El pasado 11 de Mayo, el Secretario de Defensa Ashton Carter anunciaba el relevo de George Duchak al mando de la Defence Innovation Unit Experiment (DIUx) –tan solo 9 meses después de haberse puesto en marcha este experimento patrocinado por el Pentágono –y presentaba el DIUx 2.0, que será dirigido por Raj Sash, un militar en la reserva, ex piloto de F-16 y hasta hace unas semanas Director de Estrategia de la compañía PaloAlto.
Recordemos que la DIUx fue creada en julio de 2015 en el marco de la Defense Innovation Initiative para generar nuevas capacidades militares y el Long Range Research and Development Plan para apoyar las propuestas tecnológicas de la industria civil estadounidense, madurarlas e integrarlas en los sistemas armamentísticos claves para la Tercera Estrategia de Compensación (Third Offset Strategy). Recuérdese que hoy en día la mayoría de los avances tecnológicos no proceden de la industria militar sino de la civil, razón por la que todos los planes de desarrollo de nuevas capacidades militares vinculados con la Tercera Estrategia de Compensación se basan en la colaboración público-privada. Es por ello que el nuevo DIUx deberá disponer de los medios, capacidades y conocimientos necesarios para contribuir en el mantenimiento del liderazgo tecnológico, especialmente el relacionado con el ciberespacio.
Durante su comparecencia, Carter anuncio que la la DIUx 2.0 deberá “tener una estructura organizativa y trabajar como cualquier start-up de Silicon Valley”. Del mismo modo, aseguró que
“(…) una de las lecciones aprendidas durante los primeros meses de vida del DIUx ha sido que el Departamento de Defensa(DoD) no es lo suficientemente rápido y ágil.”
Aunque Carter ha defendido que DIUx 2.0 no es una iteración perfectiva del proyecto sino una nueva fase del mismo que afianzará y mejorará el proyecto, parece evidente que los resultados del DIUx 1.0 no fueron los esperados, en parte porque Duchack, quien seguramente comprendió la filosofía de emprendimiento de Silicon Valley, fue incapaz de gestionar el experimento de manera autónoma, ahogándolo en los tediosos procedimientos administrativos de un gigante como es el Departamento de Defensa. Sea como fuere, el nuevo DIUx –que abrirá nueva sede en Boston en los próximos meses– reportará directamente al Secretario de Defensa para intentar asegurar su éxito.
El anuncio del DIUX 2.0 se produce a tan solo unos meses de las elecciones presidenciales en Estados Unidos. En consecuencia, a principios de 2017 un nuevo Secretario de Defensa será el encargado de evaluar el nivel de madurez y rendimiento del experimento. No cabe duda de que Sash tiene ante sí un gran reto.
En definitiva, el lanzamiento del DIUx 2.0 ha puesto de manifiesto tanto la dificultad de las grandes organizaciones como el Pentágono para gestionar el cambio, pero también su flexibilidad a la hora de lanzar esta nueva iniciativa. Es necesario que las organizaciones aprendan de sus errores y asuman que los ciclos de desarrollo tradicionales son completamente irrelevantes e inasumibles cuando analizamos el ciberespacio.