En un post anterior nos hemos referido a los cambios estructurales que se están produciendo en la globalización. Dos estudios publicados en las últimas semanas sobre las inversiones extranjeras en el mundo reflejan estos cambios. Se trata del World Investment Report de la UNCTAD y el Foreign Direct Confidence Index® que elabora la consultora A. T. Kearney, dos estudios de referencia sobre el tema de las inversiones extranjeras a nivel internacional.
Los estudios tienen amplia e interesante información sobre la evolución de las inversiones extranjeras, y confirman algunas tendencias generales de hacia dónde va la nueva globalización.
Brevemente, podemos destacar las siguientes:
- Las empresas conceden cada vez más atención a una perspectiva de estrategia local a la hora de tomar decisiones. A. T. Kearney habla de un “período caracterizado por la preferencia por las comunidades, industrias, culturas y costumbres locales”, así como de la “ necesidad de diseñar estrategias de inversión extranjera directa adaptadas a las condiciones particulares de cada mercado local”, en contraste con la idea de que el mundo se había vuelto “plano” que se popularizó hace algún tiempo. Las empresas buscan convertirse y ser percibidas como actores locales. Es una forma de mitigar los efectos del populismo, el nacionalismo, el proteccionismo, el retroceso del multilateralismo en las relaciones económicas internacionales. Una estrategia global para la inversión extranjera cada vez tiene menos sentido; las estrategias deben estar adaptadas a las condiciones locales.
- La creciente importancia que reciben los aspectos regulatorios y de gobernanza en la toma de decisiones de las empresas. Según el estudio de A. T. Kearney (que está basado en una encuesta entre directivos de empresas), cuatro de los cinco principales factores que los inversores toman en cuenta a la hora de decidir en dónde invertir están relacionados con la gobernanza y las regulaciones. El único aspecto entre los cinco principales que no tiene que ver con éstas es la capacidad tecnológica y de innovación. El factor más importante es la fiscalidad. La transparencia regulatoria y falta de corrupción, el marco general de seguridad y la protección de los derechos de propiedad y de los inversores completan la lista de los cinco factores más determinantes para decidir la localización de una inversión.
- La creciente importancia de los riesgos políticos en los países desarrollados. La inestabilidad política, por las dificultades para formar gobiernos estables, el ascenso del populismo y el nacionalismo, las tensiones geopolíticas, son algunos de los elementos mencionados a este respecto.A ello hay que añadir, claro está, las guerras comerciales y el proteccionismo, que a su vez también contribuyen al reforzamiento de la tendencia hacia estrategias locales, como una forma de evadir las barreras al comercio y los flujos de inversiones entre los países.
- El papel de las ciudades como nuevos actores de la globalización. Las grandes ciudades, las metrópolis, se están convirtiendo en elementos clave de referencia a la hora de tomar decisiones de localización de inversiones –lo que tiene una relación directa con el primer punto mencionado, la perspectiva local. Según A. T. Kearney, un 60% de los inversores no comienza su proceso de toma de decisiones al nivel de país. Muchos comienzan eligiendo una región, y cada vez son más los que orientan su decisión hacia la elección de una ciudad concreta. En especial los inversores de los sectores tecnológicos son los que tienen mayor propensión a basar su proceso de decisión en el nivel regional o de ciudad. ¿Cuáles son los factores clave que los inversores consideran a la hora de valorar una ciudad? El más relevante es el desempeño económico, seguido del coste de la mano de obra, el tamaño del mercado, la disponibilidad de talento, y la seguridad y criminalidad. La relevancia de las ciudades para las decisiones de localización se refleja en otro estudio publicado también recientemente, el EY Attractiveness Survey Europe, centrado en Europa (y basado también en una encuesta entre directivos de empresas). El estudio de EY identifica las ciudades europeas más atractivas para la inversión. París y Londres encabezan el ranking, aunque pierden atractivo en relación con el año anterior. Cabe destacar que Madrid se sitúa en el puesto siete, mejorando su valoración. Barcelona, por su parte, se sitúa en el puesto nueve, con un ligero retroceso respecto al año anterior.
- Los países desarrollados siguen teniendo una posición dominante en cuanto a atractivo para las inversiones extranjeras. El índice de A. T. Kearney identifica los 25 países del mundo más atractivos para invertir. De ellos todos son países desarrollados con la excepción de tres: China, India y México.
Cabe señalar que España se sitúa en el puesto 11 entre los 25 países más atractivos para la inversión extranjera, mejorando además cuatro puestos en relación con la anterior edición.
- Finalmente, se detecta una actitud cada vez más crítica o recelosa hacia las inversiones extranjeras. Esta actitud se debe a la preocupación ante la pérdida de control en sectores críticos para la economía, o en empresas estratégicas para la seguridad nacional. Según la UNCTAD, en 2018 fueron 55 los países que introdujeron medidas que afectan a la entrada de inversiones extranjeras. Los mecanismos de control (screening) de inversiones extranjeras se están multiplicando. La Unión Europea ha establecido uno hace unos meses, con las inversiones de empresas chinas como el objetivo claro a vigilar.
En resumen, la globalización sigue avanzando, pero está cambiando de manera radical su configuración. No estamos ante un cambio a corto plazo. Vamos hacia una nueva globalización, de la que en este post hemos mencionado algunas de las tendencias más importantes referidas a las inversiones extranjeras.