La dimisión de Nazarbáyev: implicaciones para el futuro de las relaciones España-Kazajistán

La dimisión de Nazarbáyev: implicaciones para el futuro de las relaciones España-Kazajistán. Nursultán Nazarbáyev durante su visita al Palais des Nations (Ginebra, Suiza)
Nursultán Nazarbáyev durante su visita al Palais des Nations (Ginebra, Suiza). Foto: Violaine Martin / UN Geneva (CC BY-NC-ND 2.0).

Después de 30 años liderando Kazajistán, Nursultán Nazarbáyev dimitió el 19 de marzo de su puesto de presidente de la República, abriendo así un proceso sucesorio. Por lo avanzado de su edad (nació en 1940) ya se venía especulando con esta noticia desde hace tiempo, pero, aun así, su anuncio sorprendió a todo el mundo. ¿Cómo afectará esto a la política exterior kazaja? ¿Cómo gestionará su sucesor las relaciones con la UE y con España?

Treinta años de liderazgo

Nursultán Nazarbáyev es llamado Elbasy, “Líder de la Nación”, pues ha sido el primer presidente del Kazajistán independiente. Hizo prosperar el país, siguiendo el eslogan “la economía primero, la política después”. Aunque la economía kazaja, fundamentalmente extractiva, sufrió entre los años 2014 y 2016 un duro golpe por las sanciones, la caída de los precios del petróleo y por la crisis del rublo (que afectó a las remesas de emigrantes provenientes de Rusia), el PIB pasó de 26.930 millones de dólares en 1990 a 159.400 millones en 2017, habiendo alcanzado en 2013 unos 236.600 millones.

En política exterior, Nazarbáyev buscó un equilibrio entre las distintas potencias, siguiendo una “política multivectorial”. Además, impulsó la creación de organizaciones internacionales de paz y seguridad y la participación en varias de ellas (la Partnership for Peace de la OTAN, la OTSC, la OCS y la Conferencia de Interacción y Medidas de Confianza en Asia –CICA–, entre otras muchas). También, impulsó el “proceso de Astaná” sobre Siria y colabora en la resolución del conflicto afgano.

“Nursultán Nazarbáyev es llamado Elbasy, “Líder de la Nación”, pues ha sido el primer presidente del Kazajistán independiente”.

Para romper su encajonamiento geográfico no se subordinó a Rusia, que le puede proporcionar la salida más directa al mar y al que le une una lengua y una tradición comunes. Tendió más bien puentes con multitud de países interesados en la zona (EEUU, China, Turquía, Irán, la UE, Japón y, más recientemente, la India y Pakistán). Esta política multivectorial tiene ahora dos amenazas: (1) la Unión Económica Eurasiática impulsada por Putin, pues podría aspirar a ser una unión política, a imagen del proceso de formación de la UE; y (2) la china Belt and Road Initiative, que en principio sirve sólo para construir infraestructuras (carreteras, ferrocarriles, puertos…), pero que quizá derive en una trampa (debt trap) en la que los beneficiarios acaben cediendo parte de su soberanía.

Kazajistán tiene en gran estima a la UE y le inspira confianza, especialmente porque la UE no es un socio ni exclusivo ni excluyente. Sí presiona en materia de Derechos Humanos, pero siempre desde una aproximación más bien constructiva. Nunca ha adoptado sanciones contra Kazajistán por ese motivo, como sí lo hizo contra Uzbekistán (por los sucesos de Andiján en 2005) o contra Rusia (por la situación en Ucrania). La primera delegación de la Comisión Europea en Asia Central se abrió en 1994 en Almaty (la antigua capital de Kazajistán) y el primer país de la zona con el que suscribió un acuerdo de asociación (Partnership and Cooperation Agreement, PCA) fue Kazajistán (firmado en 1995, entró en vigor en 1999). Este acuerdo ha sido mejorado y elevado a un Enhanced Partnership and Cooperation Agreement (EPCA), que ningún país de la zona tiene.1 En 2007 se firmó una Estrategia de la UE para Asia Central, para impulsar la cooperación con la región en su conjunto, aunque también establece una relación distinta con cada uno de ellos. La nueva Estrategia, que será aprobada en el verano de 2019, muestra que los principales intereses de la UE en aquella zona siguen siendo la seguridad (la inestabilidad en Afganistán y los tráficos ilícitos) y las fuentes de energía, mientras que Kazajistán busca diversificar su economía y hacerla menos dependiente del petróleo para evitar el “mal holandés”.

La futura relación con España

Las relaciones con España han sido excelentes en el plano político desde el establecimiento de las relaciones diplomáticas en 1992. El último encuentro de primer nivel se dio cuando Felipe VI se encontró con Nazarbáyev en el marco de la Expo de Astaná en 2017. No obstante, las relaciones comerciales españolas han sido más modestas y sólo unas pocas empresas españolas han trabajado en el país centroasiático.

El pasado marzo, una delegación encabezada por el viceministro de Exteriores Yemek Kosherbayev hizo un road show en la Cámara de Comercio de España y en CESCE (Compañía Española de Seguros de Crédito a la Exportación). Xiana Méndez, secretaria de Estado de Comercio, afirmó que las exportaciones españolas en el país centroasiático alcanzaron los 120 millones de euros en 2018, mientras que las importaciones se situaron en 2.100 millones. Este abultado déficit comercial se debe, fundamentalmente, a que el principal producto que España importa de Kazajistán es crudo sin refinar y gas, mientras que el grueso de sus exportaciones está formado por los aparatos que venden Talgo y Airbus.

Por su parte, la directora general de la Cámara de Comercio de España, Inmaculada Riera, recordó la buena experiencia de empresas españolas que ya han trabajado en Kazajistán en los sectores de moda, textil y química, además de casi un millar de empresas que exportaron productos a Kazajistán en 2018. Es un país que ofrece “múltiples oportunidades en el plano de la energía, las infraestructuras, la construcción, el turismo o la industria agroalimentaria”, pero que aún es poco conocido en España, salvo contadas excepciones como Talgo, Indra, Maxam y OHL, que ya han constituido empresas conjuntas (joint ventures) con agentes locales, generalmente el Estado. Existe un gran potencial entre las empresas del sector agroalimentario pues podrían exportar allí sus productos y, desde allí a un mercado de 300 millones de potenciales consumidores conformado por los demás países de Asia Central, la Unión Económica Eurasiática y el oeste de China.

“Este abultado déficit comercial se debe, fundamentalmente, a que el principal producto que España importa de Kazajistán es crudo sin refinar y gas, mientras que el grueso de sus exportaciones está formado por los aparatos que venden Talgo y Airbus”.

Veinticinco años después de la firma del principal acuerdo económico y comercial suscrito entre ambos países, el MoU de Cooperación Económica e Industrial (1994) que sigue aún en plena vigencia, se ha creado una Comisión Mixta Intergubernamental Hispano-kazaja, que celebra sus encuentros cada dos años alternativamente en Astaná (ahora Nur-Sultán) y en Madrid. Además de este MoU de referencia, se han firmado otros importantes, como el consignado en el trascurso de la feria de Defensa KADEX 2018 (Astaná, mayo de 2018), entre el Ministerio de Defensa de España y el Ministerio de la Industria de la Defensa y Aeroespacial de Kazajistán, para promover intercambios comerciales en equipamiento de defensa. En septiembre de 2018 se celebró en Astaná la VIII Comisión Mixta y el V Consejo Empresarial España-Kazajistán, firmándose un MoU FIEM entre la Secretaría de Estado de Comercio y BAITEREK y otro MoU entre COFIDES y BAITEREK.

Según datos del ICEX, las principales exportaciones a Kazajistán fueron, en términos monetarios y porcentuales: aparatos y material eléctrico (17 millones de euros y el 14,4%), manufacturas de fundición de hierro y acero (15 millones y el 12,6%), máquinas y aparatos mecánicos (13,8 millones y el 11,6%), prendas de vestir no de punto y de punto conjuntamente (19,2 millones y el 16,2%), caucho y sus manufacturas (6,7 millones de euros y el 5,7%), aceites esenciales y perfumería (4,8 millones), vehículos y material ferroviario (4,2 millones) y calzado (3,5 millones). Las principales importaciones fueron: combustibles (1.994,4 millones de euros y el 93,9%), cobre (52 millones y el 2,5%), fundición de hierro y acero (31 millones y el 1,5%), plomo y sus manufacturas (15,5 millones y el 0,7%) y productos químicos inorgánicos (14 millones).Figura 1. Análisis comparado con otros países y productos

Principales países exportadores a KazajistánRusia (39,1%), China (16,0%), Alemania (5,1%), EEUU (4,3%), Italia (3,2%), Uzbekistán (2,5%), Turquía (2,5%), Francia (1,8%). España (0,9%).
Principales países importadores desde KazajistánItalia (17,9%), China (12,0%), Países Bajos (9,8%), Rusia (9,3%), Suiza (6,4%), Francia (5,9%). España (3,0%).
Principales bienes importados por KazajistánMáquinas y aparatos mecánicos (16,2%), aparatos y material eléctrico (10,1%), combustibles (6,0%), vehículos automóviles (6,0%), manufactura de hierro y acero (5,8%).
Principales bienes exportados por KazajistánCombustibles, aceite mineral (63,5%), fundición, hierro y acero (8,7%), cobre y sus manufacturas (5,2%), productos químicos inorgánicos (4,5%) y minerales, escorias y cenizas (4,3%).

Fuente: Kazajstán, ICEX.

La buena predisposición mostrada por todos los gobiernos que han pasado por la Moncloa y la más que previsible línea continuista del próximo presidente kazajo hacen pensar que las relaciones entre ambos países, fuertes y consolidadas ya durante décadas, seguirán ese mismo buen ritmo o incluso mejorarán. Hay que tener en cuenta que Kazajistán mira a la UE con muy buenos ojos, pues lo ve como un socio fiable que apenas le reclama contrapartidas políticas, a diferencia de Rusia o China, vecinos por los que se siente más presionado. De hecho, la UE es el socio comercial más grande de Kazajistán ya que casi un 40% del total del comercio exterior del país va a países de la UE, así como más del 80% de sus combustibles.

Para concluir, se puede afirmar que el sucesor de Nazarbáyev seguirá la senda de desarrollo marcada por el Elbasy y que las relaciones con la UE y con España podrán mejorar, dada la proyección internacional de Kassym-Jomart Tokayev, que previsiblemente será futuro presidente tras las elecciones del 9 de junio.


1 Este acuerdo aún no ha entrado en vigor por la falta de ratificación de Italia, siendo los últimos en tramitar dicha ratificación en 2019 Países Bajos y Chipre. España lo hizo en 2017. Véase https://www.consilium.europa.eu/en/documents-publications/treaties-agreements/agreement/?id=2015045.