Si esto es el verano, ha llegado el momento de leer y disfrutar de un poco de tranquilidad. Ya habrá tiempo para ponerse al día con estudios, informes y análisis. A menudo, en la literatura, encontramos nuevas ideas, tan necesarias. Sin spoilers, aquí os comparto cinco libros que viajan conmigo.
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El maestro Juan Martínez que estaba, Manuel Chaves Nogales. El periodista sevillano viajó a Moscú, a Berlín, a Londres. Estuvo en el Rif. Contó la guerra civil en un libro memorable titulado «A sangre y fuego», publicado en 1937. Montó un diario en la Francia ocupada. Organizó una agencia de noticias en Inglaterra poco antes de morir. En suma, un periodista total. En la estela de Stefan Zweig, Salvador de Madariaga, Albert Camus, Indro Montanelli, Julián Marías o Joaquin Fest, Chaves Nogales es un europeo excepcional. A él le debemos la denuncia del terror totalitario que arrasó el siglo XX y el compromiso con las libertades. En esta obra nos cuenta la historia de Juan Martínez, flamenco al que le sorprendió la revolución de 1917.
El último magnate (The Last Tycoon), F. Scott Fitzgerald. No tenemos la versión definitiva, sino un bosquejo porque el autor falleció antes de terminar esta obra genial. ¿Qué le pasa por la cabeza a un magnate de Hollywood que se enamora de quien no debe? Fitzgerald retrata la industria del entretenimiento, el qué y el cómo del cine, pero sobre todo dibuja la corrupción y la miseria de quienes priman el dinero sobre las personas. También hay versión cinematográfica, dirigida por Elia Kazan y guion de Harold Pinter. No es poco.
El sueño del celta, Mario Vargas Llosa. Si nuestro galardonado autor hubiese querido inventar una ficción sobre los derechos humanos, el nacionalismo y la diplomacia, no habría podido crear a Roger Casement. Éste es un personaje del siglo XX que, según a qué lado de las banderas se lea, es un héroe o un villano. ¿Cómo pudo un alto diplomático británico convertirse en líder del nacionalismo irlandés? o ¿cómo puede tener un defensor de los derechos humanos un perfil privado tan oscuro? Su lectura no dejará indiferente a quienes amen la diplomacia del siglo XX.
Una historia personal: mujer, periodista, empresaria, editora de The Washington Post, Katharine Graham. Uno tiene sus ídolos. Y Graham es uno de ellos. Me parece que la historia del siglo XX no podría entenderse sin el impulso de ella al frente de un gran diario estadounidense. Sí, claro está el Watergate. Pero también su defensa apasionada de la transparencia y su apoyo a los periodistas que se jugaban el tipo. Sus memorias son un recorrido por la historia del siglo XX con el periodismo de fondo.
HHhH, Laurent Binet. Impresionante. ¿Cómo puede una novela enganchar cuando una conoce el final? Pues porque el autor francés consigue transportarnos al ambiente de la Europa en Guerra, viajando a Berlín, Londres y París de la mano del checo Kubis y el eslovaco Gabcik. La novela es una suerte de elogio a los antihéroes de la libertad. No soy el único admirador: ganó el Premio Goncourt de primera novela en 2010.