El próximo 22 de marzo se celebrarán elecciones al Parlamento de Andalucía. Si bien la campaña ha estado dominada por cuestiones de política interior como el empleo o la corrupción, la política andaluza, como la de las demás comunidades autónomas, tiene una dimensión internacional que se refleja en el Índice Elcano de Presencia Global.
Como ya hemos señalado en trabajos anteriores, el fuerte aumento de la presencia global de España en las dos últimas décadas (gráfico 1) se ha sustentado en bases relativamente frágiles. El fuerte peso de la proyección blanda (gráficos 2 y 3), que podría convertirse en un importante activo en la comunidad internacional se ha concentrado, sin embargo, en elementos de proyección de menor valor añadido como el turismo o los deportes frente a la educación o la ciencia (gráfico 4).
Del mismo modo que se puede desagregar la presencia global de España por dimensiones o variables, se puede calcular la contribución relativa de cada comunidad autónoma a la proyección exterior del país.
Al igual que ocurre con la presencia global calculada para distintas naciones, existe una correlación importante entre el tamaño del territorio –comunidad autónoma o país– en términos geográficos o, sobre todo, demográficos o económicos y su capacidad de proyección en el exterior. Así, se puede observar cómo, a grandes rasgos, la aportación de cada comunidad autónoma a la presencia global de España está relativamente alineada con su aportación al PIB nacional (cuadro 1).
Con todo, podría decirse que algunas comunidades están más orientadas al exterior en la medida en la que contribuyen en mayor medida a la presencia global que al PIB nacional. Se trata de las siete siguientes: Cataluña, Madrid, País Vasco, Canarias, Baleares, Murcia y Cantabria. En algunos casos, como el del País Vasco, la aportación en términos de presencia global es sólo muy ligeramente superior a la contribución de la comunidad al tamaño de la economía (medido con el PIB), en otros casos, la participación en la presencia global puede llegar a duplicar la del PIB. Éste es el caso de Canarias y Baleares; dos comunidades con una importante actividad turística internacional.
Así, en términos agregados, la contribución andaluza a la presencia global sería inferior a la del PIB –mostrándose como una comunidad más orientada al interior que al exterior–, y notablemente inferior a la de Cataluña o Madrid.
No obstante, destacan en la configuración de la presencia global de España algunas grandes aportaciones individuales –por variable y comunidad– como el turismo catalán, balear o canario; pero también el andaluz. Ocurre algo similar con los servicios catalanes y madrileños o los bienes primarios catalanes y andaluces (gráfico 5).