(*) Publicado el 24/4/2013. Lavozdigital.es.
El terrorismo global es en la actualidad un fenómeno polimorfo, con tres componentes básicos. En primer lugar, Al-Qaida como estructura terrorista global, incluyendo tanto a su matriz en el noroeste de Pakistán -la llamada Al- Qaida central- como a sus extensiones en Yemen, Irak y el Magreb. En segundo lugar, el heterogéneo y variable conjunto de organizaciones alineadas o asociadas con Al-Qaida o algunas de sus ramificaciones, desde el Movimiento por la Unicidad y la Yihad en África Occidental (MUYAO), Boko Haram en Nigeria o Al Shabab en Somalia hasta Therik e Taliban Pakistan (TTP). El tercer componente del terrorismo global lo constituye un indeterminado pero significativo número de células e individuos que, si bien igualmente inspirados en la común ideología del salafismo yihadista, se conducen de manera independiente.
Así, cuando un individuo se implica en actividades de terrorismo yihadista puede hacerlo por su cuenta o constituyendo un pequeño grupo independiente. A dicho supuesto corresponden, por separado, dos marroquíes detenidos en febrero y abril de este año, uno en Valencia y otro en la provincia de Tarragona, sospechosos de planear atentados en el primer caso y de distribuir propaganda en el segundo, aunque vinculado este último a líderes internacionales del yihadismo. Pero un individuo radicalizado en el salafismo yihadista puede también optar por implicarse a través de una organización dotada de liderazgo y estrategia. Tal sería el caso de los tres individuos, dos operativos de Al-Qaida central nacidos precisamente en Chechenia y Daguestán, así como su facilitador turco, detenidos el pasado mes de agosto en las provincias de Ciudad Real y Cádiz.
Según el Cuerpo Nacional de Policía, los dos detenidos ayer en Zaragoza y Murcia, uno argelino y el otro marroquí, mantenían algún tipo de relación con una de las aludidas extensiones territoriales de Al-Qaida, la denominada Al- Qaida en el Magreb Islámico (AQMI), probablemente la principal amenaza terrorista para ciudadanos e intereses españoles en estos momentos. Esta descentralizada organización tiene sus bases en Argelia y Malí. Aunque, por lo ya dicho, no se debe infravalorar la amenaza procedente de células independientes o de extremistas, nacionales o extranjeros, dispuesto a la yihad terrorista individual, los tan a menudo descritos como ‘lobos solitarios’. Pero sin olvidar que esta última es una de las manifestaciones posibles de la amenaza del terrorismo yihadista en nuestro país y no necesariamente la de mayor envergadura.
Fernando Reinares es investigador principal de Terrorismo Internacional del Real Instituto Elcano, catedrático de Ciencia Política en la Universidad Rey Juan Carlos y profesor visitante de Políticas Contraterroristas en la Universidad de Maryland.