Un objetivo de las políticas de internacionalización de muchos países, entre ellos España, es aumentar la diversificación geográfica de los mercados exteriores de exportación. En el caso de España, en concreto, se ha señalado muchas veces que existe una excesiva concentración en la Unión Europea.
El objetivo de la diversificación geográfica se justifica por varios motivos. Uno de ellos es el de diversificar riesgos; una alta concentración en un número reducido de mercados puede tener efectos negativos en el caso de que en éstos se produzca una contracción económica.
Otro motivo, quizás más importante, es que se considera que con la diversificación, en especial hacia mercados emergentes, se favorece un mayor crecimiento de las exportaciones, porque estos mercados tienen mayores tasas de crecimiento.
El tema es complejo, y no pretendo lógicamente abordarlo en su totalidad en este post. El objetivo es comentar algunos datos significativos que nos ofrece la evolución de la exportación española en los últimos años y que, como mínimo, plantean algunas cuestiones sobre los anteriores planteamientos.
La presente década ha sido un periodo de fuerte expansión de las exportaciones españolas (aunque desde 2018 se está produciendo una sensible desaceleración). Entre 2010 y 2018 las exportaciones han crecido en cerca de 100.000 millones de euros (exactamente en 98.244).
En el cuadro 1 se recoge cómo se distribuye este crecimiento de las exportaciones españolas entre las diferentes zonas geográficas.
Crecimiento de la exportación española 2010-2018 por zonas geográficas (millones de euros)
Zona geográfica | Millones € | % sobre total del crecimiento |
---|---|---|
UE 28 | 60.463 | 61,5% |
Resto de Europa | 3.774 | 3,8% |
América del NortAmérica | 7.116 | 7,2% |
América Latina | 5.234 | 5,3% |
Asia (exc. Oriente Medio) | 8.714 | 8,9% |
Oriente Medio | 3.481 | 3,5% |
África | 8.128 | 8,3% |
Oceanía | 675 | 0,7% |
Resto | 658 | 0,7% |
Total exportación española | 98.244 | 100,0% |
Como puede verse, Europa y América del Norte (en la que no se incluye México, que en las estadísticas oficiales se integra en América Latina) han sido responsables del 72,6% del incremento de las exportaciones españolas. El grueso del incremento de las exportaciones se ha debido por tanto a las ventas a mercados desarrollados (hay que tener en cuenta, además, que en las otras zonas geográficas no todos los países son mercados emergentes; también hay algunos desarrollados, como Australia o Japón).
Una primera conclusión, por tanto, es que el llamado “milagro exportador español” de estos últimos años se ha sustentado sobre todo en las exportaciones a países desarrollados, y en una medida relativamente reducida en exportaciones a mercados emergentes.
En el cuadro 2 se recoge cómo se ha modificado el peso que representa la Unión Europea (en la configuración de 28 países) en dos periodos: 2002-2010 y 2010-2018. Se recoge al mismo tiempo cómo han variado la exportación española total en esos periodos, con el fin de ver qué relación hay entre la variación de la diversificación geográfica y el crecimiento de las exportaciones.
Pues bien, lo que se observa es que en el segundo periodo (2010-2018) el crecimiento de las exportaciones totales fue superior al del primer periodo (2002-2010). Y lo que se observa también es que el peso de la UE28 en la exportación total (es decir el grado de concentración) se redujo mucho más en el primer periodo que en el segundo.
Reducción en el peso de la UE en las exportaciones (puntos porcentuales) | Crecimiento de las exportaciones totales de España (%) | |
---|---|---|
Entre 2002 y 2010 | 7,0 | 40,2 |
Entre 2010 y 2018 | 2,1 | 52,6 |
Entre 2002 y 2010 las exportaciones crecieron un 40,2%, mientras que entre 2010 y 2018 el crecimiento fue de un 52,6%. En el primer periodo el peso de la UE en las exportaciones se redujo en 7,0 puntos. En el segundo periodo, en cambio, la reducción fue mucho menor, de 2,1 puntos.
Incluso en este segundo periodo hay unos años, entre 2013 y 2016, en los que crece apreciablemente la participación de la UE en las exportaciones (del 62,6 al 66,4%).
Es decir, el grado de concentración geográfica de las exportaciones en la UE se ha reducido con más intensidad en el periodo en el que crecimiento de las exportaciones ha sido menor. Dicho de otro modo, las exportaciones han crecido con más fuerza cuando la progresión en la diversificación geográfica ha sido menor.
En resumen, y con la debida prudencia, la evolución reciente de las exportaciones españolas indica aparentemente, en primer lugar, que la expansión de las exportaciones españolas de los últimos años está estrechamente relacionada con el crecimiento en valor absoluto de las exportaciones a países desarrollados; y, en segundo lugar, que, al menos en estos periodos analizados, la diversificación geográfica de las exportaciones ha crecido con más fuerza cuando el crecimiento de las exportaciones totales ha sido menor.
Son dos datos de indudable relevancia, con implicaciones tanto para la actuación de las empresas como para la política de internacionalización. Por poner un ejemplo, ¿qué genera más exportaciones (a corto y largo plazo): invertir en promocionarlas en mercados emergentes o en países desarrollados? ¿Qué es más eficiente, tanto para las empresas como para las Administraciones públicas?