Diversificación de las exportaciones españolas: luces y sombras

Exportaciones españolas / Comercio exterior español. Foto: Contenedores en el puerto de Barcelona - Ethan O'Brien / Flickr (CC BY 2.0). Blog Elcano.
Contenedores en el puerto de Barcelona. Foto: Ethan O'Brien / Flickr (CC BY 2.0)

Hace pocas semanas el Ministerio de Economía y Competitividad de España publicó los datos de comercio exterior relativos a 2015, en los que se puede indagar a donde se dirigieron las exportaciones españolas y evaluar los Planes Integrales de Desarrollo de Mercado (PIDM). Los PIDM, que se enmarcan dentro del interés de la Administración pública en diversificar los destinos exportadores más allá de los países comunitarios, tienen por objeto fomentar aquellos mercados considerados de mayor potencial estratégico para nuestros productos.

Dejando al margen la idoneidad de priorizar ciertos mercados emergentes en detrimento de otros más consolidados, lo cierto es que en su conjunto los PIDM no cumplieron su objetivo básico, pues el peso de las exportaciones españolas al resto de la Unión Europea lejos de seguir disminuyendo –como hizo de manera continuada entre 2003 y 2013– creció 1,3 puntos porcentuales. No obstante el comportamiento de cada uno de estos mercados fue muy desigual, por lo que se hace necesario distinguirlos para determinar el éxito o el fracaso de éstos.

Variación de las exportaciones españolas en los países donde se aplicaron PIDM (2014-2015, datos provisionales). Fuente: Informe Mensual de Comercio Exterior, Diciembre de 2015. Ministerio de Economía y Competitividad. Blog Elcano
Variación de las exportaciones españolas en los países donde se aplicaron PIDM (2014-2015, datos provisionales). Fuente: Informe Mensual de Comercio Exterior, Diciembre de 2015. Ministerio de Economía y Competitividad.

Sobresaliente

En México, Indonesia, los Estados Árabes del Golfo, Australia, Filipinas e India las exportaciones experimentaron un incremento de dos dígitos; siendo especialmente relevante en términos de competitividad que este auge se apoyase en los sectores aeronáutico, automovilístico y de maquinaria, y en menor medida en los materiales de transporte y aparatos eléctricos.

Progresan adecuadamente

Aunque el crecimiento de las exportaciones a China, Estados Unidos y Marruecos no alcanzaron tales cifras, sí que se situó por encima de la variación media de las ventas españolas al resto del mundo -4,3%. Ello confirma que el aumento de la cuota de estos destinos mantiene un ritmo constante, en lo que de nuevo resultó clave el sector de la automoción así como las semimanufacturas.

Necesitan mejorar

Con unos datos más modestos se encuentran Sudáfrica, Turquía y Japón; cuyos mercados parecen haberse enfriado tras dos décadas de notable volatilidad. De hecho las ventas al país nipón sufrieron un retroceso, lo que por otra parte tampoco fue demasiado grave en cuanto a los objetivos de su PIDM pues se debió casi en su totalidad a la caída del precio del gas licuado enviado allí.

Suspenso

Con elevadas tasas negativas los resultados más decepcionantes fueron protagonizados por Argelia, Brasil, Singapur y Rusia. En el país africano se deterioraron la venta de productos automovilísticos y de transporte; mientras que en Singapur, tal y como ha sucedido con todos aquellos países a los que España exporta hidrocarburos procesados, el abaratamiento de los mismos fue clave, síntoma por otra parte de que se requiere una diversificación sectorial más profunda. En Brasil este mismo factor se sumó a su propia crisis económica y la fuerte depreciación del real; mientras que en Rusia se produjo una suerte de “tormenta perfecta” en la que convergieron la caída del 3,7% de su PIB, la depreciación del 33,6% del rublo con respecto al euro y el veto a ciertos productos comunitarios en respuesta a las sanciones de la Unión Europea por el conflicto en Ucrania. A este respecto no resulta casual que el sector productivo español con mayor deterioro exportador hacia Rusia fuera el hortofrutícola.

En resumen, los PIDM tuvieron un resultado dispar que en el lado positivo debe atribuirse al dinamismo de ciertos sectores concretos entre los que sobresale el automovilístico; mientras que en su vertiente más negativa cabe achacarlo especialmente a factores externos que quedaban fuera de su alcance tales como el hundimiento del precio de los hidrocarburos, las profundas crisis en los países de destino y la intensa apreciación del euro frente a las monedas locales.


Imagen: Exportaciones españolas / Exportación española. Foto: Contenedores en el puerto de Barcelona – Ethan O’Brien / Flickr.