La exportación española ha continuado siendo en 2017 uno de los puntos brillantes de la economía española con un crecimiento del 8,9%, ofreciendo así algunas tendencias significativas. Sin ánimo de hacer un análisis global y exhaustivo, en este post vamos a comentar cinco de estas tendencias: la aceleración en el crecimiento de las exportaciones, la ampliación de la base empresarial exportadora, un ligero aumento de la diversificación geográfica de las exportaciones, el peso decisivo de Asia en el déficit comercial, y el mantenimiento de una fuerte concentración empresarial en las exportaciones.
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Fuerte aceleración del crecimiento de las exportaciones
La exportación ha alcanzado nuevamente en 2017 una cifra récord de 277.125 millones de euros, lo que representa una notable aceleración respecto al crecimiento del 2,6% registrado en 2016.
Tradicionalmente la exportación española ha sido muy sensible a la demanda interna. Se ha dicho, de forma bastante simplificada, que las empresas españolas salían a los mercados exteriores cuando el mercado interno se retraía.
La situación parece haber cambiado, esperemos que de forma definitiva. Llevamos varios años de recuperación de la economía nacional, y las exportaciones siguen mostrando un dinamismo apreciable. Con la Gran Recesión, de una larga duración y un profundo impacto, las empresas habrían “aprendido la lección”, y la exportación ha pasado a ser considerada como una actividad que la empresa debe atender de forma permanente, al margen de los vaivenes del mercado interno.
El dinamismo del comercio exterior se ha apoyado en una aceleración del comercio mundial, apoyada a su vez en la recuperación de la economía internacional, (y que la OMC espera que continúe en 2018). Pero aún así, los datos comparativos con otros países son positivos: el crecimiento de las exportaciones en España ha sido superior al de la zona euro (7,2%), la Unión Europea (7,4%) o Estados Unidos (6,6%).
Muchos de los comentarios publicados sobre las cifras de comercio exterior de 2017 han resaltado el fuerte crecimiento del déficit comercial, debido a que el crecimiento de las importaciones (10,5%) ha sido superior al 8,9% de las exportaciones. Ahora bien, un matiz importante a tener en cuenta es que en volumen las exportaciones han crecido más que las importaciones (8,2 frente a 5,5%). La diferencia en valor se debe a que los precios de las exportaciones apenas han crecido (+0,7%), mientras que los de las importaciones crecieron un 5,5%. Este último incremento está detrás de una tendencia de cierta preocupación, que es el fuerte crecimiento de las importaciones de productos energéticos (+36%), generando este sector un déficit de 20.721 millones de euros, más del 80% del total del déficit comercial español.
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Un nuevo aumento de la base de empresas exportadoras
Es sin duda uno de los datos más positivos de la evolución de las exportaciones en los últimos años, y que se mantiene en 2017. Es frecuente mencionar en los análisis el número de empresas u operadores exportadores (que fueron 161.454 en 2017, con un fuerte aumento respecto a 2016, en que fueron 148.658). Ahora bien, esta cifra global debe ser matizada ya que una gran parte de los exportadores realizan una actividad exportadora volátil y de escasa cuantía. En 2017, por ejemplo, nada menos que 71.617 empresas interrumpieron su actividad exportadora. Se trata de empresas que exportaron en 2016 pero que dejaron de hacerlo en 2017; prácticamente la mitad de las empresas que exportaron en 2016.
Para valorar la extensión de la base exportadora de la economía española es más conveniente fijarse en los exportadores regulares, que son aquellos que han realizado exportaciones durante los últimos cuatro años. Estos fueron 50.562 en 2017, un 1,5% más que en 2016.
Son ya seis años consecutivos en los que crece el número de exportadores regulares –que eran 37.253 en 2011– , un dato muy positivo.
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Ligero aumento de la diversificación geográfica
La recuperación en una serie de mercados emergentes se ha traducido en un aumento de su participación en las exportaciones españolas. La participación de la Unión Europea se redujo en unas décimas, del 66,3% en 2016 al 65,7% en 2017.
Por el contrario, se mantiene la tónica deprimida con Oriente Medio, con un crecimiento de sólo el 1,3%, mientras se recupera con fuerza la exportación a Latinoamérica (+12,7%), y también a Norteamérica (+10,0%).
Un dato positivo desde el punto de vista geográfico es el crecimiento de las exportaciones a Asia (+11,2%), destacando las ventas a la principal economía asiática China (+24,4%), en una tónica de crecimiento que se mantiene desde hace más de una década.
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Asia, un peso determinante en el déficit comercial
Si bien el peso de Asia en las exportaciones españoles es relativamente reducido (un 6,3% del total en 2017, inferior al 7,2% que por ejemplo representa Portugal), su peso en las importaciones es mucho mayor (17,2%). Y en el déficit comercial es abrumador.
El déficit comercial de España con los países asiáticos fue de 34.730 millones de euros en 2017, muy por encima del déficit total de 24.744 millones.
El peso de China en el déficit comercial sigue siendo determinante: en 2017 ascendió a 19.403 millones de euros, lo que significa que dicho déficit equivale prácticamente al 80% del total del déficit comercial español.
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Mantenimiento de una fuerte concentración empresarial en las exportaciones
Una de las características de la exportación española es la dualidad de las empresas exportadoras. Por dualidad nos referimos a la coexistencia de una amplia masa de empresas que exportan muy poco y de forma irregular, junto a un grupo mucho más reducido de empresas que exportan de forma regular y que concentran el grueso de la exportación. Esta dualidad tiene importantes implicaciones sobre productividad, calidad del empleo, competitividad, innovación, entre otras.
En 2017, por ejemplo, de los 161.454 exportadores, más de la mitad (94.048) exportaron una cifra casi insignificante, menos de 5.000 euros.
Un número muy reducido de empresas realiza una parte muy significativa de la exportación. Las 500 mayores empresas por volumen de exportación son responsables de más de la mitad del total de la exportación (exactamente un 58,6%). Sólo las cinco primeras empresas representan el 10,6% del total de la exportación.
La fuerte concentración empresarial de la empresa española se ha mantenido en 2017, y no ofrece además signos de modificación apreciable en los últimos años.
En resumen, 2017 ofrece de nuevo datos positivos sobre la evolución de la exportación y la expansión de la base de empresas exportadoras. La persistencia de una fuerte concentración empresarial de la exportación pone de relieve las dificultades para potenciar la internacionalización de las Pymes. La fuerte aceleración de las exportaciones, en contexto de expansión de la demanda doméstica, es un indicador muy alentador respecto a la creciente asunción por parte de las empresas españolas de que la internacionalización es un vector irreversible en su actividad.