Poco a poco las ciudades van adquiriendo un protagonismo clave como actores en la internacionalización de la economía y de las empresas, frente al referente casi único que antes suponían el país o la región. En algunos casos la marca ciudad ya es más fuerte que la marca país o la marca región. Quizás uno de los casos más destacados a este respecto es Barcelona: la marca Barcelona es probablemente más potente que la marca Cataluña o la marca España.
El aumento de la importancia de las ciudades como referencia espacial para la internacionalización se traduce en el creciente número de estudios sobre competitividad, grado de desarrollo, capacidad de atracción de inversiones extranjeras, en los que el protagonista es la ciudad. Por citar algunos ejemplos, hace pocas semanas se publicó el City RepTrak del Reputation Institute. Tokio es la capital que encabeza del ranking de este estudio, seguida de Sídney y Copenhague. Barcelona se sitúa en el puesto 15, aunque bajando siete puestos respecto a la anterior edición. Madrid, por su parte, se sitúa en el puesto 19, aunque asciende dos puestos
Otro informe es el Global Cities Report que elabora la consultora A.T. Kearney, orientado especialmente a valorar la proyección global de las ciudades. En este estudio las ciudades mejor valoradas son Nueva York, Londres y París. Madrid figura en el puesto 13, y Barcelona en el 23.
En España se elabora un estudio importante, el Cities in Motion del IESE, cuya última edición también coloca los primeros puestos a Nueva York, Londres y París. Madrid figura en el puesto 25 y Barcelona en el 26.
¿Qué factores pueden explicar esta creciente relevancia de la ciudad como actor de la internacionalización?
Un factor fundamental es el de los cambios estructurales en la economía, y en especial el crecimiento del sector servicios. Para los servicios, el espacio físico, el suelo, es un elemento secundario. Para las industrias, en cambio, el espacio físico es determinante. Pocas industrias se establecen en el interior de las ciudades. Por el contrario, las empresas del sector servicios, como empresas tecnológicas, financieras, de servicios profesionales, se implantan en los núcleos urbanos.
En los flujos de inversiones extranjeras en el mundo predominan hoy en día los servicios, en especial en los países más desarrollados. En los países desarrollados las fusiones y adquisiciones han pasado a dominar los flujos de inversiones directas, representando en torno a un 80% de estas (el otro 20% corresponde a inversiones greenfield, que suponen el establecimiento de nuevas instalaciones productivas, no la adquisición de instalaciones existentes). En fusiones y adquisiciones los servicios representan en torno al 70% de las operaciones, frente a un 24% de la industria manufacturera y un 6% del sector primario.
Ventajas de las ciudades
El punto clave en el papel de las ciudades en la internacionalización es lo que podría denominarse el “efecto concentración”: las ciudades concentran recursos, conocimientos, empresas, instituciones, servicios.
Las ciudades ofrecen unas ventajas de concentración que son fundamentales para las empresas, y cuya relevancia para éstas está estrechamente vinculada con la proximidad geográfica o, lo que es lo mismo, en la misma ciudad en la que se establece la empresa.
El primer factor a considerar en este sentido es el talento. Para las empresas disponer de una concentración de talento en un espacio geográfico próximo, así como de todo el ecosistema relacionado con el mismo (universidades, escuelas de negocio, centros de investigación), es un factor crítico a la hora de tomar la decisión de dónde establecerse.
Relacionado directamente con el talento está la calidad de vida. Una ciudad con una buena calidad de vida tiene una mayor capacidad para atraer y retener talento.
En estos dos aspectos, talento y calidad de vida, el marco espacial de referencia es la ciudad. Para una empresa que esté estudiando invertir en Madrid, por ejemplo, lo relevante es la disponibilidad de talento en esta ciudad, y no la disponibilidad que pueda haber en Valencia o Barcelona. Igualmente, el marco espacial de referencia para la calidad de vida es la ciudad. El talento se sentirá atraído hacia Madrid (o hacia cualquier otra ciudad) si ésta cuenta con buenos colegios, seguridad, una oferta cultural y de ocio abundante, poca contaminación, etc.
Un tercer elemento para la actividad de las empresas, y cuyo marco espacial de referencia es también la ciudad, es el de las posibilidades de networking, contactos, sinergias con otras empresas, así como la disponibilidad de servicios profesionales. Aquí también el marco espacial de referencia es la ciudad en la que se establece la empresa, no tanto la región o el país.
La conectividad internacional es un cuarto elemento. Qué duda cabe de que, en el caso de España, Madrid ofrece por ejemplo claras ventajas, por su red de comunicaciones aéreas con Latinoamérica, y sus comunicaciones por diversas vías con el resto de Europa y el Norte de África.
Por último, hoy en día contar con buenas infraestructuras digitales es esencial en ciertos sectores, y éstas alcanzan los mayores niveles de desarrollo en zonas urbanas, lógicamente.
El futuro es de las ciudades
La tendencia hacia el futuro es hacia el mantenimiento del creciente protagonismo de los sectores de servicios. Por ejemplo, según se recoge en el último World Investment Report de la UNCTAD, los dos sectores que las agencias de promoción de inversiones de los países desarrollados consideran como más prometedores son el de información y comunicaciones (mencionado por un 73% de las agencias) y el de servicios profesionales (mencionado por un 42%).
Una matización necesaria es que al hablar de ciudades se consideran sus áreas metropolitanas, no estrictamente el área que les corresponde desde el punto de vista administrativo; en Madrid, obviamente, el área metropolitana relevante trasciende lo que es el municipio de Madrid, e incluye Alcobendas, Pozuelo, Getafe, etc.
El creciente protagonismo de las ciudades ha hecho que los gobiernos municipales presten una atención cada vez mayor a las actividades de promoción internacional. En éstas un lugar destacado corresponde a la captación de inversiones extranjeras. Hoy en día, buena parte de las grandes ciudades europeas han establecido agencias de captación de inversiones.
El futuro de la globalización (mejor dicho, el propio presente) pasa de una manera decisiva por las ciudades.