Tema: Hasta hace pocos años, sólo un grupo de entidades públicas españolas prestaba servicios de formación en el exterior. Ahora, se les ha unido un vigoroso grupo de multinacionales privadas de la formación, cuya existencia revela el evidente valor económico del español, o de la cultura española en términos más amplios.
Resumen: ¿Cuántas multinacionales españolas tienen sedes productivas en más de diez países? Pocas, desde luego. Pero varias de ellas no pertenecen al sector bancario ni al de las nuevas tecnologías. Son colegios, escuelas y universidades que imparten formación española o en español. La institución Internacional SEK tiene 16 colegios propios en 11 países, además de tres universidades en diferentes naciones. La Escuela de Organización Industrial imparte masters en once países diferentes. El prestigio de las multinacionales educativas españolas es suficiente para que el Reino Unido otorgue un visado de trabajo a cualquier estudiante, de cualquier nacionalidad, sin más méritos que haber estudiado en España, con la condición de que haya sido en el Instituto de Empresa o el IESE. A pesar de ello, el Estado sigue poniendo el acento de la internacionalización de la formación en el sector público.
Análisis: Cuando el Estado decide apoyar la internacionalización de un producto o servicio, suele hacerlo creando incentivos para al sector privado. Pero en la internacionalización del español o de la formación española, la estrategia utilizada es la contraria. El Estado coloca el acento en entidades públicas cuyo coste presupuestario supera los 200 millones de euros en conjunto. Una decisión sobre la que pesa la inercia del sistema educativo español, gratuito y obligatorio; y que hace bien poco era la única opción posible. Pero hoy alguna de las principales multinacionales privadas de la educación en el mundo es española. Este texto analiza los rasgos esenciales del sistema a través del cual se distribuye en el mundo la formación española o en español. Una actividad en la que tienen un papel de primer orden lo que se podría llamar multinacionales privadas de la educación, un grupo de entidades tan pujantes como discretas. Curiosamente, casi ninguna de estas potentes multinacionales privadas de la educación otorga títulos reconocidos por el Estado, ni siquiera en lo que al idioma se refiere, aunque la mayoría de sus cursos se imparten en español. Estas entidades tienen una relación mínima con el Ministerio de Educación y aunque su impacto económico es muy relevante, tampoco disfrutan de una interlocución privilegiada con otras instituciones estatales, más allá de lo habitual para cualquier otra empresa.
Esta es una de las principales características de lo que se podría llamar multinacionales españolas de la educación, cuya existencia pone de manifiesto el evidente valor económico del español, o de la cultura española en términos más amplios.
¿Qué es internacionalización?
Hablando de la internacionalización de la formación española cabría realizar una primera distinción entre las empresas que tienen presencia física en el exterior y las que solo exportan sus servicios, atrayendo a estudiantes extranjeros al país. Hasta el momento se viene considerando esta última categoría como la más relevante por el número de alumnos y el éxito con el que imparte su formación. Por ejemplo, España viene siendo el destino preferido de los estudiantes europeos que participan en el programa Erasmus. Gracias a este programa los universitarios europeos pueden optar a cursar un período de sus carreras en países diferentes al suyo mediante un sistema de concesión de becas. Por ello, permite comparar las preferencias de los estudiantes europeos en términos homogéneos. Es decir, todas las instituciones educativas de Europa compiten en igualdad de condiciones por estos estudiantes que tienen las mismas posibilidades de acudir a cualquier país. Así, España, en el curso 2003-2004, fue el primer destino de este programa, recibiendo un total de 22.530 universitarios de otros países europeos y 1.663 profesores.[1] El segundo destino de los estudiantes Erasmus es Francia, que recibió 19.247 universitarios, seguido de Alemania, con 16.266, el Reino Unido, con 15.956, e Italia, con 12.165.
Hay que señalar, además, que la balanza de Erasmus está casi equilibrada para España ya que en el mismo período 20.034 estudiantes españoles viajaron a otro país, dejando sus plazas universitarias disponibles.
Al margen de los participantes en el programa Erasmus, la universidad española acogió en el curso 2004 a otros 21.983 alumnos extranjeros[2] matriculados en el primer y segundo ciclos, lo que supone el 1,48% del total. Si se segmentan estos datos por el tipo de universidad, se observa que los alumnos extranjeros suponen para centros privados el 1,83% del alumnado, mientras que en los centros públicos son el 1,45%. En el tercer ciclo (doctorado, etc) el número de extranjeros matriculado fue en el mismo curso de 13.426, lo que supone un porcentaje del total sensiblemente superior, que alcanza el 19,27%.[3] En este caso representan un porcentaje apenas relevante del total de matriculados en la Universidad privada.
La Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) es con diferencia la más internacional de todas las universidades españolas, con 2.278 alumnos extranjeros matriculados en el primer y segundo ciclos del curso 2004,[4] a la que sigue de cerca la Complutense de Madrid, con 2.028 alumnos. La internacionalización de la UNED está facilitada por la naturaleza de sus estudios a distancia, así como por la existencia de quince centros en el exterior que atienden a sus alumnos. Estos centros fueron creados gracias a la colaboración de diversas entidades que sufragan su internacionalización. Así, un Convenio suscrito con el antiguo Instituto Español de Emigración, hoy Dirección General de Emigración del Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, permitió crear y mantener los centros de Berlín, Buenos Aires, Rosario, Bruselas, São Paulo, París, México, Londres, Berna, Caracas y Lima. El Centro de Lisboa ha sido creado y se mantiene en virtud del Convenio UNED-Dirección General de Emigración y del Acuerdo suscrito por esta Universidad con el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte. El Centro de Miami es la sede académica del Programa de Estudios Avanzados de las Américas, en coordinación con la Agencia Interamericana para la Cooperación y el Desarrollo. El Centro de Tánger ha sido creado y se mantiene en virtud del acuerdo UNED-Dirección General de Emigración y del Convenio suscrito por esta Universidad con el Instituto Cervantes. Por último, la UNED mantiene los centros de Malabo y Bata (Guinea Ecuatorial) en colaboración con la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECI).[5]
Sobre este elevado alumnado podría pensarse que pesa la sólida tradición de los hispanistas extranjeros, cuya elección de carrera hace obligatorio su paso por la Universidad española. Pero este grupo no es el mayoritario. En contra de lo que pudiera pensarse, la carrera más solicitada por los extranjeros que estudian en la Universidad española en 2003 fue Derecho (1.409 alumnos), seguida de Dirección y Administración de Empresas (962) y Farmacia (848).[6] Esta tendencia hacia el área de Ciencias Sociales también es evidente en los españoles que estudian en Europa participando en el programa Erasmus, cuya principal especialización son las Ciencias Empresariales (3.244 alumnos en el curso 2003-2004) seguida de Ingeniería (3.109) y Filología sólo en tercer lugar con 2.586 alumnos.[7] La tendencia hacia las Ciencias Sociales también se constata en el conjunto de estudiantes europeos participantes en el programa Erasmus. Su principal carrera es la de Ciencias Empresariales con 29.187 alumnos en el curso 2003-2004, lo que supone el 21,5% del total.[8]
Esta marcada movilidad internacional de los estudiantes de Negocios y Ciencias Sociales destaca de forma notable frente a su número general. En la Unión Europea suponen el 26% de todos los universitarios, pero aportan el 35% del contingente Erasmus.[9]
¿Por qué vienen?
Desde luego, hay muchos factores que influyen en la elección de España como destino para estos universitarios. Algunos son extrauniversitarios, como la cultura española y su vibrante sociedad, así como la importancia del español como idioma en el mundo. Pero sería difícil que España liderase el programa Erasmus sin que sus universidades disfrutasen de cierto prestigio en las áreas de estudio más demandadas por el mercado. Pero en el caso de las ciencias sociales o, con mayor precisión, el área de estudios empresariales, la punta de lanza de la exportación de servicios de educación no está en la Universidad, a pesar de las cifras y del indudable prestigio que sugieren, sino en entidades privadas que actúan al margen del sistema educativo estatal.
España es el único país que tiene dos Escuelas de Negocios entre los cinco primeros del ranking “The top 40 european Business schools”, realizado en 2004 por el diario británico Financial Times, que aquí presentamos como referencia, señalado que existen otros elaborados por diferentes publicaciones. Estas entidades, el Instituto de Empresa e IESE son centros privados que imparten diversos masters de contenido empresarial. Pero no son excepciones. Una tercera entidad española, ESADE, ocupa el puesto 19 en el citado ranking. Esto convierte a España en el único país europeo que tiene a tres centros entre los veinte primeros de Europa, junto con el Reino Unido. Cabe señalar que países como Alemania e Italia sólo tienen un centro entre los veinte mejores de Europa, mientras Francia tiene dos.
No cabe duda del efecto locomotora que ejercen estos centros sobre la formación española en cuestiones empresariales. Algo de lo que se beneficia la Universidad pública no sólo en términos de imagen. Estos centros privados también acumulan y generan conocimientos que terminan transmitiendo a la Universidad. Estas escuelas de negocios, además, son un importante polo de exportación de servicios, cuya cuota de estudiantes extranjeros es superior al 50%, en muchos casos extracomunitarios, una cuota que multiplica casi por cincuenta la de la Universidad. Al margen de su acreditada capacidad académica, estas entidades resultan muy atractivas para ejecutivos que desean desarrollar una carrera empresarial ligada al idioma español, el más utilizado del mundo para los negocios tras el inglés. Y gracias a su prestigio se han convertido en una alternativa de peso a las tradicionales escuelas de negocios estadounidenses, sobre todo con el creciente escrutinio al que vienen siendo sometidos los extranjeros en Estados Unidos tras los atentados del 11 de septiembre.
Hay que destacar, además, un elemento que podría parecer anecdótico, pero de gran trascendencia. Todas las entidades del ranking del Financial Times aparecen con su nombre en inglés (aunque no sean británicas), o con una sigla, salvo una: el Instituto de Empresa. El hecho de utilizar un nombre español supone una importante decisión sobre su posicionamiento en el mercado, al que ofrece una experiencia claramente española desde su propio nombre. Esta decisión también genera réditos en términos de país, contribuyendo a la identificación de España con programas de formación muy selectivos y especializados.
¿Cómo llegan?
Una de las características que permiten a estos centros distanciarse de la Universidad pública es el carácter eminentemente práctico de la formación que ofrecen. Algo que, paradójicamente, dificulta su actividad frente a otras entidades que sólo ofrecen formación teórica. En muchos casos, los masters incluyen el paso por una empresa durante un período de prácticas, algo que, en términos estrictos, está prohibido hacer con un visado de estudios. Por ello, en muchos casos el alumno debe solicitar el permiso necesario haciendo la misma cola que los demás emigrantes y sometiéndose a los mismos requisitos, aún cuando sus circunstancias sean evidentemente diferentes a las de otros emigrantes. Este rigor administrativo contrasta con las facilidades que otros países comunitarios otorgan a los estudiantes de tercer ciclo en general y a los de administración de negocios en particular. Por ejemplo, el Reino Unido no sólo concede acceso inmediato y sin restricciones a estos estudiantes. Además, otorga de forma automática y sin más requisitos un visado de trabajo a todos los titulados del Instituto de Empresa y del IESE. Esta iniciativa se enmarca en un programa por el que el gobierno británico ofrece ese visado de trabajo a cualquier licenciado en las que considera las 50 principales escuelas de negocios del mundo[10] dentro de un programa llamado “Highly Skilled Migrant Programme”.[11] Según el Tesoro británico, el motivo de esta medida es que “a particular weakness in the UK economy is the quality of management”[12].
La lista incluye 27 entidades estadounidenses, encabezadas por Harvard, y 10 británicas lideradas por la Universidad de Oxford, mientras España tiene dos entidades, igual que Holanda, Canadá y Australia. Con una sola entidad aparecen Suiza, Francia, Italia, China e Irlanda. No figura un solo centro latinoamericano entre los que el Tesoro británico considera los mejores del mundo, como tampoco aparecen los de Suecia, Alemania o Japón. El IESE ocupa la 16ª posición, justo delante de la prestigiosa Universidad estadounidense de Yale, mientras el Instituto de Empresa aparece en la 24ª posición, justo entre las Universidades estadounidenses de Cornell y Georgetown. Por cierto que, de nuevo, el Instituto de Empresa es la única entidad cuya nombre aparece en su idioma mientras la demás utilizan un nombre en inglés (aunque no sean anglosajonas) o una sigla. Hay que subrayar que ninguna Universidad española figura en la lista, lo que constituye, en si mismo, un buen motivo de reflexión.
De este modo, el Reino Unido intenta atraer a la elite empresarial extracomunitaria que se ha formado en España, con los beneficios que a largo plazo pueden ofrecer esos jóvenes. Para valorarlo, sólo hay que considerar la capacidad para exportar a México que puede tener cualquier joven latinoamericano formado en una escuela de negocios española, frente a cualquier británico que acaso no hable más idioma que el suyo, y desconozca otro entorno económico que el de su país.
La medida británica está vigente desde abril, por lo que todavía no se dispone de estadísticas sobre el número de estudiantes drenados con ese sistema. No obstante, parece evidente que habrá un número significativo a no ser que se implanten medidas semejantes en España. Al respecto, hay que recordar que en la política española de visados o permisos de trabajo no se contemplan facilidades específicas para quienes hayan realizado en nuestro país estudios universitarios, ni mucho menos a los que hayan obtenido en el exterior otros títulos con reconocimiento oficial del Estado español. Algo que deja al pairo la inversión en capital humano que se haya podido realizar con esa formación.
Además de atraer a las elites empresariales, estos centros ejercen una tarea relevante exportando su conocimiento por medio de la creación de centros de estudios en otros países. Por ejemplo, la Escuela de Organización Industrial (EOI) imparte cursos de duración anual en 11 países diferentes, los principales de Iberoamérica, a los que próximamente se unirá Brasil. Estos cursos se imparten junto a instituciones locales que aportan la infraestructura de los cursos, mientras la EOI define los programas y aporta el profesorado más especializado en las áreas críticas del programa.
La importancia del sector privado en la internacionalización de la formación española o en español también se manifiesta en los cursos de español para extranjeros. Aunque no existen datos sobre el número de alumnos, sí existe un censo de los diferentes cursos que se imparten en la actualidad. Son 1.380 a cargo de centros privados y 142 a cargo de centros públicos.[13] El desequilibrio de su número permite suponer que el alumnado de estos cursos, como poco, está equilibrado entre centros públicos y privados.
Más empresas
A pesar de la envergadura de estas iniciativas, ninguna tiene el alcance con el que otras empresas de formación han expandido su actividad por el mundo. Un ejemplo es la Institución Internacional SEK, que mantiene 16 colegios propios en 11 países además de tres universidades en países diferentes. Se trata de la institución educativa privada y laica más internacionalizada del mundo, considerando las que ofrecen formación reglada.
Esta entidad tiene su origen en Madrid, donde fundó su primer centro en 1882, en el seno de la centenaria red de colegios San Estanislao de Kostka. En 1990 la entidad se escindió en dos empresas, jurídica y funcionalmente independientes: por un lado, la Institución Educativa SEK, que opera principalmente en España; por otro lado, la Institución Internacional SEK, que lo hace principalmente en el extranjero. Esta última dispone de colegios, institutos y universidades en países como Sudáfrica, Hungría y Estados Unidos, además de Iberoamérica y España.
La Institución Internacional SEK tiene hoy casi 20.000 alumnos de los que 5.100 son universitarios y cuenta con 1.450 profesores. Hay que subrayar que esta entidad tiene casi tantos alumnos como los extranjeros que vienen a España por medio del programa Erasmus, mientras que su cifra de universitarios no españoles supera la de la UNED, la más internacional de las universidades españolas.
Aunque sólo se midiera por el número de alumnos, parece evidente que la entidad realiza una significativa aportación tanto a la difusión del español como de la cultura española en general. Pero no se trata de la única entidad que opera en este ámbito, aunque es con diferencia la más destacada. En este capítulo de entidades privadas habría que añadir otros centros laicos, así como los confesionales que suponen el grueso. No obstante, el carácter descentralizado de las órdenes religiosas y su adscripción hace difícil establecer con precisión cuál es su punto de gravedad. Mucho más si incluimos en el cómputo las escuelas misioneras cuya escasa infraestructura física dificulta incluso su localización.
Escuelas públicas
A pesar de la importancia de estas multinacionales de la educación, ya sea la EOI o la Institución Internacional SEK, ninguna de ellas figura en el censo oficial de centros en el exterior que mantiene el Ministerio de Educación. Este censo sólo recoge los centros autorizados por el Estado a impartir formación reglada en el exterior, en total 141,[14] de los que 24 son colegios o Institutos públicos, propiedad del Estado español aunque estén radicados en el exterior. Además, existen otros 19 centros privados autorizados que actúan sobre la base de un Convenio que les permite otorgar los títulos oficiales de la educación española. Estos 19 centros privados se descomponen a su vez en 10 “Centros Privados Españoles en el Extranjero” y 9 “Centros de Convenio en el Extranjero”, que son entidades no españolas. Estos últimos centros encuadran una parte de su relación con las autoridades españolas en la Fundación Red Iberoamericana de Colegios Españoles (RICE). La RICE se constituyó en 2004 y fue inscrita en febrero de 2004. Su patronato está presidido por la ministra de Educación y Ciencia y forman parte de él el subsecretario de Educación, cinco patronos designados por el Ministerio y uno más por cada una de las instituciones titulares de los Centros de Convenio integrados en la red. Su fin primordial, recogido en sus estatutos, es “promocionar la lengua y la cultura españolas y fomentar una educación de calidad en los centros docentes que se hayan integrado en la red de centros españoles en el exterior mediante Convenio de Colaboración”.
El resto de los centros autorizados, hasta 141, pertenece a categorías que implican un compromiso menor con la enseñanza en español y ofrecen más bien un apoyo que formación integral en español. Las categorías responden a “secciones españolas en centros extranjeros” (26), que permiten cursar enseñanzas de lengua y cultura dentro del horario escolar y del sistema educativo del país de residencia; “secciones bilingües”, basadas en países de Europa Central y Oriental (47); y “escuelas europeas” (12) y “agrupaciones o aulas de Lengua y Cultura Españolas” (11), que imparten formación fuera del horario escolar regular del alumno. Todos ellos radican en centros públicos propiedad del Estado en cada uno de los países de destino.
Sumando los anteriores, esto supone 122 centros públicos que en el curso 2004-2005, tenían 38.132 alumnos matriculados, con 1.292 profesores.[15] La mayor parte del alumnado pertenece a las categorías educativas menores que en algunos casos solo reciben clases fuera del horario lectivo. Los matriculados en los 24 colegios e institutos del Estado español en el exterior, que reciben el mismo título que cualquier alumno en España, ascendieron a 8.919 con 669 profesores, mientras que los dos centros mixtos (en los que el Estado español coparticipa con una entidad privada) atendieron a 2.265 alumnos con 176 profesores. No se dispone de cifras sobre el alumnado de los 19 centros privados.
El Ministerio de Educación gastó en 2002 en Educación en el exterior 102 millones de euros,[16] según el último informe de gasto disponible en la página web del Ministerio. Suponiendo que se hubiera mantenido este nivel de gasto en 2004, la cifra supondría 2.684 euros por cada alumno. Podría parecer una cifra elevada, aunque hay que considerar la ausencia de alternativas cuando se creó esta red de centros estatales en el exterior. El Ministerio de Educación no tenía más opciones que crearla con recursos presupuestarios. Algo que hoy ha cambiado.
En conjunto, estos 141 centros autorizados en el exterior tienen un reparto entre entidades públicas y privadas del 86% y del 13% respectivamente. Si se eliminan los centros privados autorizados, pero que por diversos motivos sólo realizan cursos de verano en lugar de la enseñanza reglada, el reparto porcentual sería de 90% público y 10% privado. Este reparto porcentual es bien diferente al del conjunto de centros de enseñanza en España, donde existen 17.979 centros públicos y 7.488 privados, con un reparto porcentual del 70% y el 30% respectivamente.[17]
A la vista de estos porcentajes, podría pensarse que el sector privado se siente menos atraído por la enseñanza española en el exterior que en España. Pero esta interpretación no se ajusta a la realidad, considerando la existencia de potentes multinacionales de la educación. La interpretación correcta sería que las principales multinacionales de la educación española actúan al margen del espacio en el que actúa el Ministerio de Educación, algo que constituye una interesante oportunidad para las autoridades españolas que podrían multiplicar muy rápidamente, y a bajo coste, el número de alumnos extranjeros que reciben educación formal española. Para ello bastaría con atraer a las entidades que ya operan con éxito en este área. En cuanto al mecanismo concreto para ello, quizá podría ser de interés realizar una reflexión sobre la relación institucional con estas entidades y de los incentivos específicos que existen en otros países europeos.
Conclusiones: El Estado viene considerando la internacionalización de la educación española o en español como un objetivo de alta prioridad. Así, el Estado asignó en 2004 un presupuesto de 60,08 millones de euros al Instituto Cervantes,[18] mientras el Ministerio de Educación gastó en el ejercicio 2002 en educación en el exterior 102 millones de euros. A estas cantidades habría que añadir partidas menores como la colaboración que diversos organismos prestan a la UNED para mantener su red de centros, o el coste que pueda tener acoger alumnos extranjeros en la Universidad pública. En conjunto, se podría cifrar que el Estado gasta cada año en la internacionalización de entidades de formación públicas una cifra cercana a los 200 millones de euros.
Frente a esta cantidad, la principal partida específica que el Estado destina a las entidades privadas son los 6 millones de euros que el Instituto Español de Comercio Exterior dedica a la promoción de las Industrias Culturales en general, lo que incluye la formación. Con ello, el Estado coloca en el sector público el acento de su esfuerzo económico para la internacionalización de la educación española o en español. No obstante, existe un número de multinacionales privadas de la formación, cuyo éxito empresarial, en cualquiera de sus categorías, pone de relieve la importancia económica del español. No sólo en términos estratégicos y generales, sino en los más concretos aspectos de la contabilidad cotidiana de algunas empresas.
Parece una interesante oportunidad atraer a estas entidades hacia una estrategia conjunta con la red de centros públicos. Al margen de cual sea el mecanismo concreto para ello, los alumnos de estos centros representan un activo incuestionable para España. Pero este activo podría perderse por la reciente estrategia británica para atraerlos al conceder visados de trabajo a quienes hayan cursado estudios en centros españoles. Desde luego, esta iniciativa británica drenará una parte de la elite extracomunitaria que hoy se forma en España a no ser que se le ofrezca un incentivo idéntico en España. También podrían ser merecedores de autorizaciones semejantes los extranjeros, sobre todo iberoamericanos, a los que entidades como la Escuela de Organización Industrial o la Institución Internacional SEK imparten formación de posgrado o universitaria en el exterior.
Iñigo Moré
mercadosemergentes@hotmail.com
[1] Estadística oficial del Ministerio de Educación disponible en http://www.mec.es/educa/ccuniv/erasmus/histostatp/statultimo.htm
[2] Estadística oficial del Ministerio de Educación disponible en http://wwwn.mec.es/educa/jsp/plantilla.jsp?id=E128&area=ccuniv&contenido=/ccuniv/html//estadistica/curso2003-2004/1115.html
[3] Estadística oficial del Ministerio de Educación disponible en http://wwwn.mec.es/educa/jsp/plantilla.jsp?id=E128&area=ccuniv&contenido=/ccuniv/html//estadistica/curso2003-2004/213.html
[4]Estadística oficial del Ministerio de Educación disponible en http://wwwn.mec.es/educa/jsp/plantilla.jsp?id=E128&area=ccuniv&contenido=/ccuniv/html//estadistica/curso2003-2004/1315.html
[5]Datos originales disponibles en http://www.uned.es/centrosuned-extranjero/
[6] Diario El País, 7/IV/2003.
[7] Estadística oficial del Ministerio de Educación disponible en http://www.mec.es/educa/ccuniv/erasmus/histostatp/statevolucion.htm
[8] Estadística oficial del Ministerio de Educación disponible en http://www.mec.es/educa/ccuniv/erasmus/histostatp/statultimo.htm
[9]Estadística oficial del Ministerio de Educación disponible en http://www.mec.es/educa/ccuniv/erasmus/histostatp/statevolucion.htm
[10] Puede consultarse toda la información al respecto de este programa británico en el website del Tesoro británico, en la direcciónhttp://www.hm-treasury.gov.uk./pre_budget_report/prebud_pbr04/assoc_docs/prebud_pbr04_admba.cfm
[11] Datos sobre este programa disponibles en el website oficial http://www.workpermit.com/uk/highly_skilled_migrant_program1.htm
[12] http://www.hm-treasury.gov.uk./media/F65/EA/pbr04_50mbas_note_211204.pdf
[13] Dato obtenido en el buscador de cursos de español del Instituto Cervantes http://eee.cervantes.es/formulario.asp
[14] Pueden consultarse los datos oficiales del Ministerio de Educación en http://www.mec.es/educa/internacional/
[15] Estadísticas oficiales del alumnado de estos centros disponibles en http://wwwn.mec.es/educa/jsp/plantillaAncho.jsp?id=75&area=internacional
[16] Estadística oficial del Gasto Público en Educación. Año 2002 disponible en http://www.mec.es/mecd/jsp/plantilla.jsp?id=324&area=estadisticas
[17] Datos del Registro Estatal de Centros Docentes No Universitarios http://centros.mec.es/centros/jsp/Entradajsp.jsp
[18] Datos del Presupuesto del Estado español para 2004 disponibles en www.igae.minhac.es/presup/ PGE2004/PGERom/doc/2/1/3/R4PP2135.PDF