Hoy publicamos los resultados de 2020 del Índice Elcano de Presencia Global. Esta 11ª edición del Índice no refleja todavía el efecto de la pandemia, por lo que puede ser considerada en cierto modo la descripción del mundo antes de la crisis causada por la COVID-19. Un mundo que, no obstante, ya venía experimentado una notable transformación desde la crisis de 2008.
La pandemia también ha modificado la agenda de investigación de este proyecto. Los informes bienales de presencia global, en los que presentamos los principales resultados del Índice y las tendencias del proceso de globalización han quedado en suspenso, remplazados por análisis semestrales que tratan de adelantar el impacto de la pandemia en el proceso de globalización.
Continuamos, no obstante, con nuestra edición anual de datos, manteniendo, además, la incorporación con cada nueva edición de 10 nuevos países a nuestra base de datos. En esta ocasión es el turno de Armenia, Benín, Brunéi, Chad, Guinea, Moldavia, Mongolia, Níger, Papúa Nueva Guinea y la República del Congo. Con ellos, ofrecemos resultados de presencia global para 140 países desde 1990 en una base de datos de libre acceso que cubre el 99% del mundo en términos de PIB y el 97% por población.
Y también con cada nueva edición incorporamos mejoras en la metodología del índice, que son aplicadas a la totalidad de la serie histórica desde 1990. Este año hemos realizado una nueva encuesta internacional para la ponderación de los distintos indicadores y dimensiones que componen el Índice.
Ranking 2020: Asia avanza imparable, Europa sigue acusando la Gran Recesión
En esta nueva edición se producen cambios relevantes en el ranking de presencia global, incluso entre sus primeras posiciones, lo que no suele ser algo habitual en un Índice concebido fundamentalmente para dar cuenta de cambios estructurales y que es, por tanto, el reflejo de que nos encontramos en un momento de cambios históricos.
EEUU sigue encabezando la clasificación mundial seguido de China, pero la brecha continúa reduciéndose. Entre 2019 y 2020 la presencia global de EEUU creció un 2,1% frente al 4,5% de China. La brecha es todavía considerable, siendo la presencia de EEUU 2,5 veces la de China. No obstante, en 2010 era más de 4 veces superior –en 1990 más de 12 veces– y China ya lidera el ranking del Índice en los indicadores de manufacturas, información y, por primera vez en la serie, el de ciencia. Al mismo tiempo ambos países protagonizan, de lejos, los mayores incrementos de presencia global en la última década, mientras se materializa la decadencia de las potencias europeas.
Alemania y Reino Unido mantienen la 3ª y 4ª posición respectivamente, pero en una tendencia muy diferente. Alemania acumula dos años consecutivos de pérdida de presencia global –tanto económica como militar y blanda–, mientras que Reino Unido mantiene tímidos incrementos. Se estrecha, sin embargo, su distancia respecto del quinto lugar de Japón que, por el contrario, experimenta una notable recuperación en el ritmo de crecimiento de su proyección exterior.
De hecho, Japón es, después de China y EEUU, el país que acumula mayores incrementos de presencia entre 2010 y 2020. Tras la larga crisis de los 90, la proyección exterior japonesa menguó frente al auge de otros países asiáticos, con la consecuente pérdida de su liderazgo regional. Pero en los últimos años recupera el dinamismo tanto de su presencia económica –mediante inversión exterior en detrimento de exportaciones de manufacturas– como de su presencia blanda –empujada por el indicador de tecnología.
Francia e Italia, 6ª y 10ª posición en el ranking de presencia global respectivamente, se suman a la tendencia europea de pérdida de presencia global, mientras que Rusia, Canadá y Países Bajos sí registran crecimientos de su proyección exterior. El país neerlandés es una de las pocas excepciones a la caída generalizada de la presencia global de los países europeos, lo que está estrechamente relacionado con la orientación exterior del país y con la evolución de la inversión extranjera por sus particularidades fiscales. La mayor parte de países comunitarios no han recuperado los niveles de presencia global pre-Gran Recesión, lo que se debe precisamente a las secuelas de aquella crisis en la UE, y la posterior reconfiguración del espacio de integración, con un debilitamiento de los vínculos intra-europeos. Sí ha aumentado, sin embargo, la presencia de la UE en el resto del mundo –esto es, los vínculos extraeuropeos de los países miembros-, en parte como respuesta a un debilitamiento del espacio común, aunque este aumento sea insuficiente tanto para compensar la pérdida anterior como para impedir el sostenido ascenso asiático.
Y es que Corea del Sur conserva desde 2014 la 11ª posición –lugar que hasta entonces ocupaba España–, aunque en los últimos años esté registrando reducciones absolutas en su valor índice, debido fundamentalmente a su dimensión económica. Quizá la estrategia exportadora asiática estuviera ya dando síntomas de agotamiento antes de la pandemia.
España cae otro puesto, que gana India. España baja al puesto 13º aunque mantiene el crecimiento de su proyección exterior en valor índice, sostenido por la proyección blanda. En 2020 España no ha recuperado todavía el nivel de presencia global de 2010, ni económico ni militar, aunque sí de presencia blanda. En el perfil de proyección exterior de España hoy tienen más peso los servicios y menos la inversión en el exterior; está menos militarizado –tanto por la reducción de tropas en el exterior como por el menor equipamiento militar–, y es más blando –con más peso del turismo, pero también de la tecnología, la ciencia o la educación, y menos de la cooperación al desarrollo.
India recupera el crecimiento de su presencia global, aunque todavía ocupa un lugar relativamente bajo en comparación con su tamaño en términos de PIB (6º puesto en la clasificación mundial), y también respecto a su tamaño en términos de población (2º puesto). Esto se explica por el modelo de desarrollo de India que, a diferencia del de China, ha estado orientado a la economía interna, aunque parezca estar dándose un cambio de tendencia. India registra importantes crecimientos de presencia económica –con mayor protagonismo de los servicios, seguidos por manufacturas– así como en algunos indicadores de la dimensión blanda –cultura, ciencia y tecnología–.
En definitiva, en la última década se constata tanto el auge asiático como la caída europea –salvo excepciones particulares–, mientras América del Norte mantiene el pulso.
La globalización, estancada
Considerando el Índice Elcano de Presencia Global como una posible medida del proceso de globalización, podemos observar que en el último año se produce una ligera recuperación del proceso. Aún con todo, si atendemos a lo ocurrido en la última década y en comparación con décadas previas, el ritmo de crecimiento agregado de los últimos años ha sido notablemente bajo, situando el proceso de globalización en una meseta, donde el mayor dinamismo de la dimensión blanda no puede compensar la contracción económica. Visto de otro modo, el declive europeo no es compensado por el crecimiento registrado en otros espacios de integración, ni por el surgimiento de nuevos países emergentes. La pandemia viene por tanto a incidir en una tendencia que se venía fraguando antes de su estallido.