Tradicionalmente se ha considerado que la distancia es un factor determinante en la orientación geográfica de los flujos de comercio entre los países: cuanto más próximos estén unos países, mayor será el comercio entre ellos. En los últimos tiempos, sin embargo, se pensó que la relevancia de la distancia había disminuido, gracias a la mejora en los transportes (y la consiguiente reducción de costes) y en las telecomunicaciones, y a las mayores facilidades que el e-commerce ofrece para identificar clientes o suministradores, negociar contratos, efectuar pagos, etc.
Sin embargo, estudios recientes apuntan a que la distancia continúa siendo un factor clave para explicar la geografía de los flujos de comercio exterior.
Modelos de gravedad
La relación entre distancia y flujos de comercio se ha teorizado en los denominados “modelos de gravedad”, según los cuales los flujos de comercio entre dos países dependen fundamentalmente de la distancia entre ellos y del tamaño de sus economías. Además, la distancia física afectaría no sólo al comercio de bienes sino también al de servicios, en el que no existe desplazamiento físico de bienes.
El tamaño de las economías también es un factor decisivo. por eso el comercio exterior de España es muy elevado con Francia, un país grande y próximo, pero pequeño con Andorra, un país vecino pero de un tamaño muy reducido.
Las mejoras en los transportes y en las telecomunicaciones y las facilidades que permite Internet podrían haber supuesto que la distancia física perdiera relevancia. Un reciente estudio de PWC apunta sin embargo al resultado contrario: la relevancia de la distancia física como determinante del comercio internacional incluso ha aumentado.
Según el estudio de PWC (que cubre el periodo 1870-2010), una reducción de la distancia en un 50% va acompañada de un aumento del comercio del 100%, aproximadamente.
La importancia de la distancia, además, se ha incrementado: en los años setenta una reducción a la mitad de la distancia estaba asociada con un aumento de 97% en el comercio de bienes, mientras que en la década de los 2000 el aumento del comercio sería de un 111%.
Por qué la distancia sigue siendo importante
¿Por qué la distancia sigue siendo tan determinante en el comercio internacional?
Aparte del factor que más se ha mencionado al respecto -los menores costes y mayores facilidades para el transporte-, hay otros elementos cuya importancia es a veces minusvalorada:
- Los acuerdos comerciales. Los países próximos geográficamente tienen más propensión a negociar acuerdos de liberalización comercial entre ellos, y éstos contribuyen lógicamente a impulsar el comercio. La Unión Europea, Mercosur, TLCAN (o NAFTA, por sus siglas en inglés) son algunos ejemplos de acuerdos comerciales entre países próximos geográficamente.
- Proximidad cultural. Los países más próximos geográficamente tienen también más tendencia a ser más parecidos culturalmente. Y los factores culturales desempeñan un papel destacado en la internacionalización de la empresa.Aquí también ha habido un cambio significativo en los últimos tiempos. Con la globalización, muchos pensaron que las culturas se unificarían y aproximarían en el mundo, y que las diferencias culturales perderían peso como obstáculos a la internacionalización. Ahora, en cambio, se vuelve a aceptar que, a pesar de la globalización, las diferencias culturales siguen teniendo un peso. Incluso entre países europeos las diferencias culturales son significativas y afectan a los negocios.
- La confianza y las relaciones personales. En la mayor parte de los países del mundo la confianza es un elemento clave para los negocios. Y la confianza se construye con relaciones personales, más fáciles de desarrollar cuando la distancia es menor. Este factor sin duda está relacionado con el factor cultural. Y puede ser uno de los factores que explique por qué la distancia es también relevante en el comercio de servicios, que es comercio al fin y al cabo, y por tanto se basa también en la confianza.Otros elementos pueden influir en la sensibilidad del comercio de servicios a la distancia física. El estudio de PWC señala algunos: las diferencias horarias suponen costes adicionales, y ello afecta tanto a mercancías como a servicios. Una parte del comercio de servicios está asociada al comercio de bienes (servicios post-venta de maquinaria, por ejemplo).
En suma, la distancia sigue importando, y mucho, en el comercio internacional. Por eso China es la segunda economía del mundo y el segundo mayor importador, pero es sólo el décimo destino de la exportación española. O por eso España exporta más a Portugal que a toda Latinoamérica. Y sus relaciones económicas son Asia, a pesar del gran tamaño de muchas de sus economías, siguen siendo reducidas.
El avance de la exportación en muchos mercados emergentes, de gran tamaño y crecimiento, será lento. Las empresas deben prestar atención a los mercados desarrollados de la Unión Europea, que combinan un elevado tamaño con la proximidad geográfica: mercados pues con buenas condiciones para el crecimiento de las exportaciones, según los modelos de gravedad que siguen mostrando una gran vitalidad.