Hace tres semanas, se publicó el Informe Elcano de Presencia Global 2015. En este análisis de la 5ª edición del índice recorremos, Ángel Badillo, Mario Esteban, Carola García-Calvo, Manuel Gracia Santos, Miguel Otero y yo misma la presencia de los países en las principales agencias de noticias –y lo que esto significa en términos de presencia blanda–, las características de la proyección exterior asiática –que trasciende la de China en el ámbito económico–, la relación entre presencia global y política exterior, las características diferenciadas de la proyección exterior de las principales economías europeas y de los BRICS, o la conformación territorial de la presencia global –cómo las distintas comunidades autónomas definen la presencia global de España, cómo esta última contribuye a la de la UE–.
La edición de este año del Índice Elcano de Presencia Global ordena 80 países según la medida en la que los países están “ahí fuera”. Dado que este índice refleja, sobre todo, tendencias estructurales, no es sorprendente que prácticamente no haya cambios en las 10 primeras posiciones del ranking en relación con el del año anterior. El único cambio reseñable es que el Reino Unido escala una posición, colocándose en 2º lugar y relegando a Alemania al 3er puesto. Como resultado, Estados Unidos (que lidera el ranking desde 1990) encabeza el top 5, seguido del Reino Unido, Alemania, China y Francia. Cabe destacar, no obstante, que la subida del Reino Unido responde en buena medida a una venta masiva de oro a Suiza en 2013, posiblemente un hecho aislado que no permitirá al país mantener su nueva posición en futuras ediciones del índice.
Si consideráramos a la UE como un único actor –agregando la presencia global de sus 28 Estados miembros y restando sus proyecciones intra-europeas–, esta región lideraría el ranking de presencia global. Con un valor de 1.214,9 puntos, es el resultado de las contribuciones relativas de todos los Estados miembros a la presencia global agregada. El Reino Unido es el primer contribuyente (con el 19,8%), seguido de Alemania (16,9%) y Francia (14,7%), lo que significa que estos tres países explican más de la mitad de la presencia global de la Unión Europea. Siguiendo esta lógica, podemos desagregar también la presencia global de España, que es en buena medida el resultado del turismo internacional en Cataluña, Baleares, Canarias y Andalucía, así como de la inversión extranjera canalizada desde Madrid y de la actividad exportadora catalana.
Como se ha señalado en ediciones previas, el índice ilustra la tendencia a una presencia creciente en el escenario global de países emergentes, en paralelo al declive de las potencias occidentales (y particularmente europeas). Un análisis más detallado de estos dos grupos (el G5 europeo y los emergentes BRICS) muestra un nivel de concentración significativo dentro de cada grupo. A este respecto, deberíamos más bien hablar del despunte de “Chimania”, por el cual Alemania y China (líderes en sus respectivas regiones) pueden haber estado alimentando recíprocamente su presencia global a lo largo de los últimos años.
La preeminencia de China en la escena global y especialmente en la dimensión económica no significa que sea el único país emergente asiático con una participación consistente en el proceso de globalización, ni que la internacionalización de los países asiáticos se limite a la esfera económica. Los datos para el conjunto de la región muestran una tendencia al alza de las dimensiones militar y blanda de la presencia global. Mientras que el crecimiento de la proyección exterior de Asia en el terreno militar responde básicamente a la de Japón y China, la presencia blanda se reparte entre un mayor número de países, con Corea del Sur, Singapur, Tailandia y Malasia mostrando aumentos de presencia blanda a lo largo del período 1990-2014.
El Índice Elcano de Presencia Global es también una herramienta útil para analizar la política exterior de los países para los que se calcula. ¿Están las políticas exteriores de los países orientadas a lidiar con las debilidades de su proyección exterior? En el caso de Australia, la conexión es evidente: el giro hacia un perfil internacional más económico, con acento liberal, en una región que se ha convertido en el epicentro de la actividad económica mundial, explica hasta cierto punto el hecho de que la dimensión económica se haya convertido en la dimensión dominante de la presencia global del país. En cuanto a Sudáfrica, su principal fortaleza y la base para ejercer su influencia regional ha sido la diversificación de su presencia global en variables económicas y blandas.
Una nueva metodología para calcular la presencia de los países en el terreno de la información podría basarse en la medida en la que aparecen los diferentes países en los ítems informativos generados por las principales agencias de noticias; teniendo en cuenta que éstas son una fuente importante de contenidos para el resto del sector de la comunicación. Si aplicáramos este criterio, seleccionando un pequeño número de agencias ‘grandes’ pero diversas –Agence France Presse, ANSA, Associated Press, Reuters, Deutsche Presse-Agentur, EFE, ITAR-TASS y Xinhua–, llegaríamos a un ranking de información distinto del que se ofrece con la metodología en vigor. En tal caso, los países en el top 5 serían Estados Unidos, España, Alemania, China y el Reino Unido.