¿Qué es el desarrollo para la cooperación española?
Según el Plan Director de la Cooperación Española vigente, el desarrollo es un proceso de naturaleza esencialmente política. Desde esta perspectiva, los objetivos de la cooperación no se reducen a la consecución de objetivos relacionados con la pobreza o la exclusión económica en general. Más bien, se asume un enfoque basado en derechos (EBD), reforzando el compromiso con los derechos políticos e incluyendo así todas las dimensiones de los Derechos Humanos.
En este sentido, la cooperación española se propone explícitamente que los resultados de la cooperación no se limiten a la ayuda a los desfavorecidos, sino que sirva para promover la constitución de una ciudadanía activa –consciente de sus derechos universales y los desequilibrios de poder existentes en sus sociedades– y la consecución de un empoderamiento que les permita reclamarlos a los Estados, responsables de cumplirlos.
¿Partiendo de este enfoque, qué se propone hacer la cooperación española?
Según el mismo Plan Director, entre otros objetivos, apoyar el Estado de derecho y la profundización del régimen democrático a través del fortalecimiento de las capacidades locales, promover la construcción y ejercicio de la ciudadanía y fomentar el empoderamiento y participación.
¿Con qué países coopera España?
Según la Ley de Cooperación Internacional al Desarrollo de 1998, las prioridades regionales de España en materia de cooperación internacional al desarrollo son América Latina y el Magreb. Más recientemente, el Plan Director también establece las prioridades geográficas, clasificando los países socios de la cooperación española en tres posibles categorías: países de asociación amplia, países de bajo nivel de desarrollo con los que se puede establecer un marco de cooperación amplio y a largo plazo; países de asociación focalizada, también con bajos niveles de desarrollo, con los que la colaboración sólo puede establecerse en determinados sectores; y la asociación para la consolidación de logros de desarrollo con “países que permiten el establecimiento de estrategias de asociación concretas para la promoción del desarrollo a través del fortalecimiento de políticas públicas inclusivas, la promoción de la cooperación sur-sur, la cooperación triangular y la promoción de bienes públicos globales”.
¿Coopera España con Túnez, Egipto o Libia?
Túnez y Egipto se encuentran en el denominado grupo C en el que recaen países de renta media y con los que se coopera para la consolidación de logros de desarrollo.
Por su parte, Libia no aparece entre las prioridades del Plan Director.
Según el mismo plan, al grupo C de receptores es al que se han de destinar menos fondos de la cooperación: la ayuda oficial al desarrollo (AOD) “no excederá el 15% de la asignable geográficamente, y se centrará en sólo un número reducido de instrumentos concretos”.
¿Qué y cuánto hace la cooperación española en Túnez?
Según datos del Plan Anual de Cooperación Internacional (PACI) de la cooperación española, en su edición de 2010, Túnez recibió de España en 2009 un volumen de ayuda bilateral bruta sustancialmente superior al de años previos –más de 80 millones de euros en 2009 frente a unos 15 millones en 2008–. La previsión para 2010 también es generosa: 75,1 millones según la misma fuente.
Si bien es posible que estos datos sufran revisiones a la baja a raíz de los recortes generales al volumen de ayuda al desarrollo española, denotan necesariamente, por la magnitud del salto, un cambio cualitativo en la aproximación de España a Túnez.
La división por actores de la ayuda española en Túnez indica que el 4% proviene del Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación (MAEC), el 1% de la cooperación descentralizada y el 95% del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo (MITC).
Así, el gran aumento de ayuda al país magrebí se explica con la aprobación de un crédito FAD (Fondo de Ayuda al Desarrollo).
Concretamente, el 14 de noviembre de 2008, se aprobó en Consejo de Ministros la concesión de tres créditos FAD a Ghana, Maruecos y Túnez. El crédito para Túnez, de un importe total de algo menos de 200 millones de euros, ha tenido como destino el sector de las energías renovables. Está sirviendo para financiar la construcción de dos parques eólicos en Métline y Kérchabta, en la región de Bizerte.
¿Y en Egipto?
La situación en Egipto es similar.
El volumen de ayuda no ha registrado los aumentos recientes que sí se han dado para Túnez pero en cambio, también en Egipto, la casi totalidad de la ayuda española se canaliza a través del MITC y en forma de créditos FAD.
La AOD prevista para 2010 es de poco más de 15 millones de euros, 78% de los cuales responden a los desembolsos de ayuda reembolsable en el marco de un crédito FAD para el saneamiento de aguas en El Cairo.
¿Habrá un cambio de enfoque de la cooperación española en los dos países?
Atendiendo a las declaraciones de los líderes políticos, sí, puesto que se han comprometido ayudas para el fortalecimiento institucional que previsiblemente harán disminuir el peso relativo de la cooperación económica.
Será también una ocasión para poner en práctica los principios establecidos en el Plan Director de la cooperación española.