Tema: El 2 de mayo de 2004 se celebrarán elecciones generales en la República de Panamá y se percibe con mayor énfasis que en los comicios anteriores el carácter personalista de esta campaña, con ausencia de programas de tendencia ideológica. Realmente no existen partidos ideológicos y el resultado de los proyectos políticos de los distintos candidatos en temas como la pobreza, seguridad, salud, democracia, servicios públicos, justicia o cultura no contrastan sustancialmente entre sí y se analizan desde un punto de vista pragmático. La lucha contra la corrupción es un tema crucial en la campaña.
Resumen: En estas próximas elecciones en Panamá para elegir presidente, 2 vicepresidentes, 75 alcaldes, 78 legisladores, 619 representantes de corregimiento y 7 concejales con sus respectivos suplentes, existen cuatro fuerzas importantes: el PRD con Martín Torrijos, el Partido Solidaridad con Guillermo Endara, el Partido Arnulfista (actualmente en el poder) con José Miguel Alemán y, como candidato independiente, Ricardo Martinelli, que ha creado el Partido Cambio Democrático. Pese a la importancia de las alianzas que han ayudado a incrementar la adhesión a los distintos partidos, todo parece apuntar a que el ganador en los próximos comicios será Martín Torrijos, hijo del fallecido Jefe de Gobierno durante el gobierno militar de 1968 a 1978, Omar Torrijos, y principal ejecutor de los Tratados Torrijos-Carter para la devolución del Canal.
Análisis: Después de unos turbulentos años 80, cuando el proceso reformista militar para restaurar el poder civil iniciado por Omar Torrijos se interrumpió después de su muerte, se afianzó el poder de los militares encabezados por Noriega. Esta situación hizo crisis en 1989 cuando los militares anularon las elecciones generales, EEUU invadió Panamá y el nuevo gobierno tomó posesión en una base americana.
En los años 90 se cumplió con el proceso de transición democrática, con la alternabilidad de dos elecciones generales legítimas (1994-1999) en las cuales, en ambas, triunfó la oposición.
El nuevo siglo se recibió con buen ánimo porque el Canal y las áreas revertidas pasaron a la jurisdicción nacional. Por otro lado, el país consolidó su Estado de Derecho y se desmilitarizó, desmantelándose las Fuerzas Armadas y retirando toda presencia de tropas, instalaciones y bases norteamericanas del país.
Hoy en día, frente a unas elecciones previstas para el 2 de mayo de 2004, Panamá se enfrenta a grandes debilidades en su imagen como un Estado de Derecho y sufre una pobre consolidación democrática debido sobre todo a la corrupción. Hay altos índices de pobreza y desigualdad social de la población.
La tensa situación fronteriza, debida a la posibilidad de penetración del narcotráfico desde Colombia, ha motivado que algunos sectores de la sociedad piensen en reconstruir un ejército nacional y otros presionen para el retorno de los enclaves militares norteamericanos. Sin embargo, los candidatos en estas elecciones no apoyan ninguna de estas opciones y coinciden en la necesidad de reforzar la seguridad a través del un incremento de la capacitación de la actual Fuerza Pública.
El gobierno actual de Mireya Moscoso (1999-2004) compite con los de más baja popularidad en el continente. La consigna de su campaña de reducir la pobreza no ha resultado, Panamá posee el segundo porcentaje mayor de extrema pobreza en la región centroamericana, y la pobreza general afecta al 40% de la población. Padece una desigualdad interna marcada, con un 95% de pobreza en los pueblos indígenas.
Panamá sufre una crisis económica a pesar de que el PIB ha empezado a remontar este año. Siguen existiendo niveles significativamente altos de desempleo y subempleo, alrededor del 20%. Los activos de la banca están muy bajos. Las exportaciones han caído un 8% y la producción industrial un 23%. El agro está afectado por una politizada y desacertada administración de la gestión agraria, no habiéndose logrado la reconversión de este sector para la exportación. La inseguridad ha aumentado y el crimen ha crecido un 15%.
Al gobierno actual se le acusa de altas dosis de nepotismo y parcelación de Estado sobre la base de alianzas políticas. El sistema judicial está politizado y la Presidente actual controla los tres órganos del Estado y la dirección de su partido. La percepción pública sobre corrupción está muy generalizada y los mecanismos para mitigarla no han funcionado. El país aparece en el número 10 entre los países con más corrupción del mundo.
Bajo estas circunstancias y previendo una elevada participación de votantes, que se calcula en un 83% según el presidente de la Entidad Electoral, los partidos que se disputan el poder para las próximas elecciones se detallan a continuación.
PRD (Partido Revolucionario Democrático)
El PRD fue fundado por Omar Torrijos con inspiración nacionalista y orientación hacia la socialdemocracia internacional, donde continúa afiliado a través de la Internacional Socialista. Sin embargo, no es un partido que se pueda calificar de izquierda porque gran parte de sus acciones han sido de inspiración global y de carácter neoliberal. Al partido se le achaca su pasado de vinculación con los gobiernos militares, pero esto ya no es un argumento que pese electoralmente, primero por el transcurso de los años y en segundo lugar porque lleva participando en varias contiendas democráticas, ganando en unas y perdiendo en otras.
Martín Torrijos es el candidato del PRD e hijo del General Omar Torrijos que inspiró la creación del partido. Formado en EEUU, trabajó en dicho país varios años y se incorporó al Gobierno de Pérez Balladares (1994-1999) como viceministro de Gobierno y Justicia, puesto del que se retiró para participar como candidato presidencial en la campaña de 1999, que perdió frente a Mireya Moscoso.
Torrijos se desmarca desde el principio de la línea nacional-populista vigente durante los años que gobernaba su padre y enfoca su programa de gobierno en la modernización del Estado con propuestas actuales, de centro y muy de acuerdo con los lineamientos principales de organismos internacionales. Apoya el Tratado de Libre Comercio (TLC) con EEUU y aboga por la necesidad de ampliación del Canal siempre a través de una consulta con la población a través del referéndum.
Sobre la corrupción opina que se debe eliminar a través de una reforma judicial e incremento de la transparencia de todos los órganos del Estado para propiciar la inversión local y extranjera. Sobre la seguridad opina que se debe reforzar el papel de la Fuerza Pública en colaboración con las instituciones migratorias y enfrentarse a la inseguridad desde una perspectiva preventiva.
El PRD es el partido con mayor número de inscritos, 485.000 adherentes, optó por las elecciones primarias para elegir a su candidato presidencial y enarbola la afirmación de ser el partido más democrático.
Patria Nueva: alianza con el Partido Popular (antigua Democracia Cristiana)
El partido PRD marcha aliado con la antigua Democracia Cristiana, que hoy en día se denomina Partido Popular y forma parte de la Democracia Cristiana Internacional (que en muchos países ha cambiado su nombre para descartar el aspecto religioso e ir buscando una posición de centro).
Esta alianza, que se ha llama Patria Nueva, ha resultado extraña porque la antigua Democracia Cristiana, hoy PP, fue un encarnizado adversario de Torrijos, fundador del PRD. Hoy han visto que sus puntos de vista en materia política son similares y han establecido una coalición.
El tema central de su campaña ha sido la creación de un nuevo pacto social o cultura política. Este se basa en la participación civil en los procesos de toma de decisiones y solución de los problemas del Estado a través de mecanismos que se desarrollan en su programa político.
El candidato Torrijos mantiene el porcentaje más alto en las encuestas, con un 48%.
Partido Solidaridad
El candidato Guillermo Endara fue Presidente de la República por el partido Arnulfista entre 1990 y 1994. Endara era el candidato en las elecciones que anuló Noriega en 1989, ya que éste iba de ganador. Cuando se produjo la invasión y se destituyó a Noriega, EEUU colocó a Endara frente al Ejecutivo y recibió la investidura en una base militar norteamericana. Endara se convirtió posteriormente en el gran crítico de la presidenta Mireya Moscoso, acusándola de corrupción. Plantea incluso, en caso de obtener el triunfo, la investigación de los actos de corrupción del gobierno actual y la encarcelación de “los peces gordos”. A lo largo del período Moscoso, Endara ha sido un asiduo y agresivo crítico del gobierno y esto hizo que el Partido Solidaridad, dirigido por el empresario Samuel Lewis Galindo, lo escogiese como candidato a la Presidencia. Obviamente el Partido Arnulfista lo expulsó de sus filas.
Endara escogió como candidato a primer vicepresidente a Guillermo “Billy” Ford, empresario y político que fue su segundo vicepresidente de 1990 a 1994, y como segundo a Alejandro Posse que sería, según algunas opiniones, quien realmente gobernaría debido a la avanzada edad de los otros candidatos.
En relación al TLC, estos tres candidatos, aunque lo apoyan, presentan una característica distinta a todos los demás, que consiste en señalar que protegerán al productor panameño frente a las supuestas consecuencias negativas de la globalización que libera a los productos importados de los gravámenes y aranceles. Esto es una política que tiene riesgos porque Panamá ha firmado varios convenios que la obligan a la aceptación de productos agropecuarios extranjeros en régimen de libre competencia con los panameños.
Endara va en segundo puesto en las encuestas electorales con un 29%.
Partido Arnulfista
El Partido Arnulfista se llama así en honor a Arnulfo Arias, quien fue Presidente de la República en tres períodos y fue tres veces derrocado. En la primera ocasión, la razón primordial para su derrocamiento fue porque se enfrentó a EEUU, negándose a artillar los barcos con bandera panameña para evitar ataques o defenderse de los alemanes en la II Guerra Mundial. EEUU todavía no había entrado en guerra pero Roosevelt ya estaba ayudando a Churchill y como el Presidente Arias se negó, fue derrocado. La tercera ocasión fue por un golpe militar liderado por Omar Torrijos para poner fin al sistema oligárquico que gobernó el país casi ininterrumpidamente desde su independencia.
El partido eligió como sucesora a su segunda esposa Mireya Moscoso, que es la actual Presidente del país y viuda desde 1988 cuando murió el dirigente. Controla con mano de hierro su partido y aspira a seguir dirigiéndolo cuando abandone la presidencia el 31 de agosto de 2004.
Este partido es el segundo con mayor número de inscritos. La Presidente escogió a José Miguel Alemán entre los tres que aspiraban a ser candidatos presidenciales, después de que el gobierno propusiera un cambio en las leyes electorales para suprimir la obligatoriedad de las elecciones primarias dentro del partido.
Visión de País: la alianza con Molirena y el Partido Liberal
En cuanto a las alianzas, el Partido Movimiento Liberal Republicano Nacionalista (Molirena) ya era aliado del Partido Arnulfista en la campaña de Endara y tenían un candidato a vicepresidente que es el que han expulsado ahora por haberse ido con Endara, Billy Ford.
Molirena es un partido bisagra y no cuenta con más de 75.000 adherentes, pero tiene una gran cantidad de profesionales y políticos tradicionales que conocen la realidad política panameña. Han tenido problemas internos, pero nunca por temas ideológicos sino personales, y una buena parte de sus miembros están participando con mucho desánimo en la campaña debido a esta división interna.
El otro partido que forma alianza con el Arnulfista es el Partido Liberal, que ha venido a menos de lo que fue el gran partido Liberal de Panamá que tuvo el poder sin que nadie se lo pudiera quitar desde 1912 hasta 1928 y luego en otros períodos. Hoy, este partido es poco popular, tiene poca representatividad y quien lo preside, Aníbal Galindo, va como candidato a segundo vicepresidente con la nómina del Partido Arnulfista. No cuenta con grandes personajes políticos pero algunos de sus integrantes manejan sumas de dinero interesantes para un candidato presidencial.
José Miguel Alemán, el candidato para presidente de esta Alianza Visión de País es abogado y ha hecho promesas consideradas demagógicas, puesto que sabe que está defendiendo al gobierno y no se ha atrevido hasta el momento a desmarcarse de ninguna de las acciones de gobierno que dirige su protectora Mireya Moscoso.
Su programa político enfatiza la lucha contra la corrupción pero desde la perspectiva oficialista y apoyando lo que el gobierno actual ha hecho hasta ahora para combatirla.
El desprestigio del actual gobierno, debido justamente a las acusaciones de corrupción, y el tradicional voto-castigo de los electores parece que sepultarán las intenciones de continuismo de los arnulfistas. Alemán aparece con un 16% en la última encuesta.
Cambio Democrático
Ricardo Martinelli constituyó un partido que financia casi en su totalidad y que se llama Cambio Democrático. No es un partido democrático en su organización interna porque él es el dirigente máximo y dueño del partido. Elabora su discurso como independiente a pesar de que fue alto funcionario en el gobierno de Pérez-Balladares y también ministro en el gobierno de Moscoso.
Es el único candidato que ha escogido una mujer como candidata a la primera vicepresidencia, Roxana Méndez, que es empresaria y conocida por participar en organizaciones de ayuda comunitaria.
Martinelli es un firme entusiasta del TLC con EEUU y, a cambio, estaría dispuesto a ofrecer a EEUU la opción de tener presencia militar a través de un Centro Multilateral Anti Drogas.
Este candidato es el que más bajo sale en las encuestas y se comenta que da la impresión de que lo que hace es propaganda para su cadena de supermercados, porque buena parte de las imágenes de su campaña subrayan su condición de empresario con éxito.
Martinelli figura con un 7% en las encuestas.
Conclusiones: Un denominador común que se puede observar en la política panameña actual es la ausencia de concepciones ideológicas para la solución de los problemas.
Las propuestas políticas se mueven en el marco del pragmatismo con programas políticos detallados y bastante homogéneos entre sí, por lo que otros factores cobran importancia a la hora de elegir candidato. En esta campaña un factor que adquiere relevancia es el de la honradez del candidato, que inspire confianza, debido al desgaste y falta de credibilidad del gobierno actual.
Todo apunta a que en estas elecciones habrá una alternancia política a causa de las acusaciones de corrupción del actual partido en el poder y sus bajos niveles de popularidad. Los panameños piden una vez más el cambio, continuando con la línea de alternancia política que ha caracterizado las últimas elecciones. Puede ser que este hecho denote un inconformismo de la población y que más adelante se transforme en abstención electoral. En ese caso, el gran desafío será acabar con la corrupción para aumentar la confianza de la comunidad internacional y de los propios panameños.
Natalia Royo