Resumen ejecutivo

En este número de la publicación Quarterly Research Review (QRR) se investigan las tendencias principales de la evolución reciente del yihadismo conforme a tres niveles de análisis: individual, social/organizativo y contextual. Se examina también la importancia transversal de la dinámica de género. Los documentos seleccionados abarcan un amplio abanico de temas, como son las narrativas, las funciones y las trayectorias de género en el yihadismo; las estrategias y herramientas para generar contenidos propagandísticos; la convergencia de distintas formas de extremismo; la radicalización de adolescentes y jóvenes; y la dinámica de movilización y desmovilización tras el desmoronamiento del califato de Estado Islámico.

Las conclusiones principales de esta selección son las siguientes:

  • Las relaciones interpersonales siguen siendo cruciales en el proceso de radicalización, tanto con personas jóvenes (menores incluidos) como en el caso de lobos solitarios. En contra de la opinión tradicional de que los vínculos familiares actúan como factores de protección, lo que suelen hacer las conexiones de parentesco cercano es reforzar las creencias extremistas. Las relaciones sentimentales y un amplio número de conexiones extremistas entre iguales y con adultos también influyen sobremanera en la radicalización. Además, pese a que se percibe a los lobos solitarios como gente aislada, en realidad están profundamente integrados en medios radicales y mantienen vínculos sociales intensos, si bien inestables, que tienen un papel crucial en su radicalización.
  • Los problemas de salud mental contribuyen de forma compleja a la radicalización. En el caso de los jóvenes, los problemas de salud mental y los comportamientos anómalos suelen ser la antesala de la radicalización, ya que se vuelven más vulnerables a las ideologías extremistas. Sin embargo, los niños de familias que presentan vínculos con el extremismo violento padecen traumas graves y trastorno de estrés postraumático (TEPT) por su exposición a la violencia y los abusos, lo que afecta en gran medida a su desarrollo y bienestar. Los lobos solitarios suelen padecer trastornos mentales que, pese a no ser la causa directa de la radicalización, influyen de forma considerable en sus interacciones sociales y su estabilidad en el seno de las redes radicales.
  • A pesar de las pérdidas territoriales de Estado Islámico de Irak y Siria, el movimiento yihadista hace gala de una capacidad de resistencia notable. Los agravios persistentes contra el Estado, los sentimientos de rechazo al gobierno, las percepciones de discriminación, el fracaso de las políticas de integración y el auge de los partidos populistas que fomentan la islamofobia crean un caldo de cultivo idóneo para las ideologías yihadistas. Las redes mundiales de activistas de Estado Islámico siguen activas en plataformas sociales cifradas y mantienen vigentes sus actividades de comunicación, coordinación y reclutamiento pese a la pérdida de territorios.
  • No obstante, la desaparición del califato hizo mella en la cohesión y las capacidades operativas de Estado Islámico, lo que dio pie a conflictos internos y desavenencias ideológicas en torno a tácticas, objetivos y liderazgo, en particular entre Estado Islámico y al-Qaeda. La derrota también desbarató su estructura para mantener territorios, lo que supuso una reducción de sus medios financieros y mermó su influencia y capacidad para poner en marcha ataques y atentados a gran escala. Además, tuvo un efecto desmoralizador para su base mundial de seguidores, hasta el punto de que algunos vieron la derrota como un revés ideológico importante y se replantearon su vinculación.
  • El género se erige ahora como un enfoque fundamental y una herramienta analítica crucial para comprender la movilización de mujeres y hombres individuales en el seno de grupos terroristas de inspiración salafí-yihadista. Las organizaciones yihadistas instrumentalizan los relatos patriarcales de género en su propaganda para impulsar sus objetivos políticos y militares, lo que a su vez exacerba unas identidades masculinas exageradas que inducen a tomar parte en acciones violentas. Las concepciones yihadistas de la femineidad solían vincularse al papel conservador de madres y esposas, pero las funciones de las mujeres dentro de Estado Islámico se han diversificado para adaptarse de un modo estratégico a los contextos cambiantes, hasta el punto de que algunas llegan a encargarse de tareas operativas y no sólo en zonas de conflicto, sino también en los países de la Unión Europea (UE).
  • Desde 2018, todos los Estados miembros de la UE han enjuiciado reiteradamente a mujeres yihadistas de organizaciones extremistas violentas; sin embargo, las condenas varían de manera considerable de un país a otro. La estrategia de acumulación de penas que siguen algunos Estados miembros de la UE –integrando los delitos nacionales o internacionales con las penas por terrorismo– ayuda a discernir las circunstancias complejas en torno a la participación femenina y da pie a condenas más largas que, al mismo tiempo, van acompañadas de mayores oportunidades de rehabilitación. El examen de la bibliografía pone de relieve la necesidad de adoptar un enfoque de género específico para el enjuiciamiento y la ejecución de las condenas de yihadistas, así como para la evaluación de riesgos y la reinserción. Este enfoque es esencial para abordar las circunstancias y necesidades únicas de los agresores, tanto hombres como mujeres, de modo que la respuesta correspondiente pueda adaptarse a sus distintas funciones y experiencias en el seno de los movimientos extremistas.  

Traducción al español de resumen ejecutivo del documento original en inglés “Quarterly Research Review: New trends in Jihadism”, publicado en European Commission Research e-Library on Radicalisation (30/VII/2024) como parte del Proyecto RAN Policy Support.


Imagen: Vista de las ruinas de la oficina de tarjetas de identificación en Shingal (Sinyar), Irak, en abril de 2019, tras el conflicto con el Estado Islámico. Foto: Levi Clancy (Wikimedia Commons / CC0).