La UE estrena cohete: el Ariane 6 y la autonomía espacial europea

Cohete Ariane 6 en su plataforma de lanzamiento del puerto espacial europeo de la Guayana Francesa, el 20 de junio de 2024.
Cohete Ariane 6 en su plataforma de lanzamiento del puerto espacial europeo de la Guayana Francesa, el 20 de junio de 2024. Foto: ©ESA –L. Bourgeon

El 9 de julio, la Agencia Espacial Europea (ESA, por sus siglas en inglés) lanza el cohete Ariane 6 desde Kourou, Guyana francesa. El lanzamiento representa un hito para la industria europea del espacio y para la ESA, tanto por razones tecnológicas como estratégicas. Servirá para validar el diseño, la tecnología y el funcionamiento del cohete, así como para demostrar su fiabilidad para transportar cargas hacia sus órbitas finales. También, para confirmar la autonomía estratégica de la Unión Europea (UE) y no depender de lanzadores de terceros países o de empresas privadas para acceder al espacio. Estos objetivos figuran tanto en el Programa Espacial Europeo de la Comisión Europea como en la Estrategia Espacial para la Seguridad y la Defensa de la UE. El primero tiene un enfoque de soberanía tecnológica para fomentar la competitividad industrial del sector y los servicios de observación, navegación, conectividad, investigación e innovación, mientras que la segunda pretende reforzar la resiliencia del dominio espacial frente a los riesgos y amenazas a los que se enfrentan los sistemas y servicios que proporciona. Ambas estrategias se combinan para conseguir sinergias entre los programas civiles, militares y duales asociados a la seguridad y la defensa en el espacio.

El éxito del Ariane 6 permitirá al sector industrial europeo competir con otros satélites comerciales y gubernamentales a corto y medio plazo y aumentará la resiliencia del dominio espacial europeo en un entorno geopolítico de riesgos y amenazas a mayor plazo.

La UE es una potencia espacial mundial y dispone activos espaciales de posicionamiento, navegación y temporización (PNT, Galileo), de observación de la Tierra (OT, Copernicus) y pretende poner en marcha una nueva constelación de satélites de comunicaciones (IRIS), para las comunicaciones seguras, así como de un centro de satélites (Satcen) para recabar y procesar inteligencia geoespacial en Torrejón de Ardoz, Madrid. La industria espacial europea no es una recién llegada al creciente mercado de lanzadores de satélites. Al Ariane 6 lo avalan 117 lanzamientos con éxito del cohete Ariane 5 entre 1996 y 2023, aunque ya no será el único lanzador comercial disponible en el mercado, lo que aseguró el éxito económico del Ariane 4 entre 1988 y 2003. Gracias a su experiencia, la UE disfruta de una cuota del 35% (9.000 millones de euros) del mercado global de lanzadores, satélites y segmentos terrestres de seguimiento (upstream) y el 28% (70.000 millones de euros) del mercado de productos y servicios derivados (downstream). Retirado el Ariane 5 en 2023 y descartados los Sojuz rusos, el acceso europeo al espacio depende del éxito del Ariane 6, el primer modelo nuevo que se lanza en los últimos 30 años.[1]

Figura 1. Principales industrias europeas que contribuyen al programa Ariane 6

El Ariane 6 es un lanzador de cargas pesadas cuyo programa tiene un coste total de 4,4 billones de dólares. En el programa Ariane 6 participan industrias de 13 países, que se relacionan en la Figura 1, mientras que la ESA supervisa las adquisiciones y el sistema de lanzamiento,[2] las empresas participan en los componentes del cohete que se muestran y en los que destaca ArianeGroup como contratista principal. Airbus lidera la participación española en todos ellos, seguida de Sener y Thales Alenia Space en el equipo de lanzamiento.

El Ariane 6 puede realizar lanzamientos convencionales simples o dobles y puede adaptarse a las demandas emergentes del mercado como el lanzamiento de constelaciones múltiples o de satélites de propulsión eléctrica. Cuenta con una etapa superior equipada con un motor reiniciable para lanzar múltiples satélites en un único vuelo y cuenta con dos versiones. El Ariane 62 dispone de dos propulsores, con una capacidad de carga útil de 4,5 toneladas hasta la órbita geoestacionaria (Geo/GTO, hasta 36.000 kilómetros de altitud) y de 7 toneladas hasta la órbita baja (Leo/SSO, entre 300 y 1.000 kilómetros de altitud). El Ariane 64 cuenta con cuatro propulsores y puede colocar hasta 12 toneladas en Geo/GTO, en configuración de lanzamiento dual, y hasta 20 toneladas en Leo/SSO.

La confirmación en 2023 del lanzamiento para julio de 2024 puso fin a un periodo de dudas causado por los sucesivos retrasos del lanzador europeo y la emergencia de competidores comerciales o estatales. El cohete Ariane se diseñó como una evolución del Ariane 5 que mejoraba sus prestaciones y coste, pero las previsiones de mercado de 2014 se quedaron desfasadas por el desarrollo posterior de lanzadores reutilizables y el notable incremento de los lanzamientos. Todos estos factores obligaron a la Comisión Europea a liberalizar el mercado europeo que hasta ahora estaba dominado por el consorcio ArianGroup (Airbus y Safran) según confirmó el director de la ESA, Josef Aschbacher, en la cumbre del espacio de Sevilla de noviembre de 2023.[3] La liberalización busca fomentar el desarrollo de una nueva generación de lanzadores reutilizables y sostenibles, incluidos mini y microlanzadores, que reduzcan los costes y permitan a la industria europea competir con lanzadores de terceros países por el mercado mundial.[4] La experiencia ganada por las industrias europea que han participado en el programa Ariane 6 les permitirá competir por esos mercados tanto dentro del consorcio actual como fuera de él en otras asociaciones estratégicas. El programa cuenta por el momento con 30 contratos de lanzamiento para la agenda de los próximos años que se iniciarán a finales de 2024 y que continuarán con seis u ocho lanzamientos anuales hasta 2026, 10 en 2027 y nueve en 2028 y 2029. Se espera que el Ariane 6 mantenga su operatividad entre 15 y 30 años, para los que ya está en construcción un lote de 15 lanzadores.[5]

El mercado de lanzamiento atraviesa un momento espectacular: el número de lanzamientos institucionales y comerciales crece (50% entre 2019 y 2023), disminuye el precio (10 veces en los últimos 20 años) y la economía del espacio podría alcanzar un valor de 1,8 trillones de dólares en 2035 (desde 630 billones en 2023).[6] El éxito del Ariane 6 permitirá al sector industrial europeo competir con otros satélites comerciales y gubernamentales a corto y medio plazo y aumentará la resiliencia del dominio espacial europeo en un entorno geopolítico de riesgos y amenazas a mayor plazo.


[1] El 28 de abril de 2024, el lanzador SpaceX puso en órbita dos nuevos satélites de la constelación Galileo, el equivalente europeo del sistema de posicionamiento global (GPS) estadounidense.

[2] Alemania, Austria, Bélgica, España, Francia, Irlanda, Italia, Noruega, Países Bajos, Rep. Checa, Rumanía, Suecia y Suiza.

[3] Peggy Hollinger y Sylvia Pfeifer (2024), “European space agency warns ‘no guarantee’ for Ariane in rocket launch market”, Financial Times, (9/I/2024). En la misma reunión, la ESA anunció su European Launcher Challenge para transformar el transporte espacial a partir de 2025.

[4] En particular, con los lanzadores superpesados –los que pueden llevar cargas de más de 50 toneladas a órbita baja Leo/SSO como el Starship de SpaceX o el Space Launch System de la NASA– que son los llamados a copar gran parte de los lanzamientos a partir de 2031, unos 160 anuales según el Informe de Mckinsey para el World Economic Forum, “Space Insight Report”, abril 2024, p. 14.

[5] Declaraciones de Toni Talker-Nielsen, director de explotación de la ESA, a Frèderic Castel, “Europe aims to end space access crisis with Ariane 6’s inaugural launch”, SpaceNews, (24/VI/2024).

[6] McKinsey & Company, World Economic Forum, abril 2024.