El terrorismo yihadista parece atraer la atención de los españoles interesados por la política internacional más que cualquier otro tema. Al mismo tiempo, esa versión actual y global del fenómeno terrorista es percibida por nuestra opinión pública en su conjunto como la mayor de cuantas amenazas procedentes del exterior pueden afectar a España. Ambas conclusiones emanan de la última –37ª– oleada del Barómetro del Real Instituto Elcano (BRIE), cuyo trabajo de campo se realizó entre el 10 y el 23 de noviembre de 2015. Al poco de iniciado este trabajo de campo, concretamente el día 13 del mismo mes, tuvieron lugar los atentados que, perpetrados por miembros de la organización denominada Estado Islámico (EI), ocasionaron 130 muertos y más de 350 heridos en París.
El 52% de los seis de cada 10 residentes en España y con 18 o más años de edad entrevistados en ese nuevo sondeo que además declaró tener “mucho” o “bastante” interés por la política internacional, hizo mención expresa al terrorismo yihadista entre sus asuntos de atención preferente. Los porcentajes correspondientes al resto de los temas aludidos por los entrevistados fueron entre significativa y considerablemente inferiores. La mención al terrorismo yihadista como tema internacional que suscita en mayor medida el interés de los entrevistados es generalizada y no registra variaciones relevantes según el sexo, los tramos de edad –salvo para quienes cuentan con 65 o más años, pues el porcentaje se reduce al 34%–, los niveles educativos, la ocupación o la ideología política.
“Un 58% del total de los individuos […] apuntó al terrorismo yihadista como la principal de las amenazas del exterior para España”
Por otra parte, un 58% del total de los individuos incluidos en la muestra de este último BRIE apuntó, igualmente de manera generalizada, al terrorismo yihadista como la principal de las amenazas del exterior para España, otorgándole preeminencia sobre otras amenazas en la percepción que los españoles tienen al respecto. Más aún, el 32% de los mismos señaló asimismo a EI como fuente específica de esa amenaza terrorista. El porcentaje de los entrevistados que percibe al terrorismo yihadista como principal amenaza del exterior para España es significativamente mayor entre quienes tienen de 30 a 44 años –alcanza un 67%– y algo menor entre quienes tienen 65 años o más –queda en el 51%–, pero no registra más variaciones relevantes respecto a otras variables sociodemográficas.
Cabría atribuir una tan acentuada percepción social del terrorismo yihadista como principal amenaza del exterior para España a que los cruentos atentados del 13 de noviembre de 2015 en París ocurrieron precisamente mientras se realizaban las entrevistas de la 37ª y última oleada del BRIE. Sin embargo, los datos obtenidos en este sondeo están en consonancia con los correspondientes a la anterior oleada del mismo –la 36ª– cuyo trabajo de campo se desarrolló entre finales de abril e inicios de mayo de 2015, aunque las fórmulas utilizadas para hacer la pregunta fuesen distintas en una y otra. El 93% de los entrevistados consideró entonces al terrorismo yihadista como una amenaza “importante” o “muy importante” para España.
“La creciente intensidad con que los españoles perciben la amenaza del terrorismo yihadista parece estar relacionada con la evolución de EI y sus atentados en el territorio europeo”
Un año antes, en abril de 2014, lo había visto del mismo modo el 84% de los entrevistados. En el período que transcurrió entre esta 35ª oleada del BRIE y la 36ª, miembros y seguidores de EI atentaron, dentro de nuestro ámbito europeo, en Bruselas en 2014 y en París, Niza y Copenhague ya en 2015. En esta segunda oleada del BRIE, un 87,5% de los entrevistados se refirió también a EI como amenaza importante o muy importante para España. Es decir, la creciente intensidad con que los españoles perciben la amenaza del terrorismo yihadista parece estar relacionada con la evolución de EI y sus atentados en el territorio europeo. Se incrementó mientras esta organización se configuró como tal a partir de la rama iraquí de al-Qaeda, impuso un amplio dominio en Siria e Irak, estimuló una movilización yihadista global sin precedentes y se expandió.
Más aún, en la más reciente oleada del BRIE –la 37ª– al igual que en la precedente –la 36ª–, menos de siete meses anterior, los entrevistados han coincidido en priorizar, entre distintos posibles objetivos de la política exterior española, precisamente el de combatir el terrorismo yihadista. Este dato es importante como indicador de la legitimación con que cuenta la acción del Estado en asuntos internacionales de terrorismo o incluso la participación española en determinadas misiones militares internacionales. Ahora bien, sin perder de vista, como desde el Real Instituto Elcano hemos puesto de manifiesto recientemente, que la amenaza del terrorismo yihadista en España se asocia no sólo con focos externos sino también con extranjeros residentes en nuestro país y con un insólito componente endógeno o homegrown que ha eclosionado en concomitancia con la actual movilización yihadista relacionada con EI en Siria e Irak.