Decadentes pero no caídos, emergentes pero no emergidos. Resultados de la nueva edición del Índice Elcano de Presencia Global (IEPG)

Decadentes pero no caídos, emergentes pero no emergidos. Resultados de la nueva edición del Índice Elcano de Presencia Global (IEPG)

Hoy se publica la nueva web del Índice Elcano de Presencia Global (IEPG), un índice que mide el posicionamiento de los países en el proceso de globalización y cuya primera edición se publicaba hace ahora algo más de un año.

Con esta segunda edición, el Real Instituto Elcano ofrece algo más que los resultados del Índice para un nuevo año. Entre otras cosas, además de las ediciones 2010 y 2011 (Gráfico 1), también se calcula el IEPG para los años 1990, 1995, 2000 y 2005; ejercicio con el que se trata de mostrar cómo ha evolucionado la presencia internacional de los países desde el fin de la era de los dos bloques.

A continuación se muestran algunos de los resultados más llamativos de esta evolución de acuerdo a los datos que nos ofrece el IEPG.

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Gráfico 1. IEPG 2011

Decadentes pero no caídos

A pesar de su “declive”, “Occidente” sigue ocupando los primeros puestos. Estados Unidos sigue manteniendo un indiscutible primer puesto –todos los años y todas las variables, a excepción de exportaciones de bienes energéticos, manufacturas y turismo–. Y, en términos más generales, en 2011, siete de los 10 primeros puestos del ranking aún corresponden a países norteamericanos y europeos.

Se acortan distancias respecto de Estados Unidos

A pesar de la indiscutible hegemonía de Estados Unidos, sí se observa que otros países acortan paulatinamente la distancia en presencia global respecto de la potencia americana. Al final de la Guerra Fría, la presencia alemana era 3,2 veces menor que la de Estados Unidos. En 2011, esta cifra había descendido a 2,6. En el caso de China, el descenso del diferencial es mucho mayor. En 1990 la presencia china era 17 veces menor que la estadounidense. En 2011 era sólo 3,4 veces menor.

Emergentes pero no emergidos

China ocupaba la 12ª posición en 1990, catapultándose a la quinta en 2011 (un crecimiento paralelo al de su PIB). Otros BRICS (Brasil, la India y Sudáfrica) tienen aumentos más modestos (especialmente Sudáfrica), lo que se explica con estrategias de crecimiento y desarrollo menos extravertidas que la china (y con menores tamaños también). En cuanto a Rusia, a pesar del fuerte crecimiento de su proyección internacional –particularmente en el último decenio– en 2011 aún no había recuperado la presencia global que tenía la Unión Soviética al final de la era de los dos bloques (Gráfico 2).

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Gráfico 2. Los emergentes ganan presencia global.

La naturaleza de la presencia cambia

Desde que cayó el muro de Berlín, para el conjunto de los países –no necesariamente para cada uno de ellos individualmente– la presencia es crecientemente económica y “blanda” y proporcionalmente menos militar o “dura”.

España ocupa la 11ª posición en el ranking del IEPG

En la actualidad, España ocupa el 11º lugar en la clasificación del IEPG; posición que ha conservado durante toda la década, tras perder el 10º puesto que ostentó durante los 90 (calas de 1990 y 1995). Todas las variables del índice se sitúan en niveles superiores a los de 1990. De hecho, en la mayoría de los casos, el aumento es constante a lo largo de los seis años observados. En otros, el crecimiento puede haber sido más errático –Energía, Tropas, Equipamiento militar, Turismo, Deportes, Tecnología, Ciencia, Educación, Cooperación al desarrollo–.

En cualquier caso, estos aumentos son insuficientes para escalar o afianzar posiciones ante el crecimiento de emergentes como China.

La presencia global española se mantiene sobre la base del aumento de la dimensión económica –pasa de representar el 30% al 46% del IEPG total entre 1990 y 2011– y un menor incremento relativo de la presencia “blanda” –del 64% al 51%–, mientras que la presencia militar desciende notablemente, de forma proporcional –del 6,2% al 2,5%–.

IEPG y “marca España”

En el actual contexto de crisis e incertidumbre económica, existe un debate vivo sobre la imagen internacional de España.

Para comprender la proyección exterior del país, es necesario medir su posicionamiento efectivo y real –una tarea que realiza el IEPG ordenando, cuantificando y agregando la proyección exterior objetiva de los países–. La brecha que se dé entre la posición de un país de acuerdo al IEPG y la que tenga en términos de imagen o notoriedad podría, en algunos casos, considerarse el diferencial de “marca”.

Si un país se posiciona mejor en IEPG que en imagen, esto puede estar dando la medida de los esfuerzos que éste podría tener que llevar a cabo para la mejora de su imagen o para una mayor influencia en el escenario global.

Si la situación es la inversa, quizá sea la medida del éxito de su diplomacia pública, que estaría logrando capitalizar en poder, influencia y/o imagen una presencia real más modesta.