El fenómeno de los combatientes terroristas extranjeros (CTE) es la expresión más sobresaliente que ha tenido, en Europa Occidental, la actual oleada internacional de movilización yihadista iniciada en 2012. Pero ni España ni Italia destacan por estar entre los países europeos de donde más CTE han salido hacia Siria y otras zonas de conflicto armado para, una vez en ellas, incorporarse a organizaciones como, sobre todo, Estado Islámico, aunque también, en menor medida, las relacionadas con al-Qaeda. Hasta noviembre de 2017, el número de CTE que habían partido de España era de 223. A lo largo de prácticamente el mismo periodo de tiempo, hasta octubre de 2017, la cifra de CTE desplazados desde Italia sumaba los 129.
A modo de contraste, durante esos mismos años hubo 1910 CTE en Francia, 960 en Alemania o 850 en el Reino Unido. Las tasas de CTE por millón de habitantes fueron de 4 en España y de 2 en Italia, muy inferiores a las de 29 en Francia, de 13 en el Reino Unido y de 12 en Alemania. En Bélgica, con 531 CTE, dicha tasa fue de 47; en Austria, con 296, de 34; en Suecia, con 300, de 30; en Dinamarca, con 135, de 24; en Noruega, con 90, de 17; en Países Bajos, con 285, de 17; en Finlandia, con 80, de 15. Si la tasa se calcula para cada millón de musulmanes o población con ascendencia musulmana, entran matices: es de 45 para Italia, de 173 para España, de 194 para Alemania, de 206 para el Reino Unido, de 236 para Países Bajos y de 334 para Francia.
Acerca de los combatientes terroristas extranjeros relacionados con España, el Programa sobre Terrorismo Global del Real Instituto Elcano dispone de datos relativos al sexo, la edad, la nacionalidad y la situación actual de los mismos, procedentes del Ministerio español del Interior. En torno a los CTE relacionados con Italia, el ISPI de Milán acaba de publicar un detallado estudio de Lorenzo Vidino y Francesco Marone, titulado Destinazione jihad. I foreign fighters d’Italia, que está basado en datos facilitados por el Ministerio italiano del Interior. Al comparar la información referida únicamente al aludido pequeño elenco de variables es posible observar algunas similitudes y diferencias de interés entre los respectivos contingentes de yihadistas que partieron de uno y de otro país.
El 89,7% de los combatientes terroristas extranjeros relacionados con España son hombres, una proporción prácticamente similar a la del 90,4% de hombres que, por su parte, se registra entre los CTE relacionados con Italia. Asimismo, tanto en aquel primero como en este segundo contingente de yihadistas, sólo en uno de cada diez casos conocidos se trata de mujeres. Por su parte, la edad media para los desplazados desde el territorio español se estima en 33 años, siendo el tramo de edad más frecuente entre ellos el que va de los 31 a los 40 años. La edad media en el momento de iniciar el viaje hacia Siria u otra zona de conflicto era por su parte de 30 años para quienes partieron desde el territorio italiano, cuyo tramo de edad con mayor frecuencia de casos se sitúa de los 25 a los 33 años.
Pese a haberse desplazado desde España e Italia con la finalidad de unirse a una organización yihadista basada en el exterior, apenas dos de cada diez CTE vinculados a uno y otro país tenían las respectivas nacionalidades de los mismos. Apenas el 18,8% de los CTE relacionados con España tenía la nacionalidad española y sólo el 19,2% de los CTE vinculados a Italia tenía la nacionalidad italiana. Tanto en el caso español como en el italiano predominan los yihadistas originarios del Magreb. Pero mientras que los magrebíes partidos de suelo español contaban básicamente con la nacionalidad de Marruecos, los que viajaron desde territorio italiano tenían en primer lugar la nacionalidad de Túnez y en segundo término la de Marruecos.
Un 21,5% de los combatientes terroristas extranjeros desplazados desde España a Siria u otras zonas de conflicto ha fallecido, monto éste que se incrementa significativamente, hasta el 33,6%, entre quienes partieron como yihadistas con esos mismos destinos, pero desde Italia. Al mismo tiempo, es igualmente interesante constatar que la proporción de retornados es muy similar para uno y otro contingente de yihadistas y equivale, en cada uno de ambos países, a dos de cada diez casos. Retornados son, en concreto, un 16,6% de los CTE relacionados con España y el 19,2% de los CTE relacionados con Italia. Además, en lo que constituye otro llamativo paralelismo entre lo ocurrido en España y en Italia, la mitad de los retornados han vuelto al propio país del cual inicialmente salieron.
Pese al limitado elenco de variables en base a las cual he elaborado esta comparación del reciente fenómeno de los combatientes terroristas extranjeros en España e Italia, hay llamativos paralelismos. Por ejemplo, la gran mayoría de esos yihadistas desplazados desde uno u otro país son varones en torno a la treintena. Quizá algo menos jóvenes que en otros países de Europa Occidental. Además, en ambos contingentes predominan individuos con nacionalidades de Marruecos y Túnez. Similitud esta asociada tanto al espacio geográfico como a los flujos migratorios comunes a España e Italia. Sorprende al fin que la tasa de retornados sea indistintamente de uno de cada diez y que, no sin que ello genere cierta inquietud, coincidan las de retornados al país desde el cual partieron como CTE.