“En la mañana del 9 de diciembre de 1824, en la Pampa de la Quinua, dos ejércitos se preparan para la batalla. Dos ejércitos frente a frente. Dos ejércitos y también dos proyectos: uno cargado de futuro, justicia y ansias de libertad; el otro, sólo con el peso infame de 300 años de soberbia, rapiña y ultraje” (Fernando Bossi).[1]
Introducción
Entre 2008 y 2025 se cumplirán los Bicentenarios de las independencias de las repúblicas provenientes de la América española más Brasil. Entre esas fechas Brasil recibió a la corte portuguesa y 17 nuevas Repúblicas se proclamaron independientes de la Corona española, aunque la República Dominicana debió esperar a 1844 para emanciparse definitivamente de Haití. Sin embargo, España reconoció a los nuevos Estados bastantes años después de haber comenzado la segunda mitad del siglo XIX. El proceso de reconocimiento de las antiguas colonias por parte de la metrópoli española fue largo y prolongado ya que tuvo importantes variaciones nacionales. No sólo duró varias décadas, sino también impidió una rápida normalización de las relaciones bilaterales. Este hecho marcó profundamente las relaciones con las nuevas repúblicas durante las primeras décadas de vida independiente e incluso en décadas posteriores.
Todos los nuevos países surgidos a partir de este ciclo histórico celebran anualmente su día de la independencia, aunque en este punto hay algunas discrepancias sobre el día en cuestión. De este modo se conmemora alguna declaración pronunciada en algún momento inicial del proceso o bien la proclamación efectiva de la independencia (véase la Tabla 1). Algunos países tienen dos fechas de recuerdo (en Argentina, por ejemplo, se celebra el 25 de mayo de 1810 como el día de la “libertad”, o Revolución de mayo, y el 9 de julio de 1816 como el de la “independencia”), una situación que agrega algo de confusión al tema, aunque en esta oportunidad la mayor parte de los gobiernos latinoamericanos han apostado por poner el peso de los festejos de su bicentenario en la fecha más temprana.
Tabla 1. Calendario de celebración de las independencias latinoamericanas
Países | Fechas de la independencia | |
Fecha festejos de la independencia | Otras fechas de independencia | |
Argentina | 25/V/1810(Primer Gobierno Patrio) | 9/VII/1816(Declaración de la Independencia) |
Bolivia | 25/V/1809(Grito de Independencia en Chuquisaca, hoy Sucre) | |
Brasil | 7/IX/1822 (Declarada) | 29/VIII/1829 (Reconocida) |
Chile | 18/IX/1810 (Primera Junta) | 18/IX/1810 (Primera Junta)12/II/1818 (Declaración de la Independencia) |
Colombia | 20/VII/1810 (Declaración) | 7/VIII/1819 (Definición) |
Costa Rica | 15/IX/1821 | 1/VII/1823(El Congreso Centroamericano declara la independencia de España, México y cualquier otra nación) |
Ecuador | 10/VIII/1809 | 24/V/1822 (Batalla de Pichincha) |
El Salvador | 15/IX/1821 | 1/VII/1823(El Congreso Centroamericano declara la independencia de España, México y cualquier otra nación) |
Guatemala | 15/IX/1821 | 1/VII/1823(El Congreso Centroamericano declara la independencia de España, México y cualquier otra nación) |
Honduras | 15/IX/1821 | 1/VII/1823(El Congreso Centroamericano declara la independencia de España, México y cualquier otra nación) |
México | 16/IX/1810(Grito de independencia) | 27/IX/1821(Declaración de la Independencia) |
Nicaragua | 15/IX/1821 | 1/VII/18231823(El Congreso Centroamericano declara la independencia de España, México y cualquier otra nación) |
Paraguay | 14/V/1811(Alzamiento militar) | 3/X/1813(Celebración del Congreso) |
Perú | 28/VII/1821 | 9/XII/1824 (Batalla de Ayacucho) |
República Dominicana | 1/XII/1821(Independencia efímera) | 27/II/1844(Independencia nacional) |
Uruguay | 25/VIII/1825 | 28/VIII/1828(Reconocida – Convención Preliminar de Paz) |
Venezuela | 5/VII/1811(Acta de Declaración de Independencia) |
Fuente: https://www.realinstitutoelcano.org/EspecialesElcano/ObservatorioBicentenarios.
Los Bicentenarios de la independencia son importantes conmemoraciones de carácter nacional y en esta oportunidad tendrán un alto contenido simbólico para la mayor parte de los socios hispanoamericanos de España, dado su carácter fundacional. Se trata, además, de una conmemoración que, como el V Centenario del descubrimiento de América, incumbe a la vez a España y a los países hispanoamericanos como protagonistas de los mismos hechos históricos. Pero en este caso, y a diferencia de lo ocurrido en el V Centenario, el protagonismo histórico, político y organizativo no debe recaer principalmente en España sino en los distintos países hispanoamericanos, ya que las independencias señalaron el comienzo de las distintas andaduras republicanas y del proceso de “invención” de sus identidades nacionales.[3] Las conmemoraciones tampoco tendrán un alcance continental y simultáneo, sino que ocurrirán en una sucesión de fechas distintas, según la experiencia y el calendario de cada país. Esto último, evidentemente, tenderá a limitar o reducir el papel de España en las conmemoraciones, ya que buena parte de los esfuerzos se deberán poner en el plano bilateral. En este sentido, un aspecto de la participación española dependerá de la mayor o menor voluntad de los distintos gobiernos latinoamericanos.
Los bicentenarios carecen, asimismo, de la trascendencia universal que tuvo el descubrimiento de América por los europeos, lo que, como se ha visto, les confiere un carácter mucho más local, pero a la vez mucho más manipulable de cara a las distintas opiniones públicas en la medida que se toquen las sensibles fibras nacionalistas o de identidad étnica. A pesar de todo, estas efemérides ofrecen tanto para España como para el conjunto de los países implicados una excelente ocasión, no sólo para revisar de forma conjunta un proceso histórico en el que tomaron parte todos los países hispanohablantes, sino también para poner en valor el estado actual de las relaciones bilaterales y sus perspectivas de futuro. También será una excelente ocasión para dar un nuevo impulso al proyecto de la Conferencia Iberoamericana, un tema que no está exento de resistencias.[4] Como ha señalado Carlos Escudé: “Sin jamás habérselo propuesto, los reinos ibéricos prohijaron una nueva civilización allende el Atlántico, de la que –Guerra Civil Española por testigo– no son parte”.[5]
Con todo, es importante no perder de vista la actual coyuntura latinoamericana, ya que es en ella donde se insertarán la mayor parte de las actividades y reacciones que se sucedan en relación con los Bicentenarios. En los últimos años hemos visto la reaparición del populismo, de la mano de un discurso fuertemente nacionalista e incluso antiimperialista o anticolonial. Este hecho ha provocado una gran división entre los distintos gobiernos de la región, como bien prueba el elevado número de conflictos bilaterales, que ya no responden únicamente a la dinámica fronteriza, sino también a contradicciones económicas, políticas e incluso ideológicas. A esto hay que sumar la emergencia de algunos movimientos étnicos que basan su reivindicación de su identidad en la contraposición y el rechazo a lo español.[6]
Pese a la existencia de algunas declaraciones al respecto, los festejos de los Bicentenarios no son trascendentales ni para España (no lo son para la sociedad española ni para su gobierno), ni tampoco para los distintos países de América Latina, más allá de la instrumentalización que algunos presidentes quieran hacer de los mismos.[7] La prueba más evidente es la labor mínima que se está haciendo en torno a la celebración en la mayoría de los países. Dependiendo de la voluntad política, de los recursos disponibles y de las coyunturas nacionales, los Bicentenarios son (o serán) encarados sólo como una conmemoración histórica, como un ambicioso proyecto de futuro, que suponga afrontar importantes obras de infraestructuras (Chile) o como la palanca para desarrollar un amplísimo pacto nacional o un proyecto de país para los próximos años o décadas (Argentina). En ciertos casos se dará la combinación de algunas de estas opciones. Desde esta perspectiva, por el elevado riesgo de quedarse aislada, lo que España no puede hacer es hablar más alto que los países latinoamericanos a la hora de celebrar sus propias independencias o apostar en solitario por la “iberoamericanización” de la conmemoración. De ahí que el principal objetivo de este trabajo sea el de escrutar la existencia de riesgos potenciales para España vinculados a las celebraciones de los Bicentenarios, especialmente aquellos vinculados con la emergencia del populismo, del nacionalismo y del indigenismo.
En función de lo dicho, queda claro que no se puede tratar a toda la región como una unidad y más, como en el caso que nos ocupa, cuando los festejos del Bicentenario tendrán un componente estrictamente nacional. Cada festejo será el del Bicentenario de la Independencia del país X y no habrá nada parecido a una conmemoración del Bicentenario de las Independencias Hispanoamericanas. No habrá celebraciones conjuntas, regionales o subregionales, salvo aquellas que puedan plantearse a la sombra de Simón Bolívar.[8] Aún así, es evidente que los festejos en Colombia o en Ecuador no tendrán los mismos componentes que en México o Perú, por citar sólo algunos ejemplos. La evolución de sus procesos históricos fue muy dispar y el encono contra los españoles fue diferente en cada uno de los distintos procesos nacionales y esto ha quedado reflejado no sólo en las diversas historiografías nacionales, sino también en la conciencia colectiva de cada país.
También habrá que contar con el peso del elemento indígena en cada caso, con la audiencia que tenga el discurso de los llamados “pueblos originarios”, y la vinculación que se haga entre la independencia y los 500 años de explotación colonial y neocolonial. No hay que dejar de tener presentes ni las reclamaciones económicas por los “abusos y saqueos” cometidos durante la conquista, ni las reclamaciones de perdón por los años de colonización española en América. Así como en 1992 fue necesario el cambio en la denominación de los fastos y se pasó del “V Centenario del Descubrimiento de América” al políticamente más correcto “V Centenario del Encuentro de dos mundos”, habrá que ver qué pasará en esta ocasión con la independencia y si en algunos casos se incluye o no alguna referencia a España. En países como Chile, con las reivindicaciones mapuches en plena efervescencia, se corre el riesgo de que se vincule la lucha contra el Estado y la sociedad chilena con las reivindicaciones antiespañolas. El fenómeno puede tener un eco mayor a partir de la relación con ciertas empresas españolas, como Endesa, enfrentadas a los intereses de algunas comunidades indígenas. Algo similar podría pasar en Bolivia.
El énfasis de la participación de España en los festejos podría llevar nuevamente a hablar en exclusiva de Hispanoamérica, lo que excluiría a Brasil (una cuestión que claramente se debe evitar), que se ha constituido en una parte sustancial del sistema iberoamericano. Esta referencia a Hispanoamérica trae igualmente recuerdos de ciertos y determinados pasados, en general vinculados a la idea de Hispanidad (recuérdense los famosos Institutos de Cultura Hispánica), con un claro sesgo negativo desde la visión latinoamericana. Esto hace más necesario que nunca incluir a Brasil en todo lo relacionado con los Bicentenarios.
Al igual que durante las conmemoraciones del V Centenario del descubrimiento de América, esta efemérides puede servir como el principal argumento para reforzar las relaciones de España con América Latina, especialmente con los países hispanoparlantes, relanzando aquellos aspectos que puedan considerarse mejorables, o subsanando los desencuentros que hayan nublado las relaciones mutuas en el pasado inmediato. Con este fin, y también para prevenir que las conmemoraciones en los distintos países puedan generar discursos o acciones que dañen la posición regional de España, es conveniente tomar la iniciativa y buscar aquellas líneas de actuación que permitan enfocar los festejos de forma favorable a la imagen de España y a la buena marcha de las relaciones transatlánticas en su conjunto.
Las lecturas de los distintos procesos de independencia pueden ser muy controvertidas. De hecho, hoy son parte de una amplia discusión historiográfica, a veces revisión, vinculada al papel de los indígenas y de los españoles en los mismos. Esto obliga a extremar el discurso o las afirmaciones categóricas al respecto, con el fin de no herir determinadas sensibilidades. En la medida que se mantenga la actual coyuntura política, o que el régimen venezolano no cambie sustancialmente (algo bastante difícil de prever), la independencia puede convertirse en un importante campo de la batalla política e ideológica que actualmente se libra en América Latina. Es importante no perder de vista la discusión de Hugo Chávez, secundado por Evo Morales con el Papa Benedicto XVI en torno al papel de la Iglesia católica, y también de España, en la conquista de América.[9] En esta oportunidad se podría intentar convertir al bolivarianismo (con todas sus implicaciones actuales) en un elemento central del discurso sobre la emancipación. Esto ya se ha visto recientemente con los festejos del 12 de octubre en Caracas y emergerá, sin duda, en Bolivia y Ecuador, cuyos gobiernos, por diversos motivos, han hecho del discurso indigenista unos de sus ejes de actuación. La denuncia de los 500 años de coloniaje e imperialismo volverá a aparecer con nuevos bríos, unida a mensajes más radicales, muchos de ellos con una importante carga anti española, como se puede ver en algunas páginas web de bastantes grupos antisistema de América Latina, replicados con cierta intensidad en Europa y EEUU[10] y también en el mundo de ciertas ONG.
El punto anterior está muy ligado a la reaparición del nacionalismo en el horizonte latinoamericano y en este sentido los chivos expiatorios bien pueden ser España y lo español, especialmente en lo referente a las inversiones españolas (recuérdese el tópico sobre los “nuevos conquistadores” que emergió en Argentina durante la crisis económica anterior a 2001 y luego se expandió por todo el continente). Más recientemente, la aprobación por el Parlamento Europeo de una directiva sobre los inmigrantes ilegales puede envenenar todavía más la discusión, como de hecho ya lo está haciendo.
Ante todo esto cabe preguntarse: ¿Cuál será la actitud con España de Venezuela y sus aliados más estrechos en las Cumbres iberoamericanas, como Bolivia, Nicaragua, Ecuador o incluso Argentina? ¿Qué pasará si España decide tomar partido en algún tema que no sea del agrado del comandante Chávez, como la política europea de migraciones? ¿Se irá del sistema iberoamericano como amenazó hacerlo con la OEA después de algunas denuncias vinculadas a la libertad de expresión?[11] ¿En qué situación quedarán las empresas españolas? Y, sobre todo, ¿cómo se verá afectada la imagen de España y sus empresas en esta coyuntura? Este trabajo no apuesta ni por el alarmismo ni por el catastrofismo, sino por presentar elementos de ciertos discursos que se pueden encontrar en la región y que vale la pena conocerlos y situarlos en su contexto. Está claro que no todos ellos tienen la misma importancia ni la misma trascendencia, ni política, ni social ni mediática. Los hay de todo tipo. Entre ellos tenemos manifestaciones de presidentes y ministros, de parlamentarios y políticos, de académicos y periodistas de muy distinta significación, y también de grupos marginales de escasa representación popular. Sin embargo, en todos ellos es posible encontrar hilos conductores comunes. Lo cierto es que en bastantes casos, en el actual contexto latinoamericano, muchos de estos discursos terminan retroalimentándose y generan un corpus compacto.
Populismo y nacionalismo
Una de las notas características de buena parte de los actuales gobiernos populistas, especialmente aquellos que han apostado por la deriva “bolivariana”, es la opción por la reforma constitucional. Desde esta perspectiva es llamativo el proyecto de constitución ecuatoriana, en estos momentos en discusión, que en el apartado relativo a las relaciones internacionales incluye una amplia declaración de principios que condena toda forma de imperialismo, colonialismo y neocolonialismo y reconoce el derecho de los pueblos a la resistencia y liberación de toda forma de opresión. Pese a ello, no hace ninguna alusión explícita al terrorismo, aunque en España hubo ecuatorianos víctimas tanto del terrorismo etarra como del islamista. Es tal el deseo del gobierno de Rafael Correa de no involucrar a las FARC en su condena, que de otro modo la presentación del articulado sería incomprensible.
El discurso antiimperialista y anticolonialista tiene un referente permanente en Hugo Chávez, que de forma constante incorpora estos ingredientes en sus distintos mensajes. Buena parte de los seguidores mediáticos de Chávez gustan hablar del “nuevo colonialismo español”. De ahí, que uno de los blancos favoritos del presidente venezolano sea Cristóbal Colón, que hasta la fecha le ha dado mucho juego, ya que también le permite vincularlo con su crítica al rey Juan Carlos y a la monarquía española. Los ataques contra Colón,[12] el colonialismo español, el genocidio físico y cultural y los 500 años de explotación serán una constante del discurso radical en los próximos años y para darle más realce la comparación con el holocausto y el nazismo son frecuentes. De este modo se puede cerrar el círculo, ya que los ataques a Colón no son sólo patrimonio actual, sino también los principales héroes de la independencia “derribaron las primeras estatuas de nuestros enemigos”.[13]
En 2002 se abolió en Venezuela el “Día de la Raza”, una fecha celebrada en buena parte de los países hispanoparlantes. En su lugar se instauró el “Día de la resistencia indígena”, en que se rinde homenaje a la “autoafirmación americanista”.[14] Un año después, durante la apertura del primer encuentro internacional de resistencia y solidaridad de los pueblos indígenas y campesinos que se celebraba en Caracas, en las vísperas del 12 de octubre, Chávez señaló que los conquistadores españoles habían sido “genocidas” e “invasores” y que “Cristóbal Colón fue la punta de lanza de la invasión y del genocidio de todos los pueblos”. También?acusó a los “historiadores occidentales” de ocultar la matanza de millones de indígenas de las Américas y de alabar a los conquistadores que “fueron peores que Hitler”.[15] Ante tamaño hecho de barbarie, Chávez terminaba preguntándose: “¿A qué Corte Internacional habría que llevar a aquellos asesinos de niños, de niñas, que descuartizaban y freían las cabezas de los indios?”.
El 12 de octubre de 2004 Caracas contempló como se destrozaba el monumento a Colón, horas después de que el primer mandatario hubiera rendido homenaje al cacique Guaicaipuro, levantado contra los españoles en el siglo XVI. También se cambió el nombre del Paseo Colón, donde estaba situada la estatua, por el de Guaicaipuro. El 25 de julio de 2005 debía celebrarse el 438º aniversario de la fundación de Santiago de León de Caracas, en homenaje al apóstol, pero algunos días antes, el alcalde Juan Barreto decretó que ese día no se celebraría más en el futuro, ya que el 25 de julio se conmemora la victoria española sobre el cacique Guaicaipuro y no la fundación de la capital. Barreto dijo que “Es absurdo que celebremos la fecha en la que los invasores españoles derrotaron a los aborígenes que valientemente defendían sus territorios y culturas” y planteó la posibilidad de cambiar el nombre de la capital.[16] Finalmente, el artículo 18 del proyecto de Constitución venezolana, derrotado en el referéndum de diciembre de 2007, propugnaba el cambio de nombre de Caracas, que sería llamada la “Cuna de Bolívar y Reina del Guaraira Repano”, y de la Sierra Grande que domina la urbe y que tradicionalmente ha sido llamada El Ávila.
Como no podía ser de otra forma, el proyecto de Hugo Chávez pasa por la reivindicación de la figura de Simón Bolívar. Su actuación durante el período emancipador y el enfrentamiento contra España, la potencia colonial, el imperio, son referencias constantes con importantes alusiones al presente. Desde esta perspectiva hay quien recupera la batalla de Ayacucho como todo un símbolo de la gesta bolivariana, a tal punto que allí se enfrentaron dos proyectos antagónicos: “Uno, el de la continuidad del antiguo régimen, el proyecto del colonialismo; el otro, el proyecto bolivariano de la Patria Grande”.[17] Si bien se trata de una construcción totalmente idealista y revisionista, sin ningún asidero con la realidad, ésta ha tenido un gran éxito en parte de la opinión pública latinoamericana.
Cuestiones similares se pusieron de manifiesto por parte de Hugo Chávez y sus numerosos portavoces mediáticos tras la Cumbre Iberoamericana de Santiago y el famoso “¿por qué no te callas?” pronunciado por el rey Juan Carlos. La respuesta de Chávez enseguida sacó a relucir los 500 años de explotación colonial. A su regreso a Caracas señaló: “Señor Juan Carlos, si yo me callara gritarían las piedras de los pueblos de América Latina, que están dispuestos a ser libres de todo colonialismo después de 500 años”; y agregó: “Cuando el rey explota ante las expresiones de un indio, le están saliendo siglos de prepotencia imperial, de atropello, de afán de superioridad… Por mi boca no hablo yo, sino millones de hijos de Bolívar, de Guaicaipuro y de José Leonardo Chirinos (jefes indígena y negro), todos esos que aquí los españoles emboscaron y asesinaron”. Para echar más leña al fuego, insinuó que el Rey conocía detalles del golpe de Estado de abril de 2002 en su contra.[18] Aquí encontramos, como se verá más adelante, algunas discrepancias y contradicciones entre el discurso de Chávez y otros líderes populistas y el de Evo Morales. Mientras Chávez trata de incorporar la figura y la identidad de los indígenas a su postura mestiza, en Bolivia no ocurre lo mismo. En este último caso la identidad de las comunidades indígenas debe ser preservada de los ataques de la civilización occidental e incluso de los peligros de contaminación con los sectores mestizos o cholos.
En sintonía total con Hugo Chávez, Fidel Castro salió rápidamente en defensa de su aliado y escribió en Juventud Rebelde: “El sábado 10 de noviembre de 2007 pasará a la historia de nuestra América como el día de la verdad. El Waterloo ideológico ocurrió cuando el Rey de España le preguntó a Chávez de forma abrupta: ‘¿Por qué no te callas?’. En ese instante todos los corazones de América Latina vibraron. El pueblo venezolano… se estremeció al vivir de nuevo los días gloriosos de Bolívar”.[19] Por si todo esto fuera poco, incluso el presidente de Brasil, Lula da Silva, que mantiene una complicada relación con el presidente de Venezuela a costa del liderazgo regional, creyó necesario salir en defensa de Chávez. Por eso afirmó que en Venezuela “no falta democracia”, que “quien dijo ‘por qué no te callas’fue el rey, no fue uno de nosotros” y que “Somos un grupo de países democráticos que hicieron una reunión democrática donde todos tienen derecho a hablar, con tema libre, aquello que le interesa”.[20] Vemos en este caso la diferencia entre el rey de España, el otro, el ajeno, y Hugo Chávez, “uno de nosotros”, uno de los nuestros. Por eso, lo que se entiende comúnmente como solidaridad latinoamericana ha funcionado por encima de cualquier tipo de diferencias, simpatías o antipatías. A la vista de esto no deben esperarse en el futuro, en el caso de algún encontronazo grave con España, decididas muestras de apoyo, ni siquiera por parte de los países más amigos o menos beligerantes, que, por lo general, optarán para mirar para otro lado o esconder la cabeza hasta que pase el chaparrón. Una cosa es una discusión entre presidentes o países latinoamericanos, que puede no encontrar límites, y otra cosa muy distinta el enfrentamiento con alguien de fuera de la región, por más que se trate de España.
Los incidentes de la Cumbre de Santiago fueron tratados en profundidad por los numerosos grupos antiglobalización y antisistema latinoamericanos, que prácticamente de forma unánime criticaron la postura española. Carlos Aznárez, desde las páginas de Resumen Latinoamericano,[21] habló de la “altanería prepotente del Rey español al pretender hacer callar al Comandante Hugo Chávez”.[22] La ocasión sirvió para que se renovaran los ataques de todo tipo contra España. Parte de la filosofía de Aznárez se resume en la fórmula: “Si el imperialismo yanqui es nuestro enemigo principal, hoy Venezuela Bolivariana es nuestra hermana más querida y respetada”.[23] Esta línea de ataque ha recibido munición adicional tras la aprobación por el Parlamento Europeo de la directiva sobre inmigrantes ilegales, que no sólo será utilizada como arma arrojadiza contra la UE en general, sino contra España en particular. Al respecto valga la pena recordar, entre otras, las declaraciones de Evo Morales, Fidel Castro, Rafael Correa o Lula da Silva.
Evo Morales señaló que “Si esta directiva fuese aprobada, quedaríamos en la imposibilidad ética de profundizar las relaciones con la Unión Europea y nos reservamos el derecho de imponer a los ciudadanos europeos las mismas obligaciones de visa que se nos impuso el 1 de abril de 2007, según el principio de reciprocidad”.[24] Fidel Castro habló de la hipocresía europea, especialmente en relación a la modificación de la política común de la UE hacia Cuba, pero también por “la brutal medida europea de expulsar a los inmigrantes” ilegales latinoamericanos, provenientes de países que, en algunos casos, tienen en su mayoría población de origen europeo y recordó que “los emigrantes son además fruto de la explotación colonial, semicolonial y capitalista”.[25] Rafael Correa amenazó con explorar “la posibilidad de cortar” el diálogo entre la Comunidad Andina de Naciones (CAN) y la UE, al considerar a “la “directiva de la verg?enza” un producto que “demuestra [la] incivilización de naciones que se creen los más civilizadas del mundo”. Por eso, no tiene sentido negociar un Acuerdo de Asociación que implica diálogo político, cooperación y comercio, cuando la UE “criminaliza” a los emigrantes. “Países civilizados no podemos hablar con otros que han ejercido esa clase de conductas… ¿Qué tenemos que hablar con una unión de países que criminaliza a los emigrantes?”. Para Correa, el bienestar actual de Europa “depende de todo el saqueo que hicieron en nuestros territorios” en la época colonial. Respecto a España, tras la visita de la secretaria de Estado de Iberoamérica, Trinidad Jiménez, señaló que se mantendrían los acuerdos de cooperación.[26] Hugo Chávez no sólo amenazó con no suministrar combustible a los países europeos que apliquen la directiva, sino también con aplicar una medida similar a las inversiones europeas. “Al menos en Venezuela. Aquí no nos hacen falta… Vamos a revisar las inversiones que tienen aquí para aplicar nosotros también una directiva del retorno. ?Retornen sus inversiones para allá!”.[27] Lula fue más matizado y tras condenar la medida como xenófoba, señaló que se trata de una iniciativa impulsada por unas naciones con miedo de perder su statu quo ante el avance de los países emergentes.[28]
Si bien no llama la atención el embate y la crítica contra la directiva europea, si resultan llamativas las apelaciones a la ética, a la coherencia o las acusaciones de hipocresía. En realidad resulta bastante absurdo pedir que las políticas migratorias no sean contradictorias, cuando cualquier política migratoria que se apruebe, en cualquier país del mundo, termina siendo, por la propia naturaleza de la norma, hipócrita, discriminatoria y no inclusiva. Toda pretensión de legislar lo que no se puede legislar, lo que es imposible de legislar, como es la movilidad de los seres humanos, lleva forzosamente a cometer injusticias y contradicciones de todo tipo. Recuérdese aquello de la inutilidad de poner puertas al campo. Habría que preguntarse por las restricciones migratorias existentes en México o en otros países de América Latina que reciben flujos migratorios de sus vecinos. También se podría recordar, por aquello que señaló Evo Morales, que los europeos siempre fueron bienvenidos en América Latina y que siempre llegaron “sin visas y sin condiciones impuestas por las autoridades”, algunos pocos contraejemplos. En Uruguay, la ley 2.096 de 1890, exceptuaba del régimen de libre entrada al país a: “La inmigración asiática y africana y la de los individuos generalmente conocidos con el nombre de húngaros o bohemios” (es decir, a los gitanos).[29] La ley 4.144 de Argentina, también llamada “de residencia”, aprobada en 1902, permitía la expulsión de extranjeros sin juicio previo. Fue aplicada contra “terroristas” anarquistas y otros militantes obreros, así como a delincuentes comunes, especialmente tratantes de blancas. Igualmente, después de la crisis de 1929, Argentina, Brasil, Uruguay y otros países receptores de lo que se conoció como las migraciones europeas masivas, que por cierto no llegaron a Bolivia, aplicaron políticas sumamente restrictivas a la inmigración, que afectaron, por ejemplo, a los refugiados republicanos españoles o a los judíos que huían del nazismo alemán.
El tema de los 500 años de explotación es utilizado de forma reiterada por el presidente de Bolivia, Evo Morales. En mayo de 2006, durante la Cumbre América Latina, Caribe, UE, celebrada en Viena, dijo que venía a debatir con los mandatarios europeos cómo ?reparar los daños… de la historia negra” del colonialismo y expresó su deseo de discutir con España la forma de reparar a Bolivia por el saqueo de recursos naturales y el exterminio de indígenas, ya que, según su opinión, las políticas de exterminio de los pueblos indígenas durante la Colonia fueron políticas equivocadas. Aprovechó la ocasión para contar una anécdota de su primer viaje a España en 2001, cuando un policía del aeropuerto le pidió 500 dólares para ingresar. “Como no tenía 500 dólares querían deportarme a mi país, y yo les dije ‘si por 500 años han saqueado nuestros recursos porqué me van a pedir 500 dólares’”.[30] No sería de extrañar que a medida que nos acerquemos a 2010, fecha de buena parte de las conmemoraciones, las demandas de reparaciones se incrementen, centradas precisamente en este tipo de argumentos y en otros de contenido similar.
El vicepresidente Álvaro García Linera también gusta utilizar el mismo argumento. En un discurso con motivo de la instalación de la Asamblea Constituyente, en Sucre, señaló que “lo venturoso de esta revolución es que la estamos haciendo pacífica y democráticamente, lo virtuoso del momento histórico es que los excluidos de 514 años, los marginados de 514 años, los escondidos en el sótano durante 514 años, hoy, reclaman su derecho a la igualdad, a la ciudadanía y al bienestar, no con balas, con votos, con palabras y con liderazgo”.[31]
Cristina Fernández de Kirchner, en una dura discusión con Dur?o Barroso durante la Cumbre ALCUE, en Lima, entre la UE y Mercosur, aludió al despojo de los recursos en América con posterioridad a la conquista: “La pobreza no vino a América Latina como el viento y la lluvia, sino por la desapropiación de recursos desde que fue descubierta, más allá de los errores de las dirigencias locales”.[32] Durante la celebración de la fiesta nacional, el 25 de mayo de 2008, fue aún más allá y centró una parte de su discurso en la denuncia del “coloniaje territorial y político del pasado” y en “la colonización de las ideas [y] del pensamiento” del presente.[33]
El discurso populista ha comenzado a arremeter contra las Cumbres Iberoamericanas y los objetivos del espacio iberoamericano, así como de la Organización de Estados Americanos (OEA), donde no sólo participan EEUU y Canadá, sino que también España está presente como observador. A la vista de la evolución de ciertos acontecimientos en América Latina no sería totalmente descartable la salida de Venezuela y sus aliados de la OEA, aunque de momento no se trate más que de una amenaza con pocos visos de materializarse. En esta línea, Ecuador planteó tras el ataque colombiano contra el campamento de Raúl Reyes, la posibilidad de crear una OEA latinoamericana. Si esto finalmente se consumara, la salida posterior del sistema iberoamericano ya no sería un paso tan grave ni tan complicado y controvertido. También comienza a criticarse cada vez más abiertamente la injerencia europea, y española por supuesto, en los asuntos internos de los países latinoamericanos, siguiendo, de algún modo, la estela imperialista de EEUU.
En la Cumbre de Santiago, Daniel Ortega, durante la discusión que terminó con el “¿por qué no te callas?”, señaló: “¿Vamos a negar que hay injerencismo europeo en nuestros países? ?Claro que lo hay! Yo te doy, te pongo las reglas, te pongo las condiciones. Pero bueno, aquí no se trata lógicamente de abrir más lo que son esas distancias, esas contradicciones que existen, aquí se trata de buscar puntos de coincidencias, que nos permitan desarrollar lo que llamamos la cohesión social”. En esta línea hay que insertar la denuncia de Ortega contra el embajador de España en Nicaragua, Jaime Lacadena: “No solamente los yanquis nos han hecho la guerra, sino algunos Embajadores españoles, y eso se lo comunicamos a ustedes en su momento. Embajadores españoles, antes de las elecciones, junto con los yanquis, reuniendo, en la Embajada de España, a las fuerzas de derecha en Nicaragua para unirlas y que no triunfara el Frente Sandinista… Yo no creo que esa sea una política del Gobierno español, ?no lo creo! Pero la realidad es que lo ha hecho el Embajador de España en Nicaragua, y es conocido allá públicamente; y te puedo dar los nombres de quiénes han estado en esas reuniones, se los dimos en su momento a ustedes”.[34]
“El hecho de que estén, España y Portugal, por razones históricas, como miembros de esta Cumbre Iberoamericana, yo creo que nos abre la puerta para un diálogo Norte–Sur, y lo que estamos aquí debatiendo, es realmente un diálogo Norte–Sur. Vos representás los intereses del Norte, lo querrás o no lo querrás, no te podés escabullir a esa realidad, José Luis [Rodríguez Zapatero]… ¿Sos o no sos de la OTAN? ¿Qué cosa es la OTAN? ¿La OTAN está para repartir dulces, para construir escuelas, para llevar salud, educación? ¿Para qué está la OTAN? Y son miles de millones que se gastan en la OTAN, billones de billones ¿para qué? ¿Cómo logramos –y creo que es lo importante aquí– cómo logramos que a través de España?… Por eso decía, organicemos, salgamos de la OEA…Tenemos objetivos comunes ¿cómo hacemos para alcanzar esos objetivos comunes, tomando en cuenta nuestras profundas contradicciones? Hablás de la empresa privada, José Luis, bueno, yo entiendo, el Partido Socialista Obrero Español que yo conocí, no tenía esa posición; luego, fue evolucionando, y lo entiendo, dentro de la lógica del desarrollo del Norte”.[35]
El ataque contra las empresas españolas
Un capítulo especial en este trabajo merecen los ataques a las empresas españolas, al concentrar ellas, por su presencia en los diferentes países, la atención de las opiniones públicas en referencia con la actividad y la actitud de España en América Latina. Resulta frecuente que ciertos discursos radicales asocien la actividad y la presencia de las empresas españolas con la altanería, la soberbia, la explotación y el hambre. Desde esta perspectiva no deja de llamar la atención el que a las empresas españolas se les reprochen cosas que no se les recrimina a empresas extranjeras de otros orígenes.
Por supuesto que el primer comentario sobre ellas tiene que ver con la idea del “nuevo colonialismo” y con la imagen de los “nuevos conquistadores”,[36] acuñada años atrás. Esta idea intenta transmitir la imagen de que después de las décadas centrales del siglo XX, dominadas por el imperialismo norteamericano y las empresas transnacionales del mismo origen, el relevo en la explotación de los pueblos y la riqueza de América Latina fue tomado por las multinacionales españolas, convertidas en las nuevas “sanguijuelas” que chupan la sangre de las sociedades latinoamericanas. Es más, las empresas españolas no sólo se ceban en la riqueza de las distintas naciones, sino también siguen esquilmando a los pueblos indígenas, convertidos en uno de los elementos movilizadores de parte de la izquierda latinoamericana.
“Empresas como REPSOL, BBV, BSCH, Telefónica, Hidroeléctricas, son empresas de servicio, que solo sirven para engordar su ganado y a cambio los indios reciben migajas de pan como recompensa… Nosotros llamamos a las cosas por su nombre, SANGRE, ORO, PLATA, PETROLEO, GENOCIDIO y así entendemos porque debemos desterrar para siempre el maldito colonialismo español”.[37] Ante este tipo de comentarios no extraña que un artículo “alternativo” de junio de 2007 lleve el siguiente título: “Los pueblos indios debemos frenar el maldito colonialismo español. Repsol, Bancos, AECI, PSOE, PP, Telefónica, PRISA, YPF, Hidroeléctricas, ONG, Hoteles, Cipayos, etc.”.[38]
En total consonancia con los anteriores puntos de vista observamos una serie de descripciones que son moneda corriente en numerosas páginas web y que tienen contenidos como los siguientes: “El capital transnacional de origen español, persiste en la idea franquista o laureanista decididamente Neocolonial, de volver a ‘españolizar’a Colombia. Principalmente un grupo de tres multinacionales, dos mega bancos y su poderosa multimedia. Repsol, YPF, Telefónica, Endesa, Bco Santander, BBV (entre otras como Cepsa, Sanitas, Prosegur, Mapfre, Aguas de Barcelona, grupo Fenosa, etc.), coordinados por los pulpos mediáticos Planeta y Prisa, quienes al No haber llenado el barril sin fondo de su codicia con sudor y sangre, ahora necesitan apoderarse del alma sufrida de los colombianos a través de la política. No están satisfechos con ser en el 2004 el segundo inversor en Colombia 14% del total de las inversiones, después de Estados Unidos… Apetecen el primer lugar en la tabla de inversionistas, desplazando a las lavanderías de los paraísos fiscales” y a otros inversores como Holanda, Canadá y el Reino Unido.[39]
El accionar depredador de las empresas españolas es fomentado desde el propio gobierno español. “El plan estratégico diseñado por el gobierno español y utilizando a la AECI Agencia Española de Cooperación Internacional, es una estrategia que encubre mas aumentos de empresas españolas, como arma silenciosa para apoderarse de nuestras riquezas del suelo y el subsuelo”. Se trata de una estrategia que “está contaminada y que…sólo busca [la] asimilación [de los indígenas]”. Esta práctica también requiere del auxilio de las ONG, como Almaciga, que “no es la única que realiza trabajos de colchón del gobierno y sirve como informante de nuestros pueblos para que luego su gobierno aplique su política de tierra quemada”.[40]
En una interpretación bastante tópica, Luis Miguel Busto Mauleón señala que el desembarco de las empresas españolas en América Latina fue consecuencia del protagonismo del gobierno español, primero de Felipe González y luego de José María Aznar, que crearon el marco legal adecuado para impulsar la inversión en el exterior, liberalizando la legislación, apoyando las inversiones con fondos públicos, creando seguros y firmando acuerdos bilaterales y multilaterales. “A finales del siglo pasado, como el asesino que vuelve al lugar del crimen, las empresas españolas fijaron su vista en las nuevas posibilidades del Nuevo Mundo y como aves de rapiña se lanzaron a repartirse los despojos. La clase política sudamericana los recibió como los salvadores de la codicia de sus vecinos del Norte porque se trataba de empresas procedentes de la Madre patria. Pero para el capitalismo no hay familia que valga. Ni patria que se le ponga por delante… Las multinacionales españolas, a remolque de los cambios estructurales apoyados por el Banco Mundial y el FMI, acapararon en esos años parte del patrimonio y los servicios públicos latinoamericanos, rematados a precios de saldo”.
Una vez en América Latina, insiste nuestro autor, las multinacionales españolas, en tanto “vampiros ávidos de sangre” se dedicaron a “hincar el diente” y a “conseguir beneficios jamás vistos”, especialmente en los servicios, “donde las necesidades básicas de millones de personas quedaron atrapadas en los monopolios españoles”. Por eso invirtieron más 40.000 millones de dólares en comprar “bancos, telecomunicaciones, energía y otros sectores estratégicos”, “pero lo que debería ser un factor creador de empleo y riqueza… no ha sido más que una nueva invasión colonial al perseguir sólo el máximo beneficio en el menor tiempo posible… Su único objetivo ha sido el abaratar costes mermando en lo posible los sueldos, las aportaciones fiscales y las cotizaciones sociales”.[41] En el proceso de satanización de las empresas españolas se identifican algunas compañías más destacadas, especialmente por el volumen de su inversión y por su presencia en un número elevado de países. Este es el caso de Telefónica, en el “sector de telecomunicaciones”, Repsol en el “sector de hidrocarburos”, Endesa en el “sector eléctrico” y BBVA, junto con el Santander, en el “sector financiero”.[42] En todos los casos se mezclan mentiras con medias verdades y se las acusa de no pagar impuestos, de no contribuir a la creación de puestos de trabajo, de degradar las condiciones de empleo, de copar los puestos directivos con técnicos y gerentes transplantados de España, con escaso o nulo conocimiento de la realidad que los rodea, de aumentar la corrupción, de degradar el medio ambiente e inclusive de minimizar su impacto en la mejora de los servicios públicos, en el caso de aquellas compañías del sector.
En lo que respecta a Telefónica, si bien su desembarco en la región ha servido para extender el servicio, que “ha mejorado en algunos aspectos”, su presencia en los diferentes países “ha generado muchas irregularidades”. Para comenzar, se esperaba “una mayor recaudación tributaria”, pero “diferentes acuerdos… con los gobiernos de turno” le permitieron “pagar menos impuestos”. “Al contemplar las concesiones períodos de monopolio” se “ha impedido la competencia… de otras empresas”. Tampoco se ha generadora empleo, al funcionar con empresas contratistas españolas y copar los puestos de dirección con españoles. Para colmo, “las condiciones laborales han ido empeorando”, y ha aumentado la subcontratación y contratación temporal. Ni siquiera su presencia en la región “ha supuesto un ahorro para los consumidores”, al ser “el coste del servicio de telefonía exageradamente alto”. Como “ha sido una fiel colaboradora con los gobiernos de turno y, ante esta relación tan estrecha con el poder económico y político, el consumidor latinoamericano ha quedado desprotegido”.
Pese a que Repsol defiende que “está desarrollando una estrategia corporativa cuyos principales pilares son la protección del medio ambiente, el establecimiento de una política de recursos humanos que potencia la mejora continua de las relaciones laborales y la integración de las medidas y actuaciones concretas que colaboran al desarrollo de la sociedad”, la realidad que presentan los críticos es muy distinta. “Resulta extraño que un país como España aparezca en Sudamérica con una empresa petrolera cuando ni tiene petróleo ni tiene grandes relaciones con los países productores”. La estrategia de Repsol es comprar “empresas públicas latinoamericanas del sector hidrocarburos a precios irrisorios gracias a los acuerdos político–económicos bilaterales”. Esto ocurrió en Argentina y Perú. En el primer caso, YPF fue “comprada a cambio de bonos para paliar la deuda externa bajo el pretexto de la falta de capacidad financiera”. En Perú, adquirió en 1996 el 75% de las acciones de la refinería de La Pampilla por 180 millones de dólares cuando en 1994 había generado unos ingresos de 657 millones. “Los impactos medioambientales de sus actuaciones y sobre las comunidades indígenas distan mucho de sus objetivos. Las continuas denuncias apenas saltan a la luz pero se van conociendo. Como la destrucción del parque natural Yasuní en la amazonía ecuatoriana de 680.000 hectáreas de las cuales un tercio pertenecen al pueblo huaoraní; o el humedal Llancanelo, reserva natural en Argentina donde la petrolera quiere perforar ocho nuevos pozos; o la invasión de 18 territorios indígenas y cuatro parques naturales en Bolivia; o el más conocido que ha llevado a la multinacional a un pleito con el pueblo mapuche”. De esta manera se demuestra clara y palmariamente que “los recursos naturales de la zona sirven, en gran parte, para el consumo europeo”.[43]
Repsol YPF, Petrobrás y otras compañías petroleras “deben responder ante un tribunal permanente de los Pueblos y ser juzgados por el Tribunal penal Internacional, por sus acciones ecocidas”.[44] Entre otras, las cometidas en Bolivia, donde “Amparada en las leyes expoliadoras del gonismo, dice el informe del Pueblo Guaraní, el accionar de REPSOL YPF en Bolivia se desarrolla con estándares por debajo de los establecidos en el ámbito internacional y “se puede afirmar que REPSOL YPF hace en Bolivia lo que no está permitido hacer en ningún país europeo”. Por eso, “no puede ser posible que en pleno siglo XXI, REPSOL YPF siga actuando como en la época colonial, pretendiendo imponer su lógica cultural a poblaciones indígenas”.[45] En Colombia se asocia a Repsol con la Oxy (Occidental Petroleum) y se la vincula con las peores prácticas del paramilitarismo.[46] Su experiencia en otros países, como Argentina, Ecuador y Bolivia, “está ligada a violaciones de los derechos de los pueblos indígenas, al fomento de la corrupción, así como al deterioro irreversible de los entornos sociales, culturales y ambientales, donde opera… Repsol está encausada en Bolivia por contrabando y falsificación de documentos y en Argentina por delito medioambiental en territorio mapuche”.[47]
La presencia de Endesa en América Latina, al igual que otras compañías de servicios públicos, permitió incrementar la potencia instalada y el índice de electrificación, aunque “también ha tenido… sus peros”. En Chile, Endesa comenzó pactando “un acuerdo financiero con un grupo… que representa los más turbios intereses de la burocracia estatal bajo la dictadura militar de Pinochet”. Al mismo tiempo, “el Estado chileno… interviene siempre a favor de los empresarios y en contra de los pueblos originarios. Los gaseoductos tendidos en el norte de Chile, que se llevan los recursos mineros sin pagar impuestos, se han construido destrozando cementerios indígenas, petroglifos milenarios y sitios sagrados de las distintas culturas precolombinas”. En Perú, su presencia también ha generado gran polémica “ya que la concentración del mercado entró en conflicto con las leyes aunque el Estado facilitó su privatización otorgando impunidad a la multinacional aunque vulnerando el principio de igualdad ante la ley. La primera actuación fue el despido de trabajadores, primeros los afiliados al sindicato más importante, y la firma de contratos individuales para evitar la negociación colectiva. Finalmente la mayoría de actividades se subcontrataron evitando responsabilidades derivadas del riesgo eléctrico en el trabajo”.
El BBVA y el Santander se centraron en el sistema financiero y en las pensiones privadas, pero “sus mayores irregularidades correspondieron al ámbito laboral ya que estos bancos participaban del capital social de otras multinacionales españolas”. Pese a que su presencia “supuso una mejora en el trato al cliente y la agilización de sus servicios los perjuicios ocasionados presentan un balance totalmente negativo”, al desembarcar “mediante la adquisición de bancos nacionales, muchos de ellos públicos, y en el proceso de reestructuración los trabajadores fueron quienes primero pagaron los costes. En Perú, por ejemplo, el 25% de la plantilla fue despedida, se aumentó la jornada de trabajo sin compensación y el sindicalismo se fue debilitando”. Con todo, “el ejemplo más sangrante es el del BBVA en Argentina: las adquisiciones de los bancos locales mediante fusiones y OPAS, su irrupción en las telecomunicaciones, en los fondos de pensiones, en los servicios públicos, metidos en la industria del armamento, especulando con la construcción inmobiliaria, manteniendo en secreto la deuda externa privada de los países mas pobres… para terminar negando sus escuálidos ahorros a los pequeños ahorradores argentinos atrapados en el ‘corralito’”.[48]
En la Cumbre de Santiago, el duro discurso de Chávez, ya mencionado, fue acompañado por otro, tanto o más brutal que el anterior, de Daniel Ortega, quien aprovechó la ocasión para arremeter contra Unión Fenosa y contra las empresas españolas en general. En la interpretación de Carlos Aznarez “si faltaba algo para que los oídos del nuevo colonialismo español se irritaran aún más, llegó el nicarag?ense Daniel Ortega, quien hablando en nombre de su pueblo (y de todos los pueblos que luchan contra el colonialismo y el imperialismo) contó la nefasta historia de la empresa española Unión Fenosa en su accionar en Nicaragua. Los trató de mafiosos, de imperialistas y de provocadores que creen, dijo Ortega, que el pueblo de Nicaragua son sus súbditos. Valía la pena ver la cara de Moratinos, Zapatero y el propio Borbón cuando Ortega les cantaba estas verdades. Y por supuesto, el Borbón optó por retirarse en medio de urgentes consultas de la delegación española. Zapatero y Moratinos se quedaron pero gruñendo por lo bajo… Quien quiera oír que oiga: los pueblos de Latinoamérica ya no pueden ser avasallados ni por yanquis ni borbones. Con esa altanería que los caracteriza, estos defensores de las trasnacionales que han hambreado a nuestra gente (qué otra cosa es Repsol, Telefónica, Union Fenosa, Endesa y otras similares) intentaron hacer callar pero no lo lograron a los jefes revolucionarios que hoy les plantan cara en nombre de sus pueblos. Por eso tuvieron que optar (como en el caso del Borbón) por retirarse. En buena hora, NO LOS QUEREMOS Y DEBEN SABERLO. Se acabó la época de los virreinatos (aunque algunos arrodillados todavía quedan) y es la hora de los pueblos. De allí la dignidad de Chávez, de Evo, de Ortega, de Correa, de Lage, advirtiéndoles a los poderosos y a los colonizadores que Latinoamérica no quiere saber más nada de sus propuestas neoliberales e imperialistas”.[49]
Las críticas no se dirigen únicamente a la avidez ganancial de las empresas españolas, también se las señala con el dedo por “colaborar con gobiernos y políticas dictatoriales haciendo cuestionarse el respeto de estas empresas a los derechos humanos más fundamentales”. La reconstrucción de las hechos que se hace falsea totalmente la realidad, sin dar ejemplos de ningún tipo, y registra una vasta panoplia de acciones negativas de las empresas españolas: “En la consecución de su único objetivo [enriquecerse], no han excluido ningún medio y con frecuencia han recurrido a la promoción de guerras y conflictos interétnicos, a la violación de los derechos laborales, a la degradación del medio ambiente, a la corrupción de funcionarios para apoderarse de servicios públicos mediante privatizaciones fraudulentas, a la monopolización de los medios de comunicación, a la corrupción de elites políticas, intelectuales y de la sociedad civil y a la financiación de golpes de Estado, de dictaduras y a otras actividades criminales”.[50]
El pensamiento indigenista y el mensaje de los pueblos originarios
El discurso indigenista viene acompañado de una profunda revalorización, idealización y exaltación de los denominados valores tradicionales, a lo que se agrega la valoración que hacen ciertos grupos de la izquierda populista latinoamericana del movimiento indígena como vanguardia de la revolución en algunos países de América Latina. Pero no sólo eso. Para que esta reconstrucción tenga lugar es necesaria la demonización de España y de lo español. Sin embargo, el discurso indigenista está presente no sólo en aquellos países donde están implantados gobiernos populistas, sino también en otros con un alto porcentaje de población nativa, como pueden ser México o Guatemala.
De este modo se llega a decir que lo que hoy es el continente americano, antes de la llegada de los españoles y europeos, de los occidentales en definitiva, era una especie de Arcadia, un mundo feliz, prácticamente desprovista de problemas. Jorge Mier Hoffman, en su “Juicio a Colón”, señala que antes de 12 de octubre de 1492 “América era un emporio de civilizaciones fabulosas y de gente feliz”.[51] También se insiste, y con el objetivo puesto en un más fácil acceso a los recursos naturales en que: “Nosotros los pueblos indios de Abya Ayala somos dueños milenarios de la tierra con títulos de la propiedad o sin ellos. PORQUE SOMOS LA MISMA TIERRA”.[52] El representante de la comunidad aymara de Potosí, Pablo Gonzáles Medrano, señaló en la misma línea que: “Los pueblos originarios somos hijos de la Tierra, no dueños de ella. Para nosotros es sagrada, no queremos explotarla sino convivir con ella para trabajarla cuidando la naturaleza con un desarrollo equilibrado para el bienestar común de la humanidad”.[53]
Muchos líderes indígenas de la región andina insisten en el equilibrio con la naturaleza, como si fuera esa la única solución posible (y mágica) para salir de la situación de atraso y pobreza en la que están inmersos sus pueblos. El dirigente indígena peruano, comunero según su definición, Javier Lajo, señaló que: “Si queremos recuperar el equilibrio entre los seres humanos y –de nosotros– con la Pachamama o Madre Natura; porque recorrerlo significa recuperar la sabiduría y la sapiencia de nuestros antepasados, y nada definitivo pasará en los Andes y en el mundo entero, si es que ese conocimiento sistematizado en milenios no se recupera; y mas aun debemos superarlo, porque ya han pasado 500 años de destrucción y deterioro de su funcionamiento”.
En algunos casos, incluso, se puede detectar un cierto racismo inverso: “los indios, estamos enseñando a los blancos colonialistas a vivir como seres humanos”.[54] Esta última afirmación está muy en la línea del discurso del ministro boliviano de Exteriores, David Choquehuanca, y su insistencia en la división entre “vivir bien”, como quieren los indígenas en armonía con la Pachamama, y el “vivir mejor”, propio de los blancos depredadores y explotadores de otros pueblos. Para Choquehuanca: “el desarrollo ha provocado que unos países vivan mejor que otros, mientras que los indígenas no buscamos vivir mejor, no buscamos que alguien viva mejor que otro, buscamos vivir bien porque mentir, explotar, atentar contra la naturaleza no es vivir bien, eso sólo permite vivir mejor”.[55] Sin embargo, el mismo Choquehuanca llegó a afirmar que el racismo no existía en las culturas originarias, cuyas lenguas no tienen siquiera una palabra que lo defina y que el racismo llegó con los conquistadores el 12 de octubre de 1492. Como consecuencia de ello, “Nosotros no somos racistas, la palabra raza no existe en nuestra cultura, no existe en las lenguas originarias”. En la misma línea Felipe Quispe afirmó que: “He investigado la palabra raza en quechua, guaraní, aymara y otras lenguas y no existe, eso quiere decir que no existió, no hubo raza, y quien la trajo fue Colón. Desde ese momento nos ven como inferiores y desde ahí existe el racismo”.[56] Esta idea de que el racismo no existe entre los pueblos indígenas está muy difundida entre los intelectuales y dirigentes indigenistas, así como en el discurso de ciertas ONG que los apoyan, y que de extremar el discurso colocaría a los indígenas en una situación clara de superioridad moral respecto a los occidentales y a la mayoría de las civilizaciones humanas.
El desarrollo del indigenismo sumado al populismo está conduciendo a un cierto revisionismo histórico, fuertemente idealizador del pasado indígena precolombino y de los valores éticos de los pueblos indígenas, superiores a los occidentales. En ocasión del altercado con el rey Juan Carlos en la Cumbre Iberoamericana de Santiago, Hugo Chávez señaló: “Estamos en un renacer de la historia. Antes de la conquista, hubo modelos económicos, modelos socialistas de los mayas, de los incas, etc…”.[57] Más allá de las grandes inexactitudes históricas de la afirmación, en consonancia con el objetivo bolivariano de construir el “socialismo del siglo XXI”, lo que se pone de manifiesto es el trazado de una línea divisoria, un parte aguas, fijada el 12 de octubre de 1492. Antes de ese día la paz, la concordia y la felicidad imperaban en la región. Como señaló en cierta ocasión David Choquehuanca en la Casa de América, en Madrid, entonces no había banderas en América y los indígenas podían circular libremente de una orilla a la otra del continente. Con posterioridad, sin embargo, todo cambió y aparecieron las guerras, la explotación, los imperios que sojuzgan a los pueblos conquistados, el racismo, el hambre, el expolio de los recursos naturales y todo de la mano del colonialismo.
Un objetivo no siempre explícito en todos los discursos relacionados con las reclamaciones indigenistas es la reivindicación del acceso de los pueblos llamados originarios[58] a la propiedad de la tierra y de los recursos naturales. Desde su perspectiva, todos esos recursos habrían sido sistemáticamente esquilmados por los occidentales, ya que hasta 1492 el equilibrio entre los pueblos nativos y su entorno era total y absoluto. En la actualidad, “la exploración y explotación de los recursos naturales es ejecutada con el apoyo de terrorismo de Estado, generando la violación permanente de los derechos humanos, la destrucción del medio ambiente y la biodiversidad y el aniquilamiento de los pueblos indígenas”.[59]
Como ya se ha visto más arriba, en las reivindicaciones indigenistas es automática la asociación, claramente denigratoria, de la figura de Colón con cualquier reclamación de tipo étnico o popular. En la información suministrada por Telesur, el proyecto de televisión sudamericana impulsado por Hugo Chávez, la noticia acerca de la celebración del “Encuentro por la Victoria Histórica de los Indígenas del Mundo”, celebrado en La Paz el 12 de octubre de 2007, coincidiendo con los festejos del “Día de la Resistencia indígena”, se podía leer lo siguiente: “Con diversas actividades ecológicas, culturales, políticas, educativas y con el compromiso de fortalecer la unión, las comunidades aborígenes de toda América conmemoran este 12 de octubre el Día de la Resistencia Indígena, al cumplirse 515 años de la llegada de Cristóbal Colón al continente americano. Una gran movilización de los pueblos originarios, desde Estados Unidos hasta Argentina, se realizará este día, en expresión de rechazo a los modelos neoliberales que pretenden mantener vigente las ideas colonialistas y de dominación”.[60]
El canto al comunitarismo indígena también lo entonó el vicepresidente boliviano Álvaro García Linera en una renuncia explícita de las ventajas que la ciencia y la educación podrían aportar al pueblo boliviano: “No vamos a poder competir con el mundo en tecnología, no vamos a poder competir en el mundo en capacidad financiera, pero sí podemos liderizar al mundo en capacidad comunitaria, en capacidad asociativa, esa es nuestra fuerza y es el comunitarismo que tiene que quedar consagrado en las formas institucionales, en las normas, en la Constitución Política del Estado, ya nunca más simulaciones, los bolivianos hoy tenemos que mirarnos ante el espejo y sentirnos orgullosos de lo que somos, y decirle al mundo, esto es lo que somos y si el mundo quiere aprender de nosotros, que aprenda, somos generosos para enseñar al mundo, y lo que podemos enseñar y lo que podemos exportar también, es este comunitarismo, es este asociativismo popular, indígena, campesino, urbano”.[61] Frente al empeño de algunos dirigentes bolivianos de presentar al “comunitarismo” como la gran ventaja competitiva de su país, valdría la pena recordar que una de las palancas del impresionante crecimiento económico de la India se basa en el potencial de sus ingenieros y su apuesta decidida por la educación, la tecnología y la sociedad del conocimiento.
De todos modos, en el conjunto de reivindicaciones indigenistas tenemos casi siempre presente la idea de “pueblos vencidos” por el colonialismo español junto a la demanda de “reparación”[62] que acompaña al concepto de dominación. Las discusiones en la ONU sobre los derechos de los pueblos indígenas, más allá de las críticas de los sectores más radicales del indigenismo, han sido un altavoz excepcional de estas reivindicaciones y han impulsado la organización de estos colectivos y sus reivindicaciones políticas, culturales, religiosas, ling?ísticas y económicas. De esta manera, la idea de la “reparación debida” (y prácticamente obligatoria) ha ido aumentando de intensidad y es probable que en la coyuntura de los bicentenarios ésta se dirija directamente a España, su gobierno y sus empresas.[63] Es obvio que a las peticiones de reparación se unirán los pedidos de perdón por la explotación colonial, como muestra el artículo del mexicano Arturo Delgado Moya, “Australia pide perdón a nativos, y ¿España, cuándo?”.[64]
Al igual que ocurrió en el V Centenario, saldrá a relucir el genocidio de los indígenas durante la conquista, en vez de ponerse el acento en lo que supuso el proceso emancipador. “Indudablemente este terrible genocidio contra los pueblos indios comienza el 12 de Octubre de 1.492, con la ‘conquista española’”. Tras ella, “muchas decenas de millones de éstos fueron eliminados físicamente. Pero otros muchos millones más (los que no murieron) fueron esclavizados, explotados, despojados de sus tierras, de su cultura, de sus creencias, de sus paisajes… Y, cuando los indios iban desapareciendo (como en caso del Caribe, o en el Sur Norteamericano, o en amplias regiones de América del Sur), se comenzó a importar masivamente ‘mano de obra’proveniente de otro comercio perverso e inmoral que significó igualmente la muerte y los tormentos de otras muchas decenas de millones de humanos: el tráfico de esclavos africanos (…) Asimismo, habría que recordar aquellos galeones repletos del oro y la plata saqueadas en estas tierras amerindias, que durante siglos llevaban a las metrópolis imperiales riquezas por un valor que, actualizado, superaría ampliamente la sumatoria de toda la deuda externa actual de las naciones sur y centroamericanas”.[65]
Algunos grupos aymaras señalan que así como en EEUU e Israel la “promoción del orgullo étnico” tiene una gran importancia, ellos deberían hacer lo mismo. “En Israel, los niños judíos estudian no solamente la historia del Holocausto Judío sino también la historia de otros holocaustos como el Armenio. Lo mismo sucede en el caso de la comunidad Afro–Américana en los Estados Unidos que tiene un programa llamado ‘Mes de la Historia Negra’”. Por eso es importante “enseñar la historia y el holocausto del pueblo Aymara bajo políticas etnocidas que nos ha tocado vivir en los últimos quinientos años”, una política comenzada por el imperialismo inca, que “empezó imponiendo su lengua y cultura” y que continuó la conquista española. “La invasión europea acabó con cerca del noventa por ciento de nuestro pueblo durante los primeros años de la conquista”.[66]
Simultáneamente desde algunas posiciones, no de todas, se tiende a descalificar el esfuerzo español con el desarrollo de los pueblos indígenas. Ni siquiera se salva el aporte a la cooperación internacional en la materia: “El Embajador español [Iñigo del Palacio, en la Sexta Sesión del Foro Permanente para cuestiones Indígenas de las Naciones Unidas] manifiesta un aumento significativo de los fondos destinados a la Cooperación Internacional para los Pueblos Indígenas, para nosotros estos fondos llevan un dardo envenenado, con la perdida de vidas humanas”.[67]
En esta misma línea son frecuentes algunas críticas a la cooperación española, como la realizada por el boliviano “Movimiento Pachakuti de Liberación”, de fecha 1 de junio de 2007, contra la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECI). Pachakuti acusa a la AECI de mantener “servidores de primer orden como la ONG española Almáciga quien se hace notar en ‘todos’los encuentros internacionales donde están los indios y con dinero en los bolsillos para apaciguar los ánimos belicosos de algunos y con wisky incluido (como muestra de esta afirmación la representante de Almáciga sin rubor repartía wisky importado) en la fiesta del lago en Ginebra a todos los indios complacientes de su propina”.[68]
Conclusiones
La emergencia del populismo y la fuerte presencia del nacionalismo en la región, exacerbado todavía más por el primero, asociados a las conmemoraciones de los Bicentenarios de la independencia, suponen una serie de riesgos para España. En algunos casos, la presencia de reivindicaciones indigenistas, asociadas a los pueblos originarios, puede agravar las cosas. Para algunas interpretaciones cualquier iniciativa española con vocación de trascendencia en América Latina, como la “Ruta Quetzal”, patrocinada por el BBVA, puede ser objeto de crítica.[69] Sin embargo, como ya se ha señalado, los riesgos y su magnitud no son los mismos en todos los países y dependen básicamente de la coyuntura interna de cada uno de ellos, por más que en este trabajo se haya enfatizado la situación existente en aquellos países que tienen gobiernos populistas o el movimiento indigenista se ha mostrado más activo en sus reivindicaciones.
El riesgo más inmediato se desprende de una serie de embates contra la imagen de España y de sus empresas, de distinto origen y naturaleza, lo que si bien impide hablar de una cruzada orquestada y centralizada, sí permite identificar algunas campañas con un peso y una presencia mediática considerables. Así, las empresas encarnan el “nuevo colonialismo español”, que no para de realizar todo tipo de atrocidades en la región y de asociarse con golpistas, paramilitares e imperialistas. A esto hay que agregar que algunas fundaciones o instituciones españolas, que cuentan en su patronato con la presencia de las grandes empresas, como es el caso de la Fundación Carolina[70] o del Real Instituto Elcano, se convierten de este modo, de forma casi automática y con independencia de su labor concreta, en agentes propagandísticos al servicio del gran capital español y actúan, por lo tanto, en defensa de sus intereses.
El ataque contra la imagen de las empresas favorece procesos de renacionalización o reprivatización en beneficio de capitales nacionales, puestos en marcha en Venezuela, Bolivia, Ecuador, Nicaragua y Argentina. En Nicaragua ya fueron afectados los intereses de Unión Fenosa, en Argentina los de Repsol YPF y los de Marsans (Aerolíneas Argentinas), ambos sujetos a procesos de “reargentinización”, aunque en el último caso el Estado argentino también amplió su paquete empresarial, y en Bolivia y Venezuela los de Repsol YPF.
El revisionismo histórico de los procesos de emancipación, asociados al indigenismo y sumados a las reivindicaciones de los autoproclamados “pueblos originarios”, podría derivar en diversas solicitudes del pago de compensaciones, tanto morales como materiales, por los más de 500 años de colonialismo español, o al menos por los tres siglos de presencia hispana en América. En algunos casos estos pedidos serán acompañados del llamamiento a España para que pida perdón a los indígenas por los daños causados por la conquista y colonización. En este sentido, la coyuntura de los Bicentenarios podría ser un momento ideal para hacer explícitos estos pedidos. Al mismo tiempo, el apoyo que por diversos mecanismos están prestando tanto España como la UE a las reivindicaciones indigenistas podría llevar a enajenarse el respaldo de otros grupos sociales (mestizos, criollos, etc.) en situaciones de alta polarización. Sería conveniente, en este sentido, una valorización más amplia de los apoyos españoles a los movimientos indigenistas y su significación. En realidad, la sociedad española no ha afrontado, ni siquiera ha comenzado a plantearse, una discusión de ese tipo. Por eso, uno de los principales aportes de España hacia los Bicentenarios latinoamericanos debería ser el de conocer más de cerca, y más en profundidad, todo aquello que ocurre en la otra parte de Iberoamérica.
Carlos Malamud
Investigador principal de América Latina del Real Instituto Elcano y catedrático de Historia de América de la UNED
[1] Director de Cuadernos para la emancipación, http://www.rcci.net/globalizacion/2004/fg493.htm.
[2] El autor agradece los comentarios de Peter DeShazo, Miguel Hakim, Emilio Lamo de Espinosa, Josefina Martínez, Rogelio Núñez, Carlos Quijano, Jesús Rodríguez, Germán Rueda, Raúl Sanhueza y Pedro Vives.
[3] La construcción ex novo de las identidades latinoamericanas se hizo a costa de satanizar lo español de su identidad previa (los criollos eran españoles americanos, en contraposición a los españoles europeos que eran los nacidos en la Península). El sacrificio del componente hispano fue un largo y doloroso proceso que permitió definir a los criollos como los auténticos actores de la emancipación; véase Carlos Malamud, Sin marina, sin tesoro y casi sin soldados. La financiación de la reconquista de América, 1810–1826, Centro de Estudios Bicentenario, Santiago de Chile, 2007, pp. 32–34.
[4] El objetivo de aprovechar los festejos de los bicentenarios para potenciar y reforzar la Conferencia Iberoamericana debería ser analizado en este contexto. El riesgo es primar una vez más lo global sobre lo bilateral en relación con la política española hacia América Latina. Véase Carlos Malamud (coord.), “La política española hacia América Latina: Primar lo bilateral para ganar en lo global”, Informe Elcano nº 3, Real Instituto Elcano, 2005.
[5] En el mismo artículo se puede leer: “Con sus luces y sombras, nuestra novísima civilización es un actor relativamente benigno de la comunidad global. El bicentenario de su nacimiento se aproxima. Sin renunciar a la corrección de sus imperfecciones históricas, es hora de rendir tributo a su grandeza”. La Nación, 13/VI/2008, http://www.lanacion.com.ar/opinion/nota.asp?nota_id=1020997&origen=premium.
[7] Casos de Venezuela, Bolivia y Argentina, por ejemplo. En Venezuela se está realizando una gran operación de revisionismo histórico en torno a la figura de Simón Bolívar y a la adjudicación de ciertas reivindicaciones, propias de la actualidad y no de principios del siglo XIX; en Bolivia se intenta reescribir la participación de los indígenas en el proceso de emancipación, insistiendo en su papel de relevante actor anticolonial; en Argentina la presidenta Cristina Fernández de Kirchner ha extremado las diferencias de los festejos del Centenario, manejado por la “oligarquía”, frente al Bicentenario, que tendría un carácter más nacional y popular.
[8] Uno de los éxitos de Hugo Chávez ha sido el de ubicar a Simón Bolívar como el máximo protagonista de la emancipación americana, incluso en una gran cantidad de países cuyas historiografías tradicionalmente no le reconocían al héroe venezolano el más mínimo papel en sus procesos de independencia.
[9] El 18 de mayo de 2007 Chávez dijo: “Como jefe de Estado, ruego a Su Santidad que ofrezca disculpas a los pueblos de nuestra América. Creo que es lo correcto ¿Cómo va a decir que vinieron, cuando vinieron con arcabuces, a evangelizar sin ningún tipo de imposición?”; agregó que con la conquista de América “ocurrió algo mucho más grave que el Holocausto en la Segunda Guerra Mundial, y nadie puede negarlo, ni su Santidad puede negar el Holocausto aborigen en esta tierra”. http://impreso.elnuevodiario.com.ni/2007/05/19/internacionales/49162.
[10] Entre algunas de ellas, y sin ánimo de ser exhaustivo, se pueden mencionar las siguientes: Rebelión, www.rebelion.org; Aporrea, http://www.aporrea.org; Argenpress, http://www.argenpress.info; Ancol, http://anncol.eu; Ventana Bolivariana, http://www.ventanabolivariana.org.ve; El Militante, http://www.elmilitante.org; y Resumen Latinoamericano, http://www.nodo50.org/resumen.
[11] En mayo de 2007, ante la posibilidad de que la OEA condenara a su gobierno por su postura frente a Radio Caracas Televisión, el presidente Chávez amenazó con retirarse del organismo panamericano si se materializaba la condena (http://www.elmundo.es/elmundo/2007/05/01/internacional/1177983208.html).
[12] Por ejemplo, Jorge Mier Hoffman, en su artículo “Juicio a Colón” señala: “Colón no es sólo un personaje…! él simboliza el genocidio de más de 60 millones de nativos americanos en menos de 20 años, y la destrucción del acervo cultural de todo un continente…y esto no es exageración..!” (http://www.simon–bolivar.org/bolivar/juicio_a_colon.html).
[13] Dice Jorge Mier, “Gracias al símbolo de Colón surgieron los próceres de nuestra independencia: Washington, Bolívar, O?Higgins, San Martín, entre muchos otros, reivindicaron la justicia en América… Fueron nuestros próceres quienes derribaron las primeras estatuas de nuestros enemigos… por lo tanto es contradictorio, incomprensible e irracional, celebrar fechas patrias y simultáneamente elevar estatuas a los genocidas. ¿Cuál sería la reacción del pueblo judío si se erigiera una estatua de Hitler en una plaza de Israel?” (http://www.simon–bolivar.org/bolivar/juicio_a_colon.html).
[14] Evo Morales quiere instaurar el 12 de octubre como día de la Resistencia y Sabiduría Indígenas (entrevista de SoldePaz–Pachakuti a Javier Lajo, 25/IX/2006, en http://www.pachakuti.org/textos/hemeroteca/2006_2/pe_entrevist_j_lajo.html).
[15] Como ya se ha visto (véase la nota 6), a Hugo Chávez le gusta sobremanera la comparación entre la conquista española de América y el Holocausto y la figura de los conquistadores con Hitler. De este modo pretende realzar la crueldad de la conquista y la idea de exterminio total que según él la ha acompañado.
[17] Fernando Bossi, “A 180 años de la batalla de Ayacucho”, http://www.rcci.net/globalizacion/2004/fg493.htm. “Venezolanos, neogranadinos, ecuatorianos, rioplatenses, chilenos, guaraníes, peruanos y altoperuanos combatiendo juntos contra el poder colonial más temible de la época. Y se alcanzó la victoria. La fórmula: una ideología, el patriotismo revolucionario; un programa, la independencia y la república democrática; y una organización, la unidad popular pueblo–ejército. Dos proyectos… se enfrentaron en la Pampa de la Quinua; uno colonialista, elitista y conservador, el otro patriótico, popular y revolucionario. El Ejército Unido fue mucho más que una simple fuerza militar, el Ejército Unido era la expresión más acabada del instrumento de liberación que contenía en su seno el programa histórico de 300 años de resistencia y rebeldía. En Ayacucho el bando patriota no estaba compuesto por 5780 patriotas solamente, sino que eran muchos más. Allí también se dieron cita Cuauhtemoc, Lautaro, Rumiñahui, Guaicaipuro, Lempira, Santos Atahualpa, Tupac Amaru, Zumbi, Mackandal, Tiradentes, Leonardo Chirinos, L?Ouverture, Dessalines, Tupac Catari, Pedro Murillo, los comuneros de Nueva Granada, José María España, Pumacahua y tantos otros que habían dado su sangre por la independencia y la justicia”. Los dos proyectos se pueden sintetizar como sigue: “Proyecto Patriótico: independencia y unidad; confederación; democracia; república; ciudadanía, pueblo; moral y luces; justicia social; reparto de tierras; ejército popular, pueblo en armas; educación universal; proteccionismo y estímulo a la producción nativa; modelo endógeno; libertad de expresión; defensa de los recursos estratégicos; igualdad ante la ley. Proyecto Colonial: dependencia y regionalismo; localismos; despotismo; monarquía; aristocracia, nobleza; oscurantismo, inquisición; esclavitud, servidumbre; latifundio; ejército de ocupación; educación elitista; contrabando y monoproducción; modelo exógeno; censura y represión; entrega y depredación de los recursos naturales; privilegio, impunidad”.
[18] http://www.lagaceta.com.ar/vernota.asp?id_seccion=10&id_nota=244588.
[19] http://dignidadbolivariana.blogspot.com/2007/11/castro–xvii–cumbre–iberoamericana–el–da.html.
[20] http://www.infolatam.com/entrada/brasil_lula_defiende_la_democracia_de_ch–6020.html. En un reportaje a Der Spiegel (V/2008), Lula señaló que Chávez es “el mejor presidente que ha tenido Venezuela en los últimos cien años” y que “Las victorias de Hugo Chávez, Evo Morales en Bolivia y de otros, el último Fernando Lugo en Paraguay, son señales de avance democrático. Era hora de que fueran elegidos presidentes que provienen verdaderamente del pueblo” (http://www.clarin.com/diario/2008/05/10/um/m–01669157.htm).
[21] Carlos Aznárez es director de Resumen Latinoamericano. Vivió durante unos años en el País Vasco, donde fue colaborador activo de Pepe Rei y de la editorial Txalaparta, en la órbita de Batasuna. Actualmente vive en Argentina, donde también dirigió la radio de las Madres de Plaza de Mayo. Su discurso favorece claramente las posturas de ETA y en contra del “Estado español”, con un tono que es frecuente encontrar en las páginas web alternativas y bolivarianas de América Latina y que estaría reforzado por los contactos entre ETA y las FARC.
[22]http://www.resumenlatinoamericano.org/index.php?option=com_content&task=view&id=827&Itemid=25&lang. En un artículo titulado “La dignidad latinoamericana golpeó duro en la Cumbre a los colonialistas españoles”, agrega: “‘Se acabó la época de los Virreyes’, habrán pensado los jefes de Estado de Venezuela, de Bolivia, de Nicaragua, de Cuba y Ecuador, cuando en… la Cumbre Iberoamericana, tuvieron que sentir las palabras recriminatorias del Borbón español Juan Carlos, recriminando al jefe revolucionario Hugo Chávez que tuvo la ‘osadía’de llamar fascista al ex mandatario José María Aznar. Las verdades le dolieron a la delegación española y sobre todo, cuando Chávez puntualizó cada una de las maniobras que hizo el gobierno de Aznar al apoyar el golpe de Estado de abril de 2002… El fascista Aznar tuvo dos defensores de lujo, al salir el ‘socialista’Zapatero primero y luego el Monarca español, a exigirle al jefe bolivariano que se calle la boca y no agreda a su compatriota y hermano de ideas, en lo que a fascismo se refiere. Zapatero, refutando a Chávez pidió respeto para Aznar porque ‘había sido elegido con el voto de los españoles’”.
[23] http://www.congresobolivariano.org/modules.php?name=News&file=article&sid=3968.
[24] http://www.ecoportal.net/layout/set/print/content/view/full/79324/(printversion)/1. Morales también señaló: “Hasta finales de la Segunda guerra mundial, Europa fue un continente de emigrantes. Decenas de millones de europeos partieron a las Américas para colonizar, escapar de las hambrunas, las crisis financieras, las guerras o de los totalitarismos europeos y de la persecución a minorías étnicas… A los países de América Latina y Norteamérica llegaron los europeos, masivamente, sin visas ni condiciones impuestas por las autoridades. Fueron siempre bienvenidos, Y. lo siguen siendo, en nuestros países… que absorbieron… la miseria económica europea y sus crisis políticas. Vinieron a nuestro continente a explotar riquezas y a transferirlas a Europa, con un altísimo costo para las poblaciones originales… Como en el caso de nuestro Cerro Rico de Potosí y sus fabulosas minas de plata que permitieron dar masa monetaria al continente europeo desde el siglo XVI hasta el XIX. Las personas, los bienes y los derechos de los migrantes europeos siempre fueron respetados… Paralelamente, la Unión Europea trata de convencer a la Comunidad Andina de Naciones (Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú) de firmar un ‘Acuerdo de Asociación’que incluye en su tercer pilar un Tratado de Libre Comercio, de misma naturaleza y contenido que los que imponen los Estados Unidos… ¿Dónde está la ‘seguridad jurídica’para nuestras mujeres, adolescentes, niños y trabajadores que buscan mejores horizontes en Europa? Promover la libertad de circulación de mercancías y finanzas, mientras en frente vemos encarcelamiento sin juicio para nuestros hermanos que trataron de circular libremente. Eso es negar los fundamentos de la libertad y de los derechos democráticos… Los problemas de cohesión social que sufre Europa no son culpa de los migrantes, sino el resultado del modelo de desarrollo impuesto por el Norte, que destruye el planeta y desmiembra las sociedades… A nombre del pueblo de Bolivia, de todos mis hermanos del continente regiones del mundo como el Maghreb, Asia y los países de África, hago un llamado a la conciencia de los líderes y diputados europeos, de los pueblos, ciudadanos y activistas de Europa, para que no se apruebe e1 texto de la ‘directiva retorno’. Tal cual la conocemos hoy, es una directiva de la verg?enza. Llamo también a la Unión Europea a elaborar, en los próximos meses, una política migratoria respetuosa de los derechos humanos… y que repare de una vez por todas la tremenda deuda histórica, económica y ecológica que tienen los países de Europa con gran parte del Tercer Mundo, que cierre de una vez las venas todavía abiertas de América Latina. No pueden fallar hoy en sus ‘políticas de integración’como han fracasado con su supuesta ‘misión civilizatoria’del tiempo de las colonias”.
[25] http://www.cubadebate.cu/index.php?tpl=design/especiales.tpl.html&newsid_obj_id=11853.
[26] http://www.sigloxxi.com/index.php?link=noticias¬iciaid=21129.
[27] http://news.bbc.co.uk/hi/spanish/latin_america/newsid_7464000/7464867.stm.
[28] http://www.larepublica.es/spip.php?article11510.
[29] La ley definía como inmigrante a “todo extranjero honesto y apto para el trabajo, que se traslade a la República Oriental del Uruguay, en buque de vapor o de vela, con pasaje de segunda o tercera clase, y con ánimo de fijar en ella su residencia” (http://alhim.revues.org/document1412.html).
[30] http://civilizacionsocialista.blogspot.com/2006_05_01_archive.html.
[31] http://abi.bo/index.php?i=enlace&j=documentos/discursos/200608/06.08.06.InstalaAC–Alvaro.html. En el mismo discurso añade: “hoy hemos asumido el reto histórico de resolver deudas históricas, deudas centenarias, deudas seculares que han hecho sangrar y han dividido nuestra patria, y hay que decirlo… esto es posible únicamente a la presencia, al liderazgo del movimiento indígena popular que ha asumido la cabeza de la patria y que ha extendido sus brazos para convocar a todos, a indígenas y no indígenas, a mestizos, a profesionales, a empresarios, a construir juntos una patria que nos beneficie a todos. Es el movimiento indígena el que nunca fue tomado en cuenta, el que siempre fue despreciado, el que siempre fue maltratado, ese mismo es el que hoy nos abre sus brazos generosamente y nos convoca a la patria a caminar juntos. Si no estuviéramos ante este liderazgo de los pueblos indígenas, Bolivia, seguiría arrastrando sus deudas, arrastrando sus conflictos, arrastrando sus confrontaciones”.
[32] http://www.lanacion.com.ar/politica/nota.asp?nota_id=1013476&origen=premium.
[33] “En todos estos años de larga historia, muchos han sido los fracasos que hemos tenido los argentinos, desencuentros y enfrentamientos, pero pudimos liberarnos. Tal vez ellos lo hicieron con su sangre, del coloniaje territorial y político de las grandes metrópolis, pero tal vez en estos años que han corrido desde la historia, habían venido otros coloniajes, tal vez más sutiles, tal vez más imperceptibles que los militares o los territoriales. La colonización de las ideas, del pensamiento nos convencieron a los argentinos que no podíamos. Nos hicieron creer que debía importarnos más lo que opinaban desde afuera que lo que creía nuestro pueblo de las dirigencias; nos hicieron creer que había que aplicar recetas creadas en no sé qué laboratorios económicos y políticos que, finalmente, como no podía ser de otra manera, nos encontraron a todos alumbrando el siglo XXI, en ese 2001 que todos queremos olvidar, casi estallándonos el país en nuestras manos. Nos habíamos quedado únicamente con los símbolos y el territorio, se nos habían llevado el trabajo, se nos habían llevado las industrias, los comercios, la dignidad de nuestros jubilados, nuestras economías regionales estaban devastadas, nuestros maestros, médicos y estatales cobraban en papelitos de distintos colores, también se nos habían robado la memoria, la verdad y la Justicia” (discurso en Salta, 25/V/2008, http://www.casarosada.gov.ar/index.php?option=com_content&task=view&id=3386).
[34] http://hernanmontecinos.blogspot.com/2007/11/discurso–de–daniel–ortega–en–la–cumbre.html.
[35] http://hernanmontecinos.blogspot.com/2007/11/discurso–de–daniel–ortega–en–la–cumbre.html.
[36] Véase, por ejemplo, el libro de Daniel Cecchini y Jorge Zicolillo, Los nuevos conquistadores, Ed. Foca, Madrid, 2002.
[38] http://www.nodo50.org/tortuga/article.php3?id_article=6023.[39] Alberto Pinzón Sánchez, en “El neo–colonialismo español y el estatus de beligerancia”, desarrolla un punto de vista cercano a las FARC, especialmente en lo relativo al canje humanitario; véase http://wordsinresistance.wordpress.com/2008/03/01/alberto–pinzon–sanchez–el–neo–colonialismo–espanol–y–el–estatus–de–beligerancia/. El “desembarco” español en México es analizado del mismo modo: “Hace diez años el comercio entre México y España no pintaba gran cosa: apenas… 1.500 millones de dólares –nada frente a los más de 100 mil millones… del comercio bilateral con EEUU–, y siempre con saldo positivo para México. Hoy España es la segunda fuente de Inversión Extranjera Directa… El comercio bilateral supera los 6 mil millones de dólares, aunque ahora con saldo deficitario para México (puro saqueo y usura bancaria); todo con el aval… del gobierno de Felipe Calderón… La invasión es avasallante: Centenares de empresas españolas ganan terreno… debido a las enormes facilidades que los gobiernos panistas les han brindado en todos los sectores de la economía… Esta ‘reconquista española’o ‘nueva colonización’… muestra ya sus primeros signos: conculcación de derechos laborales de trabajadores mexicanos, destrucción de áreas naturales, ganancias de usura en servicios bancarios… Iberdrola, Mapfre, Telefónica, Repsol YPF, CAF, Isoluxcorsan, Proactiva, Aena, Eulen, Enersis, Dragados, Unión Fenosa, Gas Natural, Endesa, Prisa, Seat, BBVA, Santander, Sol Meliá, Iberostar, NH, Barceló y Zara (y la nueva super–estrella gallega, Grupo Energético del Sureste de los Mouriño) entre otras, son emporios españoles con una fuerte presencia en México. Esta lista es sólo una pequeña parte de las casi mil empresas ibéricas que operan en el país. Está formada por trasnacionales que, en los últimos años, han invadido casi todos los sectores económicos de México y América Latina… Prácticamente no hay espacio en la vida cotidiana… en el que no estén presentes. En el mundo editorial la presencia… es contundente [y]… dominan el mercado del libro… Cualquier aficionado a la lectura ha tenido en sus manos títulos… de Planeta, Tusquets, Anagrama, Trillas, Grijalbo, Seix Barral o Santillana. Ésta última, del Grupo PRISA, es propietaria de los sellos Alfaguara, Aguilar, Taurus, Richmond, Crisol y Altea. Pero no sólo mediante Santillana se hace presente en México dicho grupo. Además de su publicación insignia, el diario El País –de tiraje menor en México, pero con más lectores cada vez–, es copropietaria con Televisa –al 50% cada una– del sistema Radiópolis. Por impedimentos constitucionales… Repsol YPF sólo ha podido dedicarse a la distribución y comercialización de gas natural, aunque… por la vía de los Contratos de Servicios Múltiples, incursionó en la producción y desarrollo de campos de gas… Repsol YPF participa a través de… Gas Natural en la distribución…; tiene más de 1 millón 100 mil clientes… en la Ciudad de México, Monterrey, Saltillo, Nuevo Laredo, Toluca y varias ciudades del Bajío” (http://www.revistaelquijote.com/modules.php?name=News&file=print&sid=744).
[41] Luis Miguel Busto Mauleón, “El nuevo colonialismo español”, http://www.revistapueblos.org/spip.php?auteur229.
[42] Una visión contrapuesta de la inversión española en América Latina y su repercusión en las economías y las sociedades de la región la da Ramón Casilda, La gran apuesta. Globalización y multinacionales españolas en América Latina, Granica, Madrid, 2008.
[43] L.M. Busto Mauleón, “El nuevo colonialismo…”, http://www.revistapueblos.org/spip.php?auteur229.
[45] http://www.katari.org/archives/repsol–ypf–en–bolivia. En la misma nota: “Al no contar con una política de relacionamiento con los pueblos indígenas que salvaguarde sus derechos, REPSOL YPF en Bolivia, atenta los derechos humanos de las comunidades indígenas, atenta también los derechos colectivos de los pueblos indígenas establecidos en tratados internacionales y leyes nacionales por lo que está comprobado que REPSOL YPF no ha respetado el derecho a la consulta y el derecho a la compensación justa. En Bolivia REPSOL YPF incumple las leyes nacionales como lo es el Convenio 169 de la OIT que es ley de la República desde 1991. También… se está resistiendo a cumplir la nueva Ley de Hidrocarburos donde se han establecido de manera más precisa cómo debe ser el comportamiento de las empresas petroleras en territorios indígenas y áreas protegidas. Para obtener sus permisos ambientales, REPSOL YPF no ha actuado con la rigurosidad científica necesaria que garantice que su accionar no va a ser nocivo al medio ambiente, interviene áreas protegidas como el Aguarag?e sin realizar de manera previa, los estudios científicos pertinentes que permitan garantizar la integridad de los ecosistemas”.
[46] “Repsol opera en Arauca en consorcio con la transnacional estadounidense Oxy… Se beneficia sin escrúpulos de los efectos que el terror paramilitar, integrado en la estrategia represiva del Estado, ha introducido en la sociedad araucana: el desalojo forzoso de población campesina e indígena que residía en la vecindad de los futuros campos o de los oleoductos, o el debilitamiento de las voces críticas a la actuación de las petroleras, entre ellas las de las comunidades indígenas, U?was y Guahibas, que se han declarado repetidas veces contrarias a las operaciones en sus territorios, las de los activistas sindicales… o las de [los]… líderes sociales que abogan por un mayor reparto social de las riquezas generadas por el petróleo. Repsol se introdujo en Arauca en asociación con la Oxy, compañía que sostiene un historial de apoyo y financiación a las unidades militares más vinculadas a violaciones sistemáticas a los derechos humanos, como la XVIII Brigada del ejército, a la que Repsol también financia a través de convenios de seguridad. Hay que resaltar… la coincidencia espacial y temporal entre la actividad… de Repsol y el accionar de grupos paramilitares, así en torno al campo de Capachos es donde se están produciendo últimamente las más graves violaciones a los derechos humanos llevadas a cabo por el paramilitarismo”, en “Colombia se desangra, Repsol se enriquece. Los vínculos entre la transnacional española y los paramilitares”, http://www.gloobal.net/iepala/gloobal/fichas/ficha.php?id=2717&entidad=Articulos. “Las operaciones de Repsol en Arauca ocasionan… desastres medioambientales asociados… a los derrames de crudo y al uso desmedido de recursos naturales limitados, como… el agua usada para la extracción, que termina contaminada y desechada en lagunas y corrientes cercanas a los campos. En algunos casos se acaba destruyendo los ecosistemas locales, como… con la laguna de Lipa” (http://internacionalistas.net/index.php?option=com_content&task=view&id=99&Itemid=98).
[47] http://internacionalistas.net/index.php?option=com_content&task=view&id=99&Itemid=98.
[48] L.M. Busto Mauleón, “El nuevo colonialismo…”, http://www.revistapueblos.org/spip.php?auteur229.
[49]http://www.resumenlatinoamericano.org/index.php?option=com_content&task=view&id=827&Itemid=25&lang. Del discurso de Daniel Ortega: “Del año 90 al 2006, llegaron las inversiones [extranjeras]… ?No nos engañemos! El inversionista no va a un país empobrecido a ayudar, ese es el cuento, venimos a ayudar ?no! Llega a hacer dinero. No veo a un inversionista colocando plata donde va a perder…; el inversionista coloca plata donde va a ganar, donde más rápidamente pueda sacar utilidades y no para dejarla en el país, sino para llevárselas. Esa es la historia de las inversiones en América Latina. Así son los inversionistas, y dicen, ?estamos perdiendo! El inversionista que empieza a perder ?se va! así de sencillo, el inversionista no juega con su plata. Sin pedirle permiso al pueblo nicarag?ense… Nosotros hemos sido invadidos por los yanquis desde el siglo antepasado… Yo no veo a la Empresa Privada dominando áreas… fundamentales para el desarrollo de un país. Las telecomunicaciones en Nicaragua, grandes utilidades le dejaban al Estado nicarag?ense para utilizarlas en programas sociales, para desarrollar programas como los que aquí nos están contando. Dejaba grandes utilidades cuando estaba en manos del Estado. Vino la ola privatizadora con los Gobiernos peleles, que nos impusieron a partir de 1990, y… llegaron tranquilamente, telefónicas de diferentes países, mexicanas, españolas, alegremente, a hacer el negocio de la vida. ?Si yo tuviera la capacidad económica que tiene Venezuela! Recuperábamos ya, Hugo (Chávez), esas empresas, y tal vez dentro del ALBA nos ponemos de acuerdo para recuperarlas, porque si uno trata de defenderse de estos tiburones, ?a la vez tienen sus mecanismos! Porque están los mecanismos a los que obligan a esos Gobiernos peleles a aceptar, y son estos mecanismos de arbitraje internacional, donde ?ese es un pleito perdido! Privatizaron en Nicaragua la distribución de energía, te lo comentaba ayer José Luis, y le decía también a Su Majestad, que le hice una llamada cuando se encontraba en China, con el tema de Unión Fenosa; desgraciadamente Unión Fenosa, una empresa española y no es culpa tuya, no creo que vos tengás acciones en Unión Fenosa, mucho menos Su Majestad, o el Canciller Moratinos… (En este momento se retira Juan Carlos de Borbón del salón de sesiones). Esa empresa española, llega a Nicaragua, dice que a ayudar para que la energía llegue a todo el país, que va a controlar el precio de la energía; llegó con los Gobiernos peleles. Nosotros no hubiéramos dejado entrar a Unión Fenosa, no hubiéramos entregado la distribución. Igualmente, entregaron el 47% de la generación, ¿Qué compraron los inversionistas? No compraron las empresas generadoras que estaban en mal estado, ¿quién las va a comprar? estaban en manos del Estado ?esas no las compraron! Compraron, en medio de actos de corrupción, las empresas generadoras que estaban en buen estado, donde podían sacar utilidades y ganar en un año lo que estaban dando por la empresa. Sacaron lo que habían invertido y luego, ?lo que han continuado ganando por años! Toda una mafia, esa es una actitud mafiosa, prácticas gansteriles dentro de la economía global, de la que son víctimas nuestros países, por culpa de los peleles, ?no de los pueblos! porque ellos no son consultados, Nicaragua no ha sido consultado con estas privatizaciones… Nicaragua no hace una sola inversión en energía, mientras esté Unión Fenosa, porque ésta ?no le paga a los generadores!… Luego, el estado de opinión en el país es terrible en contra de Unión Fenosa, el 90%; y me cuestionan y me critican, porque no terminamos de asumir Unión Fenosa, de una u otra forma ?no quieren verlos! y en Nicaragua, nadie está diciendo que es España” (http://hernanmontecinos.blogspot.com/2007/11/discurso–de–daniel–ortega–en–la–cumbre.html).
[50] L.M. Busto Mauleón, “El nuevo colonialismo…”, http://www.revistapueblos.org/spip.php?auteur229.
[51] http://www.simon–bolivar.org/bolivar/juicio_a_colon.html.
[53] http://www.aborigenargentino.com.ar/modules.php?name=Sections&op=printpage&artid=31.
[54] Entrevista de SoldePaz–Pachakuti a Javier Lajo, 25/IX/2006, http://www.pachakuti.org/textos/hemeroteca/2006_2/pe_entrevist_j_lajo.html.
[55] http://www.vivamerica.com/noticia/la–tierra–esta–herida–de–muerte/37/. Un desarrollo más completo de la postura de Choquehuanca se puede leer en las Actas de la III Conferencia Nacional Italia América Latina y el Caribe, celebrada en octubre de 2007 (http://www.conferenzaitaliaamericalatina.org/public/it/file/conferenza/Choquehuanca.pdf).
[56] http://www.la–razon.com/versiones/20061012_005692/nota_250_343569.htm.
[58] La condición de originarios es un intento premeditado de falsear la realidad. Por más que los actuales indígenas sean descendientes directos de los existentes en esos mismos territorios cuando comenzó la conquista europea, habría que recordar que esos pueblos originarios ocuparon esos territorios después de expulsar o conquistar a otros pueblos que previamente habían hecho lo mismo, y así hasta el origen del hombre en el continente americano. Por tanto, ¿quiénes son los pueblos originarios?
[59] http://www.onic.org.co/img_upload/32447e24df750af8bca30b4cc9c87a96/documento_politico.doc.
[60] http://www.diariocolatino.com/es/20071012/internacionales/48061/.
[61] http://abi.bo/index.php?i=enlace&j=documentos/discursos/200608/06.08.06.InstalaAC–Alvaro.html.
[62] Entrevista de SoldePaz–Pachakuti a Javier Lajo, 25/IX/2006, http://www.pachakuti.org/textos/hemeroteca/2006_2/pe_entrevist_j_lajo.html.
[63] Frases como ésta serán cada vez más frecuentes en los meses venideros: “Si bien es cierto que no se puede culpar directamente a los actuales pueblos de dichas ex potencias coloniales, ni a sus actuales gobiernos, por los terribles crímenes cometidos por quienes dirigieron esos Imperios muchos años atrás, también es cierto que, por aquello de «la continuidad jurídica del Estado», Su Majestad el Rey Don Juan Carlos de Borbón, como continuidad actual de la monarquía española, en alguna medida carga sobre sus espaldas una suerte de «herencia moral» con respecto a los genocidios cometidos por sus antecesores” (http://www.pumhalavozdelmonte.com.ar/POR%20QUE%20NO%20TE%20CALLAS,%20REYES,%20IMPERIOS,%20GENOCIDIOS%20Y%20ALGO%20MAS.htm).
[64] http://www.elporvenir.com.mx/notas.asp?nota_id=194702. Delgado Moya recuerda la actitud del primer ministro australiano, Kevin Rudd, quien dijo en el Parlamento, ante los representantes indígenas: “pedimos disculpas por las leyes y políticas de sucesivos parlamentos y gobiernos que causaron gran daño, sufrimiento y pérdida a estos compatriotas nuestros australianos”. Y a continuación nuestro autor agrega que “reconocer las atrocidades cometidas en nombre de la civilización occidental, como es el caso que nos ocupa, resulta motivante para el análisis de otros casos semejantes del colonialismo europeo occidental sobre los pueblos de América, tal es el caso mexicano, peruano y brasileño, sólo por mencionar algunos”, para preguntarse finalmente “¿cuándo los reyes de España y el Papa del Vaticano, pedirán perdón a nuestros pueblos, por la crueldad de su conquista y colonización? Recordemos que Juan Pablo II pidió perdón a la humanidad por la crueldad de la Santa Inquisición dirigida desde el Vaticano”.
[66] Waskar Ari Chachaki, Fundador de la Fundación Kechuaymara y miembro de la Fundación Indígena Amauta, “Globalismo democrático y el futuro del pueblo aymara” http://www.nativeweb.org/papers/indiconf2001/ari.html.
[68] http://www.nodo50.org/tortuga/article.php3?id_article=6023.
[69] Así, “Para justificar el abominable genocidio, el rey Juan Carlos de Borbón creó la “La Ruta Quetzal”, que es “un Programa de Adoctrinamiento para justificar ante la historia el ‘Descubrimiento de América’” (http://www.simon–bolivar.org/bolivar/juicio_a_colon.html).
[70] Para algunas de las interpretaciones más corrientes, la política de expansión empresarial “se concreta en la llamada Fundación Carolina, nacida en el año 2000, y que agrupaba a las 24 multinacionales españolas más importantes” (http://www.rebelion.org/noticia.php?id=22318).