Resumen
Transcurrido un año desde el anuncio sobre la salud de Castro emitido el 31 de julio, el fondo, la forma y el espíritu de la peculiar relación que mantienen Europa y Cuba no han cambiado demasiado. A pesar de una serie de medidas concretas adoptadas por Madrid, puede aplicarse esa misma valoración al actual capítulo de la “relación especial” que mantienen España y Cuba.[1]
Introducción
Transcurrido un año desde el dramático anuncio de la enfermedad de Fidel Castro y su cesión temporal de poder a favor de su hermano Raúl, la relación entre la Unión Europea (UE) y Cuba ha vuelto a un nivel de normalidad, tras un ciclo previo de congelación de las relaciones impuesto por las autoridades cubanas y un intento de los actores europeos de influir en La Habana, o persuadirla, para que adoptara medidas de apertura y llevase a cabo reformas políticas y económicas.[2] Tras un largo período de “esperar y ver qué pasa” por parte de Bruselas y algunos de los Gobiernos europeos más activos en la relación con Cuba (con España a la cabeza), se pusieron en marcha una serie de iniciativas que recibieron una respuesta ambivalente por parte del Gobierno cubano, que hizo una distinción entre las que consideró medidas positivas de determinados Gobiernos y las que interpretó como de una actitud agresiva de otros. Sin embargo, cuando en junio de 2007 se publicaron las críticas conclusiones del Consejo Europeo especial, en las que se incluía una oferta a las autoridades cubanas para reunirse en Bruselas, la respuesta de La Habana fue una negativa pública y enérgica, coronada por una columna escrita por el propio Fidel Castro. En definitiva, transcurrido un año desde el anuncio sobre la salud de Castro emitido el 31 de julio, el fondo, la forma y el espíritu de la peculiar relación que mantienen Europa y Cuba no ha cambiado demasiado. A pesar de una serie de medidas concretas adoptadas por Madrid, puede aplicarse esa misma valoración al actual capítulo de la “relación especial” que mantienen España y Cuba.
Un contexto más amplio
El arriesgado paso dado por el Gobierno español en Semana Santa con respecto a Cuba sorprendió a los observadores europeos y estadounidenses por suponer un importante giro en la política de España desde que el Partido Socialista (PSOE) ganara las elecciones en marzo de 2004. Cuando la mayoría de los observadores suponían que el impasse provocado por la enfermedad de Castro y su desaparición temporal de la escena pública se prolongaría más e invitaría a un período de inacción y prudencia por parte de un amplio número de actores internacionales, España decidió entrar en escena. La arriesgada visita a La Habana del ministro español de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, debe entenderse en el contexto más amplio de la percepción europea de la escena cubana, que merece un análisis.[3]
Este contexto se compone básicamente de una lectura de la cadena de acontecimientos que se han sucedido desde que se anunciara la enfermedad de Castro y éste cediera el poder, así como de un análisis profundo de las tendencias generales y los diferentes aspectos del entramado cubano. La conclusión de este análisis revelará que apenas se ha producido ningún acontecimiento sustancial capaz de marcar un hito, al menos en los niveles que cabría haber esperado dada la gravedad de la enfermedad de Castro y la posibilidad de su muerte inminente. Sin embargo, el impasse ha reforzado la convicción de que las deficiencias endémicas de Cuba y las especificidades de su supervivencia estructural siguen dominando la escena y continuarán influyendo en la futura evolución del régimen y el país en general, lo que afectará a la actitud europea. Aunque la actitud general de EEUU con respecto a Cuba no ha experimentado cambios sustanciales desde el inicio de la crisis desatada por la enfermedad de Castro, inicialmente algunos hechos pusieron de manifiesto la existencia de divergencias internas, decisiones erráticas y ambivalencia con respecto a los deseos de los diferentes sectores de la comunidad cubana en el exilio.
En el frente estrictamente estadounidense, las señales emitidas por Washington en el momento de anunciarse la enfermedad de Castro fueron de cautela y de reafirmación del deseo de su Administración de un restablecimiento de la democracia en Cuba, controlada por el pueblo cubano.[4] Asimismo, el Gobierno estadounidense aconsejó a la comunidad cubana en el exilio a no precipitarse hacia una estrategia de presión para la devolución de las propiedades confiscadas durante la revolución cubana. Posteriormente, el llamamiento realizado por el Secretario de Comercio de EEUU, Carlos Gutiérrez, para que el Gobierno cubano celebrara un referéndum se interpretó como una señal de voluntad de cooperación con un régimen de transición, aun con Raúl Castro en el poder. Esta idea encolerizó a los representantes de la comunidad cubana y el Congreso estadounidense partidarios de seguir una línea dura con respecto al Gobierno cubano[5]. Las declaraciones de Thomas Shannon, subsecretario de Estado para Asuntos Hemisféricos de EEUU, aconsejando moderación, contrastaron con las predicciones de una muerte inminente de Castro formuladas por su superior, John Negroponte, secretario de Estado adjunto de EEUU.[6] Castro respondió aparentemente a este intercambio de opiniones dejándose ver junto a sus visitantes en vídeos y fotografías.[7] Cuando en noviembre de 2006 había transcurrido ya bastante tiempo sin que Castro se mostrase en público y en las publicaciones estadounidenses se afirmaba que padecía cáncer,[8] apareció un nuevo vídeo que disipó esos rumores pero que no obstante confirmó su delicado estado de salud.[9] Castro no apareció, sin embargo, en los actos que tuvieron lugar durante la reunión del Movimiento de los Países no Alineados celebrada en La Habana ni en las celebraciones que tuvieron lugar el 2 de diciembre de 2006 con ocasión del 50 aniversario del desembarco del Granma en la costa cubana y la fundación de las nuevas Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), cuando en agosto se había anunciado que ese acontecimiento constituiría una celebración tardía de su 80 cumpleaños.[10]
Los enfrentamientos verbales se intercalaron con una ininterrumpida cooperación, entre bambalinas, entre La Habana y Washington en determinados aspectos delicados como la inmigración. EEUU es el único país del mundo que dispone de un acuerdo migratorio con Cuba. En él se establece un máximo de 20.000 inmigrantes anuales y fue elaborado tras la nueva crisis de los balseros de 1994, que amenazó con convertirse en un segundo éxodo del Mariel. Aunque el acuerdo ha venido funcionando bien a lo largo de los años (beneficia a ambas partes), la reciente animadversión entre la Administración Bush y el Gobierno cubano ha generado una política de reducción del número de personal estadounidense y de empleados cubanos de la Sección de Intereses en La Habana, en represalia por la estrategia estadounidense de criticar las violaciones de los derechos humanos. El 18 de julio de 2007, el Gobierno de EEUU anunció que no podía alcanzar la cuota fijada debido a la falta de recursos de personal provocada por las restricciones cubanas, una acusación negada por el Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba.[11]
Hay que recordar que, sólo unos meses antes, toda una delegación del Congreso de EEUU visitó Cuba mientras los gobernadores estadounidenses celebraban reuniones comerciales con funcionarios cubanos y hacían un llamamiento a que se levantasen el embargo y las restricciones a viajar.[12] El presidente Bush mantuvo una línea dura y advirtió que vetaría cualquier votación en el Congreso en favor de poner fin a las sanciones. El descubrimiento de nuevos casos de espionaje cubano en EEUU[13] hizo que el grado de tensión entre los dos países se mantuviera elevado, en tanto que la cúpula cubana se ofrecía a negociar, sobre la base del respeto mutuo.[14] A pesar de esa oferta, la situación sigue en punto muerto, todo ha quedado reducido al habitual intercambio de pullas entre ambos lados de los estrechos de Florida. Entretanto, en la votación anual celebrada en las Naciones Unidas se ha vuelto a censurar a EEUU por mantener el embargo contra Cuba, hecho que ha proporcionado a ésta una nueva excusa para justificar sus propios defectos.[15]
Por lo que respecta a la comunidad cubana exiliada en EEUU, los observadores internacionales, y especialmente los analistas europeos, se vieron fascinados por las espectaculares demostraciones de alegría presenciadas en Miami cuando se anunció la enfermedad de Castro y, posteriormente, por los planes de celebrar una fiesta en el Orange Bowl a su muerte. Aunque amplios sectores de la comunidad cubana mostraron signos de moderación y dejaron traslucir la evolución de sus opiniones políticas en los sondeos, el enfoque de línea dura se mantuvo bien anclado entre la representación en el Congreso. El número de exiliados cubanos a favor del mantenimiento de las restricciones a los viajes y los envíos de remesas a familiares ha disminuido considerablemente en los últimos años.[16] Las divergencias en torno a la eficacia del embargo y su posible levantamiento han dividido al núcleo de la comunidad cubana, algo que quedó bien patente cuando estalló la crisis provocada por la enfermedad de Castro.[17] En este contexto, una serie de empresas resultantes de la impresionante labor de presión efectuada en las décadas de 1980 y 1990 por la Fundación Nacional Cubano Americana (FNCA) se vieron envueltas en diversos escándalos. Radio Martí y TV Martí fueron objeto de investigaciones.[18] Se descubrió que el conglomerado de The Miami Herald albergaba a personal que trabajaba para esas entidades mediáticas financiadas por el Estado, lo que originó despidos, restituciones y dimisiones de periodistas tanto estadounidenses como cubanos.[19] Un contrariado caricaturista de El Nuevo Herald tomó como rehenes a los empleados del periódico, desatando la vergüenza de la comunidad.[20] Entretanto se empezó a considerar que los programas dirigidos por la Agencia de EEUU para el Desarrollo Internacional (USAID)[21] para la promoción de la democracia en Cuba eran ineficaces y beneficiaban a individuos e intereses nacionales. El caso de Luis Posada Carriles, presunto cómplice del atentado contra un avión de pasajeros cubano en 1976 que fue detenido en Miami en 2006 acusado de inmigración ilegal, contribuyó aún más al deterioro de la influencia de las opiniones de los exiliados cubanos. Este desprestigio se vio reforzado por la puesta en libertad de Carriles en abril de 2007. El Gobierno de Cuba ha explotado este caso en todo el mundo en el contexto de la lucha estadounidense contra el terrorismo. Es más, este caso ha servido para neutralizar la detención y condena de cinco presuntos espías cubanos en Miami, erigidos en “los cinco héroes” y empleados como lema en numerosas manifestaciones, marchas y conmemoraciones.
Con todo esto, no es de extrañar que el régimen cubano haya disfrutado de un renovado respaldo en Latinoamérica, no sólo de sus aliados más incondicionales, como el venezolano Chávez, que se ha convertido en portavoz oficial de Cuba en el mundo, sino también de algunos otros (Bolivia, Nicaragua y Ecuador) que afirman compartir la visión revolucionaria de Caracas y La Habana. El resto del continente ha guardado silencio, en general, con respecto a posibles críticas al liderazgo de Raúl Castro (con las notables excepciones del costarricense Oscar Arias[22] y el salvadoreño Antonio Elías Saca).
En este contexto Cuba consiguió, medianamente, superar la prueba de celebrar la reunión del Movimiento de los Países No Alienados,[23] en un clima de adopción de enérgicas medidas contra los disidentes, imposición de medidas más estrictas a la prensa extranjera, expulsión de una serie de reporteros y prohibición de entrada a otros. Reforzando su control sobre las comunicaciones y los medios, el Gobierno puso en marcha una ola de acoso contra el uso “ilegal” de antenas de televisión y redujo aún más la capacidad y el uso privados de Internet y las comunicaciones digitales, lo que granjeó a Cuba una mala calificación en este ámbito en el contexto del mundo en desarrollo.
Por lo que respecta a la relación con Europa en general, el Gobierno cubano reafirmó el frío enfoque con el que había experimentado ya anteriormente, aun tras el levantamiento de las medidas especiales de la UE en 2005. Siguió dificultando de forma selectiva el acceso de determinadas representaciones extranjeras a las esferas más altas del régimen, mientras los medios de comunicación controlados por el Gobierno atacaban esporádicamente, de forma disimulada o explícita, a determinados Gobiernos europeos, y posteriormente a la UE en su conjunto, acusándolos de “conspirar” de la mano de la política estadounidense. La posición común de la UE, operativa desde 1996, se ha venido equiparando sistemáticamente al embargo estadounidense vigente.
Dentro de este contexto general, un Estado miembro de la UE recibía de forma sistemática una atención especial: España. Ello se explica en parte por los vínculos históricos e indiscutiblemente estrechos que existen entre ese país y Cuba. Una encuesta selectiva realizada entre funcionarios de la UE y diplomáticos europeos con intereses y obligaciones en Cuba situaba a España a la cabeza de una clasificación de Estados miembros de la UE con influencia en las relaciones UE-Cuba.[24] El papel de liderazgo de España en esa relación ha sido analizada y cuestionada, y ha recibido tanto aliento como presiones para actuar en un sentido u otro. En general, en los últimos años las medidas más decisivas adoptadas por las instituciones comunitarias reflejan de una forma u otra las repercusiones de las medidas adoptadas por el Gobierno español o los representantes de sus principales partidos. Cuando, por ejemplo, el Partido Popular (PP), dirigido por José María Aznar, tomó las riendas del Gobierno español, lo que se pedía en Bruselas era aprobar la posición común sobre Cuba en 1996. A su vez, cuando el PSOE volvió al poder, el guión se modificó en la dirección propuesta. La mayor parte de los socios de la UE siguen el ejemplo de España, creando consenso. Las resoluciones aprobadas por el Parlamento Europeo a menudo llevan la huella de la mayoría conservadora liderada por el PP.[25]
A pesar de su papel en el levantamiento, en 2005, de las medidas especiales impuestas en 2003, la representación diplomática española en Cuba siguió siendo objeto de un trato ambivalente por parte de las autoridades cubanas.[26] En el plano interno, el Gobierno español ha sido objeto de un hostigamiento sistemático por parte del PP, sus medios favorables y en foros internacionales como las instituciones de la UE, especialmente el Parlamento. Representantes del PP y críticos de la política del PSOE hacia Cuba han visitado Washington (el más destacado, el antiguo Presidente Aznar)[27] y Miami con frecuencia, haciendo declaraciones y concediendo entrevistas a públicos y medios receptivos.[28] El consenso existente entre los dos principales partidos españoles en las décadas de 1980 y 1990 desapareció una vez que la política relativa a Cuba se convirtió en un punto de confrontación tras la llegada al poder de José María Aznar, con el resultado de que las relaciones diplomáticas entre Madrid y La Habana se redujeron al mínimo.
Aunque el PSOE nunca cuestionó (es más, respaldó) la concesión de honores comunitarios a disidentes cubanos auspiciada por el PP y contribuyó a hacer mínimamente efectivo el vínculo Bruselas-La Habana, el punto muerto al que se llegó como consecuencia de la imposición provisional de medidas en 2003 convenció al nuevo Gobierno español de que esas medidas eran contraproducentes. La ausencia de una comunicación eficaz entre los Gobiernos europeos y las autoridades cubanas era la norma general y la situación de los disidentes seguía siendo la misma. De ahí que el cambio en la política comunitaria a principios de 2005 se realizase sin que la minoría opuesta al consenso opusiera resistencia. Sin embargo, los cambios sustanciales que se habían previsto no se produjeron, y posteriormente la crisis desencadenada por la enfermedad de Castro dejó la relación en compás de espera.
Aun así, España estaba destinada a no desaparecer de la escena. No es coincidencia que el Gobierno cubano no emitiese ninguna declaración explícita sobre el estado de salud de Castro, habiendo calificado la situación de “secreto de Estado”. La inminente muerte de Castro anunciada por funcionarios estadounidenses fue desmentida por el venezolano Chávez y por un médico español que tuvo ocasión de examinarle y que determinó, insólitamente, que Castro no tenía cáncer y que pronto se recuperaría y estaría en condiciones de volver a asumir el poder.[29]
Una valoración vigente
Cualquier análisis de la relación UE-Cuba, en base a una lectura analítica de las distintas opciones de acción y enfoque de Europa ante una Cuba en cambio, debe situarse en el contexto de un grupo mínimo de parámetros relativos a la percepción comunitaria de la situación económica y política de Cuba. La opinión europea no ofrece demasiadas sorpresas ni contrasta en exceso con otros marcos analíticos de observadores estadounidenses y latinoamericanos. Pueden esbozarse algunos aspectos básicos, extraídos a partir de diferentes opiniones y estudios obtenidos directa o indirectamente de centros institucionales de la UE y fuentes independientes.
Por lo que respecta a la situación económica, la primera preocupación expresada por los analistas europeos, un sentimiento compartido por los expertos internacionales, es que los datos que apuntan a una economía disfuncional endémica, proporcionados oficialmente por las autoridades cubanas, no son fiables, por considerarse que no están actualizados. Su muy necesaria renovación y actualización supondría una labor extremadamente difícil y pesada. La decisión unilateral del Gobierno de Cuba de reformatear la fórmula estándar del PIB ha añadido aún más confusión y sospecha a las preocupaciones ya existentes. En 2005 se anunció que el PIB Socialmente Sostenible presentaba un crecimiento del 11,8%, claramente el mayor del mundo. La diferencia entre esta cifra y el 5% previsto por la CEPAL se debe a los beneficios obtenidos de los servicios médicos prestados por Cuba a Venezuela.[30] Según fuentes cubanas, el PIB Socialmente Sostenible registró un aumento del 12,5%, con una previsión de otro 10% para 2007. Según rumores con fundamento, el Gobierno de Cuba tiene previsto acabar con el doble uso de la moneda local, alegando que el 57% de la población ya recibe moneda fuerte.[31]
Por lo que respecta a la evolución política, el análisis europeo es similar al de Latinoamérica y la comunidad independiente de académicos y think-tanks de EEUU. Dicho análisis contempla tres escenarios distintos que podrían desarrollarse por fases al mismo tiempo. En conjunto, estos posibles capítulos de la nueva era histórica cubana podrían tener sutiles efectos indirectos en función del ritmo al que se desarrollen los acontecimientos derivados de la crisis provocada por el anuncio de la enfermedad de Castro el 31 de julio de 2006.
El primer escenario es el que se ha mantenido desde agosto de 2007. Tiene el potencial de extenderse al resto de 2007 (e incluso a 2008), dependiendo de la evolución del estado de salud de Castro. La estructura de poder podría calificarse de “ménage a deux”, adaptando la expresión francesa que ha pasado a formar parte de la terminología empleada para definir el equilibrio existente entre las instituciones europeas. Con Fidel Castro recuperándose aparentemente y mostrándose periódicamente en imágenes de vídeo en compañía de Chávez, al mismo tiempo que se filtran a la prensa internacional supuestos detalles de su estado de salud, la estructura de control político es evidente: las riendas del Gobierno, al menos las relativas a las funciones cotidianas, han estado bajo control de Raúl y sus colaboradores como personas en quienes se han delegado responsabilidades precisas. Básicamente, este análisis ha venido a contradecir en cierta medida la aseveración realizada justo después del anuncio de la enfermedad de Castro de que nada volvería a ser lo mismo en Cuba.[32] Para que eso sea así habrá que esperar a un cambio biológico más drástico.
Según el análisis europeo, el balance de la actuación de Raúl Castro es que, en esta primera etapa, ha sido un igual en la cúpula del poder y ya no parece ser tan sólo el número dos. Sin embargo, esto no quiere decir que haya dispuesto del espacio del que dispondrá una vez que su hermano desaparezca físicamente del mapa. “La presencia de la ausencia de Fidel” (empleando una metáfora elaborada por personas con acceso a información privilegiada) es demasiado fuerte como para considerar autónomo y decisivo el papel de su hermano.
El análisis europeo no muestra un consenso claro en cuanto a la interpretación de las escasas palabras pronunciadas por Raúl en sus infrecuentes apariciones y alocuciones. A nadie le cuesta creer que Fidel se haya puesto en contacto de forma sistemática con los distintos ministerios encargados de manejar los sectores de autoridad que delegó el 1 de agosto, pero nadie es capaz de interpretar correctamente el verdadero significado de que Fidel no llame a su hermano “demasiado a menudo” y de que no “interfiera” [según las palabras del propio Raúl, pronunciadas durante una inusual y apresurada entrevista realizada durante su visita a la Feria del Libro en La Habana] en la gestión diaria del Estado.
La realidad ofrecida por este escenario es que los observadores europeos deben reconocer que saben lo mismo que los estadounidenses, es decir, no mucho. El Gobierno de Cuba ha emitido escasas señales a Bruselas para que ésta adopte un nuevo enfoque y acelere la aplicación de nuevas medidas, ofrezca nuevas alternativas y anuncie nuevos incentivos o presiones. El único detalle claro ha sido que Raúl Castro ha reafirmado, durante todo este tiempo, su intención de combatir lo que él denomina violaciones e imperfecciones del sistema, una amenaza denunciada el año previo por su hermano como el desafío más importante al que se enfrentaba la supervivencia de la Revolución.
Como contrapartida, el análisis europeo ha percibido, sin embargo, que Raúl podría tratar de tantear ciertas opciones de apertura de la economía en la línea del modelo chino o vietnamita. Si bien no hay garantía de esto, los observadores europeos ya han señalado que la modesta “apertura” de un renovado debate cultural no es un acontecimiento aislado, sino que debe interpretarse como parte de un contexto más amplio como señal de, al menos, estar tanteando el terreno.
Relación con EEUU y el resto de América
En cualquier caso, la otra variable disponible es la extraña relación doble con otros dos actores mucho más cercanos: EEUU y Venezuela. En ese sentido, como ya se ha mencionado anteriormente, es un hecho que Raúl Castro ofreció a EEUU, al menos dos veces públicamente (y posiblemente también entre bastidores), la posibilidad de negociar un acuerdo, sobre la base del respeto mutuo. El ejemplo más espectacular pudo presenciarse durante el discurso que pronunció durante la ceremonia y el desfile que tuvieron lugar con motivo del 50 aniversario de la hazaña del Granma. Washington ha rechazado este intento de acercamiento, al menos en público, pero se sospecha que se han estado llevando a cabo negociaciones.
A pesar de ello, la relación política y comercial previa se ha mantenido en su mayor parte sin grandes cambios. Por un lado, EEUU se ha convertido en el segundo socio económico más importante de Cuba, gracias al patrón constante de adquisiciones de alimentos y suministros médicos al primero por parte del segundo. Y por otro, ambos países han seguido respetando los acuerdos migratorios y de seguridad.[33]
Entretanto, Bruselas y muchas otras capitales europeas se han dado cuenta de que, a corto plazo, Cuba no tiene necesidad de reforzar su relación con EEUU (Raúl tiene suficiente con la alianza estratégica con Venezuela), por lo que tampoco echará de menos cualquier otro acuerdo desventajoso con la UE. Aunque pocos esperan un recrudecimiento de los enfrentamientos públicos con la UE y algunos de sus Gobiernos que fueron la norma antes de que se levantaran las medidas transitorias a principios de 2005, las instituciones comunitarias sí han venido prediciendo un estancamiento de la situación de punto muerto existente en una relación que se define como “de irrelevancia mutua” (ambas partes han llegado a la conclusión de que no pueden influir en el contrario). Por ello, el razonamiento ha sido el siguiente: ¿por qué molestarse demasiado más allá de las habituales peticiones?
Esta situación, existente ya antes de la crisis desencadenada por la enfermedad de Castro, se ha venido manteniendo, en tanto que la voluntad de continuar con el planteamiento general de “compromiso constructivo” ha sido respetada y registrada pasivamente por La Habana. Una clasificación de los Estados miembros de la UE que aplican este planteamiento muestra a España en primer lugar, seguida de Bélgica e Italia.[34] Sólo se ha observado una excepción a esta tendencia: el aumento de la oposición de algunos Gobiernos centroeuropeos (sobre todo, la República Checa, que encabeza la clasificación de Estados miembros de la UE considerados partidarios de una línea dura con Cuba),[35] que ha provocado una agresiva respuesta verbal por parte del Gobierno cubano y sus medios de comunicación, que han culpado a la UE de ceder supuestamente a esa presión y reproducir la estrategia de EEUU.
En cualquier caso, el resultado es que los observadores de la UE presentan una opinión parecida a la de los analistas y dirigentes estadounidenses: el dúo Castro no necesita a Europa para nada. Esta percepción y los datos empíricos que la avalan se vieron confirmados por la rotunda reacción de Cuba a una ambivalente oferta de cooperación formulada en junio de 2007, en la que se invitaba a una delegación cubana a visitar Bruselas para tratar una amplia agenda. Aunque hace algunos años esa negativa podía haber estado dictada por la ideología y la necesidad de crear otro “enemigo”, hoy en día hay que añadir a la ecuación un factor económico empírico: Chávez ha llenado, por el momento, el vacío de una dependencia alternativa. Es más, la evolución de los acontecimientos y las perspectivas de un segundo escenario (una sucesión real de Raúl a la muerte de Fidel) han llevado a los observadores de la UE a replantearse la realidad de la implicación y los intereses de Europa en Cuba.
De la apertura a lo desconocido
Se dispone de muy pocos datos para poder prever por qué tipo de opciones se decantará Raúl. En opinión de Europa, existen dos aspectos que merece la pena considerar, ambos relacionados con el papel del ejército. Por un lado, a los intereses europeos les encantaría saber qué nuevo tipo de papel desempeñará el nacionalismo en este período,[36] y por otro la vista está puesta en el sentimiento de profesionalidad que las FAR afirman tener y en hasta qué punto estarán dispuestas a, y serán capaces de, actuar una vez que se produzca una sucesión completa.[37] En este contexto, el enigma será si, en una primera fase de apertura del sistema, habrá un regreso a los limitados experimentos de iniciativa privada llevados a cabo en la primera mitad de la década de 1990. La valoración del nuevo incentivo que esto podría suponer para la realización de mayores y más agresivas inversiones europeas es un objetivo pesado y engorroso.
Existe una elevada incertidumbre acerca del posible impacto de una apertura decisiva del sistema económico y político como resultado de una transición real. Una evaluación más que realista (pesimista para algunos) de las opciones de Europa es la que tiene en cuenta que las limitadas inversiones económicas realizadas en Cuba, junto con los intereses históricos especiales de algunos miembros (España), no serán capaces de hacer frente a la abrumadora implicación estadounidense. Durante las primeras etapas de la transición, de modesta apertura económica, las inversiones europeas tendrían una ventaja comparativa con respecto al poder financiero estadounidense. Pero una vez que el sistema pasase a ser abiertamente competitivo, el riesgo para las pequeñas y medianas empresas europeas sería enorme. Por ello, numerosas voces en Europa han estado presionando a favor de que se elabore una estrategia común para hacer frente a esa nueva situación.
Un tercer posible escenario, resultado de una sucesión difícil y polémica (poco probable, en opinión de Europa), sería un enfrentamiento entre distintas facciones de las Fuerzas Armadas mientras parte de la población trata de saldar viejas cuentas y hacerse con sectores de influencia política y económica. Al desconocerse qué plan puede tener el Gobierno estadounidense en este caso, puede que diversos Gobiernos europeos diseñen una estrategia de salida para familias y personal no esencial valiéndose de diversos medios disponibles, entre ellos la cercanía geográfica de territorios soberanos, coloniales o semicoloniales de Europa en el Caribe (Francia, el Reino Unido y Países Bajos) o el incremento de las conexiones aéreas de diversas compañías nacionales (España, Francia y el Reino Unido). A menos que se pusiera en marcha una evacuación por vía marítima de considerables dimensiones, no parecen existir recursos claros para dar respuesta a una súbita migración trasatlántica de nacionales europeos.
En cualquier caso, un escenario como éste representaría también un triste fracaso de los intentos realizados por Europa en los últimos veinte años para tratar de propiciar una transición pacífica. Dicho esto, un desenlace violento de ese tipo quedaría fuera del alcance de la capacidad de los recursos y los cálculos europeos. Los esfuerzos europeos nunca han estado destinados a influir en ninguno de los posibles escenarios, sino a proporcionar el entorno y el contexto más positivos posibles para tratar de evitar ese tipo de situaciones negativas.
Dos comunidades cubanas en transición
A los observadores europeos les preocupa que dos sectores clave que podrían influir de forma decisiva en la futura evolución de Cuba no parezcan mostrar, por el momento, la cohesión y capacidad necesarias para influir en el resultado tanto de una sucesión no violenta como de una transición pacífica. Uno es el sector “disidente” de la isla y el otro, la comunidad cubana en el exilio.
Por otro lado, los analistas observan que, en respuesta a la prudencia del consenso europeo (sólo roto por algunas acciones concretas de determinados Gobiernos), el régimen cubano sólo ha liberado a un número limitado de presos por motivos de enfermedad,[38] condenando a otros,[39] y se ha mostrado provocador, publicando en la prensa estatal notas en las que se vertían críticas extremadamente duras contra la actual política de la UE. Al mismo tiempo, los observadores europeos han certificado la fragilidad del tejido social cubano, en el que los disidentes se muestran extremadamente divididos y sus organizaciones sufren serias infiltraciones de los servicios de inteligencia del régimen, mientras que las diferentes actitudes de la comunidad cubana en el exilio no parecen sintonizar con la estancada situación en Cuba y tampoco se percibe que tengan una clara influencia en la reestructuración de los parámetros del embargo más allá de la inercia imperante.
Con respecto al panorama nacional en Cuba, el análisis europeo de consenso es que la población cubana está dividida, en términos generales, en un 80% que se dedica a la rutina diaria de “resolver e inventar”, aproximadamente un 20% que trata, de una u otra forma, de abandonar el país por medios legales o ilegales, y un minúsculo 1% que actúa al amparo de alguna de las unidades disidentes. En opinión de Europa, este movimiento “disidente” está enormemente dividido, descoordinado e infiltrado por las fuerzas de seguridad del Estado cubano. En general carece de una estrategia clara, aun cuando todos los grupos se esfuercen al máximo. Los observadores europeos consideran excepciones a esta regla el Proyecto Varela presentado por Oswaldo Payá, cuyo grupo cuenta principalmente con el respaldo de los cristianodemócratas, y Arco Progresista, del disidente socialdemócrata Manuel Cuesta Murúa, por considerar que tienen visión de futuro más allá de una oposición pacífica frontal al sistema. El segundo de ellos, junto con el grupo dirigido por Eloy Gutiérrez Menoyo, que abandonó su exilio en Miami para residir en Cuba, es el que favorecen los partidos socialistas europeos, especialmente el PSOE.[40] La previsión es que, cuando se ponga en marcha la transición política, estos círculos pasarán a formar partidos políticos.
En Bruselas y entre los influyentes Ministerios europeos de Asuntos Exteriores se considera que existe la posibilidad de que se supriman algunas de las condiciones codificadas del embargo como consecuencia de una combinación de otros dos factores: por un lado, será difícil seguir soportando la presión ejercida por algunos sectores comerciales estadounidenses con intereses, que no quieren desaprovechar la oportunidad de vender alimentos y medicinas a Cuba, sectores que han convertido a EEUU en el segundo socio comercial más importante de Cuba; y por otro, los miembros del exilio cubano partidarios de una línea dura presionarán para seguir manteniendo su influencia y se opondrán a que se levante el embargo en la situación actual sin contraprestaciones claras por parte del Gobierno cubano. Sin embargo, este sector, en alianza con la Casa Blanca y determinados miembros del Congreso, no será capaz de mantener indefinidamente las limitaciones impuestas al envío de remesas a familiares y a los viajes a Cuba, una política recientemente aplicada por el Gobierno estadounidense que perjudica exclusivamente a los sectores con ingresos limitados del exilio cubano y a las familias que dejaron atrás.
La idea que tiene Europa de la comunidad en el exilio no ha sufrido cambios radicales en los últimos meses.[41] Se ha detectado una considerable evolución hacia la coordinación de los esfuerzos (Consenso Cubano) y un movimiento de moderación (el cambio de actitud de organizaciones emblemáticas como la Fundación Nacional Cubano Americana), pero aún así la idea internacional que se tiene de los círculos que más se hacen oír y más publicidad generan sigue siendo la de la resistencia a alcanzar un compromiso y adaptarse al cambio de circunstancias. Ante la pregunta de qué debería hacer la comunidad cubana en el exilio para facilitar una transición pacífica, aun al precio de tolerar una sucesión ininterrumpida, el consejo consensuado por Europa (a excepción de la minoría que se opone a una posición diplomática) ha sido desarrollar una variedad especial del enfoque europeo de “compromiso constructivo”, con las debidas adaptaciones y especificidades.
Por un lado, los principales grupos proactivos miembros de la coalición Consenso consideran que el Gobierno federal de los EEUU no habla en su nombre y que sus acciones y planes difieren de los del marco de Washington. Por otro lado, los observadores de la UE consideran que lo que se necesitan son ciertas aclaraciones acerca del embargo y de cuál debería ser la relación entre “las dos Cubas activas” (los disidentes y los sectores más innovadores del exilio). Esto debería hacerse teniendo en cuenta que, en última instancia, los beneficiarios (o víctimas) de cualquier posible acción futura serán los más de 10 millones de cubanos que viven en la isla y los cerca de dos millones que constituyen la diáspora distribuida por todo el mundo.
Por lo que respecta al embargo, aunque la oposición de la UE se basa en la amenaza que suponen las leyes codificadoras extraterritoriales (CDA y Helms-Burton) para una serie de principios y para sus propios intereses, el mensaje sistemático de Europa es que el embargo sólo beneficia al régimen cubano, reforzando la excusa política esgrimida por Cuba para justificar las deficiencias de su sistema. La inercia de mantener el embargo por razones históricas y el argumento de que levantarlo sin condiciones tras 45 años supondría una victoria para Raúl no son suficientes para contrarrestar el hecho empírico de que el embargo no ha logrado su principal objetivo: la súbita caída del régimen. El análisis de Bruselas ve una flagrante contradicción entre afirmar que la mala relación EEUU-Cuba (embargo incluido) no es una cuestión internacional, sino nacional (la influencia del electorado de Florida) y reivindicar por otra parte que el exilio cubano no habla en nombre del Gobierno estadounidense y, en última instancia, exigir tratar directamente con la población cubana, lo que otorgaría a esta comunidad el monopolio de la iniciativa.
Ese argumento deja de lado el hecho de que la codificación del embargo, que resta poder ejecutivo a la Presidencia de EEUU y se lo confiere al Congreso, fue resultado directo de la impresionante labor de presión de influyentes grupos de cubanos en el exilio.[42] Si es cierto que la política estadounidense hacia Cuba depende de cuestiones nacionales, esta dependencia no parece verse afectada por la actual frustración suscitada por el hecho de que la política de Washington refleje la postura de los exiliados.[43]
En una reflexión sobre la prohibición cubana de recibir ayuda oficial de la UE, por considerarla una réplica de la intromisión “imperialista” llevada a cabo por EEUU, ciertas personas pertenecientes a los círculos internos de Bruselas comparten con los exiliados cubanos la necesidad de no relacionar (al menos públicamente) la ayuda destinada a los disidentes con la política oficial de EEUU. Esa relación sería utilizada por el régimen cubano para desacreditar la iniciativa afirmando que sigue el ejemplo de Washington. Los planes oficiales diseñados para propiciar una transición en Cuba no hacen más que añadir leña al fuego, aumentando el temor entre la mayoría de la población, centrada exclusivamente en “resolver” su supervivencia diaria.
Bruselas ha observado con gran interés que algunos de los ingredientes del “compromiso constructivo” de Europa están presentes en la nueva actitud mostrada por los grupos en el exilio que en el pasado se consideraban “fundamentalistas” en cuanto al enfoque que daban al régimen cubano. Por ejemplo, los observadores de la UE se han percatado de la oposición manifestada recientemente por la Fundación Nacional Cubano Americana a las limitaciones impuestas por el Gobierno estadounidense al nivel y la periodicidad de los envíos de remesas de exiliados cubanos a sus parientes en Cuba.[44] Este tipo de implicación de persona a persona es el modo más productivo de establecer una relación directa que alivie las privaciones experimentadas por un sector de la población cubana, con beneficios indirectos no sólo para la familia cercana sino también para otras personas. El hecho de que esta postura difiera de la política oficial del Gobierno estadounidense podría generar una actitud mucho más favorable del Gobierno cubano.
De la prudencia a la audacia
Tras la crisis provocada por la enfermedad de Fidel Castro y la cesión temporal y limitada del poder, la mayoría de las predicciones acerca de una nueva estrategia de Europa (y especialmente España) hacia Cuba se cumplieron durante más de ocho meses. Las recomendaciones gubernamentales y de expertos que se emitieron entonces se habían aceptado con cierto grado de resignación y sabiduría.
La maquinaria institucional de la UE y sus principales Estados miembros (por su legado histórico y otros factores de influencia) reafirmó una actitud de prudencia en sus políticas hacia Cuba. Los innovadores parámetros políticos y económicos de Cuba se congelaron una vez que Raúl Castro tomó las riendas condicionadas del gobierno. A pesar del abanico de acontecimientos e incidentes citados en apartados anteriores, daba la impresión de que todo seguía como si no hubiera pasado nada. La única diferencia era que Fidel no estaba oficialmente en escena, ocupando el primer plano, como había hecho durante 47 años.
Considerando todos los factores, no era el momento adecuado para dar pasos arriesgados. Europa consideró que en ese momento las circunstancias no eran las más propicias para efectuar un giro ostensible en la política general explicitada, ni tampoco en las principales líneas de actuación.
Por un lado, los Ministerios europeos de Asuntos Exteriores optaron por tomar nota del sibilino lenguaje emanado de La Habana y por responder a la aparente “normalidad” propiciada por el traspaso de poder temporal con anuencia e intención de espera. Por otra parte, el consenso (difícil y arduo en la precariedad en que existe) confirmó la necesidad de no efectuar cambios en el legado existente a mitad de 2006, antes de la enfermedad de Castro. Pero el impasse se ha extendido hasta bien entrado ya 2007.
Las dos señales más explícitas de la UE hacia Cuba se reducen a ausencia de acción e intención de cambio en sus políticas. Por un lado, la prometida redacción de una “estrategia” (palabra que desapareció gradualmente del vocabulario de la UE) hacia Cuba, tal como había prescrito el Consejo en 2006, que debía haber estado disponible para justo después de verano, quedó congelada.[45] A la espera de mejores perspectivas, los actores con mayor influencia (con España a la cabeza) se opusieron con energía a una codificación (otra posible “posición común”). Ésta hubiera dificultado luego la flexibilidad de maniobra necesaria para actuar según las circunstancias imprevisibles, además de dar al régimen cubano una nueva excusa para alegar que está siendo objeto de un nuevo acoso al estilo de EEUU.
Por otro lado, la única otra declaración explícita ha sido la renovación semestral de la suspensión de las “medidas especiales y transitorias” que se impusieron como represalia por los graves incidentes (apresamiento de 75 disidentes y ejecución de tres secuestradores de un vehículo) y que se levantaron a principios de 2005.[46] Por lo tanto, la actitud oficial de la UE sigue como estaba, entronizada en la posición común de 1996, que se reduce al condicionamiento de un acuerdo de cooperación con la UE colectivamente a la reforma política y económica, y la crítica de la situación de los derechos humanos.
Varios factores han contribuido a esta actuación (o falta de ella). En primer lugar, destacan las señales sibilinas y explícitas emitidas por el Gobierno cubano de que no se esperan cambios notables en la configuración política general del régimen cubano, mientras Fidel Castro siga haciendo notar su presencia, apareciendo indirectamente en los medios, y se refuerce la percepción de que se está recuperando. Esta provisionalidad solamente se vería aclarada con su muerte o con su pleno regreso al poder. Por otra parte, los pactos de Cuba con otros actores (Venezuela) indican que La Habana no tiene necesidad urgente de conseguir apoyos o favores adicionales.
La percepción europea, por lo tanto, coincide en este aspecto con el resto del análisis internacional, incluido el de la dirigencia política y los centros de inteligencia de Estados Unidos, que han demostrado en todo este período que carecen de ideas nuevas para lidiar con los imponderables cubanos. Si Washington no se aventura a explorar nuevas vías, ¿por qué deberían los europeos, al menos su núcleo más influyente, asumir el riesgo de dañar lo que cautelosamente se ha mantenido durante este largo período de “compromiso constructivo”? Sin alternativa precisa, más allá de la insistencia en provocar un cambio instantáneo y drástico que no tiene visos de producirse, ¿cuáles son las opciones a seguir? No muchas, para beneficio de los intereses españoles.
La cuestión era, por tanto, identificar la motivación exacta que propiciara un sutil cambio de rumbo o un drástico cambio de política. El Ministerio de Asuntos Exteriores tomó la decisión de reestablecer plenas comunicaciones con el Gobierno de Cuba firmando públicamente un acuerdo en los ámbitos de la economía, la inversión y el diálogo político, incluidos los derechos humanos[47]. Inmediatamente se sucedieron los comentarios, desde el silencio y la prudencia hasta las claras críticas y acusaciones en que se señalaban motivos de fondo.[48] La comunidad disidente manifestó un profundo resentimiento por la humillación que supuso la negativa de Moratinos a reunirse con ella durante su visita (dejando como alternativa un programa de entrevistas con representantes de rango inferior).[49] Los comentaristas próximos a la visión del PP español hicieron una valoración similar.[50] Los analistas mediáticos cuestionaron la futura eficacia de esa maniobra.[51] Algunos miembros de sectores en el exilio señalaron que las motivaciones eran fundamentalmente económicas:[52] España se estaba ocupando de sus inversiones, tratando de conseguir protección para operaciones actuales y esperando obtener alguna concesión o compensación por asociaciones concluidas en el pasado.[53] Cabe señalar que la frustración por la visita de Moratinos y la ausencia de una entrevista programada con la comunidad disidente llevó a algunos de esos grupos a firmar un compromiso de unidad, aunque éstos negaron la existencia de un vínculo entre esa visita y su decisión.[54] Posteriormente se celebró una oportuna conferencia en Berlín, bajo los auspicios de la Fundación Konrad Adenauer y el Comité Internacional para la Democracia en Cuba, en que el antiguo Presidente del Gobierno José María Aznar volvió a expresar una visión crítica de la política del Gobierno español hacia Cuba.[55]
La medida adoptada por España también dio pie a que la oposición política española atacara la política exterior del presidente del Gobierno Rodríguez Zapatero[56] y generó protestas entre comentaristas españoles habitualmente situados en la izquierda moderada, que publicaron críticos editoriales en medios de prensa habitualmente favorables, especialmente el diario madrileño El País.[57]Este influyente diario concedió su Premio Ortega y Gasset al disidente exiliado Raúl Rivero, liberado en 2005 gracias al papel desempeñado por el Gobierno español.[58] Cuando el PP presentó una moción en el Congreso, instando al Gobierno español a que exigiera a las autoridades cubanas la liberación de 134 presos políticos,[59] el ministro de Asuntos Exteriores respondió que lo más eficaz sería una estrategia de diálogo y expresó su compromiso con los disidentes.[60] Elena Valenciano, secretaria de Relaciones Internacionales del PSOE, insistió en que el Gobierno español ha mencionado expresamente lo que se espera de las autoridades cubanas en relación con los presos, recordando a los críticos que en el pasado España no estaba en situación de presionar y no obtuvo resultado alguno.[61]
Por último, la visita suscitó preguntas por parte del Gobierno de EEUU,[62] que hizo alusión a la ausencia de consultas,[63] a lo cual el Gobierno español respondió con declaraciones lacónicas y rotundas. Resulta significativo que los socios europeos de España no se manifestaran públicamente, mientras que la Comisión reafirmó su determinación a mantener las vías de comunicación abiertas con Cuba, aun cuando La Habana hubiera confirmado su rechazo a una cooperación colectiva.[64] La cumbre UE-EEUU celebrada en Washington incluyó una breve referencia al apoyo al pueblo cubano y el respeto de los derechos humanos.[65]
Sin embargo, un análisis en mayor profundidad recordó a quienes favorecen explicaciones simplistas basadas exclusivamente en argumentos comerciales y de inversión que las operaciones en Cuba son, en realidad, de una importancia relativa menor para la economía española en su conjunto. El beneficio político de un posible desvío hacia el PSOE de los votos de los empresarios, cuyas inclinaciones son ampliamente favorables al PP, también es prácticamente inexistente. A pesar de la acritud que esta cuestión ha suscitado entre la opinión pública, en realidad su impacto en los resultados electorales es insignificante. Los votantes indecisos (los que terminan decantando la balanza a favor de unos u otros) se mueven por cuestiones como el desempleo, el coste de la vida, la vivienda, la educación, la inmigración y el terrorismo de ETA, no por la actitud hacia Cuba, de la misma forma que la política estadounidense hacia Cuba no se mueve por el deseo de recuperar propiedades.[66] Tiene que existir una motivación más creíble: el sentimiento de que España estaba perdiendo terreno en Cuba, donde llevaba sintiéndose su presencia medio milenio. Para mantener ese estatus en un escenario donde el único cambio posible debe producirse desde dentro, la única opción es quedarse donde uno está, como EEUU hace con todos los demás países, excepto Cuba.
De esta forma, a España le quedaba la incómoda perspectiva de tener que someter su política a un interminable (en vista del actual impasse del régimen cubano) examen anual (solía ser semestral antes de 2005) de la política comunitaria hacia Cuba, con la participación de la República Checa y otros Gobiernos, “alentados por grupos patrocinados por EEUU que operan en Europa, presionando a favor de una posición común que llevaría a una diplomacia similar a la ejercida por la Sección de Intereses de EEUU en La Habana”. Es decir, “una diplomacia basada en amplios contactos con disidentes pero escasos contactos con funcionarios, académicos y otros individuos que no forman parte formalmente de la oposición”. Es lógico pensar que “en vista de todo esto, no es de sorprender que Madrid haya decidido fijar su propio rumbo y no subordinar su estrategia diplomática a un debate europeo semestral”.[67]
Por estas razones, España decidió liderar el pelotón de los que, por falta de medios o influencia, consideran que la mejor estrategia es explotar al máximo los resquicios que el sistema cubano permite. La “bilateralización” se ha impuesto a la precaria “multilateralidad”. De ahí que las diversas líneas de la cultura, la cooperación al desarrollo y el diálogo político con el Gobierno cubano sean las columnas que mantengan también la comunicación con la “sociedad civil” de Cuba, si es que existe algo así. Así lo terminará certificando en última instancia el respaldo, al menos tácito, de socios responsables y terminarán acallándose las voces de los que no tienen otros argumentos.
Esta actitud no está ausente de riesgos, pues se exigen resultados rápidos y tangibles. Pero hay que tener en cuenta que las expectativas y estrategias españolas y europeas están encaminadas al futuro a medio plazo, una vez que se haya producido una transición pacífica y reconciliadora. El análisis español ha llegado a la conclusión de que, para contribuir a este escenario, hay que estar presente de forma directa.
Una visión extremadamente realista entre los círculos españoles y europeos ha considerado que con esta estrategia se parece emitir el mensaje de que se está dispuesto a pagar cualquier precio con tal de mantener abierta una línea de comunicación con el Gobierno de Cuba. Con este planteamiento también se trata de conseguir presencia en amplios sectores de la economía y la cultura (con la posible reapertura del Centro Cultural Español, cerrado por Castro en 2003). Aunque quizás esto no sea demasiado importante, teniendo en cuenta la escasa relevancia de las cuestiones de Cuba en las instituciones de la UE, la decisión española podría generar cierta pérdida de confianza. Se cree que la valoración final que el resto de los Estados miembros (especialmente los más críticos y escépticos) harán de la actuación de España dependerá de cuántos disidentes sean liberados en los próximos meses. En otras palabras, puede que España haya quedado en una situación de dependencia: dependerá del régimen cubano responder y evaluar la importancia de una nueva relación antes de ofrecer ciertas concesiones. Recurriendo a la metáfora empleada por individuos pertenecientes a los círculos internos de la Unión Europa, el Ministro español de Asuntos Exteriores se tiró de cabeza a la piscina cubana… que estaba medio llena. Ahora habrá que ver si el Gobierno de Cuba aporta o no el agua necesaria.[68]
Por último, pero no por ello menos importante, al examinar la decisión española hay que tener en cuenta otro factor. Aunque los funcionarios españoles lo negarían, cabe la posibilidad de que los servicios españoles de inteligencia (de los mejores en asuntos cubanos) y fuentes privadas, como los servicios médicos, fueran conocedores de las contradicciones y las elevadas expectativas existentes en torno a la aparentemente considerable mejoría de Castro que parecía percibirse a finales de abril de 2007, cuando se dejó ver en compañía de autoridades chinas.[69] La especulación, por tanto, se habría centrado en la reanudación de algunas de sus funciones. Puede que esa posible mejoría de la capacidad de Castro para mantener un mejor control de la maquinaria política cubana sea lo que haya motivado la decisión española de actuar como si fuera a tener lugar una prolongada transición o no fuera a producirse ninguna[70] (las fuentes estadounidenses se mantienen escépticas al respecto).[71] Sin embargo, las expectativas generadas por las predicciones (especialmente del Presidente boliviano, Evo Morales) de que Castro volvería a aparecer en público y retomaría el poder el 1 de mayo terminaron en decepción. Castro no asistió a la celebración que tuvo lugar en la Plaza de la Revolución, limitándose a publicar una de sus columnas en Granma[72]. No se hizo referencia alguna a su estado de salud, declarada “secreto de Estado” por el Gobierno desde el anuncio de su enfermedad, en agosto de 2006.[73] La ausencia de Castro provocó comentarios acerca de su débil estado de salud, dado lo importante de la ocasión.[74]
Además, el resto de las leves reformas económicas que se esperaban con optimismo y supuestamente iban a aplicarse durante el temporal mandato de Raúl Castro bien no se confirmaron o bien fueron eliminadas de los planes.[75] En resumen, las perspectivas de que se mantuviera el impasse o de que la situación siguiera tal y como estaba hacían cuestionable la opción alternativa de mantenerse a la espera.
¿Se veía venir una nueva decepción de la UE?
Cuando se aproximaba el fin del primer semestre del calendario comunitario, en junio, una fracción de los dirigentes de la UE pasó a prestar atención a un tema que, comparativamente, no podría competir con la ingente tarea de alcanzar un compromiso que rescatase los aspectos básicos del fallido Tratado Constitucional a que se enfrentaba la Presidencia alemana. Cuba nunca ha sido una cuestión principal para la UE y nunca ha llegado al punto de plantear considerables dificultades, a excepción de la polémica suscitada por la aprobación y posible aplicación de la Ley Helms-Burton en 1995. Sin embargo, como ya se ha mencionado anteriormente, la evolución de régimen cubano tras el anuncio de la enfermedad de Castro ha captado la atención de los principales actores de la escena comunitaria y ha generado una considerable polémica. La cuestión pendiente de las medidas transitorias adoptadas contra Cuba en 2003, levantadas provisionalmente en 2005, y la validez actual de la posición común aprobada en 1996 se convirtieron en los ejes de las decisiones que debían tomarse al cierre del semestre. Aunque no todas las partes implicadas quedaron plenamente satisfechas, se alcanzó un nuevo compromiso que tuvo como resultado el mantenimiento previsto del impasse y la ambigüedad en las relaciones entre la UE y Cuba.
Inicialmente se tenían muchas expectativas acerca de una posible supresión permanente de las medidas aprobadas en 2003, en represalia por los graves incidentes que tuvieron lugar en Cuba (apresamiento de 75 disidentes y ejecución de tres secuestradores de un vehículo). España y otros Estados miembros presionaron en favor de la supresión permanente alegando que las medidas no se habían aplicado realmente y se habían convertido en motivo de irritación para el régimen cubano.[76] Miembros y sectores del movimiento disidente opuestos a esta propuesta abogaban por una reimposición de las medidas.[77] También se produjo confrontación en el contexto de la visita de la secretaria de Estado estadounidense, Condoleezza Rice, a Madrid, durante la cual ésta manifestó su oposición a la implicación española en Cuba. Las autoridades españolas respondieron educadamente que España tenía derecho a decidir cómo dirigir su propia política exterior, especialmente con respecto a Cuba, y que el enfrentamiento entre EEUU y Cuba era cosa del pasado.[78]
Finalmente, el Consejo de la UE decidió mantener la suspensión de las medidas, sin dar ningún paso hacia su disolución permanente. En el compromiso alcanzado (gracias al acuerdo sin precedentes entre los Gobiernos español y checo, calificado desde dentro de lección para futuros compromisos) se evitó mencionar las medidas. Ese consenso entre Madrid y Praga, bastante imprevisible (en términos históricos comparativos) si se tienen en cuenta los argumentos tan contrarios que plantean actualmente esos dos Gobiernos, fue tan fuerte que el documento elaborado por la Presidencia alemana pudo resistir en todo momento las peticiones de las delegaciones. Por consiguiente, se aprobó sin modificaciones, ya que sus principales protagonistas (España y la República Checa) advirtieron de que la más ligera modificación podía poner en peligro la elaboración de un nuevo texto. Cabe señalar que el contexto del Consejo de la UE es muy complejo, con al menos tres grupos claramente diferenciados con respecto a su actitud de cara a Cuba: los partidarios de una línea dura, los de centro y los moderados. Los checos han venido representando últimamente el papel de “poli bueno”, neutralizando el planteamiento radical de los polacos, con el resultado de que Praga ha pasado a ser aliado de Madrid. Los representantes cubanos en Bruselas saben muy bien quiénes son sus verdaderos “amigos” y enemigos y actúan en consecuencia, aunque sin hacerlo evidente en las declaraciones públicas (el único discurso oficial es el guión proporcionado por La Habana).[79]
La espinosa cuestión de la posición común recibió también el mismo trato. El documento que se redactó incluía las duras exigencias habituales de la UE acerca de la necesidad de reformas políticas y económicas en Cuba y la exigencia de que se libere a los presos políticos.[80] En la parte final, la UE ofrecía al Gobierno de Cuba la posibilidad de que enviara una delegación especial a Bruselas para discutir todos los asuntos de interés mutuo.[81] Al mismo tiempo, el Gobierno de España invitó a la comunidad cubana disidente residente en Madrid a celebrar una reunión para explicar su política actual.[82]
Los complejos antecedentes del acuerdo incluían el difícil consenso alcanzado para evitar cualquier referencia a una reevaluación de la controvertida posición común adoptada en 1996. Sin embargo, el acuerdo debía incluir un llamamiento al Gobierno de Cuba para que liberara sin condiciones a todos los presos políticos, una oferta de apoyo a la sociedad civil cubana hacia un cambio pacífico y la invitación de la UE a Cuba para que enviara una delegación de alto nivel a Bruselas para reanudar un amplio diálogo, que incluyera la polémica cuestión de los derechos humanos. Dicho esto, siguen existiendo importantes desacuerdos en torno a la política hacia Cuba por lo que respecta a las medidas adoptadas en 2003. A pesar de los intensos debates celebrados, no fue posible alcanzar un acuerdo sobre el estado de la 17ª reevaluación pendiente de la posición común y el posible levantamiento de las medidas. Tampoco hubo acuerdo en torno a la inclusión de una referencia explícita al mantenimiento de la suspensión. Reevaluar la posición común sin mencionar las medidas suponía, en términos legales, aprobar su aplicación, algo a lo que se oponía la mayoría de los Estados. Ése es el motivo de que el texto no haga ninguna referencia a una reevaluación. Es una forma hábil de sortear el problema. El consenso final supuso que la posición común sigue siendo válida, pero que las conclusiones no se consideran una reevaluación de esa posición. El acuerdo también implica que las medidas de 2003 siguen suspendidas. En caso de que las autoridades cubanas no acepten la invitación de reunirse, la 17ª reevaluación pendiente de la posición común se llevará a cabo en junio de 2008.[83]
Teniendo en cuenta que los Estados miembros experimentarían ciertas dificultades para explicar este compromiso tan complejo y engorroso, los funcionarios de la UE adelantaron algunos puntos que debían transmitirse a los medios y otros actores. Para empezar, se recomendaba a los funcionarios gubernamentales tener en cuenta que el consenso se basó en un sólido y satisfactorio acuerdo inicial. La futura posición de la UE se vería reforzada si ésta se mostrara unida, mientras que su influencia se vería mermada si mostrase señales de luchas internas. Reabrir el complejo texto supondría correr el riesgo de destruir ese acuerdo. La invitación de la UE de reunirse con el Gobierno de Cuba sitúa ahora la pelota en campo cubano.[84]
La mayoría de los observadores mediáticos de España recibieron la noticia con agrado por considerarla el mejor resultado posible dadas las circunstancias.[85] Por el contrario, el compromiso no cumplió las expectativas de los disidentes y de ciertos sectores de la comunidad cubana en el exilio. La reacción del Gobierno cubano fue inicialmente de frío silencio. Mas adelante emitió una declaración salpicada de animosidad y visible irritación,[86] que se vio coronada posteriormente por una columna de Fidel Castro publicada como parte de su serie de artículos en el periódico Granma.[87] Las duras palabras formuladas fueron similares a las emitidas durante el discurso pronunciado en 2003 en el 50 aniversario del ataque al cuartel de Moncada, en el que Castro respondió a la imposición de medidas restrictivas. Entonces calificó de “inaplicables e insostenibles” lo que denominó sanciones y calificó la posición común de borrador escrito por el Departamento de Estado norteamericano y por los checos, a quienes calificó de “peones de Estados Unidos”. Las conclusiones del Consejo de la UE se consideraron una intromisión “calumniosa” en los “asuntos internos” de Cuba. En resumen, se consideró que la UE había mostrado una “persistente y humillante subordinación a los Estados Unidos”, como ponía de manifiesto “el hecho de que la UE se hubiera plegado a cuestionar a Cuba en la cumbre que mantuvo con Estados Unidos”, y que era a la UE a quien correspondía “rectificar los errores cometidos” en su política hacia Cuba. También lamentó el nombramiento del ex primer ministro británico Tony Blair como representante para el proceso en Oriente Medio y apuntó al “estado de desmoralización de la UE” por las dificultades experimentadas para ponerse de acuerdo sobre un Tratado Constitucional.
Los diplomáticos cubanos se ofrecieron a explicar o “traducir” esas declaraciones, perfectamente claras por otra parte, a los funcionarios de la UE, que rechazaron cortésmente la oferta por considerarla inútil.[88] Los dirigentes de la UE saben muy bien que tras la aparente solidez del frente cubano se esconden diferentes niveles de “dureza”. El más moderado, que según las previsiones de Bruselas (y Madrid y otras capitales europeas) sería el sector interlocutor más fiable en la transición, no es el que más se hace oír actualmente.[89]
Confirmando las predicciones, Castro limitó su actividad públicamente visible a los medios escritos, sin aparecer en grabaciones televisivas ni en fotografías. Así, no acompañó a sus hermanos y a la cúpula militar durante la celebración, el 26 de julio, del 54º aniversario del ataque al cuartel de Moncada que tuvo lugar en Camagüey. Mientras los medios de comunicación europeos recordaban la precaria situación económica de Cuba y se hacían eco de cualquier posible síntoma del cambio que debía llevar a cabo Raúl Castro y de la reiteración de un acuerdo transigente con EEUU,[90] Fidel permanecía recluido el día que cumplió 81 años, el 13 de agosto, avivando los rumores acerca de su deteriorado estado de salud y su muerte inminente. Mientras tanto, otros comentaristas subrayaban el impresionante récord de supervivencia del líder cubano, que habría sobrevivido 467 planes y 167 atentados preparados para asesinarle y a los intentos de nueve presidentes estadounidenses de sacarle del poder.[91]
Como predijeron la mayoría de los observadores más perspicaces, y como esperaban sinceramente en privado los funcionarios y miembros del personal de la UE, la respuesta oficial de Cuba al mensaje de la UE devolvió la situación al lugar en que se encontraba antes de que España decidiera dar su arriesgado paso hacia una apertura de cara a La Habana. Por otra parte, Cuba recibió buenas y malas noticias. Por un lado, el Gobierno cubano fue reprendido por una resolución del Parlamento Europeo, aprobada en un Pleno al que sólo asistieron 73 de sus 785 miembros.[92] Y por otro, el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas decidió poner fin al mandato del relator especial para Cuba, liberando al régimen cubano de la presión de tener que investigar abusos cometidos contra sus propios ciudadanos.[93] A pesar de las esperadas interpretaciones triunfales de la prensa cubana,[94] los círculos de la UE explicaron que la decisión de poner fin al mandato del Relator formaba parte de un acuerdo político para alcanzar un consenso. Sin embargo, sigue existiendo la posibilidad de presentar resoluciones individuales, siempre que cuenten con un apoyo considerable (de al menos 15 países). También existe la posibilidad de que se nombre a un nuevo Relator Especial, algo poco probable en el caso de Cuba. Dicho esto, Cuba no ha evitado la observación per se.[95]
En este contexto internacional, la percepción española de la economía cubana se ha deteriorado ostensiblemente en los últimos meses y han surgido serias preocupaciones acerca de la viabilidad de que el Gobierno de Raúl Castro pueda conseguir aplicar las reformas y aportar los recursos necesarios para hacer más aceptables las condiciones de vida de los cubanos de a pie. La realidad muestra que la mayoría de los cubanos apenas consigue cubrir sus necesidades básicas durante medio mes con los salarios actuales. Ha disminuido la calidad de los servicios turísticos, que hace algún tiempo se convirtieron en la solución para llenar el vacío dejado por la desaparición de los subsidios soviéticos, lo cual ha provocado un descenso en el número de visitantes (un 16% menos en 2006 que en 2005), con el resultado de una tasa de ocupación del 50% en la mayor parte de los complejos urbanos,[96] frente al 55% registrado en 2005 y el 63% registrado en 2004.[97] Las tasas de combustible derivadas del aumento en los precios mundiales han hecho aumentar considerablemente el precio de los viajes a Cuba, lo que ha provocado que una serie de ciudadanos cubanos que sobrevivían gracias a empleos relacionados con el turismo hayan visto desvanecerse esta alternativa laboral.[98] Cuba tiene contraída con España una deuda que asciende a 1.703 millones de euros, o aproximadamente el 17,82% del total de la deuda externa contraída con Madrid. Sus préstamos y otras deudas sin pagar ascienden a 1.698,81 millones de euros, un 51% del total, un nivel que los expertos consideran imposible de pagar.[99] Esta situación financiera ha hecho que la actitud de los diplomáticos e inversores europeos pase a ser de grave preocupación por las perspectivas inmediatas de la sociedad cubana si el Gobierno no lleva a cabo algunos cambios drásticos, una perspectiva que, transcurrido un año desde la cesión temporal de poder por Castro, aún no se ha materializado.
Para finalizar, es importante señalar que el sentido de la posición común de 1996 ha sido sibilinamente tergiversado y manipulado por una serie de actores. Lo que inicialmente no era más que un conjunto de condiciones presentadas a Cuba para que ésta pudiera disfrutar de un acuerdo de cooperación similar a los del resto de Latinoamérica ha sido “vendido” por la comunidad cubana en el exilio y por el Gobierno de EEUU como “sanciones”, una calificación que se ha extendido también a las medidas adoptadas en 2005. Y el Gobierno de Cuba ha aceptado gustoso ese término y lo que él implica. En un segundo plano a los debates sobre la decisión de levantar las medidas en 2003, el Gobierno de Cuba, por medio de sus representantes en Bruselas, emitió un mensaje inequívoco de que no había posibilidad de acuerdo a menos que se suprimiera la posición común.[100] En los círculos de la UE es bien sabido que se está empleando un doble lenguaje: uno en privado con los círculos de poder europeos, y otro en público en respuesta a las órdenes de Cuba.
Aunque se trata de un aspecto complejo difícil de comprender para los observadores externos, existe una especia de “trampa de procedimiento” que obstaculiza la supresión de la posición y de las medidas. Por un lado, en realidad sería más fácil suprimir esa posición dado, que, como acto jurídico, no haría falta que todos los miembros del Consejo dijeran que “sí”, bastaría con que no dijeran que “no”. Esto es lo que se entiende por “unanimidad” especial en los actos jurídicos del tipo de la posición común, como caso especial de “abstención constructiva” que hace posible alcanzar acuerdos difíciles en la estructura de la UE. Sin embargo, y esto es algo que aparentemente las autoridades cubanas no quieren aceptar, las “medidas” son un acto político, decidido por el Consejo como política provisional y, por tanto, sólo eliminables por consenso. Básicamente, todos los Estados miembros deben dar el “sí”. Irónicamente, aunque siguen “suspendidas”, esas medidas (suaves, se miren por donde se miren) están muertas “de forma permanente”, hasta el punto de que en los pasillos de la UE se las califica de “zombis”, y no tienen efecto alguno.[101]
Además, las medidas son suaves, se miren por donde se miren, y en muchos sentidos meramente testimoniales. Por ejemplo, la costumbre de invitar a miembros de la oposición a celebraciones nacionales es bastante común en Europa, por lo que el Gobierno cubano no debería darle demasiada importancia. La ambigüedad y dificultad a la hora de determinar el nivel exacto de visitas oficiales de representantes de los Estados miembros también era señal de la debilidad de esas medidas. Por tanto, no merecía la pena el elevado coste de la ausencia de comunicación generada por el Gobierno cubano, de ahí que España decidiera liderar un cambio de enfoque (que no de la esencia de la política).[102]
A este respecto, algunos analistas consideran que el régimen cubano no está, en realidad, interesado en que se ponga fin a la posición común, una idea que podría aplicarse análogamente a su actitud ante el embargo estadounidense. Como ha quedado de manifiesto en frecuentes declaraciones de autoridades cubanas (incluido Fidel Castro), la posición se ha equiparado a la política estadounidense. De esta forma, el Gobierno cubano otorga, hábilmente, el mismo trato a ambos, interpretándolos como ejemplos de imperialismo político y económico y culpándoles de las deficiencias económicas del sistema cubano. Al hablar de esta comparación es necesario subrayar que la posición común de la UE no ha pretendido nunca provocar cambios en Cuba mediante medidas coercitivas, ni siquiera cuando la influencia de Aznar se encontraba en su cumbre, contrariamente a lo que afirma Cuba. La cuestión es cuánto tiempo seguirá siendo válido ese enfoque nacionalista a ojos de los ciudadanos cubanos. Ése ha sido el principal motivo de que España y otros socios de la UE se hayan opuesto a una estrategia que pueda interpretarse como una imposición de “sanciones”.
Conclusiones
En cualquier caso, cuando finalmente se ponga en marcha la transición (no antes) el momento de la verdad consistirá en ver qué nueva influencia pueden llegar a tener España y los socios europeos que comparten básicamente su mismo enfoque. Entretanto, lo más probable es que el resto de la UE (a excepción de, posiblemente, las habituales protestas de los partidarios de una línea dura) mantenga la actitud de “esperar a ver qué pasa” que ha sido la tendencia hasta ahora, respondiendo a cualquier tipo de prioridad pragmática que se contemple. Ni España ni quienes en la UE muestran una actitud opuesta a la suya con respecto a Cuba tienen la capacidad de modificar la postura oficial actual y reimponer medidas transitorias, a menos que Cuba dé un paso insensato aumentando sus detenciones.
Aun así, los dirigentes de Bruselas, reflejando un consenso del sentimiento imperante en la mayoría de las capitales influyentes de cara a la cuestión de Cuba, han pasado a mostrarse cada vez más preocupados, por no decir irritados, ante el inusual lenguaje empleado por las autoridades cubanas, reproducción de las expresiones empleadas por Fidel Castro en sus escritos.[103] En opinión de los funcionarios de la UE, la invitación a reunirse en Bruselas recibió una respuesta provocadora y poco amigable, con un tono todo menos respetuoso. Los representantes de la UE no se mostraron contentos con lo que se considera una “tergiversación intencionada” de los textos de la UE o dependencia de una minoría no representativa. A Bruselas le gustaría que las declaraciones cubanas prestaran la debida atención al hecho de que la posición común excluye expresamente las medidas coercitivas, motivo por el que debería diferenciarse de la actitud estadounidense[104] con la que frecuentemente se compara.[105]
En resumen, a menos que el PSOE pierda las elecciones en 2008 y el PP retome una política agresiva de cara a Cuba, y posteriormente rediseñe el statu quo de la UE, no es de esperar que se produzcan grandes cambios. Aunque es posible que Cuba se vea inmersa en el camino hacia una verdadera transición. O quizá no.[106] Sólo entonces podría emitirse un juicio provisional o definitivo, y evaluarse debidamente, la política de “compromiso constructivo”[107] de España y la UE.
Joaquín Roy[108]
Universidad de Miami
Apéndice 1
Gráfico 1. Comercio UE-Cuba, 1995 a 2006
Apéndice 2
Cuadro 2 y Gráfico 2. Comercio España-Cuba, 1995 a 2006
Exportaciones | Importaciones | |
1995 | 317.724.383 | 67.511.486 |
1996 | 364.998.347 | 94.159.783 |
1997 | 418.209.241 | 103.576.059 |
1998 | 495.528.033 | 119.177.900 |
1999 | 554.974.011 | 118.417.648 |
2000 | 629.251.920 | 143.079.580 |
2001 | 623.743.110 | 133.169.364 |
2002 | 475.385.689 | 160.250.588 |
2003 | 453.903.022 | 127.057.815 |
2004 | 430.297.599 | 124.486.237 |
2005 | 485.959.609 | 131.737.788 |
2006 | 617.273.695 | 132.636.360 |
Apéndice 3
Cuadro 2. Deuda externa de Cuba
Acreedores (por país) | Deuda (en dólares) |
Venezuela (en miles de millones) | 5.970 |
Japón (en miles de millones) | 2.229 |
España (en miles de millones) | 1.974 |
Argentina (en miles de millones) | 1.967 |
China (en miles de millones) | 1.770 |
Francia (en miles de millones) | 1.468 |
Rusia (postsoviética) | 819 |
Reino Unido | 388 |
Italia | 384 |
Alemania | 351 |
México | 325 |
República Checa | 265 |
Irán | 256 |
Países Bajos | 232 |
Bélgica | 225 |
Panamá (Zona Libre de Colón) | 200 |
Canadá | 99 |
Vietnam | 98 |
Austria | 59 |
Brasil | 40 |
Trinidad y Tobago | 30 |
Uruguay | 30 |
Suecia | 16 |
Portugal | 5 |
Suiza | 1 |
Financiación externa no revelada | 752 |
TOTAL (en miles de millones) | 19.95 |
Fuentes: fuentes gubernamentales de Cuba, EEUU y la UE.
Apéndice 4
POLÍTICA DE LA UE HACIA CUBA
Conclusiones del Consejo, 18 de junio de 2007
(1) Aunque el régimen político, económico y social de Cuba sigue siendo básicamente el mismo, el Consejo ha tomado buena nota de la primera transferencia de poderes temporal en 48 años, de Fidel Castro a un colectivo de dirigentes encabezado por su hermano Raúl Castro, lo que constituye una novedad. El Consejo insta al gobierno cubano a emprender las reformas políticas y económicas necesarias para mejorar el día a día del pueblo cubano.
(2) La UE está siguiendo muy de cerca la actualidad política de Cuba, incluida la situación de los derechos humanos. El Consejo lamenta que la situación de los derechos humanos no haya cambiado en su esencia, a pesar del descenso del número de prisioneros políticos y actos de acoso. El gobierno cubano sigue negándose a conceder a sus ciudadanos los derechos y libertades civiles, políticos y económicos reconocidos internacionalmente. La UE insta una vez más al gobierno cubano, también en su calidad de miembro del Consejo de Derechos Humanos, a que libere incondicionalmente a todos los prisioneros políticos, y reitera que este tema constituye una prioridad fundamental en su política para con Cuba. La UE también reitera su llamamiento al gobierno cubano para que conceda la libertad de información y expresión e invita al gobierno cubano a cooperar a este respecto.
(3) Todos aquellos que estén comprometidos de modo pacífico con la libertad, la democracia y el respeto de los derechos humanos pueden estar seguros de que cuentan con la solidaridad y continuo apoyo de la UE. La UE seguirá manteniendo su diálogo con la sociedad civil de Cuba y ofreciendo a todos los sectores de la sociedad apoyo práctico en pro de un cambio pacífico en Cuba. En este contexto, el Consejo pone de relieve la política mundial de apoyo a los defensores de los derechos humanos que mantiene la UE con arreglo a sus correspondientes directrices.
(4) La UE reconoce el derecho de los ciudadanos cubanos a decidir su futuro con total independencia, y continúa dispuesta a contribuir positivamente al desarrollo futuro de todos los sectores de la sociedad cubana, utilizando asimismo instrumentos de cooperación al desarrollo.
(5) Aunque la UE mantiene por igual un intenso diálogo con la sociedad civil y una oposición pacífica, la UE estaría dispuesta a reanudar un diálogo político abierto y general con las autoridades cubanas sobre todos los asuntos de interés mutuo. El diálogo debe abarcar todos los campos posibles de cooperación, incluidas las esferas política, de derechos humanos, económica, científica y cultural. Debe establecerse sobre una base de reciprocidad y no discriminación. En el contexto de este diálogo, la UE indicará al gobierno cubano su parecer sobre la democracia, los derechos humanos universales y las libertades fundamentales. Para sondear la posibilidad de entablar este diálogo, se invitará a Bruselas a una Delegación cubana.
Apéndice 5
Es a la Unión Europea a quien corresponde rectificar los errores cometidos con Cuba
Declaración del Ministerio de Relaciones Exteriores sobre las conclusiones del Consejo de Relaciones Exteriores de la Unión Europea acerca de Cuba
El Consejo de Ministros de Relaciones Exteriores de la Unión Europea adoptó el 18 de junio varias decisiones sobre Cuba.
El documento, difundido por la Unión Europea bajo el título “Conclusiones sobre Cuba”, contiene una propuesta de “diálogo político integral y abierto con las autoridades cubanas sobre bases recíprocas e interés mutuo” de la cual el Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba ha tomado nota y considera que se trata de una rectificación necesaria.
Sin embargo, dicho documento no menciona las llamadas sanciones que la Unión Europea trató de aplicar a Cuba, injusta e irreflexivamente, en el 2003 y que desde hace dos años, por soberbia, mantiene sólo “suspendidas”.
Con Cuba, sólo será posible un diálogo entre soberanos e iguales, sin condiciones ni amenazas pendientes. Si la Unión Europea desea algún diálogo con Cuba debe eliminar definitivamente dichas sanciones, que desde entonces resultaron inaplicables e insostenibles.
Las “Conclusiones” tampoco mencionan la llamada “Posición Común”, acordada de manera apresurada por los Ministros de Finanzas de la UE en 1996 bajo la presión de Aznar y a partir de un borrador escrito en el Departamento de Estado norteamericano.
Después de tantos errores y fracasos, la única conclusión obvia que correspondería sacar a la Unión Europea es que la llamada “Posición Común” debe desaparecer, porque no hubo ni hay razón alguna para que exista y porque impide sostener una relación normal, mutuamente respetuosa y de interés común con nuestro país.
Debe reconocerse que un grupo de influyentes naciones europeas han realizado esfuerzos para cambiar esta ridícula situación. Otros, como la República Checa, se han consagrado como peones norteamericanos en el mapa europeo.
Por otra parte, las “Conclusiones del Consejo” se inmiscuyen de manera calumniosa en asuntos estrictamente internos cubanos, emiten juicios y anuncian actos injerencistas e hipócritas que Cuba considera ofensivos, inaceptables y rechaza enérgicamente.
No reconocemos autoridad moral alguna a la Unión Europea para juzgar ni aconsejar a Cuba.
Si cuando el Consejo alude a la delegación temporal de las funciones del Presidente Fidel Castro al compañero Raúl Castro y lo califica como “una nueva situación”, expresa la ilusión de que existan contradicciones o diferencias entre los líderes de la Revolución y división entre los revolucionarios cubanos, se equivoca nuevamente. La Revolución es más sólida y está más unida que nunca.
Nuestro país ha arriesgado su propia existencia, ha librado una resistencia heroica y ha luchado denodadamente por más de un siglo para defender su independencia. Cuba es un país independiente y soberano y la Unión Europea se equivoca si cree que puede tratarlo de otra manera que como a un igual.
La Unión Europea ha mostrado una persistente y humillante subordinación a los Estados Unidos que la incapacita para sostener posiciones basadas en los intereses europeos y la hace cómplice, aunque diga lo contrario, del criminal e inhumano bloqueo que este aplica contra el pueblo cubano, y del que las “Conclusiones” no se atreven a decir una palabra. En la declaración de la Cumbre que sostuvo en abril con Estados Unidos, la Unión Europea se plegó para cuestionar a Cuba y aceptó una mención que reconoce legitimidad al “Plan Bush”. Son conocidos sus conciliábulos con mensajeros del imperio, incluso con el espurio interventor nombrado por los Estados Unidos para Cuba, y es frecuente la presencia de sus funcionarios en eventos anticubanos en Miami o celebrados en Europa pero presupuestados en Washington.
La Unión Europea es vergonzosamente hipócrita cuando se dirige, injustamente, a Cuba pero calla sobre las torturas norteamericanas en la ilegal Base Naval de Guantánamo, que usurpa territorio cubano, y en Abu Ghraib, que se aplican incluso a ciudadanos europeos. Calla impúdicamente sobre los secuestros de personas por parte de los servicios especiales estadounidenses en terceros países y ha prestado su territorio para colaborar con los vuelos secretos de la CIA y para cobijar cárceles ilegales. No ha dicho nada tampoco sobre las decenas de personas desaparecidas en esas circunstancias ni sobre los cientos de miles de civiles asesinados en Iraq.
Es a la Unión Europea a quien corresponde rectificar los errores cometidos con Cuba. Todo paso en la dirección correcta tendrá adecuada acogida. Pero no hay apuro: tenemos todo el tiempo del mundo.
La Habana, 22 de junio de 2007
Apéndice 6
Reflexiones del Presidente Fidel Castro
Una respuesta digna
Los hechos se suceden con increíble ritmo. A veces ocurren varios simultáneamente. Uno siente deseos o más bien necesidad de comentar alguno por su importancia intrínseca y su valor como ejemplo. No hablo hoy de lo ocurrido en Ginebra, que ha sido considerado un merecido triunfo revolucionario de los países del Tercer Mundo. Hablaré de la respuesta de Cuba al Consejo de Relaciones Exteriores de la Unión Europea, publicada el pasado viernes 22 de junio en la primera página de Granma.
Son palabras dignas de nuestra Revolución y su alta dirección política. Uno por uno fueron abordados y clarificados los puntos que debían recibir inmediata respuesta. Los enumero y reitero:
(1) «Con Cuba, solo será posible un diálogo entre soberanos e iguales, sin condiciones ni amenazas pendientes. Si la Unión Europea desea algún diálogo con Cuba debe eliminar definitivamente dichas sanciones, que desde entonces resultaron inaplicables e insostenibles.»
(2) «Las ‘Conclusiones’ tampoco mencionan la llamada ‘Posición Común’, acordada de manera apresurada por los Ministros de Finanzas de la UE en 1996 bajo la presión de Aznar y a partir de un borrador escrito en el Departamento de Estado norteamericano.»
(3) «Después de tantos errores y fracasos, la única conclusión obvia que correspondería sacar a la Unión Europea es que la llamada ‘Posición Común’ debe desaparecer, porque no hubo ni hay razón alguna para que exista y porque impide sostener una relación normal, mutuamente respetuosa y de interés común con nuestro país.»
(4) «Un grupo de influyentes naciones europeas han realizado esfuerzos para cambiar esta ridícula situación. Otros, como la República Checa, se han consagrado como peones norteamericanos en el mapa europeo. Las ‘Conclusiones del Consejo’ se inmiscuyen de manera calumniosa en asuntos estrictamente internos cubanos, emiten juicios y anuncian actos injerencistas e hipócritas que Cuba considera ofensivos, inaceptables y rechaza enérgicamente.»
(5) «Cuba es un país independiente y soberano y la Unión Europea se equivoca si cree que puede tratarlo de otra manera que como a un igual.»
(6) «La Unión Europea ha mostrado una persistente y humillante subordinación a los Estados Unidos que la incapacita para sostener posiciones basadas en los intereses europeos y la hace cómplice, aunque diga lo contrario, del criminal e inhumano bloqueo que este aplica contra el pueblo cubano, y del que las ‘Conclusiones’ no se atreven a decir una palabra.»
(7) «En la Cumbre que sostuvo en abril con Estados Unidos, la Unión Europea se plegó para cuestionar a Cuba y aceptó una mención que reconoce legitimidad al ‘Plan Bush’. Son conocidos sus conciliábulos con mensajeros del imperio, incluso con el espurio interventor nombrado por los Estados Unidos para Cuba.»
(8) «La Unión Europea es vergonzosamente hipócrita cuando se dirige, injustamente, a Cuba pero calla sobre las torturas norteamericanas en la ilegal Base Naval de Guantánamo, que usurpa territorio cubano, y en Abu Ghraib, que se aplican incluso a ciudadanos europeos.»
(9) «Calla impúdicamente sobre los secuestros de personas por parte de los servicios especiales estadounidenses en terceros países y ha prestado su territorio para colaborar con los vuelos secretos de la CIA y para cobijar cárceles ilegales. No ha dicho nada tampoco sobre las decenas de personas desaparecidas en esas circunstancias ni sobre los cientos de miles de civiles asesinados en Iraq.»
(10) «Es a la Unión Europea a quien corresponde rectificar los errores cometidos con Cuba.»
Aun a riesgo de convertir la reflexión en extensa, deseo añadir algunos elementos de juicio. La Unión Europea ha sido conducida por Washington a un callejón sin salida honorable. La guerra fría concluyó con la victoria del consumismo real del capitalismo desarrollado frente al ansia de consumo que éste despertó en amplias masas del campo socialista y de la propia Unión Soviética. Perdieron la batalla de ideas. Al pueblo ruso, eje central de la Revolución de Octubre, le arrancaron compromisos importantes que a su vez se acompañaban de acuerdos y garantías para su seguridad y soberanía: Europa fue liberada de más de 400 cohetes SS-20, como los calificaba la OTAN, que eran móviles, con tres ojivas nucleares cada uno, y apuntaban a todos los rincones de Europa donde había bases militares norteamericanas y fuerzas de la OTAN. En su embriaguez triunfalista, la agresiva alianza había acogido en su seno a muchas antiguas repúblicas socialistas europeas, algunas de las cuales, en busca de ventajas económicas, han convertido al resto de Europa en rehenes de su política exterior, sirviendo incondicionalmente los intereses estratégicos de Estados Unidos.
Cualquiera de los miembros de la Unión Europea puede bloquear una decisión. Tal sistema no funciona políticamente y merma en la práctica la soberanía de todos. La Unión Europea está ahora peor que el antiguo campo socialista. Ya se anuncia al vanidoso Blair, el constructor de submarinos sofisticados, amigo de Bush, como posible candidato futuro a la presidencia de la Unión. Los cables comunican que hoy ha sido designado Enviado Especial para el Medio Oriente, donde tanto contribuyó a la desastrosa guerra desatada por Estados Unidos.
En el tema energético se ve a los gobiernos europeos mendigar combustible en las pocas regiones donde el imperio no se ha apoderado de él por la fuerza, de la misma forma que compra con papeles cualquier empresa europea.
El euro es sin embargo una moneda sólida, mucho más que el dólar, que se devalúa constantemente. Aunque este es defendido por los poseedores de bonos y billetes yanquis, el imperio corre los riesgos de un descalabro de dramáticas consecuencias económicas.
Por otro lado, Europa sería una de las áreas más afectadas por el calentamiento climático. Sus famosas y modernas instalaciones portuarias quedarían bajo el agua.
Hoy propone con desespero tratados de libre comercio con América Latina peores que los de Washington, buscando materias primas y biodiésel. Ya se escuchan críticas sobre el tema. Pero el dinero europeo no es de la comunidad, es de las transnacionales y en cualquier momento se marcha hacia los países con mano de obra barata buscando rentabilidad.
Con su altiva y digna respuesta, Cuba ha puesto el énfasis en lo fundamental.
Aunque toda buena estrategia incluye una buena táctica, ni una ni la otra son correctas si se tolera la altanería y la autosuficiencia.
Los propios europeos comprenderán un día a qué absurda situación los llevó el imperialismo y que un país del Caribe les haya dicho las verdades necesarias. El caballo desbocado del consumismo no puede seguir su loca carrera porque es insostenible.
La última reunión de la Unión Europea sobre el futuro tratado comunitario fue una prueba más de la desmoralización reinante. La agencia AFP publicó el pasado domingo 24 de junio que «El jefe del gobierno italiano, Romano Prodi, expresó su ‘amargura’ por la cumbre en Bruselas de los líderes de la Unión Europea, a los que acusó de haber dado el ‘espectáculo’ de una Europa ‘sin emoción’, en entrevista al periódico La Repubblica de este domingo.»
«‘Como proeuropeo, siento amargura por el espectáculo que presencié’, dijo Prodi, ex presidente de la Comisión Europea.
«‘El empeño de algunos gobiernos por negar cualquier aspecto emocional de Europa me duele’, añadió, refiriéndose a Polonia, República Checa, Holanda y Gran Bretaña.
«‘Son los mismos gobiernos que reprochan a Europa estar lejos de los ciudadanos’, consideró.
«‘Pero cómo hacemos para implicar a los ciudadanos sin sentimientos (¼ ) cómo les podemos hacer sentirse orgullosos de ser europeos si se les niegan los símbolos como la bandera y el himno’, se preguntó.»
«‘Tony Blair lleva a cabo una batalla contra la Carta de Derechos Fundamentales’, dijo.»
«Criticó al presidente polaco Lech Kaczynski, quien le dijo que no podía compartir sus posiciones porque Italia y Polonia ‘son pueblos muy distintos’.»
«‘Nunca’ los euroescépticos se manifestaron ‘de forma tan explícita y programática’ como en la última cumbre, concluyó Prodi.»
Bush en la reunión del G-8 les había lanzado a los europeos un cubo de agua helada.
En esta época decisiva no importa el número de enemigos, que serán cada vez menos, sino «el número de estrellas en la frente».
Fidel Castro Ruz
27 de junio de 2007
[1] El documento se expuso en versión resumida durante el congreso de la Asociación de Estudios Latinoamericanos (LASA) celebrado en Montreal, Canadá, del 5 al 9/IX/2007. Este documento realiza un seguimiento de un informe anterior elaborado tras el inicio de la enfermedad de Castro y su cesión temporal del poder el 1/VIII/2006: “From stubbornness and mutual irrelevancy to stillness and vigil on Castro’s crisis: The current state of European Union-Spain-Cuba relations”, Documento ocasional, Cátedra Jean Monnet/Centro de la Unión Europea, especial agosto/septiembre de 2006, reproducido por el Real Instituto Elcano: http://www.realinstitutoelcano.org/documentos/253.asp. Disponible también en el sitio web de la Fundación Alternativas (Madrid): http://www.falternativas.org/base/download/bc80_28-08-06_vigil-EN-paper.pdf. Agradecimientos a María Lorca por su ayuda en la sistematización de las cifras de comercio y deuda que figuran en los gráficos incluidos en el apéndice.
[2] Para obtener un análisis de este año, véase “La UE y Cuba, un año después”, El Nuevo Herald, 21/VII/2007, http://www.elnuevoherald.com/noticias/mundo/columnas_de_opinion/story/68600.html.
[3] Para acceder a información sobre la reacción a esos acontecimientos a cargo de este autor, véanse las siguientes columnas: “La nueva actitud de España hacia Cuba”, IPS 070405, La Opinión de los Ángeles, 8/IV/2007, http://www.laopinion.com/comentarios/?rkey=00000000000001466950; “Entre Bruselas y La Habana”, Nueva Mayoría, 9/IV/2007, http://www.nuevamayoria.com/ES/ANALISIS/?id=roy&file=070404.html, y El Nuevo Herald, 9/IV/2007, http://www.elnuevo.com/211/story/28719.html; y “Cuba no necesita presiones”, Cinco Días, 21/X/2006, http://www.cincodias.com/articulo/opinion/Cuba/necesita/presiones/cdscdi/20061021cdscdiopi_5/Tes/, y El Nuevo Herald, 9/IV/2007, http://www.elnuevo.com/211/story/28719.html.
[4] EFE, “McCarry: Cuba debe decidir sin injerencias”, Diario Las Américas, 29/IX/2006.
[5] P. Bachelet, “Proponen que la OEA prepare referendo en Cuba”, El Nuevo Herald, 15/IX/2006; Pablo Bachelet, “US: Allow Cubans to vote on Raúl”, The Miami Herald, 15/IX/2006; Otto Reich, “Don’t fall for regime’s manipulation of public opinion”, The Miami Herald, 15/IX/2006; Pablo Bachelet, “Reaction to Cuba proposal split”, The Miami Herald, 16/IX/2006; Rui Ferreira, “Rechazan la propuesta de referendo en Cuba”, El Nuevo Herald, 16/IX/2006.
[6] Nestor Ikeda, “Negroponte afirma que a Castro le quedan meses”, El Nuevo Herald, 16/XII/2006.
[7] Frances Robles, “Castro says his recuperation is going well but will be long”, The Miami Herald, 6/IX/2006; Nancy San Martín, “Animated Castro shown in new video”, The Miami Herald, 2/IX/2006; Rui Ferreira, “Muestran un nuevo video de un frágil Fidel Castro”, El Nuevo Herald, 2/IX/2006; Isabel Sánchez, “Castro aparece parado en video con Chávez”, El Nuevo Herald, 15/IX/2006; Isabel Sánchez, “Hasta la Victoria siempre, venceremos, dijeron Castro y Chávez en TV”, Diario Las Américas, 3/IX/2006.
[8] Pablo Bachelet, “Castro has 18 months to live US believes”, The Miami Herald, 13/XI/2006; EFE, “Castro tiene cáncer terminal, afirma Time”, El Nuevo Herald, 8/X/2006; Mauricio Vicent, “40 días sin noticias de Fidel Castro”, El País, 27/X/2006; EFE, “Castro tiene cáncer, según Times”, Diario Las Américas, 10/X/2006; Rally B. Donnelli y Timothy J. Burger/Washington, “Castro is reported to have a cancer”, Time, 7/X/2006.
[9] Pablo Bachelet y Frances Robles, “Dudan que Castro vuelva a gobernar”, The Miami Herald, 3/XI/2006; Pablo Bachelet y Frances Robles, “Castro video shows illness is serious”, The Miami Herald, 3/XI/2006.
[10] EFE, “Preparan un desfile militar para Castro”, El Nuevo Herald, 21/X/2006; Agence France Presse, “Esperan a mil personalidades en cumpleaños de Castro”, 17/X/2006; Isabel Sánchez, “Alimenta las dudas ausencia de Castro en homenaje”, El Nuevo Herald, 30/X/2006; Agence France Presse, “Comienzan en Cuba los homenajes a Castro sin su presencia”, El Nuevo Herald, 29/X/2006; Frances Robles, “Castro a no-show for his 80th birthday party”, The Miami Herald, 29/X/2006; Isabel Sánchez, “Dan una fiesta… y los Castro no aparecen”, Diario Las Américas, 30/X/2006.
[11] “Cuba niega ser la Cuba/EEUU.- Cuba niega ser la responsable de que EEUU no vaya a alcanzar la cuota de 20.000 visados anuales para cubanos”, Europa Press, 20/VII/2007.
[12] Pablo Bachelet, “US congressional delegation arrives”, 16/XII/2006; Granma, “Llegó a Cuba delegación de diez congresistas norteamericanos”, 18/XII/2006; Mauricio Vicent, “EE UU y Cuba tratan de abrir una nueva etapa en sus relaciones”, El País, 17/XII/2006; Vanessa Arrington, “Fidel doesn’t have cancer, Cubans tell US delegation”, The Miami Herald, 18/XII/2006; José Luis Paniagua, “Congresistas regresan con las manos vacías”, El Nuevo Herald, 18/XII/2006; José Luis Paniagua, “Cuba no admite nueva era”, Diario Las Américas, 19/XII/2006; EFE, “Opiniones distintas en la disidencia por visita congresistas”, Diario Las Américas, 21/XII/2006; Mauricio Vicent, “La delegación de EE UU concluye su visita a Cuba sin esperanzas de cambio”, 18/XII/2006.
[13] Jay Weaver, “2 in spy case to accept plea deal”, The Miami Herald, 16/XII/2006; Jay Weaver, “Cambian cargos a ex profesor de FIU y su esposa”, El Nuevo Herald, 16/XII/2006; Jay Weaver, “Couple strikes plea deal in Fidel Castro ‘spy’ case”, The Miami Herald, 20/XII/2006.
[14] Para acceder a una muestra de los informes de prensa, véanse: Europa Press, “La Casa Blanca considera confirmadas sus sospechas de transición en Cuba”, El País, 6/XII/2006; Frances Robles, “Raúl sits in at big party”, The Miami Herald,2/XII/2006; Juan Benemelis, “La larga marcha de la sucesión en Cuba”, El Nuevo Herald, 17/XII/2006; Diario Las Américas, “Fidel no aparece”, 3/XII/2006; José Manuel Calvo, “EEUU aguarda el final del pulso”, 3/XII/2006; Frances Robles, “A party without Castro”, The Miami Herald, 3/XII/2006; Gladys Amador y Elías López, “Ausencia de Castro no da esperanzas a exiliados cubanos”, El Nuevo Herald, 3/XII/2006; y Rui Ferreira, “Fidel Castro no aparece”, El Nuevo Herald, 3/XII/2006.
[15] Reuters, “La ONU condena el embargo de EEUU a Cuba en una votación récord”, 11/VIII/2006; Edith M. Lederer, “End Cuba ban, UN urges US”, The Miami Herald, 9/XI/2006; The Miami Herald (editorial), “Don’t blame embargo for Cuba’s problems”, 11/XI/2006.
[16] Diario Las Américas, “Panel discutirá encuesta de FIU”, 2/IV/2007; Uva de Aragón, “Cómo piensan los cubanos en Miami”, Diario Las Américas, 12/IV/2007; Pablo Bachelet, “Una encuesta revela cambios”, El Nuevo Herald, 2/IV/2007; Pablo Bachelet, “Fewer support sanctions”, 2/IV/2007.
[17] EFE, “Exilio cubano a favor de diálogo de EEUU con Cuba, según sondeo”, 2/X/2006; Rui Ferreira, “El exilio piensa que Castro no vuelve al poder”, El Nuevo Herald, 2/X/2006.
[18] El Nuevo Herald, “Acusan de actividad ilegal a funcionario de TV Martí”, 18/XI/2006; Oscar Corral, “TV Martí executive indicted”, The Miami Herald, 18/XI/2006; Oscar Corral, “By far the most expensive among US-financed broadcasts, Radio and TV Martí now face another government audit of their operations at a critical juncture in US-Cuba relations”, The Miami Herald, 18/XII/2006.
[19] Oscar Corral, “10 Miami journalists take US pay”, The Miami Herald, 8/IX/2006; Gerardo Reyes y Joaquim Utset, “Los pagos a periodistas son una practica común”, El Nuevo Herald, 14/IX/2006; Casey Woods, “Report: US paid many other journalists”, The Miami Herald, 14/IX/2006; Carlos Alberto Montaner, “Respuesta de Montaner”, El Nuevo Herald, 9/IX/2006; Carlos Alberto Montaner, “Mi defensa contra la difamación”, El Nuevo Herald, 17/IX/2006; Jesús Díaz Jr., “Una prensa libre puede requerir decisiones penosas”, El Nuevo Herald, 18/IX/2006; Jesús Díaz Jr., “A free press can require painful choices”, The Miami Herald, 17/IX/2006; José Ignacio Rasco, “Fusilamiento moral de periodistas”, Diario Las Américas, 20/IX/2006; Alejandro Armengol, “Causa y Verdad”, El Nuevo Herald, 27/IX/2006; Tom Fielder, “An apology over my words”, The Miami Herald, 5/X/2006; Tom Fiedler, “Disculpas por mis palabras”, El Nuevo Herald, 5/X/2006; Douglas Hanks, “A column, a quarrel and change at the top”, The Miami Herald, 4/X/2006; John Dorschner, “Miami native accepts challenge”, The Miami Herald, 4/X/2006; Jesús Díaz Jr., “Herald publisher will resign”, The Miami Herald, 3/X/2006; Pablo Alfonso, “Carta abierta a los electores”, El Nuevo Herald, 8/X/2006; Oscar Corral, “Fired writer: Radio Martí ties no secret”, The Miami Herald, 12/IX/2006; Joe Strupp, “Preview of Hoyt’s report on flawed Herald coverage”, 18/XI/2006; Sam Terilli, “Keep media independent of the government”, The Miami Herald, 19/IX/2006; Christina Hoag, “Gyllenhaal to succeed Fiedler as top editor”, The Miami Herald, 16/XII/2006; y Christina Hoag, “Nuevo director The Miami Herald”, El Nuevo Herald, 16/XII/2006. Irónicamente, Oscar Corral, periodista de The Miami Herald que inauguró la cobertura mediática de este conflictivo episodio, fue arrestado por la policía de Miami por solicitar, presuntamente, servicios de prostitución en la calle: “Reporter charged for soliciting prostitute”, The Miami Herald, 7/VIII/2007. Los reporteros y columnistas que fueron despedidos y criticados por su doble actividad mediática denunciaron la escasa cobertura de The Herald y exigieron el despido del reportero.
[20] David Ovalle y Martín Merzer, “Man with Submachine Gun Arrested After Standoff at Miami Herald”, The Miami Herald, 24/XI/2006; Rui Ferreira, Joaquim Utset y Alejandro Chaparro, El Nuevo Herald, “Se entrega caricaturista atrincherado en El Nuevo Herald”, 24/XI/2006; Rui Ferreira, “Sale en libertad bajo fianza caricaturista José Manuel Varela”, El Nuevo Herald, 28/XI/2006; Rui Ferreira, “Caricaturista de El Nuevo Herald se atrinchera en el periódico”, 24/XI/2006; Rui Ferreira y Joaquim Utset, “Horas de tensión en el Herald”, El Nuevo Herald, 24/XI/2006; David Ovalle, Alfonso Chardy y Martín Merzer, “Standoff at Herald ends with surrender”, The Miami Herald, 25/XI/2006.
[21] The Miami Herald (editorial), “US Plan ineffective by design”, 19/XI/2006; Ana Méndez, “Now fighting Fidel Castro: Hello Kitty”, The Miami Herald, 19/XI/2006; GAO, “US Democracy assistance for Cuba needs better management and oversight”, noviembre de 2006; GAO, “What GAO found”, noviembre de 2006; O. Corral y P. Bachelet, “Cuestionan el uso de fondos para la democracia en Cuba”, El Nuevo Herald, 15/XI/2006; Gerardo Reyes, “Serios fallos con fondos para la libertad de Cuba”, El Nuevo Herald, 15/XI/2006; Oscar Corral, “Is US aid reaching Castro foes?”, The Miami Herald, 15/XI/2006; Pablo Bachelet, “Bajo la lupa programas para promover el cambio”, El Nuevo Herald, 16/XI/2006; Oscar Corral, “Cuba thwarts US efforts to help dissidents”, The Miami Herald, 16/XI/2006; David Adams, “Informe pone ayuda a Cuba bajo el microscopio”, Diario Las Américas, 17/XI/2006; y EFE, “Disidencia dividida sobre fondos de EE.UU.”, Diario Las Américas, 18/XI/2006.
[22] EFE, “Oscar Arias aboga por cambio político en Cuba”, Diario Las Américas, 15/IX/2006; Oscar Arias Sánchez, “Cuba’s dictatorship is ripe for transition”, El Nuevo Herald, 29/VIII/2006; EFE, “Arias denuncia campaña contra Costa Rica”, El Nuevo Herald, 10/X/2006.
[23] Andrés Oppenheimer, “No alienados y petropopulismo”, El Nuevo Herald, 14/IX/2006; Frances Robles, “Will Castro be a no-show host?”, The Miami Herald, 12/IX/2006; Anita Snow, “Castro likely won’t host summit dinner”, The Miami Herald, 11/IX/2006; Miriam Leiva, “Las paradojas de la cumbre”, El Nuevo Herald, 9/IX/2006; Eduardo Castillo, “Raúl Castro estrena su cargo en la cumbre de NOAL”, El Nuevo Herald, 16/IX/2006; y Marc Frank, “Non-aligned nations nudged toward anti-US stance by Cuba”, The Financial Times, 16/IX/2006.
[24] A España le siguen Francia, Alemania, Reino Unido, Italia, la República Checa, Bélgica, los Países Bajos, Polonia, Suecia y Portugal (por su próxima Presidencia de la UE).
[25] Información obtenida de fuentes de la UE en Bruselas y Madrid (junio de 2007).
[26] ATB, “Cuba-IU-ICV critica que el representante de España en la Cumbre de los No Alienados se reuniese con disidentes cubanos”, 22/IX/2006; Mauricio Vicent, “Cuba rebaja la presencia oficial en la fiesta nacional celebrada en la embajada española”, El País, 14/X/2006; ATB, “Cuba-España ‘refuerza’ los contactos con miembros del Gobierno y la disidencia ante la situación de Fidel Castro”, 15/X/2006.
[27] Véase también su participación en la conferencia de The Heritage Foundation celebrada en Filadelfia: Cristina Ozaeta, EFE, “Rechaza Aznar ‘sucesión en la tiranía’ para Cuba”, Diario Las Américas, 29/IV/2007.
[28] Ariel Remos, “Ofrece PP español alternativa de centro liberal y reformista”, Diario Las Américas, 24/IV/2007.
[29] EFE, “El jefe de cirugía del Gregorio Marañón viaja a La Habana para operar a Castro”, El Mundo, 24/XII/2006; J.D., “Un hombre optimista”, 27/XII/2006; Pablo Bachelet, “US holds to claim Castro is dying”, The Miami Herald, 6/I/2007; Reuters, “La recuperación de Castro es lenta pero progresiva, según un médico español”, 19/I/2007; John Dorschner y Nancy San Martín, “Report may mean Castro has little chance of recovery, experts say”, The Miami Herald, 16/I/2007; Oriol Güell y Ana Alfageme, “Castro optó por someterse a la técnica quirúrgica que luego causó complicaciones”, El País, 17/I/2007; Editorial, “Fidel, menos secreto”, El País, 17/I/2007; Oriol Güell y Ana Alfageme, “Una cadena de actuaciones médicas fallidas agravó el estado de Castro”, El País, 16/I/2007.
[30] Información obtenida de diversas fuentes de la UE.
[31] Andrea Rodríguez, “Estudian en Cuba poner fin a la doble circulación de moneda”, El Nuevo Herald, 29/IV/2007.
[32] Véase Roy, “From stubbornness…”.
[33] Para acceder a un análisis de las tendencias recientes y una previsión del futuro, véase William LeoGrande, “Las relaciones futuras de Cuba con Estados Unidos”, Pérez-Stable, pp. 305-334.
[34] Los siguientes en la lista, obtenida a partir de entrevistas con instituciones comunitarias y funcionarios de los Estados miembros de la UE son: Francia, Suecia (en asistencia al desarrollo), Reino Unido (en operaciones bancarias), Alemania, Países Bajos (inversiones en níquel), Austria, Dinamarca y Finlandia (como resultado de su Presidencia de la UE en la segunda mitad de 2006).
[35] A la República Checa le siguen Polonia, Lituania, Eslovaquia y Hungría.
[36] Rafael Rojas, “Ideología, cultura y memoria. Dilemas simbólicos de la transición”, en Marifeli Pérez-Stable, Cuba en el siglo XXI: ensayos sobre la transición, Colibrí, Madrid, 2006, pp. 289-304.
[37] Para acceder a un útil análisis en esta línea, véase Jorge Domínguez, “Las relaciones entre civiles y militares en Cuba desde una perspectiva comparada: hacia un régimen democrático”, en Marifeli Pérez-Stable, Cuba en el siglo XXI: ensayos sobre la transición, op. cit., pp. 67-94.
[38] EFE, “Antúnez dispuesto a seguir actividad disidente en Cuba”, Diario Las Américas, 25/IV/2007; EFE, “Insuficiente liberación de presos en Cuba”, El Nuevo Herald, 25/IV/2007.
[39] AFP, “12 años de prisión”, Diario Las Américas, 24/IV/2007.
[40] Información obtenida de fuentes españolas y de la UE.
[41] Para acceder a un análisis reciente sobre el cambio en la comunidad en el exilio llevado a cabo por uno de sus miembros, véase: Lisandro Pérez, La comunidad emigrada cubana y el futuro de Cuba, Pérez-Stable, pp. 267-288.
[42] Para acceder a un análisis reciente de esta cuestión, véase Patrick J. Haney y Walt Vanderbush, The Cuban embargo: the domestic politics of American foreign policy, University of Pittsburgh Press, 2005.
[43] Información obtenida a partir de entrevistas celebradas en Miami con la cúpula de numerosas organizaciones del exilio (febrero a abril de 2007).
[44] Información obtenida de entrevistas celebradas en Miami (marzo de 2007).
[45] Véase Roy, “From stubbornness…”, op. cit.
[46] Para obtener más detalles, véase Roy, “From stubbornness…”, op. cit.
[47] EFE, “Cooperación y Derechos Humanos entre temas agenda visita Moratinos”, 1/IV/2007; Luis Ayllón, “España prepara su posición en una Cuba llena de incertidumbre”, ABC, 23/III/2007; Mauricio Vicent, “Moratinos intenta asegurar en Cuba el papel de España ante el cambio”, El País, 1/V/2007; EFE, “Visita de Moratinos a Cuba”, Diario Las Américas, 1/IV/2007; Mauricio Vicent, “En este momento delicado Cuba necesita diálogo, no presión”, El País, 1/V/2007; Roberto Díaz, “Canciller español inicia visita a La Habana”, www.elnuevoherald.com, 2/IV/2007; Roberto Díaz, “Moratinos llegó a Cuba en la primera visita de un canciller de la UE desde el 2003”, Diario Las Américas, 3/IV/2007; Mauricio Vicent, “Moratinos anuncia en La Habana el inicio de una ‘nueva etapa’ de entendimiento con Cuba”, El País, 3/V/2007; Granma, “Cuba y España inician nueva etapa de diálogo firme y abierto”, 3/V/2007; Andrea Rodríguez, “Spain, Cuba aim for better relations”, The Miami Herald, 4/IV/2007; EFE, “Moratinos optimista tras encuentro con Raúl Castro”, Diario Las Américas, 5/IV/2007.
[48] Diario Las Américas, “Critica el exilio visita de Moratinos a Cuba”, 5/IV/2007; Agence France Presse, “La disidencia frustrada tras visita de Moratinos”, El Nuevo Herald, 5/IV/2007; Andrew Rettman, “Spain keen to bury EU pro-democracy ideas on Cuba”, EU Observer, 4/IV/2007; Luis Ayllón, “Moratinos logra un vago compromiso de Cuba sobre derechos humanos”, ABC, 4/V/2007.
[49] EFE, “Embajada española lamenta ausencia de disidentes cubanos”, Diario Las Américas, 6/IV/2007; Agence France Presse, “La disidencia frustrada tras visita de Moratinos”, www.elnuevoherald.com, 5/IV/2007.
[50] Soeren Kern, “Spanish Foreign Policy Hits Rocks Over Cuba”, Grupo de Estudios Estratégicos, 17/VII/2007.
[51] Andrés Oppenheimer, “Spain’s new opening to Cuba a risky gambit”, The Miami Herald, 16/VII/2007.
[52] El retraso en los pagos cubanos por actividades comerciales es notorio, lo que ha generado frecuentes críticas en la prensa española. Un ejemplo: Luis Losada Pescador, “Fidel Castro no paga las facturas”, Época, 8 a 12/IV/2007. Para obtener un resumen de las cifras de comercio UE-Cuba y España-Cuba, véanse los gráficos y los cuadros 1, 2 y 3 del apéndice.
[53] Diario Las Américas, “Critica el exilio visita de Moratinos a Cuba”, 5/IV/2007; Andrés Reynaldo, “Mano a mano”, El Nuevo Herald, 6/IV/2007; Pablo Alfonso, “España estrena en Cuba diplomacia del arrepentimiento”, Diario Las Américas, 4/IV/2007.
[54] EFE, “La disidencia firma la declaración de unidad”, El Nuevo Herald, 16/IV/2007; EFE, “EEUU pide que Moratinos diga por qué no se reunió”, Diario Las Américas, 15/IV/2007; AP, “Cuban dissident groups issue message of unity”, The Miami Herald, 18/IV/2007; EFE, “Organizaciones del exilio apoyan unidad de la disidencia interna de Cuba”, Diario Las Américas, 18/IV/2007.
[55] EFE, “Aznar y Havel apoyan cambio en Cuba”, Diario Las Américas, 25/IV/2007.
[56] Antonio Rodríguez, “Aznar arremete contra la política hacia Cuba del gobierno español”, Diario Las Américas, 12/IV/2007; EFE, “PP: sólo se justifica si consigue liberación de presos políticos”, Diario Las Américas, 30/III/2007; Luis Ayllón, “España prepara su posición en una Cuba llena de incertidumbre”, ABC, 23/III/2007.
[57] El País, “Cuba prohibida”, 11/IV/2007; Amaya López Núñez, “Un test para la política exterior”, El País, 9/IV/2007; María Dolores Masana, “Los 24 de Cuba”, El País, 12/IV/2007; Antonio Elorza, “España/Cuba: antidemocracia”, El País, 14/IV/2007; Rosa Montero, “Víctimas”, El País, 10/IV/2007; Pilar Rahola, “Cuba, triste asignatura pendiente”, El País, 6/V/2007.
[58] AP, “Exile Cuban journalist honored”, The Miami Herald, 28/IV/2007.
[59] Se desconoce el motivo de esta cifra concreta, ya que cálculos fiables sitúan esa cifra en más de 270.
[60] EFE, “PP español pide exigir a Cuba libertad de 134 presos políticos”, Diario Las Américas, 1/V/2007.
[61] EFE, “Dirigente socialista dice Gobierno mantendrá el diálogo con los disidentes”, 2/V/2007.
[62] EFE, “Funcionaria de EEUU pide explicación a Moratinos”, El Nuevo Herald, 17/IV/2007; EFE, “EEUU pide que Moratinos diga por qué no se reunió”, Diario Las Américas, 15/IV/2007.
[63]Antonio Caño, “Estados Unidos critica el viaje del ministro español a La Habana”, El País, 14/IV/2007; EFE, “Moratinos dice que informó a EEUU de su viaje a Cuba ‘antes, durante y después’”, Diario Las Américas, 19/IV/2007; A.M.-F., “Moratinos dice que no tiene por qué explicar a EEUU su viaje”, ABC, 18/IV/2007.
[64] Andreu Missé, “Bruselas afirma que la visita no contradice la postura de la UE”, El País, 3/IV/2007.
[65] Declaración, 1/V/2007. AFP, “Aluden a Cuba en cumbre EEUU y UE”, El Nuevo Herald, 1/V/2007.
[66] Phil Peters, “Eight months and counting”, Cuba Policy Report, 17/IV/2007.
[67] Peters, ibid.
[68] Fuentes de la UE.
[69] Granma, “Reciben Fidel y Raúl a delegación china de alto nivel”, 21/IV/2007.
[70] EFE, “Preparan actos por el primero de Mayo”, Diario Las Américas, 29/IV/2007.
[71] Pablo Bachelet, “US doubts full recovery”, The Miami Herald, 25/IV/2007.
[72] “It is imperative to immediately have an energy revolution”, Granma, 1/V/2007, http://www.cuba.cu/gobierno/discursos/2007/ing/f010507i.html. Artículos previos: “‘Respuesta brutal’, Reflexiones del Comandante en Jefe”, 10/IV/2007; “La internacionalización del genocidio”, 3/IV/2007; “Condenados a muerte prematura por hambre y sed más de 3 mil millones de personas en el mundo”, 28/III/2007.
[73] EFE, “Raúl Castro, y no Fidel, preside las celebraciones”, El País, 1/V/2007.
[74] Mar Marín, EFE, “Castro ausente”, Diario Las Américas, 2/V/2007; Andrés Oppenheimer, “May Day absence means Castro may be more ill that we thought”, The Miami Herald, 2/V/2007.
[75] Frances Robles, “Raúl’s reforms put on hold”, The Miami Herald, 2/V/2007.
[76] EFE, “Europa estudia eliminar sanciones”, El Nuevo Herald, 9/VI/2007.
[77] EFE, “Piden a Europa que restablezca sanciones”, El Nuevo Herald, 8/VI/2007.
[78] Debate 21, “De la Vega dice que Estados Unidos tiene que comprender”, 5/VI/2007.
[79] Información obtenida de círculos comunitarios y Estados miembros de la UE.
[80] Consejo de la Unión Europea, Política de la UE hacia Cuba, 15/VI/2007. Véase el texto del apéndice 4.
[81] EFE, “UE mantendrá su actual política hacia Cuba”, 14/VI/2007; Beatriz Navarro, “La UE tiende la mano a la Cuba de Fidel Castro”, La Vanguardia, 19/VI/2007; Luis Ayllón, “España da un año de plazo a Cuba para que responda a la política de diálogo”, ABC, 17/VI/2007; AP, “Europa invita a Cuba”, 16/VI/2007; Ricardo Martínez de Rituerto, “La UE invita a Cuba a discusiones políticas y sobre derechos humanos”, El País, 15/VI/2007; Pablo Bachelet, “European sanctions against Cuba upheld”, The Miami Herald, 15/VI/2007.
[82] EFE, La Vanguardia, “Exteriores convoca a la disidencia cubana”, 17/VI/2007.
[83] Información obtenida de documentos e informes del Consejo de la UE.
[84] Información obtenida de documentos e informes de la UE.
[85] La Vanguardia, “Cuba, España y la UE”, 21/VI/2007; El País, “Diálogo con Cuba”, 19/VI/2007.
[86] BBC Mundo, “Cuba: la oferta europea es insuficiente”, 29/VI/2007; Mauricio Vicent, “Castro critica con dureza a la UE por su ‘entreguismo’ a EE.UU. en relación a Cuba”, 26/VI/2007. Véase el texto de la reacción oficial en Granma, 27/VI/2007, transcrito en el apéndice 5.
[87] Fidel Castro, “Reflexiones del Comandante en Jefe: una respuesta digna”, 28/VI/2007. Véase el apéndice 6 para obtener una transcripción de este artículo. Si desea consultar la versión inglesa puede hacerlo en: http://www.granma.cu/ingles/2007/junio/juev28/an-honorable-response.html.
[88] Información obtenida de fuentes de la UE.
[89] Información obtenida de fuentes españolas.
[90] Mauricio Vicent, “Cuba toca fondo”, El País, 14/VII/2007; “Hasta la vieja guardia habla de la necesidad de cambios en Cuba”, El País, 27/VII/2007; Fernando García, “Raúl Castro anuncia grandes cambios”, La Vanguardia, 27/VII/2007; Mauricio Vicent, “La transición invisible”, El País, 29/VII/2007.
[91] Juan José Aznárez, “Castro cumple 81 años”, El País, 13/VIII/2007.
[92] ABC, “La Eurocámara vota hoy si endurece la postura de la UE con Cuba”, 21/VI/2007; R.M. de R., “La Eurocámara supedita el diálogo con Cuba a los derechos humanos”, El País, 22/VI/2007; Europa Press, “El PP califica de ‘fracaso’ del ejecutivo español la resolución emitida por el Parlamento Europeo sobre Cuba”, 21/VI/2007.
[93] EFE, “Elena Valenciano cree que la decisión de la ONU sobre Cuba es ‘razonable’”, 20/VI/2007; Prensa Latina, “Destaca cancillería cubana victoria en Consejo Derechos Humanos”, 19/VI/2007.
[94] Véase Prensa Latina y Granma, “Destaca cancillería cubana victoria en Consejo de Derechos Humanos”, 19/VI/2007.
[95] Información obtenida de fuentes de la UE y de sus Estados miembros.
[96] No es de sorprender que se incluyan en los principales periódicos ofertas de viaje de alto atractivo en las que se ofrecen estancias de 9 días por menos de EUR 1.400 (precio del vuelo incluido) en hoteles de 4-5 estrellas de La Habana y los cayos de Cuba.
[97] Maite Rico, “El maná del turismo se agota”, El País, 14/VII/2007.
[98] Mauricio Vicent, “Cuba toca fondo”, El País, 14/VII/2007.
[99] Fuente: Ministerio español de Economía y Finanzas. Véase el alarmante informe incluido en Luis Losada Pescador, “Fidel Castro no paga las facturas”, Época, 6/IV/2007.
[100] Información obtenida de fuentes de la UE y de medios de comunicación europeos en Bruselas.
[101] Información obtenida de fuentes de la UE.
[102] Información obtenida de fuentes gubernamentales españolas.
[103] Para acceder a una muestra, véase el artículo incluido en el apéndice 5.
[104] Cuba no es la única que lo identifica así; la misma opinión prevalece también en círculos europeos de tendencia izquierdista. Jean-Michel Caroit, “‘Castro light’ peut-il changer Cuba?”, Le Monde, 16/VIII/2007. Análisis más elaborados con cuadros muestran las diferencias existentes entre los objetivos, los métodos y las expectativas de la política de la UE y la política estadounidense. Para acceder a una evaluación reciente, véase el último capítulo del libro de Cristina Xalma, Cuba ¿Hacia dónde?, Icaria, Barcelona, 2007.
[105] Información obtenida de fuentes de la UE, comparadas con las opiniones de una serie de Gobiernos de Estados miembros de la UE.
[106] Para acceder a un análisis del pasado del régimen cubano y especulaciones acerca de su futuro, véase Jorge Domínguez, Cuba hoy: analizando su pasado, imaginando su futuro, Colibrí, Madrid, 2006.
[107] Para acceder a un detallado análisis comparativo de este planteamiento de relación con los regímenes difíciles, véase Miroslaw Nincic, “The Logic of Positive Engagement: Dealing with Renegade Regimes”, International Studies Perspectives, 2006, 7, pp. 321-341.
[108] Lic. Derecho por la Universidad de Barcelona (1966) y Doctor por la Universidad de Georgetown (1973), profesor de la Cátedra Jean Monnet de Integración Europea, Director del Centro de la Unión Europea de la Universidad de Miami y codirector del Centro de Excelencia de la Unión Europea de la Universidad de Miami, Florida. Ha publicado más de 200 reseñas y artículos académicos y ha participado como autor, editor o coeditor en 25 libros, entre ellos The Reconstruction of Central America: the Role of the European Community (North-South Center, 1991), The Ibero-American Space/El Espacio Iberoamericano (U. Miami/Universidad de Barcelona, 1996), Cuba, the US and the Helms-Burton Doctrine: International Reactions (University of Florida Press, 2000), Las relaciones exteriores de la Unión Europea (México: UNAM, 2001), Retos de la integración regional: Europa y América (México: UNAM, 2003), La Unión Europea y el TLCAN (México: UNAM, 2004), The European Union and Regional Integration (Centro de la UE, Miami, 2005), La Unión Europea y la integración regional (CARI/U, Buenos Aires, 2005), Towards the Completion of Europe (Centro de la Unión Europea, Miami, 2006) y A Historical Dictionary of the European Union (Scarecrow Press/Rowman & Littlefield, 2006). También ha publicado más de 1.300 columnas y ensayos en periódicos y revistas. Entre los premios que ha recibido figura la Encomienda de la Orden del Mérito Civil concedida por Su Majestad el Rey Juan Carlos I de España.
[108] Para acceder a un análisis del año, véase “La UE y Cuba, un año después”, El Nuevo Herald, 21/VII/2007, http://www.elnuevoherald.com/noticias/mundo/columnas_de_opinion/story/68600.html.