English version: Made-to-measure Qur’anic quotations: the incomplete verses of al-Qaeda in the Islamic Maghreb
Tema
Más de la mitad de las citas coránicas utilizadas por al-Qaeda en el Magreb (AQMI) en su propaganda son literales pero incompletas o truncadas.
Resumen
Un corpus digitalizado compuesto de más de 200 documentos oficiales difundidos por al-Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI) entre 2004 –cuando todavía se denominaba Grupo Salafista para la Predicación y el Combate (GSPC)– y 2017 permite dar una respuesta fundamentada a la pregunta de cuán religioso es realmente su discurso. Asimismo, a través del cotejo sistemático de la totalidad de las citas coránicas mapeadas –más de 1.200– se constata que, aunque la organización en ningún caso modifica o altera el Corán, lo que permite desechar por completo las tesis que apuntan hacia la manipulación de los textos sagrados, sí se caracteriza por utilizar una literalidad a medida. No enfrentando constricción alguna ni en tiempo ni en espacio, en más de la mitad de las ocasiones en las que, a lo largo de 14 años, AQMI cita el Corán en su propaganda –un 52,42% del total– lo hace evocando citas incompletas o truncadas.
Análisis
Es de sobra conocida la lectura literal y descontextualizada que las diferentes organizaciones terroristas cuya ideología común es la del salafismo yihadista hacen de los textos sagrados del islam, pero ¿qué tanto de su discurso es puramente religioso? Asimismo, con el objetivo de desautorizar y erosionar la legitimación de estas organizaciones, sigue arguyéndose con cierta recurrencia que manipulan y distorsionan el hecho religioso. ¿Puede contrastarse tal afirmación? De ser así, teniendo en cuenta la naturaleza del consenso respecto de la sacralidad de las principales fuentes de la revelación, resultaría relativamente sencillo articular estrategias orientadas a explotar tales adulteraciones.
Mediante el mapeo sistemático de más de 1.200 citas coránicas empleadas por al-Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI) entre 2004 –todavía como Grupo Salafista por la Predicación y el Combate (GSPC)–1 y 2017, el presente análisis pretende arrojar luz sobre algunos aspectos ligados al uso de los textos sagrados por parte de la organización terrorista. Para ello se ha construido un extenso corpus monolingüe, diacrónico y digitalizado que cubre un total de 203 documentos oficiales publicados por el grupo.2 Entre estos hay 179 documentos audiovisuales (más de 65 horas de audio y vídeo), 20 documentos de texto entre revistas, libros y artículos o ensayos (aproximadamente 800 páginas de texto) y las transcripciones íntegras de cuatro entrevistas a individuos destacados en la organización (véase la Figura 1). La muestra compilada incluye todos aquellos documentos audiovisuales oficiales3 publicados por la organización terrorista en la horquilla de tiempo mencionada, así como otros documentos oficiales escritos cuyo contenido ha sido juzgado como pertinente por el autor.4 No se incluyen en la muestra compilada aquellos comunicados breves utilizados, principalmente, para reivindicar operaciones terroristas exitosas, así como tampoco panegíricos, artículos de opinión y otros contenidos secundarios publicados a través de plataformas como Ifriqīyā al-Muslima.Figura 1. Distribución anual de los materiales utilizados para la creación del corpus de citas coránicas halladas en la propaganda de AQMI, 2004-2017
Año | Audios y vídeos | Revistas | Libros y ensayos | Entrevistas |
---|---|---|---|---|
2004 | 1 | 2 | – | – |
2005 | 1 | 3 | – | – |
2006 | 2 | 3 | – | – |
2007 | 12 | – | 1 | – |
2008 | 10 | – | – | 1 |
2009 | 12 | – | 1 | – |
2010 | 16 | – | – | – |
2011 | 15 | – | – | 1 |
2012 | 11 | – | 2 | 1 |
2013 | 12 | – | 1 | – |
2014 | 10 | – | – | – |
2015 | 21 (37) | – | 2 | – |
2016 | 14 | – | 2 | 1 |
2017 | 10 (26) | – | 3 | – |
Notas: (1) la diferencia en la cifra de documentos de 2015 viene dada por la inclusión entre paréntesis de todos los documentos asociados a la serie “غزوة أحد في القرآن ”, un compendio de lecciones impartida por Abu Hassan Rashid al-Bulaydi; (2) la diferencia en la cifra de documentos de 2017 viene dada por la inclusión entre paréntesis de todos los documentos asociados a la serie “شرح كتاب الصيام من بلوغ المرام ”, un compendio de lecciones impartida por Abu Hassan Rashid al-Bulaydi..
Los corpus especializados, como es el caso del que nos ocupa, se centran en una variedad particular o registro del idioma, en este caso el discurso salafista yihadista de AQMI. Hasta el momento, las escasas tentativas de analizar el discurso salafista yihadista utilizando para ello un enfoque cuantitativo se han encontrado con un muro difícil de franquear, los desafíos técnicos que presenta la lengua árabe. Los diferentes estudios y análisis cualitativos son más numerosos, principalmente desde que lenguas otras que el árabe comenzaron a ganar presencia en la propaganda de Estado Islámico. Sin embargo, aún sin ánimo de profundizar en el debate, el árabe continúa siendo no sólo la lengua vehicular de la mayor parte de la propaganda yihadista, sino también, por supuesto, el pilar sobre el que se fundamenta y se construye todo debate ideológico y doctrinal de esta corriente de pensamiento.
La mayor parte de los estudios que abordan de una u otra manera el análisis del discurso o la narrativa yihadista lo hacen a partir de publicaciones como Dābiq, Rumiyah o Inspire. Estos documentos, si bien tienen mayor impacto en Occidente, tienen un público meta específico, lo cual, aun sin desviarse de los principios básicos de la ideología salafista yihadista, define su naturaleza y condiciona el lenguaje utilizado. Asimismo, las traducciones de documentos originales en árabe, incluso aquellas realizadas in house por las propias organizaciones terroristas, comportan un mayor sesgo ya que el proceso de traducción de propaganda yihadista no es sistemático.
De otra parte, existen un buen número de estudios que desde diferentes prismas se han centrado en el funcionamiento y las relaciones de la militancia –principalmente munāṣirūn, fanboys y plataformas oficiales de difusión– en redes sociales como Twitter o Facebook. Este tipo de investigaciones –como las realizadas por J.M. Berger o Charlie Winter, entre otros–5 han arrojado luz sobre el funcionamiento del aparato propagandístico de difusión y la amplificación de su mensaje en las redes, así como del volumen de la militancia activa en Internet o la temática central de cada producto audiovisual individualizado. El presente análisis, sin embargo, se centra principalmente a través de un enfoque cuantitativo, en el uso que AQMI hace del Corán.
Cuando AQMI cita el Corán
Ofrecer una respuesta fundamentada a la pregunta cuán religioso es el discurso yihadista supone todo un desafío. El corpus compilado a efectos del presente análisis se eleva hasta las más de 810.000 palabras; éste ha sido codificado de tal forma que posible extraer todas las citas coránicas del texto para su posterior clasificación atendiendo a los criterios que se desee. Así pues, en los 203 documentos inventariados encuentran cabida exactamente 1.219 citas coránicas, 932 si sólo tenemos en cuenta aquellas citas extraídas de documentos publicados antes de que la organización comenzase a firmar sus publicaciones bajo su denominación actual de AQMI. Aunque quizá no sea la forma más exacta de realizar el cálculo, dichas 1.219 citas equivalen a un total de 27.367 palabras, es decir, el 3,37% del total del corpus. Si, además, aunque su estudio no forme parte del presente documento, incorporamos a nuestros cálculos las citas de hadices –7.014 palabras del total del corpus– obtenemos un total de 34.381 palabras. Es decir, un 4,24% del total del discurso de AQMI son estrictamente citas del Corán y la Sunna, las dos principales fuentes de la revelación y pilar fundamental de la religión musulmana.
Ahora bien, el discurso puramente religioso no puede reducirse solamente a las citas coránicas. Aunque en ocasiones se introduzcan citas coránicas para conferir al discurso cierta pátina de religiosidad que permita justificar una acción o posicionamiento en particular, dependiendo del documento, es habitual que las citas coránicas vengan acompañadas de una explicación religiosa contextualizada. Este ejercicio, a veces exegético, a veces simplemente didáctico o aclaratorio, constituye un pilar fundamental de la comunicación de AQMI. Utilizando el sistema de codificación anteriormente descrito, se han creado mapas de calor como el que sucede a estas líneas para representar de la manera más fidedigna posible el calado del discurso estrictamente religioso del grupo.
Los resultados del mapeo de todos los documentos del corpus ofrecen resultados dispares dependiendo del tipo de documento en cuestión, pero permiten constatar que el discurso estrictamente religioso de AQMI representa efectivamente una fracción elevada del total. Los resultados oscilan entre un 2% y un 4% de media en aquellos documentos orientados a proyectar capacidades militares –como por ejemplo buena parte de la serie “ظلال السيوف ”– y hasta más del 50% en documentos de carácter doctrinal e ideológico. Reduciéndolo todo puramente a cifras y porcentajes, AQMI cita el Corán una vez cada 665 palabras, esto es, cada poco más de una página de texto corrido, y, aunque la distribución dista bastante de ser uniforme, cada documento mapeado tiene de media seis citas coránicas.
Las aleyas incompletas de AQMI
Un hecho llama poderosamente la atención tras confrontar exhaustivamente todas las citas invocadas por AQMI en su producción mediática con el Corán.6 Más de la mitad de las citas coránicas a las que hace referencia AQMI en los documentos mapeados son citas parciales o incompletas, concretamente el 52,42% del total. Mediante el cotejo sistemático de la muestra de 1.219 citas coránicas recopiladas en el corpus con el Corán se ha constatado que 639 citas son incompletas. Esto no quiere decir que el contenido de estas haya sido manipulado (taḥrīf), sino únicamente que la cita, ya fuese de una aleya o de un conjunto, no es completa.
Como puede apreciarse en la Figura 4, que ilustra la distribución de las citas coránicas mapeadas por año, la tendencia de citar aleyas incompletas constituye la norma general, siendo 64,07% el porcentaje de citas incompletas utilizadas más elevado, en 2004, y 35,96% el más bajo, en 2010. Cabe destacar también que sólo en tres años –2007, 2010 y 2016– el porcentaje de citas incompletas es inferior al 50% del total.
Recitar aleyas o versículos del Corán incompletos es una práctica habitual en el islam. Dado que la prohibición de tal ejercicio no encuentra respaldo ni el Corán ni en la Sunna, el principio básico aceptado por las diferentes escuelas de jurisprudencia indica que está permitido citar aleyas incompletas siempre que el significado sea completo. Muchas aleyas, especialmente aquellas más largas como 2:282 –la más larga del Corán– comprenden varios significados o ideas completas e independientes; no es infrecuente, por lo tanto, encontrarse con citas incompletas. De hecho, dicha práctica encuentra respaldo, por ejemplo, en el siguiente hadiz:
“Abdullah ibn Masa’ud relató: el Mensajero de Alá, ﷺ , dijo: ‘Aquel que recite una letra del Libro de Alá será recompensado y su recompensa será multiplicada por diez. No digo que Alif-Lām-Mīm7 sea una letra, sino que Alif es una letra, Lām es una letra y Mīm es otra letra’.” Hadiz clasificado como ṣaḥīḥ o auténtico, Sunan al-Tirmidhī 2910.8
Asimismo, el debate sobre cuánto y cómo debe citarse el Corán, ya fuese en el marco de la oración o simplemente como argumento de autoridad en el discurso argumentativo encuentra reflejo en la literatura hermenéutica islámica, como se muestra en el siguiente extracto:
“Por lo que respecta a la lectura del Corán más allá de las oraciones preceptivas, según Abu Hanifa, debe comenzar al menos con una aleya, incluso si fuese corta. De la misma opinión es Ibn Abbas, quien dijo: ‘recita aquello que puedas del Corán, pues nada en el Corán es insignificante’. De otra parte, Abu Yussuf dijo: ‘la recitación no debe ser menor que una aleya larga, como la Aleya del Trono [Corán 02:255], o al menos tres aleyas cortas pues menos que eso sería contrario a la costumbre y no demostraría lo milagroso del Corán’.”9
El Corán, palabra que podría traducirse como recitación, es un libro complejo y es primordial comprender su naturaleza. No se trata una recopilación cronológica destinada a contar una historia, como podría ser el Génesis, y por lo tanto no debe ser observado como una narrativa secuencial. Sus versículos o aleyas no son estándar ni longitud ni en metro y tanto el principio como el final de cada uno no responde, según la tradición musulmana, a la decisión arbitraria del hombre, sino al dictado de Dios. Así pues, por norma general, cada aleya –o en ocasiones conjunto de estas– trata un tema en particular; dividirlas, puede, por lo tanto, acarrear la modificación del significado completo y limitar o distorsionar el contexto de la revelación literal.
Respondiendo a si está permitido romper una aleya en varias partes, el erudito salafista saudí (nacido en Alepo) Muhammad Salah Al-Munajjid afirmaba que es posible a menos que tal ejercicio condujese a un significado inapropiado, pero estipulaba que resulta preferible completar la cita.10 El ulema,11 actualmente en prisión en Arabia Saudí cimentaba su respuesta en el hecho de que las primeras generaciones de creyentes observaban como mustaḥab12 recitar una azora completa, sin detenerse, por lo que sería apropiado extender tal práctica también a las aleyas. Fundamentaba su conclusión en el siguiente hadiz:
“Jabir ibn Abdullah relató: procedimos en compañía del Mensajero de Alá, ﷺ , hacia la batalla de Dhat ar-Riqa. Un musulmán había matado a la esposa de idólatra. Él (el marido de la mujer asesinada) juró de la siguiente manera: ‘No descansaré hasta que mate a uno de los compañeros de Muhammad’. Y salió siguiendo los pasos del Profeta, ﷺ . El Profeta, ﷺ , acampado en cierto lugar, dijo: ‘¿quién se encargará de la guardia?’. Uno de entre los muhājirūn y otro de entre los anṣār respondieron. El Profeta, ﷺ , les dijo: ‘posicionaos en la entrada del valle’. Cuando llegaron al lugar, el anṣārī comenzó a orar, de pie, mientras que el muhājir se tumbó a su lado. El idólatra, al verlos a lo lejos, se percató de que eran el puesto de vigilancia de los musulmanes. Disparó una flecha y dio en el blanco (al anṣārī que rezaba de pie). El anṣārī extrajo la flecha de su cuerpo y la tiró. El idólatra continuó disparando y la escena se repitió hasta tres veces. El anṣārī continuó rezando hasta que su compañero se despertó y se dio cuenta de lo ocurrido. Cuando el idólatra se dio cuenta de que había sido descubierto huyó. Cuando el muhājir vio a su compañero sangrando exclamó: ‘¡Subḥān Allāh! ¿Por qué no me has despertado tras el primer disparo?’. A lo que el anṣārī respondió: ‘estaba ocupado recitando una azora y no quería interrumpir la oración’.” Hadiz clasificado como ḥasan, Sunan Abu Dawud.13
Asimismo, en su obra Al-Itqān fī ʻUlūm al-Qurʼān, considerada una herramienta lingüística y estilística fundamental para comprender los significados del Corán, Jalal ad-Din al-Suyuti, profundizando en la correcta pronunciación a la hora de recitar el Corán, referencia la obra de Uthman al-Dani, lingüista y exégeta andalusí. Éste, citaba un hadiz de al-Hakim14 quien ponía en boca de Zayd ibn Thabit, escriba del Profeta según la tradición y uno de los anṣār, las siguientes palabras: “el Corán fue revelado para ser recitado en plenitud”.15
De sobra conocido es el uso sesgado y tendencioso que del hecho religioso hacen las organizaciones salafistas yihadistas y, si bien no es el objetivo del presente documento profundizar en la exégesis de los textos sagrados, sí pretende abrir una puerta a la construcción de contranarrativas. A diferencia de otros colectivos como imames, telepredicadores, etc., AQMI –al igual que otras organizaciones terroristas– no enfrenta constricción alguna ni en tiempo ni en espacio a la hora de crear su mensaje, sino que dispone de las herramientas necesarias para diseñar su estrategia comunicativa y el contenido de su mensaje como considere. No comunica en directo y por lo tanto no se expone al escrutinio ni al debate con terceros en tiempo real. Y, sin embargo, aun sin restricciones a la hora de transmitir su mensaje, opta por utilizar citas parciales en más de la mitad de las ocasiones que invoca el Corán.
Sirvan como ejemplo de lo anteriormente descrito las dos aleyas más utilizadas por AQMI: [Corán 02:217] y [Corán 08:36]. Se trata de dos aleyas sobre las que no existe especial controversia y sobre cuyo significado existe consenso mayoritario (ijmāʿ) en el seno de la umma. La aleya 217 de la azora de la Vaca es la más utilizada por AQMI, un total de 22 veces según los datos extraídos del corpus, todas ellas de forma incompleta. La parte subrayada en la traducción que se presenta a continuación no forma parte de ninguna de las 22 citas utilizadas por AQMI en los documentos compilados para el corpus. Además, aun sin profundizar en ello, resulta conveniente mencionar que la aleya 36 de la azora del Arrepentimiento [Corán 09:36], versículo que en opinión de no pocos mufassirūn abroga la aleya que nos ocupa y cuyo contenido limita las posibilidades de combatir a los infieles durante los meses sagrados solo si los musulmanes son atacados primero, solo aparece en tres ocasiones en el discurso de AQMI, ninguna de ellas de manera íntegra.
[Corán 02:217]: “Cuando te pregunten si está permitido combatir durante los meses sagrados diles: ‘Combatir en ese mes es (un pecado) grave, pero apartar del sendero de Alá –y negar su verdad– y de la Mezquita Sagrada y expulsar de ella a la gente es un sacrilegio mayor a los ojos de Alá, así como la fitna es más grave que matar’. Sabed que (los incrédulos) no dejarán de combatiros hasta conseguir apartaros de vuestra fe si les es posible. Aquellos de entre vosotros que apostaten de su fe y mueran como infieles verán sus obras malogradas en esta vida y en la Otra y se verán abocados al fuego eterno.”16
La aleya 39 de la azora del Botín es la segunda aleya más utilizada por AQMI, un total de 21 veces según los datos del corpus, 19 de ellas de forma incompleta. La parte subrayada en la traducción que se presenta a continuación sólo forma parte de las dos citas completas de esta aleya que encuentran respaldo documental en el corpus.
[Corán 08:39]: “Combatidlos hasta que no quede (rastro de) fitna y Alá pueda ser adorado en toda su gloria. Y si desisten (de combatiros), Alá ciertamente ve lo que hacen”.17
Mediante el cotejo sistemático de las citas coránicas utilizadas por AQMI a lo largo de 14 años puede afirmarse que no incurre en ningún momento en la manipulación del Corán o la alteración de su contenido (taḥrīf). Por el contrario, y aunque en contadas ocasiones, sí se han constatado errores involuntarios, inobservancias –principalmente en la vocalización de algunos términos si nos atenemos a las reglas de tajwīd–18 y elipsis menores, errores estos propios del discurso oral.
Sin embargo, tal como se detalla al comienzo de este epígrafe, dicho cotejo sistemático sí permite la cuantificación del número de citas incompletas, indiscutiblemente elevado para una organización cuya actividad, según su propia interpretación, encuentra su razón de ser en la palabra de Dios. Literalidad textual estricta, sí, pero a medida. Esta constatación, unida a las enormes posibilidades que el estudio contextualizado de cada cita coránica y la evolución de su uso en el tiempo plantean, debería suponer un paso importante para seguir profundizando en el análisis del discurso religioso en manos del salafismo yihadista.
Conclusiones
A pesar del creciente interés institucional en el desarrollo de herramientas de contranarrativa y el consiguiente esfuerzo académico en la misma dirección, los resultados cosechados, a la vista de la movilización militante de la que hemos sido testigos en los últimos años, no pueden ser descritos sino como insuficientes. Parte del problema reside en que para la creación de contranarrativas efectivas es necesario conocer en profundidad la narrativa salafista yihadista, y este es un campo en el que, si bien los estudios cualitativos son copiosos, apenas si se han realizado trabajos cuantitativos o de enfoque mixto, sobre todo si nos ceñimos al árabe como principal lengua vehicular del mensaje salafista yihadista.
La sistematización del análisis del discurso religioso a través del uso de herramientas automatizadas no sólo permite la obtención de datos difícilmente refutables, sino que debería tanto facilitar la creación de estrategias y herramientas de contranarrativa de mayor efectividad como posibilitar la adaptación de aquellas ya existentes. La utilización de técnicas de análisis basadas en datos empíricos permite reflejar fielmente la realidad del discurso, contextualizar los resultados obtenidos y, consecuentemente, un estudio mucho más preciso de la evolución de la narrativa de las diferentes organizaciones en un determinado marco temporal.
El presente análisis, mediante el uso de datos extraídos de un corpus monolingüe y diacrónico representativo del discurso de AQMI –lo que asegura la consistencia de los resultados obtenidos–, permite, por un lado, desterrar por completo la idea de que la organización manipula o altera el contenido del Corán. Simple y llanamente, no es así; podremos convenir en que las interpretaciones extremadamente rigoristas a las que se acogen son sesgadas, torticeras, descontextualizadas o que no gozan de aceptación entre el común de los musulmanes, pero en ningún caso violan los límites exegéticos aceptados históricamente por el grueso del islam sunní. Por decirlo de alguna manera, juegan al límite del reglamento, pero dentro de éste. Huelga decir que las conclusiones extraídas no son necesariamente extrapolables a otras organizaciones yihadistas, aunque posibilitan futuros estudios comparativos.
Por otro lado, y lo que sin duda constituye la conclusión más importante del presente documento, se ha constatado que más de la mitad de las citas coránicas utilizadas por AQMI en su producción propagandística durante el período de estudio son incompletas. Ya se ha señalado que son bien conocidas la lectura y el uso sesgado que las organizaciones yihadistas hacen del hecho religioso, favoreciendo ciertos pasajes respecto del resto, distorsionando así la integridad del mensaje revelado. Ahora bien, más allá de la sobrerrepresentación de unas aleyas frente a otras o el amparo en la exégesis más beligerante, un aspecto destaca tras analizar cuantitativamente cómo AQMI cita el Corán y cotejar los resultados con la fuente original. La organización terrorista cita el Corán de forma rigurosa, pero incompleta, truncando más de la mitad de las citas coránicas que utiliza, obviamente, según le conviene. Literalidad sí, pero a medida.
El futuro análisis contextualizado de la invocación de dichas citas incompletas, así como el estudio de la evolución de su uso en el tiempo, servirá sin duda para seguir profundizando no sólo en el conocimiento del discurso religioso del salafismo yihadista, sino también para seguir avanzando en la creación de nuevas estrategias de contranarrativa y en el refinamiento de las existentes.
Sergio Altuna Galán
Investigador asociado en el Programa sobre Radicalización Violenta y Terrorismo Global del Real Instituto Elcano | @wellesbien
1 Se ha fijado 2004 como punto de partida del muestreo precisamente para descartar que la integración del Grupo Salafista por la Predicación y el Combate supusiera cambios sustanciales en el uso de citas coránicas. 2004 supone, asimismo, el comienzo de la etapa de Abdelmalek Droukdel al frente de la organización, desde enero de 2017, tras haberse fusionado con al-Qaeda, denominada al-Qaeda en el Magreb Islámico, pero que continúa liderando.
2 Puede definirse un corpus como una base de datos, una extensa colección de textos auténticos que se han recopilado y digitalizado de acuerdo con un conjunto específico de criterios para poder ser utilizado como muestra representativa de una realidad lingüística. Véase T. McEnery, R. Xiao y Y. Tono (2006), Corpus-Based Language Studies. An Advanced Resource Book, Routledge, Londres y Nueva York.
3 Todos los documentos audiovisuales publicados por el Comité de medios del Grupo Salafista para la Predicación y el Combate (اللجنة الاعلامية للجماعة السلفية للدعوة والقتال ), el Comité de medios de al-Qaeda en el Magreb Islámico (اللجنة الاعلامية لتنظيم القاعدة ببلاد النغرب الإسلامي ) y la Fundación al-Andalus.
4 Los documentos escritos cuya inclusión en el corpus ha sido juzgada como pertinente son todos aquellos documentos oficiales que incluyen un mínimo componente ideológico y doctrinal.
5 Véase J.M. Berger y J. Morgan (2015), The ISIS Twitter Census Defining and Describing the Population of ISIS Supporters on Twitter, The Brookings Project on US Relations with the Islamic World, The Brookings Institution; y C. Winter (2015), The Virtual “Caliphate”: Understanding Islamic State’s Propaganda Strategy, Quilliam International.
6 Para la confrontación de datos se ha trabajado con los materiales disponibles a través del proyecto de Digitalización del Corán de la Universidad Rey Saud, en Riad, Arabia Saudí.
7 Corán 02:01.
8 2910 سنن الترمذي، كتاب فضائل القرآن، حديث رقم
9 2004 المحيط البرهاني في الفقه النعماني، كتاب الطهارات – الصلاة، ص. 298. دار الكتب العلمية
10 Islam Q&A, 206946 رقم السؤال .
11 Lo correcto sería utilizar ʿAlīm, pero en castellano el uso de ulema como singular constituye la forma aceptada.
12 Recomendado, favorecido.
13 198 سنن أبي داود، كتاب الطهارة، حديث
14 Abu Abd-Allah Muhammad ibn Abd-Allah al-Hakim al-Nishapuri, ulema persa y respetado compilador de hadices.
15.129 .جلال الدين السيوطي، الإتقان في علوم القرآن، ص.
16 [Corán 02:217], traducción del autor.
17 [Corán 08:39], traducción del autor.
18 Reglas por las que se rige la recitación del Corán o tilāwa.