¿Un “new deal” para África? algunas valoraciones de la VI Cumbre UE-Unión Africana

¿Un “new deal” para África? algunas valoraciones de la VI Cumbre UE-Unión Africana. Ursula von der Leyen, Presidenta de la Comisión Europea, participa en la Cumbre Unión Europea - Unión Africana.
Ursula von der Leyen, Presidenta de la Comisión Europea, participa en la Cumbre Unión Europea - Unión Africana. Foto: Christophe Licoppe, European Union, 2022.

Con dos años de retraso, Bruselas acogió la semana pasada la VI Cumbre entre la Unión Europea (UE) y la Unión Africana (UA). La Cumbre se ha celebrado en un contexto inusual, marcado sobre todo por las nuevas prioridades sanitarias y financieras de los países africanos. Además, la necesidad de que la Cumbre sirviera para “repensar” y “revitalizar” las relaciones entre la UE y la UA ha estado muy presente en la retórica de ambas partes desde hace dos años. Algunos, incluso vieron en el retraso en su celebración una oportunidad de oro para diseñar un marco de relaciones genuinamente renovado. El resultado más inmediato tras su celebración es la declaración conjunta ”A Joint Vision for 2030, que recoge una fuerte apuesta europea de apoyo al acceso a las vacunas, algunos nuevos compromisos financieros de la UE en respuesta a algunas demandas africanas y pocas novedades en temas más habituales –y fundamentales– para Europa en sus relaciones con África, como la cooperación en paz y seguridad, migraciones y movilidad.

El énfasis sobre la necesidad de una nueva agenda con África fue una de las prioridades de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, nada más comenzar su mandato. Entonces llegó la pandemia de la COVID-19, que retrasó la Cumbre prevista para el año 2020, y relegó a un plano menor la entonces recién publicada declaración de la Comisión Europea Towards a comprehensive Strategy with Africadel 9 de marzo de 2020. Esta declaración, que para muchos críticos no era sino una nueva forma europea de marcar la nueva agenda, parecía ser la base sobre la que se iba discutir la nueva estrategia de la UE con África. En ella aparecían algunos temas prioritarios novedosos (como la transformación digital, o la transición verde, por ejemplo) junto con otras prioridades ya habituales en los marcos de cooperación UE-UA.

Con el paso del tiempo, la declaración de la Comisión de 2020 fue perdiendo fuerza, y en el contexto de la COVID-19 aparecieron nuevas prioridades y demandas de los países africanos. La UA venía reclamando medidas internacionales de apoyo ante la urgente necesidad de recursos de los gobiernos para luchar contra las consecuencias de la pandemia. Aunque la moratoria sobre los pagos de la deuda pública de abril de 2020 permitió entonces algo de alivio a varios gobiernos africanos, las necesidades de financiación eran todavía enormes. La Unión Africana, apoyada por algunos líderes internacionales (como la nigeriana Ngozi Okonjo-Iweala, directora general de la Organización Mundial del Comercio –OMC–) y europeos (como el presidente francés, Emmanuel Macron) solicitaron apoyo internacional para que el FMI asignara Derechos Especiales de Giro (DEG) a los países africanos. Los DEG –divisa utilizada y creada por el FM–puede ser canjeados por otras monedas internacionales, e intercambiados entre miembros. La solicitud de la Unión Africana de que la UE apoyara su demanda al FMI estaba ahí desde hacía meses. En mayo de 2021, 30 líderes africanos y europeos firmaron un comunicado titulado “A New Deal for Africa” que recoge precisamente la necesidad de intensificar los compromisos financieros a nivel internacional para apoyar a los países africanos en su recuperación de los efectos de la pandemia. Otros temas políticos han contribuido a un contexto más complejo para esta Cumbre, como la mayor inestabilidad política en África, la sucesión de golpes de estado en varios países, la entrada de mercenarios rusos y la creciente inestabilidad en el Sahel, entre otros.

Antes de la Cumbre celebrada la semana pasada, se esperaba poca discusión sobre algunos temas controvertidos, como migraciones o movilidad. Por otro lado, y teniendo en cuenta el lento avance de la vacunación en el continente africano, era de esperar que éste fuera uno de los temas clave en las discusiones. Por la parte africana el objetivo para esta Cumbre era conseguir acuerdos concretos sobre acceso a las vacunas, los derechos especiales de giro del FMI, la financiación para desarrollo y las infraestructuras, así como para la transición energética y el cambio climático.

Por más que el desplante machista a la presidenta de la Comisión Europea por parte del ministro de Exteriores ugandés ha sido lo que más ha trascendido en algunos medios de comunicación, se han anunciado algunos compromisos concretos que es importante resaltar. En primer lugar, el compromiso europeo de asegurar el acceso justo a vacunas con una movilización adicional de recursos (425 millones de euros) para la distribución de dosis y la formación de equipos médicos. Además, la UE se compromete a apoyar la agenda africana de fabricación de las vacunas y otras medicinas, entre otros compromisos, como el apoyo a la discusión de los temas de propiedad intelectual en el marco de la OMC. En segundo lugar, se realiza un llamamiento a que más miembros comunitarios contribuyan voluntariamente a la reasignación de DEG del FMI, que ya se ha realizado en parte a través de la iniciativa Team Europe. En tercer lugar, la declaración conjunta recoge un compromiso de lucha contra los flujos financieros ilícitos, además de la puesta en marcha de una nueva agenda de innovación (AU-EU Innovation Agenda).

En el marco de la Cumbre se ha anunciado un nuevo paquete de inversiones de 150.000 millones de euros, en tres áreas prioritarias: inversión, salud y educación. En este paquete se enmarca el Global Gateway Investment Package europeo, para financiar la construcción de infraestructuras energéticas, del transporte y digitales, con el que la UE pretende competir con China y su Belt and Road Inititative. En el marco de la integración regional, la UE reafirma su compromiso con el Área de Libre Comercio Continental Africana (AfCFTA por sus siglas en inglés). Sin embargo, no hay respuesta a la demanda de la UA de sustituir los acuerdos bilaterales en vigor con diferentes áreas y países africanos (EPAs) por un acuerdo continental.

En definitiva, ¿podemos hablar de un new deal y un nuevo modelo de relaciones con África? Sin duda hay avances y compromisos novedosos, aunque muchos temas han quedado fuera de discusión y los compromisos financieros pueden quedar lejos de las expectativas africanas.


Imagen: Ursula von der Leyen, Presidenta de la Comisión Europea, participa en la Cumbre Unión Europea – Unión Africana. Foto: Christophe Licoppe, European Union, 2022.