Claves de la política exterior del presidente indonesio Subianto

Prabowo Subianto, presidente de Indonesia, y Joko Widodo, expresidente, durante la ceremonia de despedida en el Palacio Merdeka, rodeados de la guardia de honor. Subianto
El presidente de Indonesia, Prabowo Subianto, lidera la ceremonia de despedida del expresidente Joko Widodo en el Palacio Merdeka, acompañado de la guardia de honor. Foto: Ministry of State Secretariat of the Republic of Indonesia (Wikimedia Commons/Public domain).

El 20 de octubre Prabowo Subianto asumió la presidencia de Indonesia, el cuarto país más poblado del mundo y la primera economía del Sudeste Asiático. Sus primeras semanas al frente del país apuntan a una política exterior fundamentalmente continuista con su predecesor, Jokowi, bajo cuyo liderazgo sirvió como ministro de Defensa. Durante su mandato, la agenda exterior de Indonesia seguirá centrada en ampliar su independencia e influencia a nivel internacional, fortaleciendo sus relaciones con múltiples actores, a la vez que potencia su propia autosuficiencia. Todo ello estará marcado por la centralidad del propio presidente, cuya orientación internacional dará dinamismo a la política exterior del país.

Durante la primera semana de Subianto en la presidencia, Indonesia anunció su decisión de unirse al bloque de los BRICS. Si bien supuso un giro de 180 grados con respecto a la posición de Jokowi, esta decisión es coherente con la política de Indonesia de maximizar sus oportunidades sin comprometer su independencia estratégica. El propio presidente se refirió a los BRICS como una de las distintas plataformas que, al igual que la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), podrían mejorar las oportunidades económicas de Indonesia. La diversificación de su diplomacia económica es clave en un momento en el que Yakarta pretende potenciar el crecimiento de sus exportaciones para alcanzar su objetivo de crecimiento económico del 8%.

‘’Subianto considera la multipolaridad como una red de contención fundamental para frenar los impulsos hegemónicos de los grandes poderes, una visión marcada por la memoria de la época colonial’’.

La decisión de unirse a los BRICS también encaja dentro de la intención de Indonesia de desempeñar un papel de liderazgo con respecto a los países en desarrollo. El nuevo ministro de Exteriores, Sugiano, se refirió a los BRICS como una plataforma para defender el derecho al desarrollo, hacer más inclusivo el sistema multilateral y mejorar la solidaridad entre los países del denominado sur global. También como una plataforma para promover la paz en Palestina, uno de los asuntos de política exterior con más eco a nivel nacional, que  el propio presidente  identificó como prioridad en su discurso de inauguración. En su reunión con António Guterres, Subianto se ofreció a contribuir a una posible misión de mantenimiento de la paz en el marco de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

La gira internacional con la que Subianto ha inaugurado su presidencia ha dejado claro el alineamiento de sus prioridades domésticas y su política exterior. El presidente ha tratado de promocionar sus programas estrella, como el plan de comedores sociales para niños y mujeres embarazadas, y su proyecto de garantizar su seguridad energética a través del uso de energías renovables. También ha invitado a distintos grupos de empresarios a invertir en algunos de los sectores que ha identificado como prioritarios y que incluyen sanidad, educación, energía e industria marítima. En particular, su visita a China confirmó el enfoque pragmático del presidente que, al igual que su predecesor, hará uso de la política exterior para impulsar su política económica. En Pekín, Subianto presentó sus proyectos de infraestructura y su delegación cerró contratos que supondrán más de 10.000 millones de dólares en inversiones.

El éxito económico de su visita a China fue sin embargo eclipsado por la declaración conjunta suscrita con su homólogo chino, Xi Jinping, en la que ambos países se comprometieron a establecer un Comité Directivo Conjunto Intergubernamental para favorecer el “desarrollo conjunto” en zonas de “reclamaciones superpuestas” en el mar del Sur de China. El lenguaje de esta declaración hizo saltar las alarmas entre los analistas indonesios, ya que ésta se podría interpretar como una desviación de la postura oficial de Indonesia, que mantiene una posición de no-reclamante en las disputas territoriales. El Ministerio de Asuntos Exteriores se apresuró a aclarar que la posición de Indonesia no había cambiado y que dicha cooperación se haría siguiendo las leyes y regulaciones vigentes en cada país.

La incógnita es si esto fue un error o un intento del nuevo presidente de ganarse la simpatía de Pekín, restándole importancia al lenguaje utilizado. En cualquier caso, este episodio pone de manifiesto la centralidad del presidente y su círculo más cercano en la toma de decisiones, y su deseo de evitar la confrontación con China. El comunicado conjunto incluye un pilar de seguridad y defensa, un elemento hasta ahora poco desarrollado en las relaciones bilaterales y que se suma a recientes anuncios sobre posibles compras de armamento y el fortalecimiento del diálogo entre ambas guardias costeras. Refiriéndose a las disputas del mar del Sur de China, Subianto enfatizó, ya desde Washington, que Indonesia seguirá defendiendo su soberanía, pero priorizando la colaboración y cooperación frente a la confrontación. Sin embargo, Subianto ha proyectado una imagen de líder firme en lo que respecta a la soberanía y defensa de Indonesia –y cuenta con un amplio apoyo por ello–. Su enfoque hacia China podría minar su credibilidad, especialmente ante la creciente asertividad de Pekín: en la primera semana de Subianto como presidente, las autoridades indonesias expulsaron barcos de la guardia costera china de su zona económica exclusiva hasta en tres ocasiones.  

Subianto equilibró su viaje a China con una visita a Estados Unidos (EEUU) en la que evaluó positivamente la contribución estadounidense al Indo-Pacífico y reivindicó en su comunicado conjunto con Joe Biden la importancia del Derecho del mar. Como ministro de Defensa, Subianto  impulsó las relaciones con EEUU en materia de seguridad. Si bien en esta ocasión su visita a EEUU, en plena transición política, no dio resultados tangibles, Subianto aprovechó para tomar contacto con Donald Trump en una llamada telefónica que pretendía demostrar su afinidad personal y que apunta a que fortalecer las relaciones bilaterales con Washington sigue siendo clave en su cargo como presidente.

Más allá de sus relaciones con las dos superpotencias, el presidente tiene muy presente que Indonesia se encuentra en una encrucijada entre “grandes civilizaciones.” Subianto considera la multipolaridad como una red de contención fundamental para frenar los impulsos hegemónicos de los grandes poderes, una visión marcada por la memoria de la época colonial. Por ello, pretende mantener relaciones amistosas con distintos países, diversificando así su política exterior: en la misma semana, Indonesia llevó a cabo sus primeros ejercicios militares con Rusia a la vez que realizaba las maniobras conjuntas con Australia más grandes hasta la fecha. A nivel interno, Subianto pretende fortalecer la autosuficiencia energética y alimentaria, reduciendo sus vulnerabilidades y ampliando su margen de maniobra a nivel internacional. Igualmente, Indonesia continuará con la modernización militar, que el propio presidente impulsó durante su mandato como ministro de Defensa.

En lo que se refiere a las relaciones con Europa, Subianto asume la presidencia en un momento de tensión por las regulaciones de la Unión Europea (UE) contra la deforestación, que afectan directamente al aceite de palma, del cual Indonesia es el principal productor mundial. Subianto ha adoptado un tono abiertamente combativo con respecto a este tema, llegando a afirmar que Indonesia “no necesita a Europa”. Otro punto de tensión es la guerra en Gaza, un asunto sobre el que el presidente firmó una tribuna acusando a Occidente de doble rasero poco después de ser elegido.

Por tanto, podemos esperar, que el nuevo gobierno indonesio seguirá respondiendo fuertemente a lo que considera desaires a la soberanía e intereses de su país. Sin embargo, su enfoque transaccional y pragmático también deja la puerta abierta a la cooperación en aquellos temas concretos que consideren beneficiosos. Como ministro, Subianto estrechó lazos con Francia en materia de defensa y su reciente reunión con Macron apuntan a la continuidad de esta vía. Poco después, durante su visita al Reino Unido, ambos países publicaron un comunicado conjunto comprometiéndose a elevar su asociación estratégica en 2025 y cerró compromisos de inversión por 8.500 millones de dólares con empresas británicas. El interés de Subianto por diversificar su política exterior también crea oportunidades para España. Un ejemplo es el ámbito de la defensa, un área que el presidente quiere potenciar a través de una mayor cooperación con socios internacionales y sobre la que además existe un memorando de entendimiento entre ambos países desde 2013.

En resumen, la estrategia internacional de Prabowo Subianto tiene tres elementos clave: independencia, autosuficiencia y diversificación de socios internacionales. Mantener los equilibrios que implican podría ser difícil en un mundo cada vez más polarizado.