En plenas fechas veraniegas en las que millones de visitantes extranjeros recorren la geografía española, el sector turístico de nuestro país acaba de recibir una buena noticia en lo que a su imagen exterior se refiere. El pasado 20 de Julio se hicieron públicos los resultados para España de la última edición del Country RepTrak, estudio que analiza la reputación de las 55 principales potencias económicas del mundo en diversos ámbitos entre los que se incluye su atractivo como destino turístico, un aspecto en el que España ha experimentado una mejora en el ranking de imagen tras dos años de caída.
Sin embargo dicho incremento reputacional de dos puestos no ha sido suficiente para cerrar la brecha abierta en 2012 en la distancia entre imagen y realidad en cuanto a atracción de turistas extranjeros, ámbito en el que España se ha mantenido en los últimos años entre los cuatro primeros puestos con una afluencia media anual superior a los 55 millones de visitantes.
Por tanto todavía queda trabajo por delante para equiparar la imagen de España como destino vacacional con su realidad turística, aunque debe tenerse en cuenta que ésta no es una tarea fácil para ninguna de las principales potencias mundiales en esta materia, y que de hecho España es una de las que mejor está “haciendo los deberes”. Sirvan de muestra los diez países que recibieron más turistas en 2014 (todos ellos incluidos en el Country RepTrak 2015): de ellos, sólo Italia ha podido acompañar a España entre los diez países con mayor reputación al respecto. En este sentido resulta interesante comprobar cómo, junto a estas dos excepciones, a la pregunta “¿Qué país recomendaría visitar?” la mayoría de los encuestados se decanta (tanto en 2015 como en años anteriores) por lugares con una discreta afluencia de visitantes, y no por otros como Francia, Estados Unidos o China que encabezan junto a España dicha clasificación desde hace una década.
Independientemente de este desacoplamiento generalizado entre la imagen y la realidad turística (o precisamente por ello, en la medida en que supone una ventaja comparativa para España), las autoridades españolas tienen espacio para seguir mejorando la reputación turística del país en el exterior.
Existen pocas dudas de que un primer paso fundamental en este sentido es superar de manera definitiva la crisis que ha azotado el país y su imagen en los últimos años, y saber trasladar a la opinión pública internacional esta nueva realidad. Y es que en términos generales resulta evidente la correlación existente entre la crisis y el deterioro de la imagen en el exterior, tal y como se refleja en el descenso de España en la clasificación reputacional global del décimo al 18º puesto entre 2009 y 2014. Por otra parte, además de los esfuerzos que ya se realizan para diversificar con éxito la imagen turística del país más allá de la consabida oferta de sol y playa, pueden darse a conocer mejor otras fortalezas menos conocidas tales como la seguridad, y otros factores que han situado a España en la primera posición del ranking de competitividad turística del World Economic Forum.
De esta manera, tras superar a China en 2013 sería posible recuperar la segunda plaza perdida en 2008 en favor de Estados Unidos, en un listado que seguirá encabezando Francia con sus más de 80 millones de visitantes anuales.
Imagen: Ordesca, Huesca. España. Foto: Carlos Buetas. Pirineos.com – Flickr