La inversión extranjera productiva bajó en España un 7,2% en 2017, rompiendo una tendencia al crecimiento que se mantenía desde 2010. La caída está en línea con el descenso de los flujos de inversión extranjera en el mundo, que tuvieron una caída estimada del 16% en 2017.
Estos son algunos de los datos más significativos recogidos en el informe “La inversión extranjera directa en España. Resumen anual 2017”, que ha publicado recientemente la consultora SIfdi especializada en inversiones extranjeras. Unas inversiones que en España dan empleo a más de un millón de trabajadores.
El estudio de SIfdi contiene datos y análisis de gran interés. Vamos a comentar en este post algunos de especial relevancia.
Tendencias globales
A nivel mundial, el informe de SIfdi destaca la creciente importancia que están teniendo algunas cuestiones y tendencias:
- Gobiernos e instituciones internacionales están prestando una creciente atención a los temas de fiscalidad internacional. La elusión fiscal utilizando estructuras societarias diseminadas por diferentes países se ha convertido sin duda en uno de los retos más importantes que debe afrontar la economía internacional.
- SIfdi resalta el “significativo aumento de la proactividad de las ciudades en la escena global de IED (Inversión Extranjera Directa)”. Las ciudades están efectivamente desempeñando un creciente papel como destino geográfico de las inversiones. Ello está provocando que muchas ciudades estén dedicando una creciente atención al establecimiento de instrumentos y agencias dirigidos a la captación de inversiones.
- Es reseñable el “auge de las inversiones asiáticas, especialmente chinas, que generan reacciones dispares en países desarrollados”. Las inversiones chinas han pasado, en un corto plazo de tiempo, a generar fuertes recelos, por razones de seguridad, falta de reciprocidad (dificultades en China para las empresas extranjeras), temor a perder tecnologías, etc. Ello es la causa, por ejemplo, de que en la UE se haya propuesto establecer un mecanismo de control de las inversiones extranjeras (pensado sobre todo para inversiones chinas). Esta iniciativa merecería abrir una reflexión en España sobre el papel de las inversiones chinas, qué tipo de inversiones interesan y qué tipo se considera que presentan riesgos, etc.
- Europa es la región que lidera en el mundo la emisión de flujos de inversión, con 532.994 millones de dólares en 2016 (último año con datos disponibles). Asia ocupa el segundo puesto (442.665 millones), seguida de Norteamérica (424.825 millones). Para España el liderazgo europeo es sin duda positivo, por la proximidad geográfica a los principales países emisores de inversión. Hay que tener en cuenta que el grueso de la inversión extranjera en España procede de Europa (un 70% en 2017).
- Por segundo año consecutivo, las inversiones en la modalidad de fusiones y adquisiciones (mencionadas con frecuencia M&A, por sus siglas en inglés); es decir, la compra de empresas existentes, superan a las inversiones Greenfield (que suponen el establecimiento de nuevas instalaciones productivas). Antes de 2016 lo normal era que las inversiones Greenfield fueran sustancialmente superiores a las M&A.
Tendencias en España
Volviendo a España, el principal país inversor en 2017 ha sido Luxemburgo, con notable diferencia sobre los siguientes, Alemania, Reino Unido y Estados Unidos. El liderazgo de Luxemburgo no se corresponde obviamente con el tamaño de su economía, y sólo puede explicarse por los factores fiscales que hemos citado antes.
La moderada bajada de la inversión extranjera productiva (es decir, sin contar las Entidades de Tenencia de Valores, las ETVE) en España esconde diferencias regionales muy importantes. Madrid es la región líder en recepción de inversiones, con un crecimiento del 61,1% en 2017. Por su parte, Cataluña registró un fuerte descenso, de un 39,8%. Se plantea aquí la cuestión (difícil de responder en estos momentos) de hasta qué punto la caída de la inversión extranjera en Cataluña se ha debido a sus problemas políticos.
El estudio de SIfdi tiene un apartado de gran interés en el que se estudian cuáles son los países que son el origen último de la inversión extranjera, y cuáles son los países de “tránsito” a través de los cuales las inversiones llegan a España. Luxemburgo, por ejemplo, es el país de “tránsito” más empleado por las empresas de Estados Unidos para invertir en España (probablemente no sólo para invertir en España; Luxemburgo es elegido como sede de muchas multinacionales de Estados Unidos, y de otros países, como base para sus operaciones en Europa). Países Bajos, por su parte, es el país de tránsito preferido por empresas europeas para invertir en España.
¿Son importantes las inversiones extranjeras?
El informe de SIfdi contiene una enorme riqueza de datos y análisis que no podemos recoger de forma más o menos completa en un post. Baste señalar, para finalizar, algunos datos que muestran la relevancia que tiene la inversión extranjera para la economía española.
En 2015 (último año para el que están disponibles los datos para estos aspectos), había en España 12.300 empresas con capital extranjero que daban empleo a 1,18 millones de trabajadores (más de la mitad de los cuales se concentran en sólo dos comunidades autónomas: Madrid y Cataluña). En 2015, además, creció el empleo en las empresas con capital extranjero, rompiendo una tendencia a la baja que se venía registrando desde 2008.
Las empresas con participación extranjera generaron ese año nada menos que 136.789 millones de euros en exportaciones, un 43% del total.