera es política y se refiere a la pretensión de crear instrumentos para luchar contra el integrismo islámico en Chechenia y en la zona del centro de Asia. La segunda es económica y afecta a la voluntad de controlar los aspectos relacionados con el gas natural. Tanto Arabia Saudí como Qatar ocupan lugares esenciales en la consecución de tales prioridades.
Aunque es previsible que la influencia de Rusia en el futuro inmediato se amplíe modestamente, su proyección exterior sobre esta zona debe ser observada detenidamente por la Unión Europea. En efecto, el motivo esencial radica en la importante dependencia energética que la UE presenta tanto de Rusia como de la península arábiga. A este respecto, el caso español es un ejemplo de tal dependencia energética de estas dos áreas. En cuanto a gas natural, España importa de la península arábiga un 20% del total de sus compras, en especial procedentes de Qatar, pero también de Omán y de los EAU. Respecto al petróleo, Rusia y Arabia Saudí cubren un 25% de las adquisiciones exteriores españolas. Así pues, la posible aparición de colusiones entre ambas zonas debe ser examinada con detenimiento a la luz de mantener una adecuada seguridad energética.
Antonio Sánchez Andrés
Departamento de Economía Aplicada, Universidad de Valencia
Tabla 1. Comercio exterior (importaciones más exportaciones) de Rusia con países árabes (en miles de dólares)
País | 2001 | % | 2002 | % | 2003 | % | 2004 | % | 2005 (1) | % |
Región Oriente Medio (2) | 515.718,3 | 0,49 | 622.508,2 | 0,54 | 519.437,2 | 0,36 | 647.318,9 | 0,32 | 540.333,5 | 0,19 |
Región península arábiga | 309.380 | 0,30 | 364.017,4 | 0,31 | 388.942,8 | 0,27 | 405.665 | 0,20 | 409.351,7 | 0,15 |
Región Norte de África (3) | 794.658,3 | 0,76 | 987.329,3 | 0,85 | 862.354,0 | 0,59 | 159.9648,4 | 0,78 | 2.060.227,3 | 0,74 |
Total países árabes (4) | 1.615.618,0 | 1,54 | 1.968.244,2 | 1,69 | 1.765.537,2 | 1,21 | 2.635.998,0 | 1,29 | 2.947.128,6 | 1,06 |
Total comercio exterior de Rusia | 104.832.454 | 100,00 | 116.237.443 | 100,00 | 146.156.737 | 100,00 | 205.051.563 | 100,00 | 278.686.000 | 100,00 |
(1) Dato originario en euros. Para obtener el tipo de cambio US$/euro se ha hecho la media de las medias mensuales tanto del tipo de cambio US$/rublo como del euro/rublo para todo el año 2005. Con este resultado se ha obtenido un tipo de cambio medio US$/euro equivalente a 1,2464. Datos procedentes de FSGS, Rossiya. Rosstat, Moscú, 2006, p. 49.
(22) La región de Oriente Medio incluye Irak, Jordania, Líbano y Siria.
(3) La región del Norte de África incluye Argelia, Egipto, Libia, Marruecos y Túnez.
(4) El porcentaje que aparece en negrita en esta línea corresponde al peso del comercio de los países árabes sobre el conjunto del comercio ruso.
Fuente: elaboración propia con datos del Servicio de Aduanas de la Federación Rusa, Tamozhyennaya statistika vneshnei torgovli Rossiiskoi Federatsii (Estadística de Aduanas del Comercio Exterior de la Federación Rusa), Moscú, varios años (en ruso).
Cuadro 2. Comercio exterior de Rusia con la península arábiga, por países (en porcentaje)
2002-2005 | Lugar ocupado por el país dentro del comercio exterior ruso, en 2005 | ||||
Importaciones | Exportaciones | Conjunto de comercio exterior | Importaciones | Exportaciones | |
Arabia Saudí | 12,0 | 42,6 | 40,9 | 106 | 55 |
Bahrein | 1,0 | 0,2 | 0,2 | 126 | 154 |
Kuwait | 0,1 | 1,5 | 1,4 | 160 | 103 |
EAU | 83,7 | 41,1 | 43,6 | 65 | 67 |
Omán | 2,5 | 3,2 | 3,1 | 130 | 97 |
Qatar | 0,7 | 1,4 | 1,4 | 129 | 136 |
Yemen | 0,1 | 10,1 | 9,5 | 166 | 77 |
Total península arábiga | 100,0 | 100,0 | 100,0 | ||
% península arábiga sobre total de Rusia | 0,04 | 0,30 | 0,21 |
Fuente: elaboración propia con datos del Servicio de Aduanas de la Federación Rusa, op. cit., varios años.
Cuadro 3. Importaciones y exportaciones de Rusia con los países de la península arábiga (en miles de dólares)
2001 | 2002 | 2003 | 2004 | 2005(*) | |
Importaciones de Rusia | |||||
Arabia Saudí | 592,9 | 2.097,3 | 2.084,8 | 3.648,1 | 3.001,8 |
Bahrein | 11,5 | 0,2 | 0 | 48,8 | 877,6 |
Kuwait | 1,3 | 49,1 | 0 | 0,0 | 9,7 |
EAU | 2.708,1 | 2.981,5 | 2.311,1 | 12.424,3 | 57.799,4 |
Omán | 820,4 | 479,4 | 758,3 | 464,1 | 535,5 |
Qatar | 0 | 0 | 38 | 0,2 | 554,5 |
Yemen | 4,4 | 3,2 | 4,7 | 48,8 | 5,4 |
Total península arábiga | 4.138,6 | 5.610,7 | 5.196,9 | 16.634,3 | 62.783,9 |
Total importaciones Rusia | 36.416.491,4 | 40.753.583,3 | 50.545.739,3 | 68.125.074,4 | 92.340.586,1 |
Exportaciones de Rusia | |||||
Arabia Saudí | 66.127,2 | 136.802,2 | 208.380,9 | 138.369,1 | 146.273,4 |
Bahrein | 640,4 | 393,3 | 1.248,2 | 724,5 | 221,1 |
Kuwait | 8.907 | 2.376,1 | 2.985,8 | 996,4 | 15.311,3 |
EAU | 221.698,3 | 184.853,9 | 143.084,9 | 169.679,1 | 110.277,2 |
Omán | 2.868,9 | 6.162,8 | 4.532,6 | 16.933,6 | 18.997,3 |
Qatar | 21,8 | 78,5 | 1.926,8 | 17.526,3 | 1.063,2 |
Yemen | 4.977,8 | 27.739,9 | 21.586,7 | 44.801,7 | 54.424,3 |
Total península arábiga | 305.241,4 | 358.406,7 | 383.745,9 | 389.030,7 | 346.567,8 |
Total exportaciones Rusia | 68.415.962,2 | 75.483.859,5 | 95.610.997,9 | 136.926.488,4 | 186.345.413,6 |
(*) Dato originario en euros. Para obtener el tipo de cambio US$/euro se ha hecho la media de las medias mensuales tanto del tipo de cambio US$/rublo y como del euro/rublo para todo el año 2005. Con este resultado se ha obtenido un tipo de cambio medio US$/euro equivalente a 1,2464. Datos procedentes de FSGS, op. cit., p. 49.
Fuente: elaboración propia con datos del Servicio de Aduanas de la Federación Rusa, op. cit. varios años.
[1] Iskander M. Batïrshin, Ekonomichyeskiye svyazi Sovyeta Sotrudnichyestva arabskij gosudarstv Persidskogo zaliva s SShA (sovryemyennïye tyendyentsii i pyerspyektivï razvitiya), Dissyertasii na soiskaniye uchyenoy styepyeni kandikata ekonomichyeskj nauk. MGU im. Lomonosova, Institut Stran Azii i Afriki, Moscú, 2006.
[2] Nezavisimaya gazeta, 18/IV/2002.
[3] Nezavisimaya gazeta, 2/IX/2003.
[4] Rossiiyskaya gazyeta, 22/V/2006, y Rossiiskaya gazeta, 23/V/2006.
[5] http://www.kremlin.ru/text/news/2006/02/101080.shtml (consultado el 19/X/2006).
[6] Vedomosti, 9/II/2007, y Rossiiskaya gazeta, 12/II/2007.
[7] Nezavisimaya gazeta, 2/VIII/2005.
[8] En particular, se estableció un acuerdo para crear una alianza estratégica de colaboración entre Stroitransgaz y Saudi Aramco (Saudi Oger Ltd). Este era el primer paso para poder acceder a concursos de gran entidad en el sector gasopetrolero. Véase Lenta Novostei, 27/VI/2003, y Ash-Shark al-Ausat, 5/XI/2002.
[9] Rossiiskaya gazeta, 13/II/2007, y Nezavisimaya gazeta, 13/II/2007.
[10] Nezavisimaya gazeta, 13/II/2007.
[11] Nezavisimaya gazeta, 29/I/2004.
[12] Rossiiskaya gazeta, 13/II/2007.
[13] Nezavisimaya gazeta, 31/I/2003.
[14] Nezavisimaya gazeta, 2/IX/2002.
[15] Rossiiskaya gazeta, 14/II/2007.
[16] Nezavisimaya gazeta, 31/I/2003.
[17] Nezavisimaya gazeta, 6/VIII/2004.
[18] Kommersant’’-daily, 19/X/2000.
[19] Nizhyegorodskiye novosti, 12/VIII/2002.
[20] SIPRI, SIPRI Yearbook 1999. Armaments, Disarmaments and Internacional Security, Oxford University Press, Oxford, 1999; SIPRI, SIPRI Yearbook 2000. Armaments, Disarmaments and Internacional Security. Oxford University Press, Oxford, 2000; y B. Kuzyk et al., Rossiya na miravom rynke oruzhiya, Voennyi parad, Moscú, 2001, p. 204.
[21] Kommersant’’-Ukraina, 23/VIII/2006.
[22] http://www.fsvts.gov.ru/db/kvts-portal/66FEE957C5EAA60AC32572280049A271/ddb/formal/doc.html (consultado el 27/XI/2006).
[23] Evgenii Primakov, “Blizhnii Vostok na stsene i za kulisami”, Rossiiskaya gazeta, Moscú, 2006, pp. 89-95 y 101-109.
[24] Rossiiskaya gazeta, 29/VI/2005.
[25] Rossiiskaya gazeta, 25/IX/2006.
[26] A este respecto, destaca la propaganda y el apoyo que se detecta en el país tanto a al-Qaeda como a Hezbolá. Véase Nezavisimaya gazeta, 28/VI/2002, y Rossiiskaya gazeta, 25/IX/2006.
[27] Nezavisimaya gazeta, 18/XII/2002.
[28] http://www.sostav.ru/print/rus/2002/20.02/news/syr2 (consultado el 18/X/2006).
[29] Nezavisimaya gazeta, 17/III/2000, Nezavisimaya gazeta, 23/VI/2000, y B. Kuzyk et al., op. cit., pp. 215-216.
[30] Nezavisimaya gazeta, 9/IV/2004, y Vremya novostei, 29/IX/2006.
[31] Nezavisimaya gazeta, 20/VIII/2004.
[32] Rossiiskaya gazeta, 25/IX/2006.
[33] ITAR-TASS, 9/XI/2006.
[34] Nezavisimaya gazeta, 18/IV/2001, Nezavisimaya gazeta, 14/VII/2001, y Rossiiskaya gazeta, 24/V/2006.
[35] ITAR-TASS, 1/XI/2006.
[36] Rossiiskaya gazeta, 31/V/2006.
[37] Russian Financial Control Monitor, 24/X/2006.
[38] Kuwait Times, 2/XI/2006.
[39] B. Kuzyk et al., pp. 205-206.
[40] Catherine Hunter, “Oman Oil Company Planning Overseas Strategy”, Global Insight, 3/V/2004.
[41] Rossiiskaya gazeta, 1/III/2004, Rossiiskaya gazeta, 13/IV/2004, y Rossiiskaya gazeta, 25/XI/2004, así como conversación telefónica de Putin con el emir de Qatar Al-Tani (http://www.kremlin.ru/text/psmes/2004/12/81796.shtml, consultado el 19/X/2006).
[42] http://www.kremlin.ru/text/news/2006/10/112616.shtml (consultado el 19/X/2006).
[43] Kommersant’’-daily, 17/X/2006.
[44] Parece que Qatar ha manifestado interés por la adquisición de armamento para la flota y sistemas de misiles para defensa de la costa, así como sistemas de localización y destrucción de objetivos. Véase Kommersant’’-daily, 17/X/2006.
[45] Nezavisimaya gazeta, 9/II/2007, y Rossiiskaya gazeta, 13/II/2007.
[46] Nezavisimaya gazeta, 31/I/2003.
[47] Kommersant’’-daily, 17/X/2006.
[48] Kommersant’’daily, 17/III/2007, y Kommersant’’daily, 19/III/2007.
[49] Utro, 8/II/2005.