Uno de cada cuatro hablantes nativos de español en el mundo es mexicano. Basta ese dato para comprender la importancia estratégica de la alianza que España y México están trazando en los últimos años en la proyección internacional del español, y que hace unos días alcanzó una nueva meta. El español carecía hasta hoy de un sistema de evaluación sencillo, barato, fiable y que usando las tecnologías de la información permitiera una obtención rápida de resultados, un equivalente al TOEFL-iBT del Education Testing Service (ETS), que realiza exámenes electrónicos desde hace una década. La firma del acuerdo entre el Instituto Cervantes, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y la Universidad de Salamanca para la definitiva puesta en marcha del Servicio Internacional de Evaluación de la Lengua Española (SIELE) durante la reciente visita de Felipe VI a México supone un avance histórico en la evaluación y la certificación del aprendizaje del español en el mundo. El nuevo examen se realizará totalmente en línea y consta de cuatro pruebas, dos de ellas de calificación inmediata (comprensión lectora y comprensión auditiva) y dos evaluadas por expertos (expresión e interacción escritas y expresión e interacción orales), cuyos resultados estarán disponibles tres semanas después del examen y tendrán dos años de validez.
Las previsiones del Cervantes hablan de un mínimo inicial de 300.000 inscritos, que podrían alcanzar los 750.000 en cinco años, con Brasil (120 centros de examen), EEUU (100) y China (60) como los países con mayor número de centros para la realización del SIELE. Es mucho lo que queda por recorrer si comparamos esas cifras con los 4 millones de estudiantes que realizan anualmente los exámenes de Cambridge English, los 2.800 centros de Cambridge en 130 países o los 4.500 de TOEFL en 165 países. Pero el camino es el adecuado, particularmente por la elección de dos compañeros de viaje –la Universidad de Salamanca y la UNAM– que, con la futura incorporación de otras instituciones iberoamericanas, garantizan no sólo la calidad de la certificación sino la voluntad de convertir este proceso en un nuevo compromiso en favor del panhispanismo como respuesta al desafío de crecimiento del español para las próximas décadas. Los recientes acuerdos firmados por el Cervantes en 2012 y 2013 con el gobierno mexicano, la UNAM y el Instituto Caro y Cuervo de Colombia vienen apuntando en esa dirección.
La puesta en marcha del SIELE coincide en el tiempo con la revisión de la estadística lingüística que anualmente ofrece el Instituto Cervantes, y que este año ofrece algunos datos que siguen mostrando la buena salud del español en el mundo: los hablantes nativos alcanzan ya los 467 millones (que con los casi 70 millones de hablantes con competencia limitada y los 21 millones de estudiantes de español permiten alcanzar los 559 millones), un 6,7% de la población global. México y Colombia son los dos países con mayor número de hablantes nativos, con España, Argentina y EEUU inmediatamente a continuación.
Figura 1. Hablantes nativos de español
La consolidación de EEUU en esos primeros puestos ya no sorprende: uno de cada 10 hablantes nativos de español en el mundo vive en EEUU. De hecho, según los datos recién publicados del Census Bureau, el número de hispanos en EEUU ha alcanzado un nuevo récord: 55,38 millones, el 17,4% de la población, con un incremento de 1,2 millones (el 2,1%) en el último año, y ello pese a que la ralentización de la emigración mexicana en la última década ha llevado a que haya más mexicanos saliendo de EEUU que cruzando hacia el norte la frontera. Los estados con mayor población hispana siguen siendo California (15 millones), Texas (10,4 millones) y Florida (4,8 millones), que suman entre los tres más de la mitad de toda la población hispana; de manera paralela, los condados con mayor número de hispanos son Los Ángeles (que roza los 5 millones), Harris County (Texas, 1,9 millones) y Miami-Dade (1,8 millones).