Las empresas extranjeras implantadas en España han mejorado en los últimos tiempos de forma sustancial su valoración de las perspectivas económicas de España. También han mejorado su valoración del marco de negocios, aunque mantienen su crítica de ciertos aspectos, sobre todo relacionados con el entorno regulatorio e institucional.
Esta es la conclusión que se puede extraer de tres informes publicados en 2016: el “Barómetro del clima de negocios en España. Desde la perspectiva del inversor extranjero”, que publican el IESE, Multinacionales por Marca España e Invest in Spain; el “Barómetro sobre clima y perspectivas de la inversión británica en España”, que publica la Cámara de Comercio británica en España y elabora la consultora AFI; y el estudio “Empresas Alemanas en España. Clima Coyuntural 2016”, publicado por la Cámara de Comercio alemana para España.
La publicación más conocida, y de ámbito más general, es la primera, el “Barómetro del clima de negocios en España”, publicado a fines de 2016. Sus conclusiones son claras sobre la mejora experimentada por las empresas extranjeras en España en sus resultados y sobre el “aumento de las previsiones de las empresas en cuanto a facturación, inversión y empleo”. El estudio reconoce “la consolidación de la recuperación económica y la mejora de la demanda interna y acceso a terceros mercados desde España”. Un 95% de las empresas encuestadas tenían previsto aumentar o mantener sus niveles de inversión en España durante 2016.
Por su parte, en 2014, un 80% de las empresas alemanas consideraban la situación como “mala” o “muy mala”. El vuelco es manifiesto pues en la encuesta de 2016 “siete de cada diez empresas valoraban la situación como ‘buena’ o ‘satisfactoria’”.
Finalmente, “más de la mitad de las empresas británicas aumentará su inversión en España en los dos próximos años”.
Existe un consenso bastante general sobre la buena marcha de la recuperación de la economía española y sus positivos efectos sobre la actividad de las empresas extranjeras.
Existe también bastante consistencia entre los tres estudios en cuanto a la valoración del clima de negocios en España.
En cuanto a aspectos positivos, hay tres que destacan tradicionalmente:
- Las infraestructuras, en especial de transporte (aeropuertos, carreteras y trenes, con mención especial a la alta velocidad).
- El tamaño del mercado, en un doble sentido. Tanto por el tamaño del mercado nacional como por el acceso que brinda a otros mercados, sobre todo los europeos. Este hecho realza la realidad y potencialidad de España para las inversiones extranjeras como plataforma de acceso a otros mercados. “Más de la mitad de las empresas alemanas es responsable al mismo tiempo de la actividad en terceros países”, según el estudio de la Cámara de Comercio alemana (en primer lugar, en Portugal, seguida de los países latinoamericanos).
- La calidad de vida, en la que sobresale la sanidad.
¿Y cuáles son las principales debilidades del marco de negocios? En el gráfico adjunto se recogen las principales debilidades según el “Barómetro del clima de negocios en España”. No hay sorpresas, pues se repiten factores que vienen siendo mencionados desde hace tiempo. En primer lugar, los costes de la energía, empezando por la energía eléctrica (la mayor debilidad).
A continuación vienen varios factores que podemos considerar como pertenecientes al entorno regulatorio e institucional:
- El gasto público en I+d+i.
- Disponibilidad de subvenciones públicas (este elemento puede parecer un poco sorprendente, teniendo en cuenta que las empresas extranjeras debieran saber bien que España tiene un importante reto para reducir su déficit público, y que en una economía de mercado competitiva las empresas deberían salir adelante sin subvenciones).
- La carga burocrática en el funcionamiento de la empresa. El “Barómetro del clima de negocios en España” apunta a “la burocracia como uno de los problemas para hacer negocios en España, siendo los progresos en el funcionamiento de la Unidad de Mercado reconocidos pero valorados como insuficientes”. En el barómetro de la Cámara de Comercio británica, “el 61% de las empresas británicas consideran que la carga burocrática existente a día de hoy no es aceptable”. Además, este porcentaje aumenta en cinco puntos en relación con el anterior barómetro de 2015.
El problema de la unidad de mercado aflora de manera recurrente en los estudios sobre el marco de negocios en España. “La unidad de mercado entre las diferentes comunidades autónomas sigue siendo una asignatura pendiente pues más de la mitad de las empresas británicas lo valoran por debajo del nivel aceptable”. - El marco laboral: “más del 40% de las empresas británicas encuestadas en 2016 considera que la regulación del mercado de trabajo español no es adecuada para facilitar las necesidades del tejido empresarial”.
Por supuesto, el déficit en idiomas es un factor negativo señalado de forma clara.
El marco institucional es efectivamente un lastre para la internacionalización de la economía española, un tema al que me referí en un anterior post en este blog.
En resumen:
- Hay un claro cambio de signo -a mejor- en la valoración de las perspectivas económicas y de negocios por parte de las empresas extranjeras implantadas en España.
- Persisten obstáculos para la inversión extranjera, entre los cuales los factores institucionales y regulatorios tienen un papel clave. Persiste pues la necesidad de continuar con reformas estructurales.