Jamā’at Nuṣrat al-Islām wa-l-Muslimīn: análisis del proyecto de al-Qaeda para el Sahel a través de su propaganda

Mapa del Sahel. Peter Fitzgerald, revisiones de LtPowers vía Wikimedia Commons (CC BY-SA 3.0).

Ver también versión en inglés: Jamā’at Nuṣrat al-Islām wa-l-Muslimīn: a propaganda analysis of al-Qaeda’s project for the Sahel

Tema

Las lecciones aprendidas por AQMI al-Qaeda en el Magreb Islámico tras años de actividad en el Sahel han cristalizado en la creación de JNIM, cuya propaganda analiza este ARI para arrojar luz sobre esta nueva alianza y su relación con la matriz regional.

Resumen

A través del análisis de su propaganda oficial, este documento realiza una aproximación a Jamā’at Nuṣrat al-Islām wa-l-Muslimīn (JNIM), entente de nuevo cuño formada por grupos leales a al-Qaeda en el Magreb Islámico en la franja saharo-saheliana. A través de esta nueva alianza, y aprovechando las características propias del contexto regional, al-Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI) no sólo busca continuar extendiendo su radio de influencia, sino también, llegado el momento, asegurarse un refugio lejos de Argelia. Entre las cuatro categorías temáticas en las que, por el momento, se divide su producción audiovisual predominan aquellos documentos de temática bélica, dejando en manos de AQMI el terreno de lo ideológico. Además, la creación de JNIM permite a la matriz proyectar propagandísticamente unos niveles de violencia que, de otra manera, en la actualidad, le sería imposible. La presencia de actores extranjeros en la región, entre los que se encuentra España, se ha incrementado exponencialmente en los últimos años y tanto la retórica utilizada por la organización en sus comunicados como las acciones terroristas llevadas a cabo en su primer año de existencia dejan claro que este contingente es un objetivo prioritario.

Palabras clave

Terrorismo yihadista, Sahel, África Occidental, al-Qaeda, AQMI, JNIM, az-Zallāqa.

Análisis

Con fecha 2 de marzo de 2017 diversas publicaciones realizadas por parte de cuentas ligadas a la órbita de al-Qaeda en la aplicación de mensajería Telegram informan de un importante anuncio inminente. “Un solo estandarte, un solo grupo, un solo emir”,1 un eslogan enormemente atractivo que antecedía, a modo de avance, a una imagen no menos impactante: cinco de los líderes terroristas más buscados de toda la región saharo-saheliana reunidos en una misma sala para anunciar la creación de una nueva coalición yihadista leal a al-Qaeda, Jamā’at Nuṣrat al-Islām wa-l-Muslimīn (Grupo de Apoyo al Islam y a los Musulmanes, JNIM según la transcripción de sus iniciales en árabe). Homogéneamente ataviados y en un escenario desprovisto de elementos estridentes que puedan desviar la atención, a excepción de un ordenador y una bandera (una variante de rāyatu at-tawḥīd, a menudo descrita, erróneamente, como la bandera de Estado Islámico), tanto la imagen como el mensaje proyectan con claridad una idea fuerza, la unidad, un mensaje que se extiende transversalmente por toda su producción mediática. Habida cuenta de las características sociodemográficas de la región, la composición de la plana mayor del grupo se antoja importante, pues pretende transmitir un mensaje de integración, de pluralidad, de igualdad dentro de la comunidad de creyente y pone de manifiesto la importancia de la diversidad étnica de la cúpula del grupo.

De izquierda a derecha en el vídeo fundacional: Amadou Diallo (alias Amadou Koufa), peul originario de Mopti, líder del Frente de Liberación de Macina, grupo de mayoría peul formado principalmente por antiguos militantes de MUYAO y afiliado a Anṣār ad-Dīn; Djamel Okacha (alias Yahya Abu al-Hummam), árabe argelino con casi 20 años de experiencia en la yihad, sobre todo en Argelia, Mauritania y Mali, nombrado en 2012 emir de la región del Sáhara de al-Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI), anteriormente comandante de la Katībatu-l-Furqān; Iyadh Ag Ghali (alias Abu-l-Fadhel), tuareg de la tribu de los Ifoghas, dirigente de Anṣār ad-Dīn y emir de JNIM desde su creación; Muhammad Ould Nouini (alias Hassan al-Ansari), árabe malí de Tilemsi, cofundador de al-Murābiṭūn con Mokhtar Belmokhtar, de quien ejerció como brazo derecho hasta su muerte, el 14 de febrero de 2018;2 y Abderrahman al-Sanhaji (alias Abderrahman al-Maghrebi), marroquí de origen bereber y cadí de la región del Sáhara de al-Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI).

A diferencia de AQMI, que continúa siendo hoy día un grupo compuesto mayoritariamente por norteafricanos, privilegiando a los argelinos para los puestos más importantes, JNIM, por su parte, intenta distanciarse del tribalismo existente en el contexto geográfico en el que desarrolla su actividad. No obstante, esta nueva alianza no sólo favorece la presencia de peuls, tuaregs, bambaras, árabes norteafricanos, muhājirūn,3 etc., sino que también alude, en contraposición, a la homogeneidad de rangos de sus enemigos (las fuerzas armadas malíes, el gobierno mauritano, Francia y sus políticas neocolonialistas…), estableciendo así un hilo conductor a través de comparaciones constantes del tipo “nosotros vs. Ellos”, tratándolos de racistas, usurpadores, enemigos de los musulmanes y, en definitiva, deshumanizándolos, como es habitual en la propaganda yihadista.

Fundación de JNIM, unidad en aras de un proyecto duradero para el Sahel

AQMI ambicionaba desde hace tiempo un proyecto para el Sahel. Consciente de las limitaciones de la escena norteafricana, sobre todo hasta el comienzo de las diferentes revoluciones adscritas al fenómeno que desde Occidente se conoce como Primavera Árabe, la extensión del territorio, la porosidad las fronteras y la debilidad de los diferentes Estados de la banda saharo-saheliana hacen de este arco de inestabilidad un escenario enormemente atractivo para el desarrollo de sus actividades, hecho que la organización ha tenido muy presente. No obstante, sabedores de las dificultades para llevar a cabo sus actividades en el frente argelino, y haciendo gala de la capacidad de adaptación que históricamente ha demostrado el movimiento yihadista global, en 2008, poco después de jurar lealtad a al-Qaeda, AQMI ya había establecido una de sus brigadas más importantes en la región saheliana, la Katība Ṭāriq ibn Ziyād.

Ahora bien, una lectura de “Las cartas de Tombuctú” –correspondencia original entre la shūrā (consejo consultivo) de AQMI y sus afiliados en Mali localizada por The Associated Press en Tombuctú una vez la intervención francesa hubo puesto fin al proyecto de construcción de una suerte de estado islámico en el norte del país, entre 2012 y 2013–,4,5 permite hacerse una idea sobre las discrepancias existentes ya por aquel entonces en el seno de la organización sobre cómo gestionar el proyecto del Sahel. En una carta dirigida a Belmokhtar, reprendiéndole por su carácter indómito, la cúpula de AQMI esgrimía que “el elevado número de organizaciones [yihadistas] es un hecho saludable, una decisión correcta que continuará dando frutos (sic.); no creas que una región tan grande como Francia y Bélgica juntas es demasiado pequeña para cuatro o cinco organizaciones [yihadistas], hay sitio suficiente para estas y más”.

De los mismos documentos se deduce que Belmokhtar, sin embargo, abogaba por una organización más autónoma y descentralizada que suprimiese los pasos intermedios para comunicarse con la cúpula de la organización sin tener que pasar por la dirección regional, una rama de al-Qaeda en el Sahel. No obstante, puenteó varias veces a la shūrā de AQMI comunicándose directamente con al-Qaeda Central para exponer que, en su opinión, “da[ba]n órdenes sobre [cómo actuar en] una región en la que ninguno de sus líderes ha vivido o conoce”. Iyadh Ag Ghali, en una entrevista más reciente publicada en la revista al-Masrā,6 confirmaba que la nueva alianza ponía fin a un largo período de desavenencias entre buena parte de la militancia yihadista en la región cuando afirmaba que “la unión [de estos grupos] no se ha llevado a cabo antes por problemas discrecionales y otras circunstancias”, profundizando, sabedor de las dificultades, en el caso en particular de al-Murābiṭūn y su vuelta al redil qaediano, sentenciando que “la tolerancia frente a las diferencia y el intercambio de puntos de vista todo lo pueden”.7

Conocedor del terreno y con años de actividad en la región a sus espaldas, en 2012 Belmokhtar ya defendía la idea de establecer una nueva rama de al-Qaeda en el Sahel siguiendo el modelo de al-Qaeda en la Península Arábiga (AQPA), que en 2009 se acabó conformando como una rama autónoma de al-Qaeda en Yemen tras abandonar su enormemente debilitado proyecto en Arabia Saudí. Sin embargo, Abdelmalek Drukdel, emir de AQMI, ya desde la experiencia en control de territorio en el norte de Mali parecía haber modificado sus ideas iniciales y se inclinaba por la construcción de un proyecto basado en el modelo de al-Qaeda en la Tierra de los Dos Ríos (Estado Islámico de Irak a partir de mediados de 2006), mediante la fusión de los diferentes grupos afines a al-Qaeda en la región.8 Ahora, analizando los hechos con perspectiva, parece que la estrategia que finalmente se ha impuesto ha sido una combinación de ambas.

Así, el proyecto de JNIM nace como una sola organización dependiente de AQMI –a cuyo emir se dirige para renovar su juramento de lealtad para posteriormente hacer lo mismo con Ayman al-Zawahiri y el mulá Haibatullah (actual líder del Emirato Islámico de Afganistán y sucesor, tras Akthar Mansur, del mulá Omar, a quien Bin Laden juró lealtad en un primer momento), siguiendo la jerarquía lógica de la organización–, pero con independencia suficiente para autogestionarse en su día a día. Con un líder local, pero con numerosos altos cargos cercanos a la matriz regional y de la total confianza de su emir. Con el grueso de militantes procedentes de la región en la que opera –principalmente Mali– pero con preponderancia de cuadros intermedios y figuras emergentes de origen magrebí. Todo ello, seguramente, con una doble intención de futuro: por un lado, evitar que la nueva organización pudiese desviarse, siguiendo unos derroteros similares a los de Estado Islámico, y, por otro, para asegurarse un posible refugio en caso de que la cúpula de AQMI, hostigada en Argelia, tuviese que trasladar su centro de operaciones. Mermada, la rama magrebí de al-Qaeda lleva mucho tiempo sin llevar a cabo con éxito un atentado a gran escala en Argelia y el las fuerzas y cuerpos de seguridad argelinos ha reducido sus capacidades hasta mínimos históricos.9

Con todo, algunos desacuerdos sobre el proyecto parecen no haberse disipado todavía. Drukdel, en una entrevista a la revista Inspire en agosto de 2017 establecía que “el frente argelino [sede histórica de la cúpula de AQMI] lleva tiempo empantanado en una guerra de larga duración (sic.) y adolece de una ausencia casi completa de individuos dispuestos a apoyar [la causa] ya sea interna o externamente. Otros frentes como Túnez, Libia, el Sahel y el Sáhara viven un despertar yihadista sin precedentes”.10 Sin embargo, pese a que la nueva organización en su comunicado fundacional renovó su juramento de lealtad directo a Drukdel, el emir de AQMI parecía querer eludir cualquier mención a la nueva coalición en dicha entrevista, de 17 páginas de longitud… Es más, en los diferentes mensajes de felicitación tras la creación de la nueva entente se siguen apreciando incongruencias notables: JNIM se presenta a sí mismo como “la unión de tres grupos yihadistas en Mali: Anṣār ad-Dīnal-Murābiṭūn y la región del Sáhara de AQMI”,11 mientras que Drukdel, en un vídeo de AQMI congratulándose por la creación de JNIM menciona “la unión de cuatro facciones yihadistas en el Sahel y el Sáhara”.12 Al-Qaeda Central, por su parte, felicitaba directamente a Abdelmalek Drukdel por la unión de “nuestros hermanos de los diferentes grupos yihadistas en Mali”,13 concediéndole, de esta manera, un papel fundamental en la fusión de los diferentes grupos.

Un hecho significativo es que, desde su creación, además del vídeo de felicitación mencionado anteriormente, AQMI no ha realizado mención alguna a sus actividades en el Sahel a través de JNIM; las menciones al Sahel en discursos de Ayman al-Zawahiri, sin embargo, son numerosas, dedicando un vídeo prácticamente en exclusiva al retorno de Francia a la región, animando los pueblos del Magreb y el Sahel a levantarse contra el invasor.14 Además, a lo largo de sus más de 10 vídeos oficiales en un año de existencia, JNIM apenas cita figuras de referencia de la órbita de AQMI, a excepción de Abu-l-Hassan Rashid al-Bulaydi y Abdelhamid Abu Zayd, mientras aparecen otras figuras, cierto, ligadas a la yihad global, aunque sin conexión con la causa saheliana como Uthman Dukov, Abu Basir al-Wuhayshi, Abu-l-Bara’a al-Samrawi y Omar Ould Hamaha, por citar algunos.

Por si esto fuera poco, también se desconoce el papel de Belmokhtar en la organización; presente a través de su mano derecha en el comunicado fundacional y figura fundamental para comprender el enraizamiento del salafismo yihadista en el sur de Sáhara y el norte del Sahel, nada se sabe sobre él ni de sus funciones actuales en la nueva alianza. Poco amigo de las constricciones jerárquicas de la organización, sus desavenencias históricas con la cúpula de AQMI desde la creación de la Katība Ṭāriq ibn Ziyād son de sobra conocidas –escisión de AQMI y creación de al-Mulathamūn, posterior fusión con MUYAO para crear al-Murābiṭūn, vuelta al redil de AQMI, ejecución de operaciones sin el consentimiento de la cúpula de AQMI y otros–, pero nada se sabe ni de su paradero ni de su actual papel en JNIM, si es que lo tiene.

JNIM a través de su propaganda

Al igual que AQMI dispone de al-Andalus Media como órgano principal de difusión de propaganda, la organización ha dotado a JNIM de su propio sello mediático, az-Zallāqa, cuyo significado también guarda relación con España. Az-Zallāqa hace referencia a la Batalla de Sagrajas (provincia de Badajoz, España) en 1086 en la que las tropas almorávides de Ibn Tashufin derrotaron a las cristianas de Alfonso VI, y recibe este nombre por lo resbaladizo del suelo debido a la sangre derramada en el transcurso de la batalla.15 Queda claro que, al igual que hiciese AQMI en octubre de 2009 bautizando su brazo mediático como al-Andalus Media “para recordar a los musulmanes en general, y a los habitantes del Magreb Islámico en particular, que su historia guarda estrechos lazos con el Ándalus, y que su deber es emprender la yihad en nombre de Alá hasta recuperar el último trozo de la tierra del islam usurpada ilegítimamente”,16 JNIM también abunda en la idea de reconquistar la península ibérica. Asimismo, si se observan las producciones audiovisuales de ambos grupos, puede apreciarse que el trasvase de conocimientos técnicos entre AQMI y su nueva facción saheliana es directo. Esto queda patente desde los primeros vídeos publicados por az-Zallāqa, en los que, tanto en las máscaras que abren y cierran los vídeos como en la tipografía utilizada, guardan un parecido evidente.

De hecho, si nos atenemos estrictamente a los vídeos dedicados a la región del Sáhara de AQMI las similitudes son tales que podemos concluir que se trata del mismo equipo encargado de la producción de los vídeos. Si comparamos las producciones más recientes de JNIM, como “ردع الطغاة 1 و2 ”,17 con algunos de los últimos vídeos publicados por la facción sahariana de AQMI, como “من عمق الصحراء 1 و2 ”,18 se advierte inmediatamente tanto la línea argumental como el orden narrativo –imágenes de los campos de entrenamiento y militantes entrenándose, exhibición de músculo militar, arengas y planificación de una operación terrorista, imágenes de la operación terrorista tanto panorámicas como en primera persona, elogio de los mártires caídos en la batalla– así como los planos tomados y los elementos técnicos utilizados –uso de drones, cámaras acopladas al cuerpo, panorámica– coinciden casi a la perfección.

Un análisis de las publicaciones audiovisuales oficiales de JNIM entre el 2 de enero de 2017 y el 31 de marzo de 201819 permite establecer cuatro narrativas –o temáticas– principales en su producción: guerra/yihad, victimismo y deshumanización del enemigo, ʿaqīda y minhaj y gestión de rehenes. Del total de 13 documentos analizados, siete están dedicados a temas belicosos y su hilo conductor se centra en operaciones terroristas llevadas a cabo con éxito, llamadas al levantamiento armado frente al invasor cruzado francés o a los gobiernos apóstatas de la región, glorificación del martirio, etc., apoyándose en los mismos patrones previamente utilizados por al-Qaeda y sus organizaciones satélite. Un punto importante de su narrativa bélica es que, pese a que los documentos analizados incluyen violencia explícita, buscan diferenciarse de otros grupos yihadistas en la región y no incluyen escenas de brutalidad, sadismo, torturas, decapitaciones y otras aberraciones presentes en la comunicación de grupos de la órbita de Estado Islámico. En la anteriormente mencionada entrevista a Iyadh Ag Ghali en al-Masrā, el emir de JNIM dejaba meridianamente clara la política militar de la organización: “expandirse geográficamente lo máximo posible, erosionar a nuestro enemigo atacándole allí donde esté, incitar a la gente a que haga lo mismo y protegerles, y asegurarnos el favor popular”.

Habida cuenta de sus conocidos padrinos, el nuevo grupo no parece sentir especial necesidad de profundizar en el terreno ideológico y en un año de existencia solo ha dedicado dos vídeos a este tema. Ahora bien, en su primera producción audiovisual se apremia a establecer claramente que sus prioridades son “la yihad por la causa de Alá (sic.) desde el compromiso fiel con los principios de ahl as-sunna wa-l-jamā’a (sic.), sobre todo en lo referente a aplicación del takfīr, alejándonos del camino de la innovación (الإرجاء ) y el extremismo (الغلو )”.20 Asimismo, en un documento dedicado íntegramente a las elecciones en Mali, Abderrahman al-Sanhaji profundiza en el concepto de monoteísmo (tawḥīd al-ūlūhiya) condenando los comicios en los siguientes términos: “La democracia es en sí una religión, una religión contraria al Islam (sic.) y el parlamento una shura politeísta”.21

De otra parte, como se describe al principio del presente documento, y aunque no como narrativa principal, el concepto de unidad es una idea que se extiende transversalmente por la producción audiovisual de JNIM; no obstante, los conocidos hadices “La unidad es misericordia y la división castigo”22 y “La mano de Alá está con la comunidad [de creyentes]”23 se repiten en varios documentos, no sólo para poner de manifiesto la importancia del paso dado, sino también dejando la puerta abierta a que otras facciones –como, por ejemplo, el grupo de Abu Walid as-Sahrawi, escindido de al-Murābiṭūn en 2015 y leal a Estado Islámico– puedan unirse al proyecto en el futuro. De igual manera, y aunque sólo uno de sus vídeos está dedicado principalmente a este tema, la deshumanización y demonización del enemigo constituyen un subtema recurrente. Occidente en general y Francia en particular como “potencia ocupadora y corruptora de nuestra religión, sus colaboradores y sus agentes, saqueadores de nuestra riqueza y nuestros bienes”, concentran la mayor parte de las amenazas, seguidos de los gobiernos de la región –particularmente el de Mali– y la FCG5S,25 por este orden, son los objetivos más citados en la producción audiovisual del grupo.

En el caso del G5-Sahel y su Fuerza Conjunta, su presencia en el discurso de JNIM es creciente, pero, sorprendentemente, no comienza a despertar la atención del grupo hasta finales de 2017; las menciones al G5-Sahel, “un proyecto que nació muerto (sic.) y por el que Francia ha tenido que mendigar a la ONU, EEUU y los países del Golfo para cubrir los 450 millones de euros de la FCG5, sin éxito”,26 han ido creciendo tanto en número como en importancia al tiempo que decrecían aquellas sobre la MINUSMA,27 uno de los blancos de ataque principales del grupo. En cualquier caso, Drukdel deja claro que su política de atacar al enemigo lejano no ha cambiado demasiado, aunque añade matices: “la línea que separa al enemigo cercano del lejano ya no está clara, en algunos países árabes (sic.) el enemigo cercano es América debido a su notable presencia. Ayman al-Zawahiri (sic.) ya dejo claro que combatir al enemigo lejano y no al cercano es ignorar dos veces la misma realidad pues (sic.) el enemigo lejano no actúa sino a través del enemigo cercano”, al tiempo que defiende los resultados obtenidos por al-Qaeda durante estos años animando a “seguir trabajando y ejerciendo presión sobre el enemigo [lejano] (sic.) puede hacer que las alianzas se rompan, como ya ocurrió cuando España retiró sus tropas de Irak una vez su capital fue golpeada».28

La gestión de rehenes es también un tema recurrente en la producción audiovisual de JNIM y a ello dedica tres vídeos íntegros. No obstante, la industria del secuestro es sello característico de AQMI y uno de los pilares que llevó a la organización a convertirse en la rama económicamente más próspera de al-Qaeda en 2012.29 Entre 2003 y 2011 AQMI (Grupo Salafista por la Predicación y el Combate hasta 2006) llevó a cabo el secuestró de un total de 57 personas, 54 de ellos occidentales. En la actualidad el grupo tiene en su poder al menos cinco rehenes de diferentes nacionalidades (rumana, colombiana, francesa, australiana y suiza) y, además de para forzar el pago de rescates, utiliza este tipo de producciones para amedrentar a Occidente e intentar disuadir cualquier iniciativa de inversión privada o proyecto de cooperación en la región. En palabras del narrador de uno de sus vídeos, “muchos no comprenden por qué los mujahidines capturan civiles como rehenes; nosotros como musulmanes debemos regirnos por la sharía y no por las leyes internacionales creadas por apóstatas”,30 apoyándose para fundamentar sus acciones en la siguiente cita coránica: “Cuando os enfrentéis a los incrédulos, golpeadlos hasta dejarlos fuera de combate, entonces apresadlos. Luego, liberadlos o pedid su rescate con el objetivo de que cese la guerra. [Sabed que] si Alá hubiese querido os habría concedido una victoria sin enfrentamientos, pero quiso poneros a prueba. Y las obras de quienes caen en la batalla por la causa de Alá no serán en vano”.31

Asimismo, para dotar de mayor legitimidad sus argumentos, y fundamentar su narrativa en una suerte de justicia retributiva, el mismo vídeo incluye citas del teólogo medievalista Ibn Taymiyya e imágenes de presos en Guantánamo. De igual manera, por si quedase algún atisbo de duda, retoman un fragmento de un discurso de al-Zawahiri con el que dejan claro que la tendencia actual de secuestro de occidentales no va a cambiar en absoluto: “la seguridad es una parcela común, cuando estemos seguros vosotros estaréis seguros y si [nosotros] pueden vivir tranquilos lo mismo ocurrirá con los vuestros. Si [por el contrario] nos golpean y nos matan nosotros también os golpearemos y os mataremos; esa es la ecuación correcta”.

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Una comparativa entre la producción audiovisual de AQMI y JNIM desde la creación de este último, evidencia la complementariedad narrativa de lo producido por ambos grupos; JNIM concentra particularmente aquellas producciones te temática bélica mientras que sobre AQMI continúa recayendo la responsabilidad ideologizante. Ahora bien, si obviamos el hecho de que 14 de los 20 documentos audiovisuales publicados por AQMI son en realidad una colección de lecturas sobre jurisprudencia islámica basadas en la obra Bulūgh al-Marām y realizadas por Abu-l-Hassan Rashid al-Bulaydi, fallecido en 2015,32 AQMI sólo habría publicado un total de seis documentos audiovisuales originales, la mitad que en todo 2016.

Mantener un nivel de publicaciones elevado es esencial para la militancia yihadista y una disminución tal, unida a las similitudes entre las producciones de ambos grupos mencionadas anteriormente, parece indicar que, por el momento, están compartiendo recursos mediáticos. Las limitaciones a la hora de llevar a cabo operaciones terroristas exitosas en el Magreb, debida en gran medida a la acción de las fuerzas y cuerpos de seguridad argelinos y tunecinos, unida al período de reestructuración por el que transitan los grupos de su órbita en Libia tras sufrir importantes deserciones en 2015, han provocado que, en la actualidad, la responsabilidad de mantener niveles de violencia elevados recaiga sobre todo en JNIM. Huelga decir que, aunque los grupos que conforman esta nueva alianza llevan cooperando sobre el terreno desde al menos 2012 el proyecto de JNIM solo tiene un año de vida y su papel dentro de AQMI seguirá evolucionando y adaptándose a las circunstancias en el futuro.

Citas coránicas en la propaganda de JNIM, una llamada a la yihad sin pasar por la daʿwa

Para completar el análisis de la producción mediática de JNIM, consolidar los datos del gráfico anterior, y arrojar algo más de luz sobre esta nueva alianza, un análisis cuantitativo de las citas coránicas utilizadas por JNIM se antoja pertinente. Para determinar la temática de cada aleya –o conjunto de aleyas– utilizadas en cada cita, y con el objetivo de mantener la mayor homogeneidad posible, se ha utilizado la obra exegética Tafsīr al-Qurʾān al-ʿAẓīm de Ibn Kathir,33 historiador y respetado erudito sunní. Asimismo, y aunque no existe consenso a la hora de determinar qué azoras son mecanas y cuáles medinesas, por motivos prácticos se ha utilizado la partición tradicional entre azoras mecanas y medinesas establecida por Theodor Nöldeke.34

Las aleyas de azoras mecanas, que datan de 610-622, fueron reveladas en un contexto politeísta y tienen una temática diferente a las azoras de medinesas (622-632) que, como se puede apreciar en la Figura 2, están sobrerrepresentadas en la propaganda de JNIM en comparación con las mecanas. Las aleyas de azoras mecanas son, por lo general, más cortas y más poéticas e incluyen la mayoría de las aleyas relacionadas con la reafirmación de la fe y la adoración a Dios. Las segundas, cuando la construcción y expansión de un proto-Estado islámico se convirtió en tema fundamental, tienen un contenido más normativo y regulan innumerables aspectos de la vida del creyente, incluyendo también aquellos temas relacionados con la guerra y la yihad.

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De una muestra total de 13 documentos audiovisuales y 78 comunicados oficiales –en su mayoría textos cortos reivindicando operaciones exitosas–35 se han extraído un total de 55 citas coránicas, 38 procedentes de azoras medinesas y 17 de azoras mecanas. Como se puede observar en la Figura 2, y en consonancia con las diferentes categorías narrativas de la producción audiovisual de JNIM anteriormente mencionadas, la mayor parte de las citas coránicas utilizadas por JNIM (22) guardan relación con la guerra y la yihad. Pese a que pueda parecer la norma habitual entre los grupos salafistas-yihadistas, esto no es así. En 2012, un estudio de más de 2.000 textos fundamentalistas datados entre 1998 y 2011 y procedentes de grupos en Oriente Medio y el Norte de África concluía que la mayor parte de las citas coránicas utilizadas por estos grupos no eran las más belicosas, sino aquellas cuya temática tenía que ver con la victimización, el deshonor y los castigos divinos.36 El mismo estudio afirmaba que la mayor parte de las citas podían englobarse en tres categorías: llamamientos a la acción, afirmación de fe e imperativos de batalla. Por motivos prácticos y dado lo limitado de la muestra estudiada, se ha considerado de utilidad añadir la categoría de demonización del enemigo.

JNIM dedica un número nada desdeñable de citas coránicas a respaldar su visión sobre la presencia occidental en el Sahel –neocolonialista, opresora, corruptora, explotadora, empobrecedora…– e intentar legitimar sus acciones. No obstante, la aleya coránica más utilizada –tres repeticiones– en su material propagandístico no tiene relación con la guerra, sino con el enemigo: “Oh, creyentes, no toméis a judíos ni a cristianos por aliados, pues ellos son aliados entre sí. Y quien de vosotros se alíe con ellos será uno de ellos. Allah no guía a los inicuos”.37 Resulta, además, digno de ser mencionado que de las seis citas que se repiten al menos en una ocasión –Corán 03:28, 05:51, 08:30, 08:36, 21:107 y 47:04– sólo una pertenece a una azora mecana.

Otro aspecto interesante del uso del Corán en la comunicación de JNIM es que la azora de “El Arrepentimiento”, cuyas aleyas se encuentran entre las más citadas por extremistas yihadistas dado que su contenido gira en torno a la ira de Dios,38 no se encuentra ni siquiera entre las tres azoras más utilizadas por el grupo. En la muestra estudiada, las citas procedentes de la azora “Los Botines de Guerra” son las más utilizadas, con 11 citas, seguidas de aquellas extraídas de “La Mesa Servida”, con ocho citas, y “La Familia de ‘Imrān”, con cinco.

Conclusiones

Es cierto que la muestra analizada corresponde a un período relativamente corto de tiempo y sin duda habrá que esperar para ver qué evolución sigue la organización, aunque parece claro que no se encuentra en una fase de daʿwa, al menos en cuanto a su difusión propagandística a través de Internet se refiere. Esto no debería resultar extraño, la penetración de Internet en la zona saharo-saheliana todavía es limitada y la comunicación del grupo a través de su propaganda no sólo busca objetivos concretos, sino que está dirigida a otro público, ya fuese este occidental o arabizado. Esto, evidentemente, no excluye que el grupo esté desarrollando actividades proselitistas y de captación sobre el terreno, utilizando para ello una estrategia y unas herramientas diferentes. Habida cuenta de la heterogeneidad lingüística de la región y conscientes del estatus del árabe, notables son los esfuerzos de la organización a la hora de traducir sus publicaciones al francés, actividad que, además, incrementa el impacto global de su producción.

A través del análisis realizado queda clara la subordinación de JNIM a los designios de AQMI; esta nueva alianza nace habiendo heredando un buen número de las capacidades militares y técnicas de la matriz, pero, al menos por el momento, queda relegada a un segundo plano en materia de difusión de ideología. La introducción de matices propios del islamismo en África Occidental y el Sahel –estrategia que podría incrementar exponencialmente su atractivo– brilla por su ausencia constreñida por la doctrina salafista de al-Qaeda. Además, pese a que la presencia de milicianos locales es notable en la producción audiovisual del grupo, la preponderancia de cuadros intermedios norteafricanos, figuras emergentes y cabecillas de AQMI en la cúpula de JNIM garantizan que no se desvirtúe la impronta de su sello. Esto, si bien salvaguarda la fidelidad a la matriz y le asegura mayor impacto en ciertas zonas como el norte de Mali, también limita su potencial de arraigo –que no de acción– en otras zonas.

Asediada en Argelia hasta encontrarse prácticamente en modo de supervivencia, AQMI, intentando poner fin a las desavenencias del pasado, ha conseguido reformular su estrategia en un escenario con un enorme potencial para el desarrollo de sus actividades. En un contexto en el que el que Estado Islámico pierde atractivo, AQMI –que a través de sus diferentes facciones y grupos ideológicamente afines ya era el grupo predominante en la región– ha sabido posicionarse perfectamente para engullir a aquellos grupos desencantados tras el derrumbe del califato e integrarlos en su estructura, si es que la posibilidad se presenta. Asimismo, con este movimiento AQMI se asegura una mayor y mejor estructura en una región hacia la que no parecería descabellado que trasladase su cúpula si no es capaz de invertir la tendencia en Argelia.

Además, como se demuestra a lo largo de este documento, a través de sus numerosas y exitosas operaciones terroristas, la existencia de JNIM ayuda a mitigar en cierta forma el declive del potencial militar de la matriz de al-Qaeda en el Norte de África. Durante el primer año de vida de la nueva entente, la producción mediática de ambos grupos resulta complementaria, conformando, por decirlo de alguna forma, un producto completo que ayuda a evitar que la notoriedad de la matriz se desvirtúe. Esta tendencia podría alterarse en el futuro, aunque no parece que la importancia de JNIM vaya a decrecer a corto plazo, sino más bien lo contrario.

Al igual que ocurre con otros países de nuestro entorno, la presencia de España en la zona, consecuencia, entre otros, del incremento del nivel de la amenaza terrorista, ha aumentado sensiblemente en los últimos años. JNIM, siguiendo los pasos de la matriz regional, no sólo ha bautizado su brazo mediático en clara referencia a una significativa batalla histórica que consiguió detener, si bien temporalmente, la Reconquista, sino que, en la primera entrevista de Iyadh Ag Ghali como emir de la organización, también citaba a Ibn Tashufin como una de las figuras a emular. Teniendo en cuenta sus antecedentes, tanto el emisor como el mensaje continuista de la organización gozan de credibilidad y las razones aquí descritas, unidas a las reivindicaciones históricas del grupo sobre al-Ándalus, convierten a España en un objetivo tan apetitoso como legítimo para esta organización.

Sergio Altuna Galán
Investigador asociado del Programa sobre Terrorismo Global, Real Instituto Elcano | @wellesbien


1 Eslogan extraído de un cartel propagandístico de JNIM antes de publicar su comunicado fundacional, 2/III/2017. Este y otros documentos originales citados a lo largo del texto forman parte del repositorio personal del autor y están disponibles previa solicitud.

2 (بيان تبنّ للغزوة المباركة على السفارة الفرنسية ومبنى هيئة الاركان البوركيني ), 4/III/2018.

3 En este contexto, individuos procedentes de otras regiones que se han desplazado para combatir emulando, según su interpretación, la hégira de Mahoma desde La Meca a Medina.

4 “Al-Qaida’s papers: al-Qaida’s Sahara Playbook”, The Associated Press.

5 Correspondencia entre la shūrā de AQMI y al-Mulathamīn.

6 Revista semanal de Anṣār al-Sharī’a en Yemen (AQPA).

7 Revista al-Masrā #45, 3/IV/2017.

8 M. Guidère (2014), The Timbuktu Letters: New Insights about AQIM, Res Militaris, pp. 25.

9 M. Bachir y A. Kharief (2018), “ANALYSIS: the slow death of al-Qaeda in Algeria”, 1/II/2018, Middle East Eye.

10 Inspire#17 (عمليات حرف مسار القطارات إنسباير العدد ), 13/VIII/2017.

11 Vídeo fundacional de JNIM (إعلان جماعة نصرة الإسلام و المسلمين ), 2/III/2017.Anchor

12 Vídeo publicado por al-Andalus Media, órgano propagandístico de AQMI, felicitándose por la creación de JNIM (تهنئة و مباركة…إندماج مجاهدي الصحراء ), 14/III/2017.

13 Comunicado del Mando General de al-Qaeda felicitándose por la creación de JNIM (تأييد ومباركة لجماعة نصرة الإسلام والمسلمين ), 19/III/2017.

14 Vídeo publicado por As-Saḥāb (فرنسا قد عادت يا أحفاد الاسود ), 6/III/2018.

15 La raíz trilítera del árabe (زَلَّقَ ) significa deslizarse o resbalarse.

16 Documento publicado por al-Fajr Media, uno de los tres órganos de propaganda con los que contaba al-Qaeda en aquella época (هدية افتتاح مؤسسة الأندلس ), 4/X/2009.

17 Az-Zallāqa, 26/V/2017 y 21/III/2018 respectivamente.

18 Al-Andalus Media, 6/I/2016 y 15/II/2016 respectivamente.

19 Trece audios y vídeo publicados por los órganos propagandísticos oficiales de JNIM, az-Zallāqa y al-‘Izza, de aproximadamente 02’30” de duración total.

20 (إعلان جماعة نصرة الإسلام و المسلمين ), 2/III/2017, Az-Zallāqa..

21 (كلمة أبي عبد الرحمن الصّنهاجي حول الإنتخابات ), 18/II/2017, Az-Zallāqa.

22 (الجماعة رحمة والفرقة عذاب ), traducción del autor.

23 (يد الله مع الجماعة ), traducción del autor.

24 (و من أنذر فقد أعذر ), 18/II/2017, Az-Zallāqa.

25 Fuerza Conjunta del G5-Sahel.

26 (كلمة للشيخ يحيى أبي الهمام ), 17/III/2017, Az-Zallāqa.

27 Misión Multidimensional Integrada de Estabilización de las Naciones Unidas en Mali.

28 Inspire#17 (عمليات حرف مسار القطارات إنسباير العدد ), 13/VIII/2017.

29 Y.J. Fanusie y A. Entz, (2017), Al-Qaeda in the Islamic Maghreb Financial Assessment, Terror Finance Briefing Book, Center on Sanctions and Illicit Finance, Foundation for Defense of Democracies.

30 (المعادلة الصحيحة ), 2/VII/2017, Az-Zallāqa.

31 Corán 47:04, traducción del autor.

32 (بيان بخصوص إستشهاد الشيخ أبي الحسن رشيد البليدي ), 25/XII/2015, al-Andalus Media.

33 Disponible en http://quran.ksu.edu.sa/tafseer/katheer/sura1-aya1.html .

34 T. Nöldeke (2013), The History of the Qurʾān, traducción al inglés de Wolfgang Behn.

35 El total de la producción propagandística del grupo desde su creación el 2/III/2017 hasta el 31/III/2018.

36 J.R. Halverson, R.B. Furlow y S.R. Corman (2012), How Islamist Extremists Quote the Quran, Report nr 1202, Center for Strategic Communication, Arizona State University.

37 Corán, 05:51, traducción del autor.

38 Halverson et al. (2012), op. cit.