¿Cuál es, en su opinión, la primera potencia económica mundial en la actualidad? El informe del Pew Research Center sobre Actitudes Globales de primavera de 2013 –una encuesta de opinión pública que se realiza en 39 países, correspondientes a seis regiones: América del Norte, Europa, Oriente Medio, Asia-Pacífico, América Latina y Asia– arroja datos interesantes sobre la percepción que los ciudadanos tienen en la actualidad del orden mundial. La confrontación de sus resultados con los arrojados por el Índice Elcano de Presencia Global 2013 –que mide la proyección de 70 estados, de las mismas regiones, más allá de sus fronteras– nos permite extraer algunas conclusiones sobre el par percepción-realidad hoy.
En primer lugar, y como marco general, la opinión pública mundial considera que, desde 2008, con la caída de Lehman Brothers y el desencadenamiento de la crisis económica global, el equilibrio de poder económico está cambiando. De este modo, mientras que en dicho año el 47% de los encuestados percibían a Estados Unidos como la primera potencia económica mundial, ese porcentaje descendió en 2013 al 41%, en favor de China, que si en 2008 era identificado por dos de cada diez (20%) encuestados como el líder económico mundial, en 2013 lo era en el 34% de los casos. En paralelo, en 23 de las 39 naciones comprendidas por el estudio del Pew Research Center existe la impresión de que “en algún momento futuro, tarde o temprano, China será la primera nación económica de la tierra”, recogiendo el testigo de Estados Unidos. Ahora, ¿en qué medida se corresponden estas percepciones con la realidad?
En términos de presencia económica, Estados Unidos lidera con 1114,1 puntos el ranking del Real Instituto Elcano correspondiente al año 2013. Pero no es China, sino Alemania, quien ocupa el segundo puesto, si bien es cierto que tan solo media entre ambas potencias una décima, siendo sus puntuaciones respectivas 558,5 y 558,4. La primera conclusión que puede extraerse de estos datos es que el poder económico alemán no llega de manera tan directa a los ciudadanos como el omnipresente «Made in China», incluso dentro de sus propias fronteras, donde casi seis de cada diez alemanes (59%) consideran al gigante asiático la primera potencia económica mundial. Percepción como veremos, generalizada.
Gráfico 1 – Primeros diez clasificados en el ranking de presencia económica del Índice Elcano de presencia Global 2013
En el celebérrimo capítulo octavo de El Quijote, Cervantes narra la confusión del caballero de la triste figura de “treinta o cuarenta molinos de viento” por “desaforados gigantes”. El pasaje ilustra a la perfección el desajuste entre percepción y realidad. De la mima manera, la imagen que la opinión pública norteamericana tiene del posicionamiento del país en el orden global dista de la realidad: casi la mitad de sus ciudadanos (el 47%) suscribe la percepción de que China ostenta (u ostentará) la primacía económica mundial. Apreciación compartida por sus principales socios económicos y comerciales: el 67% de los canadienses y el 57% de los europeos.
Ahondando ahora en la respuesta sobre la evolución del posicionamiento de ambos países y el eventual desbancamiento de Estados Unidos por China en un futuro a medio plazo, sorprende constatar que el Informe Elcano desecha dicha posibilidad en el horizonte 2030. Y es que, pese al imparable ascenso de la República Popular, la proyección de datos en un escenario de crecimiento basado en tasas de 2005-2012, indica que su crecimiento no bastaría para que la presencia global total (esto es, la agregación las tres dimensiones que componen la presencia global: económica, militar y blanda) de China superase a la de Estados Unidos. Parafraseando al ingenioso hidalgo manchego, podríamos reconocer que las cosas de la economía, más que otras, están sujetas a continua mudanza, aunque a menudo esta resulte, al menos en lo que se refiere a la presencia global, subjetivamente engañosa.
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