El concepto de Open RAN ha ganado mayor visibilidad mediática y en el debate público. Su objetivo es alcanzar una arquitectura más abierta en la Red de Acceso Radioeléctrico (en inglés, Radio Access Network), el segmento que conecta a los usuarios y dispositivos con el núcleo de la red de telecomunicaciones –a través de radios y estaciones base–, gracias a la interoperabilidad entre los componentes de la RAN que permitiría elegir entre diferentes proveedores de RAN. Voces críticas han advertido contra la instrumentalización del concepto por parte de actores estadounidenses para acceder a los mercados de la UE mediante la venta de componentes individuales, lo que les permitiría competir con los principales proveedores europeos de sistemas integrales de 5G, una perspectiva contraria a la autonomía estratégica europea. También han anticipado un cierto desinterés por parte del sector de las telecomunicaciones.
En Europa por lo menos, esto ha sido en parte invalidado por la firma de un Memorando de Entendimiento (MDE) entre los cuatro principales operadores de telecomunicaciones (Deutsche Telecom, Orange, Telefónica y Vodafone) a los que se unió el italiano TIM en febrero de 2021. Estas empresas anticipan que la tecnología Open RAN alcance la paridad con soluciones propietarias tradicionales en 2025, y que suponga hasta el 50% del total de las capacidades desplegables 5G durante el período 2022-2025. Orange también ha anunciado su objetivo de desplegar únicamente equipos compatibles con las especificaciones de Open RAN a partir del 2025. En mayo de 2021, los cinco operadores publicaron un libro blanco sobre sus prioridades técnicas en la Open RAN con el fin de favorecer un “ecosistema no fragmentado” a la par con las mejores soluciones tradicionales, lograr el despliegue a gran escala a partir de 2022, y fortalecer la industria RAN europea. Mientras tanto, Nokia también busca posicionarse como un actor importante en este campo, y los gobiernos de Alemania y Reino Unido tienen previsto apoyar financieramente el concepto. Aunque existen desafíos para que el potencial de la Open RAN se materialice, la UE y sus Estados miembros no deberían ignorar las oportunidades que puedan surgir en el ámbito normativo, económico y de la cooperación internacional. Este último podría ser especialmente el caso de los países en desarrollo que buscan alternativas rentables que integren riesgos estratégicos y geopolíticos. La Open RAN también podría brindar oportunidades para la cooperación entre socios afines (like-minded partners), incluyendo a EEUU que, en cualquier caso, será un socio necesario para desplegar soluciones 5G oportunas y maduras.
La Open RAN se basa en la desagregación entre hardware y software gracias a interfaces abiertas y estándares que garantizan la interoperabilidad entre equipos RAN. Su implementación está estrechamente vinculada con la virtualización de las funciones RAN (vRAN) en la nube (cloud). Los beneficios esperados incluyen una menor dependencia con un proveedor, y una posible disminución de los costes CAPEX y OPEX gracias a la virtualización que permite despliegues y ciclos de actualizaciones más rápidos y baratos en comparación con el hardware propietario especializado. Sin embargo, la Open RAN también conlleva una serie de desafíos, empezando por la propia interoperabilidad, además de riesgos de seguridad relacionados con el desacoplamiento del hardware, la ampliación de la superficie de ataque, y las interfaces abiertas. Sin embargo, dichos elementos también ofrecen soluciones de seguridad propias, y parte de estos desafíos no son específicos de la Open RAN.
¿En qué punto se encuentra la tecnología Open RAN?
Se han realizado varias pruebas, aunque mayoritariamente bajo generaciones anteriores (2G, 3G, 4G). Varias organizaciones están promoviendo la Open RAN mediante el desarrollo, pruebas e implementación de estándares, especificaciones y tecnologías asociadas. Entre ellas están la Alianza O-RAN, la Open RAN Policy Coalition y el Telecom Infra Project (TIP). La Open RAN se encuentra todavía en fase inicial, y requiere de avances significativos para alcanzar soluciones maduras y una comercialización global. Existen iniciativas por parte de empresas como Nokia, Rakuten o Telefónica que están siendo seguidas muy de cerca para evaluar su futuro. Rakuten –un operador de telecomunicaciones japonés– ha logrado un prometedor despliegue de una red integral, virtualizada y nativa en la nube, que cumple con especificaciones de la Alianza O-RAN y ofrece servicios 4G y 5G. Es muy probable que se requiera apoyo público para que la Open RAN desarrolle su potencial, especialmente en 5G y para realizar su despliegue a gran escala. Esta es la motivación que subyace en el MDE firmado entre los operadores europeos, que solicitan el apoyo de la UE y los gobiernos nacionales para los despliegues iniciales, I+D+i y los laboratorios de pruebas.
¿Por qué un apoyo por parte de la UE?
1) Porque la Unión no debe omitir un sector que, si bien es secundario, alcanzara como minino un 10% del mercado RAN de aquí al 2025.
2) Aunque no le sea específico, a fin de garantizar su competitividad con soluciones patentadas, la Open RAN está estrechamente vinculada con innovaciones y tecnologías claves como la virtualización, la informática o computación de borde (edge computing), las aplicaciones de Inteligencia Artificial (IA) y de Machine Learning (ML), y las arquitecturas de integración y distribución continua (CI/CD). La Open RAN se puede considerar como uno de los desarrollos más integrales que abarca la complejidad que será inherente a la 5G, una vez que esta alcance su grado de madurez. La mayoría de las tecnologías mencionadas serán necesarias para gestionar un volumen creciente de datos dentro de una red más densa, dinámica y compleja que las generaciones pasadas, debido a funciones y características como el “slicing”.
3) Aunque las críticas se han centrado en el despliegue de la Open RAN en el mercado europeo, sería aconsejable adoptar una perspectiva más amplia. La Open RAN podría ser un instrumento de la Ayuda Oficial al Desarrollo (AOD) para la UE en el ámbito digital, proporcionando soluciones eficientes para los países en desarrollo. Además de las pruebas actuales y previstas de las tecnologías 4G/5G en Europa, también se están desarrollando soluciones de Open RAN en los países en desarrollo en África, el Indo-Pacífico y América Latina, donde se ha desplegado el Internet para Todos, un proyecto Open RAN de gran escala. De hecho, la Open RAN puede resultar más competitiva en los países en desarrollo y en las zonas rurales; podría ofrecer soluciones baratas, multigeneracionales y fácilmente actualizables para esos mercados en los que las generaciones anteriores aún no se han desplegado por completo, y en los que los índices de penetración de la 5G seguirán siendo relativamente bajos por ahora.
Además, estos países pueden tener un posicionamiento estratégico diferente al de la UE. Quizá la UE, o al menos algunos Estados miembros, pueden querer excluir a proveedores chinos por no ser fiables, pero es poco probable que este sea el caso de los países en desarrollo. Las soluciones Open RAN aún no igualan la RAN de Huawei en términos de costes y eficiencia, ya que los ahorros realizados gracias a la virtualización son contrarrestados por un incremento de costes debido a la integración y un mayor consumo de energía. Por otro lado, podrían ofrecer a los países en desarrollo unas alternativas rentables que tengan en cuenta los riesgos estratégicos y geopolíticos vinculados con las cadenas de suministro, la excesiva dependencia de un único proveedor y la competencia tecnológica entre EEUU y China. Además, si la UE busca competir con China en terceros mercados, la Open RAN podría ofrecer un ecosistema menos dominado por proveedores y estándares chinos, sobre todo porque Huawei no forma parte de las iniciativas Open RAN.
4) La Open RAN podría ofrecer oportunidades para la cooperación entre socios afines basadas en las iniciativas y plataformas existentes que reúnen, entre otros, a actores europeos, estadounidenses, japoneses, y coreanos. Por ejemplo, la Alianza O-RAN, la Open RAN Policy Coalition, y el TIP, incluyen a empresas como Airtel, AT&T, Fujitsu, NEC, NTT Docomo, Rakuten, Samsung o Verizon. El proyecto Internet para Todos ha sido liderado por Telefónica y Facebook, y los despliegues Open RAN de Rakuten se han realizado en colaboración con Altiostar, Airspan, Cisco, Maveni, y Nokia. En septiembre de 2020, Telefónica y Rakuten firmaron un acuerdo de cooperación sobre pruebas y ensayos para apoyar la Open RAN.
Esto ha provocado algunas críticas por temor a la competencia por parte de EEUU, aunque las preocupaciones estratégicas se deberían matizar. A nivel mundial, la tecnología 5G no solo beneficiará a los fabricantes de equipos de redes, sino también a las empresas especializadas en centros de datos, soluciones en la nube y virtualización, incluyendo directa o indirectamente, a las GAFAM (Google, Amazon, Facebook, Apple y Microsoft). EEUU domina estos sectores, además de otros que también serán clave para ofrecer soluciones 5G, incluido el Internet de las cosas (IoT) y la IA. Los actores estadounidenses serán socios imprescindibles para desarrollar y desplegar rápidamente una tecnología 5G madura. Asimismo, es de esperar que los operadores de telecomunicaciones europeos establezcan alianzas estratégicas tecnológicas más amplias, como el acuerdo firmado entre Orange y Google en julio de 2020.
Además, la Open RAN también ofrece oportunidades para las empresas europeas, ya sean operadores de telecomunicaciones o fabricantes como Nokia, que busca posicionarse como un integrador de sistemas con múltiples vendedores. En ausencia de Huawei, Nokia y Ericsson serán socios necesarios para diseñar estándares y poner en común patentes esenciales. De hecho, cualquier estrategia Open RAN requiere que al menos Nokia proporcione los equipos compatibles con Open RAN.
En conclusión, el potencial de la Open RAN está aún por materializarse, especialmente en lo que se refiere a la 5G, y necesitará de apoyo político y financiero. La UE y sus Estados miembros no deben infravalorarla y perder oportunidades económicas y estratégicas en un contexto de competencia tecnológica global. Además de sus posibles beneficios económicos, la Open RAN puede ofrecer oportunidades para la cooperación entre socios afines, y dar alternativas estratégicas a terceros países, lo que podría ayudar a la UE a realizar sus ambiciones como potencia normativa y tecnológica.