África gana protagonismo en el comercio mundial

Cinco grúas en rojo y blanco en el puerto de Durban, Sudáfrica

Es conocido que África es un continente de escasa relevancia en el comercio internacional. Apenas representa –según las estadísticas oficiales– un 3% del comercio global de mercancías y servicios. Sin embargo, la actual coyuntura comercial está proyectando mayor atención sobre el continente africano. A pesar de los importantes efectos adversos en África de la guerra en Ucrania (sobre todo en términos de incremento de precios y desaceleración económica), el conflicto también ha servido para reactivar otras cuestiones comerciales. Se plantea, por ejemplo, el interrogante sobre el papel que algunos países africanos podrían desempeñar en la reducción de la dependencia energética europea. Al mismo tiempo, se relanza la importancia de África como proveedora de minerales estratégicos en detrimento de la dependencia mundial (y sobre todo europea) de China. La invitación de dos países africanos, Sudáfrica y Senegal, a la cumbre del G7, celebrada en Alemania esta misma semana, confirma este renovado protagonismo africano.

África y la guerra en Ucrania: perturbaciones comerciales

La guerra en Ucrania ha generado perturbaciones en el comercio mundial al menos en dos grandes ámbitos: el aumento de los precios de alimentos y la inflación en los precios de la energía. Ambas tendencias, ya iniciadas antes de la guerra, afectan a África de manera desigual.

En el primer ámbito, los precios de algunos alimentos –como el trigo– se han disparado. Esto es debido no sólo a la reducción de las exportaciones de Ucrania (quinto exportador mundial), sino, además, a la prohibición de las exportaciones de trigo anunciado por el gobierno de la India para asegurar precios estables a nivel nacional. Según el FMI, el 85% del total de trigo consumido en África es importado del exterior y, para un número importante de países, Rusia y Ucrania son proveedores fundamentales. Un ilustrativo gráfico de la UNCTAD muestra cómo países, como Somalia o Benín, dependen un 100% de las compras de trigo a Rusia y Ucrania, y cómo una quincena de países en más de un 50% (Egipto, Sudán, Senegal, Ruanda y Tanzania, entre otros). Aunque algunos países han conseguido diversificar sus proveedores (como Nigeria, por ejemplo), todos enfrentan el desafío de asegurar las compras al exterior, absorber los precios récord y minimizar el impacto sobre la población más vulnerable.

La dependencia del trigo en los países africanos y menos desarrollados. Fuente: The impact on trade and development of the war in Ukraine, UNCTAD.
La dependencia del trigo en los países africanos y menos desarrollados. Fuente: The impact on trade and development of the war in Ukraine, UNCTAD.

En el segundo ámbito, referido a la subida de los precios de los combustibles, los más afectados son lógicamente los países africanos importadores de petróleo y, sobre todo, de las zonas urbanas. También es cierto, como suele suceder en contextos de altos precios de crudo, que al tiempo que unos sufren, otros países africanos –los exportadores– se ven beneficiados por el ciclo expansivo de los precios.

Dos consecuencias preocupantes emergen en la actual situación de alza de precios: por un lado, el agravamiento de los problemas y hambrunas en zonas ya muy castigadas por el cambio climático y la sequía, como en Sudán del Sur, Kenia y en el cuerno de África (Etiopía y Somalia).  Por otro, el aumento de los problemas fiscales de los gobiernos africanos, que enfrentan de nuevo gastos extraordinarios, después de los ya realizados para mitigar los efectos de la pandemia.  A modo de ejemplo, señalar a países como Sudáfrica, Tanzania y Ruanda, que, entre otros, han puesto en marcha subvenciones para aliviar la presión a los consumidores africanos de la subida de los precios del combustible.

¿Puede África reducir la dependencia energética europea de Rusia?

Los planes actuales de la Comisión Europea para eliminar la dependencia energética de Rusia para el año 2030, abren una ventana de oportunidad para los exportadores africanos de gas y petróleo. Los principales productores africanos de petróleo son Nigeria, Argelia, Angola y Egipto, por este orden, aunque la lista africana de exportadores incluye a más de una decena de países. Respecto al gas natural, Argelia, Egipto, Nigeria y Libia son los mayores productores en el año 2021:

Mayores productores africanos 2021Mayores consumidores africanos 2021
Petróleo (miles de barriles diarios)
Nigeria (1798)
Gas natural (mil millones de metros cúbicos)Petróleo (miles de barriles diarios)Gas natural (mil millones de metros cúbicos)
Nigeria (1798)Argelia (81,5)Egipto (659)Egipto (57,8)
Argelia (1332)Egipto (58,5)Sudáfrica (492)Argelia (43,1)
Angola (1324)Nigeria (49,4)Argelia (366)Sudáfrica (4,1)
Egipto (616)Libia (13,3)Marruecos (261)Marruecos (0,8)
Productores y consumidores africanos 2021. Fuente: elaboración propia a partir de BP Statiscal Review of World Energy (2021).

La visita en mayo del canciller alemán, Olaf Scholz, a África, ha sido una potente señal de un posible renovado interés energético en el continente. En su primer viaje oficial fuera de las fronteras europeas y a pocos meses de su llegada al gobierno, Scholz ha visitado Senegal, Níger y Sudáfrica. La visita a Níger estaba motivada por temas de seguridad en el Sahel, pero los temas energéticos fueron dominantes en las otras visitas. En Senegal, Alemania aspira a participar en proyectos de extracción de gas natural y también en proyectos de energías renovables. El gobierno senegalés, que tiene aspiraciones de convertirse en uno de los mayores proveedores de gas natural licuado (GNL) en la región, ha acogido la propuesta alemana, según declaraciones oficiales, de forma positiva. En Sudáfrica, donde Alemania es el principal inversor europeo, se han anunciado mayores compras de carbón sudafricano, en línea con España y Polonia, que ya han reactivado sus compras de carbón a Sudáfrica. A la luz de estos movimientos de diplomacia económica y mayores compras recientes, es posible afirmar que los países africanos se presentan como alternativa de provisión energética para Europa, aunque para muchos, todavía las capacidades productivas africanas son insuficientes.

Dependiendo menos de Rusia, pero más de China: África y el comercio de minerales críticos

Con el impulso de las grandes potencias al proceso de transición a energías renovables o de baja emisión de carbono, la demanda mundial de paneles solares, baterías, turbinas eólicas ha aumentado exponencialmente. Minerales como el litio, el grafito o el cobalto, níquel y tierras raras, entre otros, son esenciales para la fabricación de las tecnologías verdes.

Los países africanos los denominan “minerales verdes”, la UE minerales “críticos” o “materias primas fundamentales”. El suministro de estas materias está muy concentrado en manos de China y un puñado reducido de países, alguno de ellos africano. Así, por ejemplo, el 98% de las tierras raras que importa la UE proviene de China y Sudáfrica suministra el 71% de platino importado por la UE. Otros países africanos son grandes productores de bauxita (como Guinea), fosforita (Marruecos), litio (Zimbabue), grafito (Mozambique) y cobalto (R.D. Congo, Zambia, Marruecos o Sudáfrica).

Para los países africanos, el aumento de la demanda de estos minerales es una oportunidad para las inversiones y la creación de empleo (aunque también para la mala gobernanza, la corrupción y los daños medioambientales). Para Europa, potenciar la diversificación en la provisión de estas materias primas, así como fomentar la producción de tecnologías verdes en suelo africano, una forma de desmontar la actual hegemonía china y su influencia en una agenda de transición energética fundamental para la UE.


Imagen: Cinco grúas en rojo y blanco en el puerto de Durban, Sudáfrica. Foto: ethekwinigirl (CC BY-NC 2.0).