El comercio exterior de bienes de España ha mostrado en 2020 una fuerte tendencia contractiva tanto en exportaciones como en importaciones. La pandemia es el principal factor que ha distorsionado su evolución. Cara al futuro persisten las incertidumbres, y desde los medios empresariales se reclama una actitud más firme de apoyo al sector exterior, de forma que pueda ser uno de los motores de la recuperación económica, como ya ha hecho en anteriores épocas del pasado.
En este post repasamos algunas de las principales tendencias del comercio exterior de España en 2020, de acuerdo con los datos publicados hace solo unos días.
- En general, y cómo ya anticipaban las cifras que se iban registrando a lo largo del año, las cifras de comercio exterior experimentan un fuerte retroceso en 2020: un 10% en las exportaciones y un 14,7% en las importaciones. Las disrupciones en producción y transporte causadas por la pandemia y la desaceleración económica, en España y en los mercados internacionales, son los responsables de estas fuertes caídas. Estas cifras están en línea con las de otros países, aunque en el caso de España son un poco más intensas. En la Unión Europea la caída de las exportaciones fue de un 8,3%, y la de las importaciones de un 9,2%; esta última cifra es sensiblemente inferior a la de España, y probablemente se explica por la mayor intensidad de la recesión económica. Como consecuencia de estas evoluciones, el saldo comercial registra una fuerte mejoría, pasando de 31.544 a 13.411 millones de euros de 2019 a 2020.
- Es bien sabido que la diversificación geográfica de las exportaciones es un objetivo de las políticas de internacionalización (un objetivo por otro lado discutible). Al igual que sucedió en 2019, en 2020 la evolución de las exportaciones ha sido relativamente más favorable en el caso de la Unión Europea. Las exportaciones a esta zona cayeron un 7,7%, mientras que las exportaciones a destinos extracomunitarios lo hicieron en un 13,3%. Algo parecido sucede con las importaciones. En resumen, la concentración geográfica del comercio exterior español vuelve a reforzarse.
- En la evolución geográfica del comercio exterior existen fuertes diferencias por zonas. En lo que se refiere las zonas geográficas relevantes para España, llama la atención la fuerte caída de las exportaciones a Latinoamérica (-23,8%). Las exportaciones a México han caído un 25%. También caen con fuerza (-16,3%) las exportaciones a África, muy determinadas por la bajada de las exportaciones a Marruecos (-13,3%). Entre las grandes zonas geográficas la que muestra un mejor comportamiento es Asia, con un descenso de las exportaciones de solo el 5,7%. Esto se debe a un llamativo crecimiento de las exportaciones a China (de un 20%). Aparte de que este país se ha adelantado de manera notable en la recuperación económica, un elemento importante a tener en cuenta es que el crecimiento de las ventas españolas se ha debido en buena medida a un factor que puede tener un cierto carácter coyuntural: el aumento de las ventas de carne de cerdo debido a la epidemia de peste porcina que ha conocido el país asiático.
- Algunos análisis han destacado como un rasgo positivo de la evolución del comercio exterior el año pasado el hecho de que ha aumentado el número de exportadores regulares (un 4,1%, hasta un total de 55.133). Los exportadores regulares son aquellos que han exportado durante los últimos cuatro años; reflejan por tanto una estabilidad en la actividad exportadora. Ahora bien, un dato significativo a tener en cuenta es que, a pesar del aumento del número de exportadores regulares, el valor total de la exportación que han realizado ha disminuido (un 10,9%). Ello parece apuntar a qué aumentado el número de operadores que realizan pequeñas operaciones de exportación. Por el contrario las cifras de los grandes exportadores han caído, un dato preocupante. Así, el valor de lo exportado por exportadoras regulares que han exportado más de 50 millones de euros cayó en 2020 un 14,4%. En este colectivo el valor exportado medio por empresa pasó de 305 a 258 millones de euros, es decir un descenso del 15,4%.
- Por último, cabe destacar que, como consecuencia probablemente de lo señalado en el párrafo anterior, la concentración empresarial de las exportaciones se ha reducido ligeramente en 2020. Este grado de concentración ha sido normalmente muy alto. En 2019 los diez principales exportadores representaron el 15% del total de la exportación española. Los 5.000 principales exportadores representaron el 87,5% del total. En 2020 esas cifras han bajado respectivamente al 13,7 y al 87,1%.
En resumen, estos datos invitan a la prudencia en relación con el papel que puede desempeñar el sector exterior como motor de la recuperación económica. Se ha apuntado como un dato optimista que en diciembre las exportaciones crecieron (el 0,9%) respecto a diciembre de 2019. Pero en términos desestacionalizados y corregidos de efecto calendario cayeron un 2,3%.
Capítulo aparte (que no voy tratar en este post) es la evolución del comercio de servicios, con un fuerte desplome debido al colapso de las exportaciones de servicios turísticos. El peso de las exportaciones de bienes y servicios en relación con el PIB ha bajado así de un 35% en 2019 a algo más del 30% en 2020.
El sector exterior necesita ser objeto de la atención que merece, y recibir un apoyo decidido. En una nota, dedicada a comentar las estadísticas de comercio exterior de 2020, “el Club de Exportadores e Inversores solicita al Gobierno que otorgue una mayor relevancia a la internacionalización empresarial en las diversas iniciativas que ha lanzado recientemente”. “Hace falta una política de Estado en materia de internacionalización para revitalizar el sector exterior como motor de crecimiento de la economía española”, afirma en dicha nota el presidente del Club, Antonio Bonet.